Me gustaba poder ver tu espalda desnuda.

Y poder tocarla.

Recorrer tu cintura.

Y así recordarla.

Tu piel lechosa lucía tan suave.

Mientras todos esos lunares

Me hacían sentir el estar en una nave.

Tus ojos, unos mares.

Las caricias se daban con amor.

Nuestros besos eran lentos.

Los abrazos con furor.

Y tu sonrisa con destello.

Mi constelación.
Cada lunar una estrella.

Mi constelación.
Cada movimiento cómo la seda.

Sólo eramos tú y yo.

Entre risas y miradas.

Eramos...

Cómo el vacío sin alma.

¿Recuerdas tus ultimas palabras?

No sé sí las quiero olvidar.

Esas que tanto amaba.

Nadie las podrá pronunciar.

Eran hermosas.

Casi tanto cómo tú.

Eran hirientes.

Tan similares cómo yo.

Pero sólo eran...