Marcus:

Podría jurar que la rata está preocupada por mí, podría jurar que me está tratando de decir algo pero después recuerdo que es una rata y las ratas son ratas, ella ha venido todos los días a verme solo se queda mirándome fijamente como si no hallara que hacer conmigo. Evelia entra con un portazo y me mira fríamente la verdad es que ya estoy acostumbrado a su horrible mirada, se la pasa de un lado para el otro en la habitación,  la miró de reojo , estoy cansado de esto ¿Qué quieren de mí? Llevo aquí ya cuatro días y creo que pronto entraré en la locura. Ella le da un golpe a la pared de roca y se lástima los nudillos pero pareciera que no siente nada, es tan fría… Ella me da una sonrisa malévola y se  acerca a mí.

—Ya es hora princeso —la verdad es que me preguntó qué hará conmigo, los últimos días ha estado viniendo y preguntándome cosas, no le he respondido ninguna porque de broma y se que soy vampiro.

—¿Hora de que?

— Haz visto la película feliz día de tu muerte —la rata pone los ojos como platos y yo trago seco — ya conociste a mi amigo Casi espero que se lleven buen porque el se va a encargar de ti.

—Por Dios es una rata no la vez creo que es evidente.

—Tan inocente no te has dado cuenta que no es una rata normal—ella suena los dedos y sale una especie de polvo brillante todo se vuelve un poco borroso  y puf sale en tanto tiempo por fin veo una cara conocida.

—¿Tú?—no me lo esperaba, todo este tiempo él fue la rata, desgraciado si pudiera…

— ¿Ustedes se conocen?.

—No claro que no, mucho gusto Marcus, mi nombre es Casemiro y mis amigos me dicen Cas— el me da la mano pero decidí no dársela—¿Verdad Marcus que no nos conocemos?— El me pica el ojo y entiendo su mensaje.

—Ah sí es que me confundí con alguien—le doy la mano a Cas y el me sonríe, se ve diferente hoy tiene unos lentes redondos y su ropa es toda negra, parece amigable pero ¿puedo confiar en él?.

—¿Ok?—Evelia nos mira un poco extrañada —Bueno Cas ya sabes que hacer con él— él asiente y ella se va.

—Solo confía en mí ¿Ok?— yo solo no digo nada y lo sigo — Solo sígueme la corriente —solo lo sigo y los sigo pareciera que el camino no tuviera fin.

—¿A dónde vamos?—pregunto con cansancio para ser una cabaña aparentemente pequeña todos los caminos habitaciones, cuartos de pánico entre otros que están debajo de ella son tan grandes que me podría perder, es como  un mundo pequeño bajo tierra —¿Por qué no me habías mostrado que tú eras la rata?—el dejó de caminar pensó un poco la respuesta y me miro.

—A veces estás más seguro si no sabes la verdad— siguió caminando, cuando lo conocí era diferente, alegre y fastidioso y ahora tenía la versión pesimista, triste y talvez malvada de él.

— ¡Que quieren de mí!—paro en seco el solo se mantiene sereno y su rostro no muestra ni una pizca de emoción.

—Marcus yo solo te quiero ayudar y para hacerlo tú también me tienes que ayudar —Miro hacia el otro lado.

—¿Cómo se que puedo confiar en ti?—me recuesto en la pared más cercana y agachó la cabeza— toda mi vida ha sido a base de mentirás, mi familia , mis amigos ¿Cuánto más tengo que aguantar? —Tengo ganas de llorar y siento una presión en la cabeza amenazante —dime una razón para confiar en ti.

—Yo…— él trata de acercar e pero no lo dejó.

—Ni se te ocurra — le doy la mirada más fría que puedo dar y el retrocede— solo dime ¿Marie está bien?¿Le han hecho algo?—el se queda en silencio—¡Habla maldita sea!¿Está bien?—el pánico empiezo a apoderarse de mí.

—Ella está bien, es una chica fuerte está haciendo todo por encontrarte, ahora solo cállate, talvez no tengas ningún motivo por el cual confiar en mí pero te juro que si me sigues la corriente todo irá bien.

—¿De qué lado estás?— él se queda un poco pensativo.

—De el mío…

                          ***

Cas me trajo a una habitación mucho mejor que en la que estaba antes está tiene vestidor televisión una pequeña biblioteca , él me hace seña de que me siente, todavía me siento inseguro.

- Cada corredor tiene cámaras, no puedes intentar escapar o correr , no puedes hacer el intento de nada, te van a atrapar … Si es posible te quedarás a mi lado en todo momento no sabemos cuáles son sus planes, pero solo te ayudaré si confías en mí— él se ve sincero, pienso en Marie en Daniel ¿Qué le podría pasar sí trato de hacer cualquier cosa? Estoy entre la espada y la pared, Vas es el único que me puede ayudar.

- Yo…— hago una pausa, es que necesito pensar, lo miro, miro la pared miro la puerta —¿Qué podría ser lo peor que pueda pasar?— el levanta una ceja en forma de interrogación.

- Si confías en mí, lo peor que podría pasar es que me maten a mí y a todos nuestros conocidos, si no confías en mí y tratas de escapar te torturarían,  y no quiero pensar que le harían a tú familia.

- O sea, todo podría salir mal — digo casi riéndome, esto es una misión suicida.

- O todo podría salir bien — Dice con complicidad.

- Confío en ti — él me sonríe.

- Trataremos de sacarte de aquí , por ahora solo has como si no me conoces yo haré lo mismo, mantente sereno Evelia puede oler el miedo y por ningún motivo salgas corriendo ¿Entendido?

- Entendido — Él se levanta de la silla y de el vestidor que hay en la habitación — tendrás que ponerte esto — me da una bata de hospital blanca y algo se me revuelve en el estómago.

- ¿Sabes que van a hacer conmigo?— lo miro, siento como el corazón se me acelera poco a poco.

- Es mejor si no sabes, no te alteres si te dicen experimento ¿Ok?

- Ok— me pongo la bata y me veo en el espejo que tengo al frente, no me quiero inquietar pero la situación no me ayuda.

- Ya sabes solo sígueme la corriente — él me sonríe y yo hago el esfuerzo de también hacerlo, trago seco >> Cálmate<< me repito a mí mismo a cada momento. Los dos nos vamos caminando por un corredor y me lleva a una puerta en el que dice “laboratorio”.

— No quiero ir — Mi corazón se acelera y es como si estuviera a mil por hora .
— No te preocupes esto tendrá su fin — Cas habré la puerta y su rostro suave y compasivo cambia totalmente.
Vas se va a un pequeño cuarto que hay en la derecha y me deja ahí parado, cinco o más personas vestidos como científicos están a mi alrededor, todos con ojos rojos su mirada es penetrante, una chica pelinegra se dirige a mí.

— Marcus ¿Cierto?— le digo que sí y ella me sonríe — tienes que relajarte no te queremos hacer daño solo vamos a tomar unas muestras y más nada.
— Ok— respiro profundo , muy profundo pero siento que el aire no me alcanza en los pulmones.
— Muy bien,  acuéstate aquí  respira profundo te pondremos esto —me muestra una máscara y me la pone — relájate — Ella se hecha hacía atrás y extrañamente me siento más relajado.
— Prosigan — dice una voz masculina mientras que todo se vuelve negro.