33. Sentimientos mezclados
/TYLER KEIN/
Por Dios. Su corazón todavía latía, y aunque su respiración era lo suficientemente débil como para aparentar que no lo hacía; Lucybell esta viva.
Viva.
Sentía que las lágrimas se le salían, mientras el equipo intentaba inmovilizarle los miembros, sellarle las heridas con apósitos improvisados, controlando su pulso constantemente...
Pero todo daba igual, porque ella estaba viva.
Tyler no recordaba la última vez -o si había habido una- en la que sintiera tamaño alivio. Todo el mundo había sido detenido, en el mismo momento en el que comprobaba el estado de la frágil joven.
Una vez asegurada, el traslado había sido lo más rápido y a la vez tortuoso que hubiera experimentado. No sólo ver cómo el espacio del piso en el que el delgado cuerpo de Lucybell había reposado, había dejado un espacio en medio de tanta sangre. Todo había sido duro. Especialmente no encontrarse con el cretino/os que le causó tanto dolor y padecimiento.
Nunca se había sentido tan protector sobre alguien.
Dudaba que fuera porque Lucybell estaba bajo su cuidado, sino más bien porque en ella había encontrado una amiga en la que confiar y especialmente que confiaba en él.
Se sentía culpable, de hecho ella había confiado en él, y de no ser porque la situación les había favorecido en algo -no le habían disparado, habían decidido torturarla-ella probablemente no se encontraría con vida. En su sádico juego, el secuestrador no había asegurado la muerte de su víctima. Había preferido dejarla morir desangrada; lo cuál dejaba mucho que desear sobre sus técnicas, indicando así que era un inexperto o simplemente no le importaba si ella moría o vivía.
Pero el causante de todo esto no ocupaba un lugar prioritario en sus pensamientos, al menos no por el momento.
Llegar al hospital, había sido casi angustiante. Observar cómo se la llevaban, rodeada por varios médicos y enfermeras que intentaban cubrirle la mayor parte de heridas, al menos, las más profundas.
Cuándo se sintió lo suficientemente capaz de poder mascullar una frase, primero llamó a su padre. Como siempre, se había mostrado sereno y había dicho que enseguida vendría.
Casi inmediatamente después, llamó a su hermana. Sí, aunque pareciera raro que ella viniera, -después de espetarles que no los necesitaba en su vida, y pedirles que no volvieran más porque era muy feliz, Ailani se había mostrado preocupada. La situación era lo suficientemente alarmante, pensó con amargura, como para poder dejar a aquel mocoso que tenía por "marido" y acercarse a su familia.
Su resentimiento hacia ella no había sido superado aún, pero conociendo los sentimientos que siempre había albergado por su hermanita "la rubia hueca", bien sabía que podía perdonarle eso y un millón de faltas más.
Su padre no había tardado en llegar, tal como lo había prometido.
Tyler se sintió derrumbarse ante el ceño fruncido del imperturbable Lucius Kein.
-Hijo- Había dicho con su tranquila voz, logrando calmarlo un poco.
-Papá- Se habían abrazado.
Eso era extraño.
Su padre y él eran lo suficientemente cercanos como para compartir secretos pero no lo suficiente como para expresar su cariño en muestras de afecto.
Otros veinte minutos habían pasado, y ambos habían estado esperando, esperando hasta que una nueva aparición hizo acto de presencia.
Ailani.
Sus ojos azules eran inconfundibles, y aunque su cabello había probado ser camaleónico -la última vez que lo había visto su color era negro- el semblante tan parecido al de su propia madre y aquellos ojazos deslumbrantes revelaban la identidad, de una mujer que en otros tiempos había sido una feliz y pequeña niña, su pequeña hermanita.
Su padre había estado sorprendido ante su visión, y sólo le dirigió a él, una mirada fugaz, como cerciorándose de estar en lo correcto y que sus ojos cansados no lo engañaban.
En efecto, Ailani se encontraba ahí, cada paso que daba, más cerca de los dos, y confirmando su teoría de que había estado preocupada por la que en algún momento había sido su mejor amiga.
Ambos se levantaron, cuándo ella se había aproximado lo suficiente y había dudado en acercarse más.
A pesar de haberse puesto de pie, Lucius no había dado signos de intentar mover un solo músculo más, excepto el apretar la mandíbula.
Era demasiado extraño ver enojado a su padre.
Pero a él, no le importaba nada, porque aunque las circunstancias en las que se había encontrado con su hermanita, habían sido las peores de todo el planeta, bien podía mostrarse agradecido, y aprovechar la oportunidad que los dioses le brindaban para poder recabar algo de ese escaso sentido común que Ailani tenía en alguna parte de aquel maní al que llamaba cerebro.
No tardó mucho en estar fundido en otro abrazo, uno más débil, pero que le hacía igual de bien que el anterior.
-¿Tyler?- Escuchó la débil voz provenir de la joven, que una vez suelta, preguntaba con inquietud clara en sus ojos.
Él guardó silencio por un momento.
Ailani estaba exactamente igual a como la había conocido. Siempre algo vulnerable, intentando conseguir lo mejor de las personas, pero implacable al momento de la acción.
-¿Hmm?-
Ella dirigió una breve mirada hacia su padre, y luego susurró una pregunta.
-¿Cómo está?-
Tyler se sintió un poco confundido.
-¿Preguntas por él, o por Lucy?-
Ella suspiró, esquivando su mirada.
-Ambos-
Él suspiró, a su vez.
-Papá está enfadado. Lucybell, no lo sé.-
Ella se mordió el labio inferior, y volvió a soltar otra pregunta.
-¿Sigue enfadado?-
La pregunta le sonó hasta descarada y consiguió hacerlo fruncir el entrecejo.
-Digo, ¿por qué lo estaría? No sólo has arrastrado el nombre de la familia por el piso, y le has dado lo suficiente a la alta sociedad inglesa como para ser centro de sus chismes; sino que también has destruido su acuerdo con los Woods. Sin contar que tú marido casi me parte la nariz, y que tú nos cerraste la puerta en la cara. ¡Se muestra irrazonable!- Dijo con todo el sarcasmo que pudo, mientras gruñía cada oración.
La reacción inmediata de ella fue sonrojarse y bajar la mirada.
-Lo siento, pero es que ustedes no...- La frase quedó pendiente, porque de la sala quirúrgica en la que Lucybell se debatía con la muerte, salió una enfermera, que al parecer estaba buscando a Tyler.
La mujer se dirigió a Tyler, interrumpiendo su conversación.
-¿Señor Kein?- Aún así, preguntó dubitativa.
Tyler temió lo peor.
-La señorita Fuller está estable. En este momento está recuperando la sangre perdida, aunque todavía los doctores están suturándole las heridas- Informó con voz impersonal, pero que aún así había conseguido calarle los huesos, por toda la tranquilidad que le había infundado a partir de su reporte.
-¿Podremos verla?- Escuchó formular aquella pregunta a su hermana.
La enfermera negó -Aún no. Dentro de un par de horas el doctor a cargo determinará si está en condiciones de recibir visitas o no.-
Tyler asintió, -Esperaremos. Gracias por todo-
La enfermera a su vez, asintió y se marchó.
El de cabello oscuro suspiró en alivio. El peligro había pasado.
Por el momento.
/LUCIUS KEIN/
Lucius Kein observó a sus dos hijos, conversar sobre algo que sus oídos no podían decirle. Ambos hablaban en voz baja -quizás respetando la orden de la clínica, no hacer ruido- pero aquello era suficiente como para que la curiosidad le ganará.
Ailani no se había dirigido a él, de hecho, su único contacto había sido aquella mirada fugaz y ocasional que le enviaba en su dirección.
Dolía demasiado saber que todos los lazos con su hija menor estaban rotos.
Lucius tomó su celular, y buscó el número de Rydhian.
Si Ailani se había acercado, eso significaba que Lucybell le importaba lo suficiente como para lucir inquieta. Quizás la presencia de Rydhian fuera otro motivo, que por lo menos sirviera para que ella no volviera a alejarse de la familia.
-¿Hola?- Habló con la mayor suavidad posible. No quería que ninguno de sus hijos se percatara que estaba realizando aquella llamada.
La respuesta no tardó en llegar
-¿Señor Kein?-
-Estamos en el hospital, Rydhian. Lucy ha tenido un accidente- Aunque estaba hablando a susurros, Rhydian aún así pudo escucharlo.
-¿Lucy? ¿Y cómo está?-
-Está en cirugía. Yo no la he visto, ha sido Tyler quien la trajo.-
Rydhian permaneció en silencio durante un segundo, pero en seguida declaró -Voy para allá, ¿en qué...?-
Lucius lo interrumpió -Ailani está aquí. Es tú oportunidad para aclarar las cosas con ella-
El heredero de los Woods nuevamente guardó silencio, pero después en un susurro contestó -Está bien-
/RYDHIAN WOODS/
Rydhian estrelló un puño sobre la superficie lisa de la mesa. El comedor no era muy amplio, pero aún así se guardaba el decoro y la elegancia característica de alguien que estuviera acostumbrado a la riqueza o que hubiera nacido en cuna de oro.
Los ojos de Jeremy reposaron sobre él, mientras éste tenía un nuevo arranque de furia.
-¡Maldita sea! ¡Vive! La perra entrometida, esta viva.- Una vena se brotaba de su sien, mientras lanzaba insultos y maldiciones.
Jeremy levantó una ceja -Bien dicen que hierba mala nunca muere-
Rydhian clavó sus ojos azules, en él. -Rayos, Jeremy. Se suponía que tú te encargabas de la mala hierba. ¡Por todos los cielos! ¿Sabes qué podría suceder si esa bruja te reconociera? ¡Estaríamos jodidos! Maldición, por todo lo que sabemos, bien podríamos estar ya jodidos-
Jeremy continuó sin exaltarse, a pesar de que las probabilidades esta vez no estaban a su favor
-Termínala tú. Yo ya hice una parte, ahora te toca hacer la tuya-
Escuchó a Rydhian soltar un bramido, -¡No lo haré!-
El pelirrojo estrechó la mirada.
-¿Por qué no? Después de todo, eres tú quien quiere mandarla al otro mundo-
El rubio frunció el ceño -Sí. Ya lo sé. Pero en tu ineptitud, has sabido hacer algo bien. Gracias a que la mosquita muerta de Fuller está debatiéndose entre la vida y la muerte - Hizo una mueca desdeñosa -Tengo la oportunidad de encontrarme con Ailani-
Jeremy abrió los ojos, esta vez sí sorprendido, -¿En serio? ¿Kein está en el hospital?-
El rubio bufó.
-Sí. Al menos, tengo la segunda parte del plan algo más fácil de seguir, ¿no te parece?-
Jeremy se encogió de hombros
-O bien podrías joderlo todo de una vez-
Rydhian suspiró -También cabe esa posibilidad-
Jeremy estudió la situación, -Será mejor que acabes con Fuller. Ella es la única que puede echarlo todo a perder-
El heredero de los Woods asintió. No le agradaba para nada la idea de terminar con Lucybell, no por compasión, sino por el riesgo que corría por ser descubierto in fraganti.
Tyler Kein no dudaría en ponerle una bala entre ceja y ceja. Y definitivamente no podría acercarse a Ailani, ¿no?
Ya se ingeniaría algo.
¿Cuán difícil podría ser acabar con alguien tan débil?
/AILANI KEIN/
Por más que había hablado con Tyler, el tema "Rydhian Woods" nunca se había dado. Se remordía en curiosidad, por saber en dónde estaba.
Después de todo, durante tantos años había clamado su amor por Lucy, a los cuatro vientos y había destruido todas y cada una de sus propias esperanzas. ¿No había dicho que la amaba, más veces de las que podía contar? Entonces, ¿dónde estaba?
Al llegar al hospital le había tomado por tremenda sorpresa que el más interesado por la situación de Lucybell, fuera su hermano en vez de Rydhian.
Por supuesto que se veía infinitamente agradecida por no tener que toparse con él, simplemente no quería descubrir si sus muertos sentimientos no estaban tan muertos del todo, pero en realidad se cuestionaba su ausencia.
Hasta que la curiosidad la venció, Ailani no se había atrevido a preguntarle sobre eso a su hermano.
-¿Dónde está Rydhian?-
Pero la respuesta nunca tuvo oportunidad de llegar.
Porque al voltearse, vio a la última persona que en realidad quería ver.
Rydhian...
El mismo hombre que había poseído su corazón durante tanto tiempo, mientras que recuerdos agridulces se tomaban su mente.
A Ailani no se le pudo escapar un estremecimiento de miedo. ¿Podría todavía sentir algo, por alguien que prácticamente había sido autor de cada una de las decisiones más erróneas que había tomado en su vida?
¿Aún lo amaba?
Una cosa era decirlo, especialmente cuándo no había tenido ninguna clase de contacto con él. No al menos el que había estado acostumbrada.
¿Sus recientes sentimientos por Keithan, serían lo suficientemente grandes como para empequeñecer los antiguos sentimientos que a Rydhian le había profesado?
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