NARRADOR OMNISCIENTE:

Los dos mellizos caminan entre los cuerpos inconscientes de los guardias, Marie agarra a Marcus y él la usa como apoyó los dos están débiles pero logran salir de esa sala que da terror y con la que tendrán las peores pesadillas pero también los mejores recuerdos...

Sam y Diane tuvieron que buscar rápidamente a Iván, ya Cas se encuentra con poca energía tiene que cerrar la ruptura pero no es lo suficientemente fuerte para bloquearla, pero quiere cerrarla para siempre o al menos desviarla, siente la onda de poder que tanto esperaba y sintió un poco de alivió sabía que esos dos no iban a poder controlarse al encontrarse, cada uno de los cabellos del heredero están espelucados vino corriendo lo más rápido que pudo a ayudar a su hermano le sonríe y juntos logran hacer un hechizo suficientemente fuerte con para cerrar el portal, los dos se abrazan victorioso.

—Completamente cerrado—dice Cas tocando la pared para asegurarse.

—Las cosas allá arriba no están muy bellas que digamos, los hombres de Maxwell y Christian tienen mucho que hacer— dice con preocupación...

— Pero ellos dijeron... Que no nos iban a apoyar que nos iban a dejar esto hacerlo solos y que ellos no serían parte de tal cosa...— dice Cas desconfiada la verdad es que el heredero sabe toda la historia pero este no le quiere decir a Cas el porque de las cosas además la ayuda no hizo de más. Los dos se van caminando o más bien trotando ese hechizo los dejo sin mucha energía pero todavía no han terminado.

Mientras que los guardias del mismísimo rey Iván se encuentran en la lucha y todos los hombres de la brigada de guardianes, Catrina por fin decide dar cara a la situación una pequeña guerra en el salón del trono se está llevando a cabo. Tiene terror, sabe por qué hay tantos otros en el palacio, no están por aquí por los elegidos están aquí arriba por ella, por su hijo, y por el heredero, sabe cuáles son las consecuencias de sus actos, ve la escena detrás de una de la puertas en la oscuridad pero los gruñido de una bestia la asustan, es gigante mide al menos dos metros, tiene un hermoso pelaje con un color similar al del chocolate; en toda su vida no había visto un mestizo de lobo, sabía que estos poseían más fuerza que un lobo normal pero no sé explicaba como uno de estos llegó aquí, los lobos siempre viven en aldeas o pueblos pequeños alejados de la sociedad ya que son muy temperamentales y extraños de entender. Da dos pasos atrás hace una pequeño hechizo de sueño para ir este duerma pero no le hace nada como si algo bloqueara su magia, el lobo como si leyese su mente con su hocico la agarra por la cintura y la levanta está empiezan a gritar aterrorizada, este no le quiere hacer daño solo quiere llevarla para que los demás la vean, vean a la mujer tan malvada que se esconde detrás de la apariencia...

Marie:

Llevo a Marcus casi que arrastrando, ha perdido mucha sangre trate de hacer que  no perdiera tanta pero fue inútil, su herida es para que ya fuese muerto pero solo se encuentra muy débil y la verdad es que agradezco eso, se que su propio poder le permite autosanar pero si sigue así podría no ayudarlo mucho, quedé con Cas en encontrarnos en el salón del trono pero en este solo están hombres contra hombres luchando, escucho pasos apurados Cas entra con Iván detrás de nosotros.

—Toma esto te lo envío Christian— lo miro un poco confundida, es un traje especial de los de la brigada, les había visto llevar estos trajes pero yo nunca había usado uno, Iván tiene a Marcus y yo me alejo un poco para cambiarme lo hago lo más rápido posible,es completamente negro y se adapta totalmente a mi figura, me pongo los guantes, las botas y un cinturón que está allí, tiene dos cuchillos y... Un arma, nunca eh usado una así que la dejo allí en dónde está, tomo uno de los cuchillos y le quito el protector en toda la cuchilla tiene mi nombre impreso Marie ¿M? Es hermoso pareciera hecha especialmente para mí,salgo de allí pero lo que me encuentro es a una mujer gritando como loca y todos los presentes quieren quitarla de la boca de un...¿Moustro?este la baja y la suelta aterrorizada y el señor Maxwell toma a su reina, me acerco a Marcus y a Iván,Catrina levanta su mano y de ella empiezan a salir rayos queriendo alcanzar a la bestia... Los chillidos de dolor se escuchan por todo el salón, Marcus se levanta.

—No le hagan daño...—lo miro confundida ¿dijo algo?

—¿dijiste algo?

—¡No le hagan daño! ¡No es una bestia!—Ivan hace que una brisa de lluvia valla directamente a dónde está Catrina, los rugidos del animal se escuchan por todas partes, solo clama por ayuda, el salón está hecho un desastre por una parte están peleando y por el otro tratan de proteger a Catrina y al mismo tiempo dejar de que ella lastime a la bestia—Mari... Has algo...—Lo miro a los ojos mi súplica pero yo que pudo hacer.

—Yo...— él entendió lo que trate de decir y no se quedará tranquilo con eso un rayo color dorado sale del techo y impacta al lado de Catrina haciéndola distraer Marcus se va de mi agarre y se va a dónde está el animal.

—Este no es un animal, ni una bestia —dice con firmeza, se acerca más a ella y todos tratamos de alejarlo pero es inútil el animal se hacerca a él y lo lame, es asqueroso pero tierno, un brillo extraño se ve en sus ojos y este baja su hocico y  Marcus lo abraza.— Este es Daniel— dice riéndose.

—¡¿Qué está pasando aquí?!—un grito se escucha por todo el salón, es el Rey.

—Esposo mío perdóname— este hace como si no escuchará y baja, se ve más flaco dijeron que estaba enfermo pero no sabía que era tan grave se hacerca a Iván y lo abraza.

—Estas bien— sonrie y mira a Catrina con rabia.

— ¡Guardias agarrenla!—El señor Maxwell se queda confundido y la suelta dejando que la seguridad del Rey Iván se encargue.

—¡No!por favor, yo solo quería curarte, dame otra oportunidad, por favor yo...

—¡Y poner a tu propio hijo en peligro! A mí nación... Eso no merece perdón alguno...

—Pero...Yo...—El hace una seña para que se calle y ella guarda silencio.

—¡No me interesa que tanto me amabas, pusiste en peligro a lo que más amo, el tiempo decidirá cuál será tú destino pero mientras que yo viva me encargaré de que pases una porquería en la cárcel!..— ella se empieza a reír como vieja loca.

—¡¿Mientras que vivas?sabes que no te queda mucho tiempo y ahora quieres arreglar tus errores pero querido eso ya no es posible lo hecho hecho está y la guerra ah comenzado apenas!..—Los guardias la llevan arrastrando y el rey cae desmayado en el piso, Christian lo agarra y todos lo guardias empiezan a sacar  los cuerpos de los otros la gran corte decidirá que hacer con todos ellos...  >>Ya se terminó todo<<.

—¡Papá!— Iván sale corriendo a dónde esta su padre y la ayuda llega médica llega pronto, Unas manos tapan mis ojos y volteó es Adrián...

—Estas bien...—Lo abrazo y él no se queja, tiene un traje igual al mío, miro a Marcus que sigue abrazando a Daniel y este no lo deja de lamer,Daniel empieza a hacer chillidos y me acerco preocupada, Marcus está pálido necesita ayuda,  lo agarro y  practicamente cae encima mío.

—No me siento bien—le sonrió.

— Claro que no te sientes bien, Agni casi te saca la tripas— Él se ríe un poco pero le duele, le desabrocho la camisa, es grave la herida, Erick y Christian se acercan.

—Lo hiciste bien campeón— Christian mira a Marcus y le habla con un tono de voz extraño.—descansa pronto estarás bien.

Marcus agarra mi mano y me da una  pequeña sonrisa.

—Te quiero mucho— siento como las lágrimas amenazan.

—Yo te quiero más—su mano deja mi agarre y se queda sin fuerza, sus ojos se cierran lentamente, está muy cansado y eso me preocupa.

—¡¿Que le está pasando?!—empiezo a entrar en pánico, la adrenalina ya se fue ahora empiezo a sentir todo más real, empiezo a sentir como mi cuerpo tiembla, ver a Marcus así hace que flashes de la muerte de mi madre me muestren recuerdos cuáles ya quería dejar atrás, no quiero sentir esto otra vez mis ojos se clavan en su expresión se ve tan relajado.

—Va a estar bien— Christian se agacha a mi lado y me abraza.

—Solo está descansando lo necesita pronto se recuperará — dice Erick, dos enfermeros entran y se llevan a Marcus en una camilla.

—¿Qué haces aquí?—le pregunto a Christian con curiosidad — dijiste que no ibas a apoyar tal cosa— él sonríe con pena y se rasca la cabeza.

—Tenia que venir a cuidar de mis hijos...

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