Capítulo 11
Todos nos acercamos hacia donde estaba Jean.
Ahora me di cuenta de que justo detrás de él había una piscina hinchable.
«Menos mal que hoy no hace mucho frío» me animé internamente. Evidentemente harán que nos metamos ahí.
—Damas y caballeros— volvió a llamar la atención Jean— ¡que sigan las pruebas!— gritó animando a los presentes —En está prueba, nuestros novatos y nuestra novata, de esta no te escapas guapa,— bromeó— deberán encontrar algo escondido en el fondo de la piscina y cogerlo con la boca, sin usar las manos.
Todos los asistentes volvieron a unirse en gritos, alzaron sus bebidas y pusieron música.
—Mikasa, ¿te vas a quitar la camiseta?— dije a mi compañera, pero para mi sorpresa cuando me giré para mirarla esta se estaba quitando todo la ropa y quedándose en un bañador negro ceñido que llevaba debajo de su vestimenta.
—Alguien me ha avisado de que debía de ponerme un bikini— sonrió ella mirando a Marco, mientras todos los chicos miraban a Mikasa, no me extraña, si yo no la viera como mi hermana también la miraría imagino.
—Mm, podrías haberme avisado— miré a mi amigo con cara molesta.
—¿Y no enseñarle a estos pringados tu cuerpo?— vaciló— Tsk. Deben saber que no eres tan débil como aparentas.— afirmaba ella mientras se recogía su media melena en un moño improvisado y se dirigía a la piscina.
Decidí hacer lo mismo que mi compañera e ir hacia la piscina, pero alguien me agarró de la cintura y de la camiseta y me giró.
—¿No pensarás mojar también mi camiseta?— sonrió Eren, al parecer ahora llevaba una cerveza.
—N-no, me la iba a quitar aho...
—Si quieres mojar esa también y hacer que te vuelva a prestar la que llevo, por mí bien— se te tocó el cuello de MI camisa— no sé porqué, pero creo que esta te quedaría mejor a ti.
—A ti también te queda bien pero, ¿qué confianzas son estas de ir a mi maleta y cogerla?—
—No la he cogido de tu maleta. La he cogido de mi habitación. Te la dejaste aquí el día que te quedaste a dormir— señaló— ¿acaso solo tienes esta camisa?
—N-no, pero no lo había pensado. Espera... ¿y qué hacia mi camisa en tu habitación?
Eren quitó esa sonrisa de lado que solía poner cuando intentaba picarme y se quedó con la boca entreabierta, sin saber muy bien que decir.
—¿Qué, Jean? Ah sí, ya va— Eren habló con alguien detrás de mí— quitatela va— antes de que pudiera reaccionar y mientras me giraba para ver a Jean, que supuestamente lo había llamado, Eren me agarró la camiseta y me la sacó.
—E-eren, espe...—no pude acabar mi frase ya que Connie me había agarrado de los hombros y me estaba empujando hacia la piscina.
Intenté taparme un poco el cuerpo con las manos. Lo bueno es que es de noche y no se ve mucho.
Connie me llevo hacia la piscina, detrás de nosotros iban los invitados que estaban ansiosos de ver la prueba y Eren.
—Atad a nuestros novatos de manos— ordenó Jean— es para que no os sintáis tentados de buscar con las manos— nos habló a nosotros
«Voy a usar los pies, Jean»
Marco se puso detrás de Mikasa, Thomas de Marlo y Eren de mí. Los tres hicieron exactamente lo que les había mandado Jean.
—¿Estáis todos listos?— gritó Jean.
Todos los presentes contestaban con gritos animando.
—Pero antes... ESPUMA—. Connie y algunos chicos más empezaron a echar algún producto en la piscina y luego a remover el agua de ella. Se empezó a formar la espumas, se veía muy guay la verdad.
—Toma, rubito— Eren chocó algo contra mi hombro mientras yo me concentraba en la piscina— no vaya a pasarle algo a esos ojitos.— mire ahora hacia el moreno, el cual sostenía unas gafas de bucear. Las cogí y no pude evitar reírme por la cara de borracho que llevaba.
«Puedes intentar disimular lo que quieras, pero esa cara te delata»
—Ahora sí... —empezó a gritar Jean. Giré mi cuerpo para meterme en la piscina, dándole la espalda a Eren.
—3...— gritó todo el mundo.
—2...
—Suerte, Arlet— susurró Eren en mi oído.
Me giré para mirarlo, pero la gente gritó "uno" y este me empujó dentro de la piscina.
Caí de una forma bastante patética, siendo la sonrisa maliciosa de Eren lo último que vi antes de sentir como hasta el último hueso de mi cuerpo sentía el frío del agua.
Me incorporé para poder moverme debajo del agua. Me quedé agachado y fui andando por la piscina, intentado hacer que no se notará que no estaba buscando con la boca.
A mi lado sentía los chapuzones que estaba dando Marlo, seguramente intentado encontrar lo que sea que estamos buscando con la boca.
A los no más de diez segundos sentí algo en el pie y en seguida lleve mi boca hacia el objeto.
«No puede ser»
Aunque llevábamos gafas, no se distinguía nada.
Conseguí coger el objeto con la boca buceando de la forma más extraña que había hecho hasta ahora y lo atrapé.
«Lo es»
En cuanto lo tuve enganchado con los dientes salí del agua.
Los gritos que apenas se hacían audibles debajo del agua ahora volvían a sonar igual de fuertes.
Todos gritaban y me animaban. Segundos después de que yo saliera lo hizo Mikasa en el otro lado de la piscina.
Entre nosotros, Marlo seguía chapoteando intentando buscar el objeto sin mucho éxito al parecer.
Ahora que había visto a Mikasa con el objeto en la boca confirmé mis sospechas.
Nos habían hecho coger un condón.
Entre los chillidos de la gente me acerque a la persona que me había atado de manos para que deshiciera el nudo.
—Bien hecho, Armin- se acercaron a vitorear algunos compañeros y a darme unos golpes en la espalda.
Yo les agradecía, pero lo único que quería ahora era deshacerme el nudo y quitarme las gafas de bucear que se habían movido de su sitio y ahora me molestaban.
Eren empujó a algunos chicos y se puso enfrente de mí.
—Sonríe— Eren apuntó un móvil hacia mi y segundos después salió el flash.
Le fruncí el ceño, pero no pude decirle nada porque seguía llevando el condón en la boca.
Ayuda, por favor.
—No podía perder la oportunidad de volver a verte así— este cogió el objeto de mi boca, me quitó las gafas y finalmente me desató.
—Bueno... más bien me verás por primera vez, porque ahora vas demasiado ciego— bromeé.
El puso cara de no entender. Normal. No estás para entender bromas ahora.
Cuando Marlo al final salió del agua con el condón todos los animaron, ya que estaba demasiado motivado. Todos se empezaron a reír.
Cuando este también se había desecho de las gafas y las cuerdas, nos trajeron algunos toallas y Jean nos hizo reunirnos en medio del patio.
Finalmente gritó por encima de todas las voces- BUENO, ahora...— bajó su voz para hacer que todos se callaran para escucharlo.— ya que habéis encontrado un condón...— todos los presentes empezaron a reírse por la bajo...
«No... No nos pueden pedir eso, ¿no?»
—Para ser miembros oficiales...— las risas cesaron por un segundo— DEBÉIS USARLOS— ahora volvieron a aparecer, pero ahora más fuerte que nunca y a gritar.
Sentí como mis mejillas se sonrojaban, ¿Cómo pueden pedirnos algo así? Miré a mis compañeros, Mikasa mantenía la misma expresión seria de siempre, Marlo por su parte gritaba y animaba como uno más. Supongo que esto es lo normal...
—Bueno, ahora habrá que elegir a los afortunados— habló otra vez Jean, y los presentes animaron el ambiento con un "Woooo".— ¿Voluntarios para estrenar a este pelo seta?— gritó entonces Jean.
Todos los hombres gritaron hacia las chicas, las cuales también animaban con más gritos, muchas de ellas levantaban las manos. Finalmente, Marlo cogió del brazo a una chica de estatura media, con el color de pelo castaño claro. Esta no había levantado la mano ni nada de eso, de hecho había estado con los brazos cruzados todo el tiempo. Sin embargo cuando Marlo la eligió ella sonrió y se lanzó a sus brazos.
«¿Qué está pasando aquí?»
No podía evitar estar nervioso, seguro que cuando llegue a mi ninguna chica gritara. Quiero salir corriendo.
—¿Y quién quiere darle la bienvenida a esta jovencita?— animó Jean. Todos los hombres se envolvieron en un grito más eufórico que antes y todos, menos Connie, Marco, Jean y Eren, levantaron su mano.
¿Qué va a hacer?
Ella terminó de secar su pelo, que le hacía verse muy sexy,- a parte del bañador que llevaba-, se acercó a ¿Jean? y le dijo "tú".
Todos se quejaron, yo miré a Eren, él miraban la escena atónito, no se lo estaba creyendo, Connie estaba igual que él y yo a decir verdad, también. Marco por su parte se mostró dolido.
Nadie me tiene que confirmar nada, estos tienen algo.
Jean le sonrió a mi amiga sin más, la miró y volvió su mirada a mi.
«Mierda mierda mierda»
—Bueno, y a nuestro pequeño Arlet,¿quién será la afortunada?
Todas las chicas, aunque parezca mentira, empezaron a gritar y a animarme a que las elijiera a ellas.
Pensé en ese momento que hombres y mujeres somos iguales, y si quieren estar con alguien una noche son igual de libres y está igual de bien visto por todos, o por lo menos así lo parecía aquí.
No puedo elegir a ninguna, no quiero...
Miré a Eren, buscando ayuda. Este me levantó la ceja y me sonrió. Los nervios que tenía, ahora se habían disminuido un poco. Eren me da confianza.
«¿Qué pasaría si te elijo a ti?¿Qué harías?»
Esbocé una pequeña sonrisa nerviosa
Estaba apunto de hablar cuando alguien me agarró la mano.
Me giré y era Nifa la que estaba a mi lado con una sonrisa.
—Conmigo— habló— tú, conmigo.
El sonrojo y los nervios volvieron a aparecer. Esto no me lo esperaba.
—Tiene que elegir él, no tú— saltó Eren.
—No importa, Eren— miré otra vez a Nifa— está bien, supongo...
«Además, ¿con quién si no?»
Todas las chicas soltaron un pequeño lamento.
Nifa empezó a empujarme hacia las habitaciones, dejé a Eren en el jardín con los demás invitados, parecía un poco molesto, pero pude ver cómo le daba un trago a su bebida y se ponía a bailar con un grupo de chicas.
Evidentemente le da igual.
Nifa me iba arrastrando a toda prisa por toda la casa. Subimos las escaleras, tropecé una o dos veces y ella se rió.
—Ten cuidado, Armin— ella apoyó sus brazos en mis hombros.
—Sí sí...— me sonrojé y me quedé mirando sus dientes perfectamente alineados— oye... No tienes porqué hacer esto si no quieres...
—Ya, ya lo sé— agachó la mirada— pero prefiero que lo hagas conmigo antes que con alguna desconocida... Y bueno, la verdad es que me has gustado desde el primer día que te conocí...— clavó ahora sus ojos en los míos.
No sabía que decir, no pensaba que yo podría gustarle... Aunque la verdad es que ella también me había llamado la atención en poco tiempo...
—¿Vas a decir algo?— volvió a hablar sacándome de mis pensamientos.
—N-no, o sea, sí, esto...
—Dilo claro, Armin-me cortó
—Sí,sí, tú también me gustas, y...
La pelirroja me volvió a cortar y me empujó atreves del pasillo. No hice caso a la gente que se encontraba por allí, seguro que todos habíamos venido a lo mismo... ¿Dónde estarán Mikasa y Jean?
—¿Qué habitación puede estar libre?— habló mi compañera buscando.
—Pues puede que...— quise hablar pero ella me volvió a interrumpir, empujándome hacia una puerta familiar.
—Esta está libre, genial— afirmó entrando en la habitación del moreno de ojos esmeralda.
Nifa me empujó dentro de ella, se acercó a las ventanas que daban al jardín y bajó las persianas.
—Creo que no debe...—intenté hablar.
—Shh...— Nifa me puso el dedo en la boca y cuando me había callado empezó a bajar su dedo por mi barbilla hasta mi cuello y mi abdomen.
Levantó su mirada después de seguir el recorrido que había hecho con su mano y nos quedamos mirándonos. Finalmente la distancia que había entre los dos se acortó.
«No me puedo creer que Armin se haya ido con la chavala esa... Había muchas mejores para elegir» me digo a mi mismo mientras le pego otro largo sorbo a mi cerveza.
He decidido dejar de echarme cubatas... Creo que estoy en esa fase en la que hago todo sin pensar.
Seguí bailando al ritmo de la música con muchas chicas que perreaban conmigo alrededor. Me quedé mirando las ventanas de mi habitación no sé muy bien porqué...
Fue entonces cuando vi a Nifa bajar las persianas de esta.
«¿Lo vais a hacer en mi habitación?»
Tsk. Ojalá y alguien entre y es corte el rollo, como tú me hiciste a...
No. No lo hagas Eren.
Va sí, que me follen. Voy a joder un poquito al rubio.
No, va. A qué vas a meterte ahí, nada nada.
Mi cabeza me decía que no, pero mi cuerpo no actuaba igual, ya que aunque me estaba diciendo a mi mismo que no lo hiciera ya me había alejado del grupo de chicas con las que bailaba y ya estaba llegando a mi habitación.
La puerta está cerrada. Reí.
Abrí la puerta y como me pensaba la estúpida de Nifa estaba encima de MI Armin en MI cama.
«¿Por qué le dices estúpida? ¿He pensado "MI" Armin?»
El rubio y su compañera se quedaron entonces mirando.
—Ups, esto... Yo— intenté imitar la reacción que tuvo Armin la vez que nos pilló a Historia y a mí en esa misma habitación. Este ahora pasó de estar totalmente avergonzado a estar confuso. Yo le dediqué una sonrisa ladina.
Más le vale que actúe como yo lo hice.
—¿Pero qué mierdas te pasa, Eren?— gritó la pelirroja— ¿Te importaría irte?
Miré a Armin, este no sabía muy bien lo que estaba pasando, le alcé una ceja, dándole a entender que tenía que hacer que se fuera.
—Ehh, no te preocupes, Nifa— miró entonces Armin a la chica— parece que está borracho, márchate— lo había entendido perfectamente— yo me quedo con él.
—Armi...— quiso replicar la chica.
—Ya lo has oído— dije cogiendo de un brazo a la chica y con el otro las prendas que ya se había quitado, para echárselas encima cuando ya la había sacado de la habitación (Con cuidado, por supuesto)
Me quedé apoyado en la puerta.
—¿A qué ha venido eso?— dijo el pequeño rubio levantándose de la cama y apoyándose en la mesita.
—Te dije que te la iba a devolver— le contesté mientras me acercaba a él.
Este se sonrojó, aunque no apartó su mirada de mí.
—¿Por qué te sonrojas?— le dije al rubio acariciando su mejilla después de haber recorrido todo el espacio que nos separaba.
—Esto...— apartó su mirada — si no gasto este condón, no voy a poder ser oficialmente parte del equipo, ¿no?
—Bueno...— lo agarré de la barbilla— aún puedes usarlo.
Sin esperar respuesta del rubio, lo empuje de los brazos y lo lancé conmigo a la cama.
Mmmm qué bien se está aquí. Huele a Armin.
—Eren, ¿q-qué estás diciendo?— se rió nervioso— vas demasiado borracho, será mejor que te duermas.— me decía el rubio intentado deshacerse de mi agarré.
Yo había caído demasiado bien en la cama, por lo que no le contesté. Solo pude balbucear algunas palabras incomprensibles.
El rubio pareció conseguir librarse de mí, ya que se levantó de la cama.
—Buenas noches, Eren— dijo mientras me acababa de colocar bien en la cama y dirigiéndose a la puerta.
—Essperraa...— intenté llamarlo antes de que se fuera.
Este se giró para verme.
—Quitame la ropa, y ni se te ocurra sonrojarte— le avisé— Que tengo los ojos cerrados y no lo voy a poder ver.
—¡Eren!— se quejó el pequeño.
—Vennngaaa— intentaba convencerlo —o wa a salij a buscar a alguieen que lo haga por ti...
El pequeño rubio acabo cediendo y noté como me quitaba su camisa y los pantalones.
Já. Con más cuidado rubito, que tocas cosas que no deberías estando yo así.
—N-no te rías— se avergonzó el de los ojos azules— ha sido sin querer.
Termino de desvestirme lo más rápido posible y al terminar se volvió a dirigir a la puerta.
—Ehhhj- lo volví a llamar antes de que saliera— Justiinnnn biebeeeer— me reí— duerme conmigooo.
—Eren, no, voy mojado aún po...
—¿Te has mojado mientras me quitaba la ropa?
«Maldito borracho»pensó entonces el rubio «no paras de bromear ni estando así»
—No de la piscina..., y no voy a dormir contigo.
—Cojete el pijama que te dejé y échate aquí conmigo— le señalé como pude mi mesa de estudio.
—No, Eren, mañana no estarás borracho y...— se negaba el rubio.
—Como no te metas en la cama, voy a ir a buscarte por todos lados y hasta que no te encuentre y te vengas conmigo no voy a parar .— no sé muy bien como conseguí decirle todo eso sin equivocarme o haciendo que me entendiera, pero lo hizo.
—Tú ganas...—sonreí para mí.
Cerró la puerta tras de sí, se cambió la ropa (Cerré los ojos cuando me pidió que lo hiciera para quitarse los calzoncillos mojados) y se metió conmigo en la cama.
Sentí su calor en cuanto lo hizo y no pude evitar quedarme dormido en sus brazos en cuestión de segundos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro