Capítulo 2
Duda
Durante el tiempo que estuve dormido, tuve una sensación de haber perdido la orientación y quizás la vista, todo lo recuerdo de forma borrosa.
Pero de una cosa estoy seguro: estaba volviéndome loco.
Mis ojos lograron enfocar una puerta, estaba en un lugar muy pequeño, encerrado. Noté las manos entumecidas porque estaban atadas a la silla donde me habían sentado, al igual que mis pies, la cabeza me dolía aún y forcejear las cuerdas que me mantenían quieto solo causaba más daño a mis muñecas y tobillos, ardían tanto que sentía que podía llorar de nuevo.
Me sentía tan abrumado, ¿Jinwoo estaría bien dentro del bar? ¿Habría notado que no llegué? Mis papás no sabían que salí, así que mi ausencia en la casa sería lo primero que notarían para empezar a preocuparse.
Pensé en todos, Minhyuk, Jinwoo, mis padres, Jeno, Bin. Pensé en todos ellos y en el hecho de que tal vez no los volvería a ver, estaba en aprietos, y tal como pensé, mis lágrimas cayeron.
Escuché ruidos fuera del cuarto, así que, instintivamente, levanté la vista solo para llevarme la sorpresa de que alguien entraba. La persona que entró fijó su vista en mí, lo que me hizo sollozar con más fuerza.
Porque lo conocía.
Otras personas venían tras él, tal vez para acompañarlo y hacerme algo entre todos, traté de no imaginarme aquello.
—Tu nombre — dijo una chica con voz dura.
No respondí, sólo visualicé a las tres personas que lo acompañaban.
El rostro conocido de Jeong Jaehyun permaneció calmado, como si no tuviera a un compañero de la escuela amarrado a una silla.
—¿Estás seguro que trajimos a la persona correcta? Jun no quiere que nos equivoquemos — siguió hablando la chica.
—Estoy segura que es él — respondió otra, la cual reconocí como una de las que estaba afuera del bar para traerme.
—Yoojung, si vuelves a equivocarte, Jun no tendrá compasión.
Jaehyun rodó los ojos.
—Traigan a Sanha, él sabrá convencerlo para hablar, todas ustedes váyanse.
Antes de salir, una de ellas se detuvo.
—El chico que trajimos hace un tiempo sigue en el sótano, Jaehyun, si este no coopera, el otro tampoco se irá — advirtió la chica llamada Yoojung.
—Lo sé, sólo vete.
Apenas se fue, un chico se asomó por la puerta, supuse que era Sanha, era alto, lindo y tenía un rostro inocente que no daba pinta de ser parte de un grupo de secuestradores.
Pero algo conectó en mi mente, que me hizo pensar más allá de Jaehyun y lo que estaba pasando.
Yoojung mencionó a otro chico, a uno que habían traído incluso antes que a mí, y no solo eso, si yo no aportaba algo a lo que sea que estuvieran haciendo, no podrían dejarlo ir a él.
Mis esperanzas de que ese chico fuera Moonbin no debían elevarse, pero lo hicieron. Mi cerebro conectó a Bin con todo lo demás porque no había manera que relacionaran a otra persona desaparecida conmigo, que no pude prestar atención a nada más que no fuera salvarlo, el dolor de mis muñecas y tobillos seguía ahí, pero eso pasó a segundo plano cuando mis sospechas aumentaron...
Moonbin estaba ahí.
A unas habitaciones de donde yo estaba.
Y no quería nada más que verlo. Sacarlo de ahí tal vez.
Noté a Jaehyun y Sanha hablar en voz baja para que no pudiera escucharlos, ambos se voltearon dándome la espalda, así que, mientras ellos hablaban forcejeé un poco más, a este paso la rozadura de la cuerda con mi piel ardía demasiado, pero había algo en mi mente que solo me decía "continúa".
Pero como siempre, las cosas no salían a mi favor.
Jaehyun se acercó a mí, Sanha le siguió y se posicionó detrás de la silla donde estaba, escuché que removía algo en unos cajones.
—Eres Dongmin, ¿cierto? — preguntó Jaehyun.
¿Qué clase de pregunta era esa? Él ya me conocía, estuvimos en un mismo salón por mucho tiempo, estuvimos juntos en una estúpida feria de química y no sólo eso... él estuvo ahí en una de las muchas veces que lloré en la escuela por Bin.
—Eso ya lo sabes — alcancé a responder, mi garganta estaba seca y con esa voz, no podían tomarme en serio.
Su rostro se contrajo en lo que parecía ser una risa, lo que me causó más coraje del que ya tenía.
—Escucha, no estoy para tus chistes — respondió fríamente — Deberías estar agradecido.
—¿Cómo me voy a sentir agradecido? T-Tú me has hecho esto y Moonbin... ¿dónde está?
—Suponiendo que ya lo conoces...
—¡Claro que lo conozco! ¡Tú me viste llorar por él! ¡Y eres tú el culpable de todo esto! — dolía, mi voz se cortó y el dolor que sentía en el pecho se volvió más fuerte que el de mis heridas por las ataduras.
Su indiferencia me regresó a mis recuerdos de hace dos años, cuando no había motivación en mí y me preguntaba todas las noches si acabar con mi vida era la mejor opción para dejar de sufrir.
Jaehyun enarcó una ceja.
—No sé cómo eso puede ser cierto si te conozco hace dos minutos — respondió con obviedad — Y si tanto te importa, Moonbin está en el salón de reuniones probablemente peleando con la estúpida de Yoojung.
¿Qué?
—¿Sabes qué? Ya no soporto esto, Sanha, procede — bajó su vista hacia mi cara — De nada, por cierto.
No tuve tiempo de pensar en lo que había pasado, y mucho menos en lo que Jaehyun había dicho, pero la mano de Sanha, cubierta con un pañuelo húmedo me cubrió la boca y en unos segundos, perdí todo el conocimiento.
Porque claro, todo esto debía ser un sueño.
O eso pensé.
Porque cuando abrí los ojos, estaba en mi coche.
Las luces de SugarPop Bar brillaban, la farmacia estaba ahí, como siempre, el dolor de mi cabeza seguía. Instintivamente me toqué la zona de las costillas, donde había recibido el primer golpe en la noche.
Solté un quejido de dolor, así que alcé mi camiseta y me sorprendí de encontrar un moretón. Mis manos tenían marcas de haber estado amarradas, las heridas ardían como si fueran nuevas.
Que me decía que nada había sido un sueño.
Mi celular seguía en mi asiento, al prenderlo, descubrí diez llamadas perdidas, dos de Minhyuk, tres de Jinwoo y cinco de mi mamá.
Mierda.
No tenía tiempo para pensar en nada, el miedo de los hechos sobre mi "sueño" (seguía sin convencerme que fuera eso) se fueron cuando mi prioridad ahora era llegar a casa con mi madre.
Tuve el corazón acelerado todo el camino, verifiqué muchas veces si algún vehículo me seguía, si en alguno estaba Jaehyun y su pandilla de delincuentes tratando de llevarme de nuevo.
Por suerte, llegué a casa.
Ese pensamiento me consumió de una forma triste, no solo por pensar en Bin, tratando de escapar y mi consciencia diciéndome "tú regresaste y él no". Pensé en él, en lo que Jaehyun había dicho, en todo lo que pasó y traté de convencerme de que fue un día difícil y mi mente estaba haciéndome malas jugadas.
Porque si lo pensaba de forma seria, nada tenía sentido.
Mamá me recibió con un abrazo, llorando al verme llegar, Jeno y papá estaban detrás de ella, con los ojos rojos.
Alcancé a disculparme por no haber avisado e irme sin más, subí a mi habitación, tratando de unir todo lo que había pasado en algo lógico.
Tal vez me había dormido en el carro cuando llegué, o tal vez mis vitaminas estaban haciendo un efecto secundario, pero no podía dejarlo así.
Antes de dormir, me prometí hablar con Minhyuk y Jinwoo, si se lo contaba a mi madre, se preocuparía de más y tal vez incluso me mandara a un psiquiátrico.
Ahora, más que Bin, Jaehyun y sus palabras permanecían en mi cabeza.
Él sabía algo, sabía todo quizá.
Y no podría detenerme sin saber toda la verdad, y, de ser posible, hacer algo al respecto.
Porque quería a Bin de vuelta, y estaba dispuesto a involucrarme en todo lo posible para lograrlo.
Nos vemos el siguiente capítulo:)) Prometo que en el siguiente habrá más Binwoo, esto tomenlo como una introducción jeje
Gracias por leer <33
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro