— Te contaré porqué. —dijo aclarando su garganta. — Lovino, Lovino... Murió.

   Apenas escucho esas palabras empiezo a llorar desconsoladamente, yo pensaba tenerlo controlado, era obvio que estaba muerto, pero yo pensaba que estaba preparado para escuchar esas palabras, de verdad. Estaba equivocado.

   — Estás bien, ¿hijo? —puta que me emputecía que me dijera hijo, le empecé a agarrar odio a esa palabra, ya no sabía si lo hacía por emputecerme o lo hacía por costumbre.

   — Estoy bien weónnn, ya, ¿Podis pararla con decirme hijo? Porfa me molesta, simplemente sígueme contando. —digo enojadamente triste.

   Suspira y continúa.

   — No pude, Manuel, yo tambien fui un niño y adolescente yo tambien no he sabido que hacer, necesitaba desaparecer, estar lejos de todos, me costó mucho la muerte de Rayén, ¿Sabes? y ahora enfrentar la de Lovino. —empieza a llorar — Me pudo.

   — ¿Y por eso decidiste dejar a tu propio hijo de 17 años por 3 meses, solo, sin dinero, ni nada? Si no fuera por el hombre que está afuera esperándome yo probablemente estaría muerto, se metieron a robar a la casa,encontraron a don Iván tirado en el suelo muerto porque quizás quiso saber que pasaba y si a él lo mataron a mi igualmente me hubieran matado, pero el Martin me invitó a carretear para subirme los ánimos por tu culpa, ojalá hubieras estado tu en el lugar de el pobre Iván, que no tenía la culpa de nada, ojalá tú te hubierai muerto. —dije y sentí que me liberé de un gran peso.

   — Perdón...

   — ¿Eso es lo único que me vas a decir? ni 999999 perdones me van a hacer perdonarte, nunca te voy a perdonar. De verdad. ¿Por qué te llevó 3 meses pensar que ya debías volver con tu hijo? ¿Por qué no volviste antes? —dije enojado.

   — No me llevó tres meses, perdí mi trabajo, tuve que buscar otro, uno mejor, soy gerente de una empresa, gracias a unos contactos obtuve el puesto, para que cuando volviera te pudiera mantener, pero parece que ya no quieres que te mantenga.

   — De hecho, si... Quiero que me pagues un departamento, no quiero causarle más problemas al Martin, ya volviste, asiq que necesito que me pagues un departamento y me envís dinero para comida, ¿No dijiste que tenías un trabajo bueno?

   — Claro, pero cerca del mío.

   — Entonces no gracias. —digo y me levanto de la silla.

   — Siéntate, ok, tu lo escoges, solo quiero que estés bien.

   — Gracias. —digo. — Me tengo que ir ahora. —dije levantándome de la mesa y saliendo, cuando salgo miro al Martin de espaldas y pongo mis brazos encima de sus hombros abrazándolo.

   — Te quiero.

   — Yo tambien, flaco. —dice con una sonrisa cansada.

   — ¿Nos vamos?

   — ¿Estás listo?

   — Si.

~1 semana después~.

   Estaba muy nervioso en el asiento de la sala. Hoy día iba a ser el último en el que asistía al colegio, supongo, el día de mi graduación, el último día que iba a ver al Martin como mi profesor, el último día.

   — Bienvenidos damas y caballeros a la ceremonía de graduación de el 4to medio de nuestro colegio. Esta ceremonia es muy importante porque acá es donde nuestros adolescentes abandonan el nido para ser unos profesio... —siguió el director dando una charla sobre lo que pasa cuando vamos a la universidad y varias cosas más, soltando ciertas lágrimas.

   Después de que termina una persona comienza a tocar un violín y todos quedan impresionados al ver como bien tocaba.

   — Ejrem, ejem... ¿Se escucha? —pregunta el director y la gente responde que si. — Es hora de nominar a los alumnos y darles su diploma.

   Todos se callan y una persona empieza a decir los nombres... Después de varios toca el mío.

    — Sebastián Artigas, Manuel Hernández, Arthur Kirkland, pasen al escenario. —dijo, me levanté hacia en el escenario donde el chico me entregó un diploma y me sacaron una foto con mi profesor jefe sosteniéndolo.

   El resto de día fue despidiéndome de los profesores y tomando/comiendo los aperitivos de la graduación.

   Cuando llegamos a la casa con el Martin le doy un abraso y él me lo corresponde.

   — Ahora sos libre. —dice sonriendo. — Ya no tenés que ir al insti todos los días y serás universitario si pasás las psu.

   — Ojalá, ojalá. —digo sonriendo.

  Miro la casa pensando que esto tambien iba a cambiar pronto y no iba a estar pronto acá, iba a estar viviendo en mi propio apartamento, financiado por el Antonio, pero mi apartamento.

∆ 1 año después. ∆

   Bajo por las escaleras con la basura en la mano y veo una cara conocida.

   — ¿Te conozco? —pregunto.

   — Siempre tan chistoso. —dice el Martin envolviendo sus brazos en mi.

    Y si, me mudé a los mismos apartamentos que el Martin, ya que, no podía pasar lejos de él, menos ahora que ya no estaba en el colegio, era perfecto ya que yo tenía mi espacio y el también, aunque no siempre era así, ya que, era inevitable no quedarme a dormir algunas veces.

   — ¿Hoy te quedás en mi depa?

   — Sip. —dije con una sonrisa.

  Bueno, la mayoría de veces.

~ FINAL DEL LIBRO ~

+Dudas acá+

+Opinión del final acá+

Muchas gracias por leer mi libro chicxs ❤.

En la próxima hoja les explicaré mejor las cosas y muchas gracias de verdad, son lxs mejores.

-Mioniii.