Luna
Aquella tarde jugábamos al escondite.
Tú cantabas mientras yo contaba.
En esta vez yo te grité...
Pero no te importaba.
Al final yo te pedía una disculpa.
La cual tú muy contenta aceptabas.
Seguíamos el juego.
En el cual siempre perdías.
Me excusaba diciendo que era nuevo.
Así que solo reías.
Te tomé de la mano y caminamos.
Tu espíritu de aventura floreció.
Mi luna
Esa noche me iluminaste.
Mi luna.
Entonces no necesite llamarte.
Acordamos estar aquí el resto de la noche.
Decías: el tiempo junto a ustedes me hace respirar.
Recogí tu cabello y coloque un broche.
Te halagaba y no dejaba de mirar.
Tus hermosos ojos perdidos.
Tu bella sonrisa falsa.
Era lo que me...
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