Veinte
El sol empezaba a asomarse por el este, los pájaros cantaban saliendo de sus nidos y el aire meciendo los árboles dejando un frescor suave daban un toque perfecto a aquella mañana.
Luego de que Jungkook y Taehyung pasaran su celo en el apartamento del menor, estos habían vuelto a la mansión en la que los demonios se quedaban desde su primer día en la tierra y esa que podían llamar como su hogar.
Contrario a lo que todos pensaron, Jungkook se mantuvo apegado en todo momento a Taehyung desde que volvieron de su no tan agradable visita con su padre.
Justo ahora, cuando el sol empezaba a pintar las nubes y se asomaba por el vidrial de las puertas del balcón, el omega pelinegro fue abriendo sus ojos de a poco. Cuando giró su cuerpo para volver a abrazar a su alfa y se encontró solo el la cama fue cuando terminó de despertar.
Gracias a la marca y la reciente actividad sexual, tanto el como su lobo se sentían bastante mimosos y por sobretodo, en extremo consentidos. Un puchero se hizo de forma inconsciente en su labio inferior y justo cuando estaba por hacer un berrinche al no encontrar el mayor, este mismo entró pateando suavemente la puerta entreabierta al tener las manos ocupadas con una bandeja bastante grande.
Los ojos redondos de Jungkook se hicieron más grandes y brillantes al ver a Taehyung y pudo escuchar su estómago gruñir cuando bajó la vista a la comida que traía. Finalmente las mariposas llegaron cuando la suave risa del alfa fue para el, sus mejillas volviéndose de un tono carmín por ser atrapado.
—Buenos días, cariño. —saludó el mayor con una sonrisa amplia—. Supuse que tenías hambre, así que me tomé el tiempo de preparar algo rico para ti.
El aroma de las frutas frescas recién picadas y la pinta tan apetitosa del sándwich que venía junto a aquello lo hicieron salivar, aunque pronto volvió a notar la mirada boba que tenía el alfa y con ello sonrió juguetón.
En un santiamén cambió el semblante y se cruzó de brazos, volteó la mirada fingiendo molestia y ocasionando con ello que Taehyung se preocupara genuinamente.
—¿Qué sucede, chiquito? —se apresuró a preguntar el demonio—. ¿Hay algo que no te gusta?
Jungkook asintió con la cabeza.
—¿Qué es?
El menor volteó a mirarlo nuevamente y tuvo que dar todo de si para seguir actuando y no lanzarse a besar al mayor.
—Quería despertar y abrazar fuertemente a mi querido alfa, olfatear su delicioso aroma y mimar la marca que le hice. —el puchero de antes volvió—. Pero resulta que estabas haciendo otra cosa..
—¿El desayuno?
Ahora sí, Jungkook se permitió reír y Taehyung siguió bastante confundido. Gateando por la cama llegó hasta el mayor y sobre su regazo tomó asiento, siendo cuidadoso de no hacer fricción.
—Me refiero, pudimos hacer el desayuno juntos, Taehyungie. —explicó tomando un sándwich mordiendolo para probar. Al instante gimió por la exquisita combinación de sabores y texturas—. Oh, esto está demasiado rico.
—¿Si?
—Ujum. —afirmó Jungkook—. Tal vez no sea tan malo recibir el desayuno en la cama por parte de mi guapo y meloso alfa.
El demonio tarareó a gusto, metiendo el rostro en el cuello ajeno y olfateando su aroma.
—Dilo otra vez.
—¿Qué cosa? ¿Qué eres mi alfa?
Taehyung asintió con su cabeza, sin atisbos de querer salir de su lugar favorito.
—Mi alfa, mi alfa. —dijo el omega con voz cariñosa—. Kim Taehyungie es mi alfa y yo, Jeon Jungkookie soy su omega.
—Kim Jungkook. —murmuró el mayor contra su piel y cuando menos lo espero besos ligeramente húmedos acariciaban su cuello—. Creo que para el desayuno voy a querer otra cosa.
Jungkook entendió todo cuando estaba de espaldas en la cama, su desayuno a los pies de esta pidiendo que lo comiera.
Las suaves manos bajo su camiseta de pijama lo hicieron chillar.
—¡Kim Taehyung, quiero desayunar!
Si, tal vez esta vez no podría salirse con la suya, pero para la próxima el omega ni tendría salvación.
[...]
SeokJin caminaba de un lado para el otro por la cocina, parecía un desquiciado mientras hacía el desayuno, batía frenéticamente los huevos y a su vez con la zurda colocaba el pan en la tostadora.
Todo esto mientras hablaba solo entre murmuros que parecían regaños para el mismo.
Namjoon y Hoseok que estaban sentados tras la isla de la cocina miraban todo con mucha atención y sobre todo preocupados por el estado de su omega.
Luego de un rato más voltearon a mirarse entre sí, en frente el mayor de los tres maldecía por lo bajo. Era el tercer par de tostadas que se quemaban.
Cuando giró a la derecha se encontró con el rostro de Namjoon, sonrió forzado y volteó al otro lado para huir pero se encontró con su otro alfa, Hoseok.
Quiso dar un vistazo para revisar otra vía de escape, pero la voz de Hoseok lo mantuvo en su lugar.
—Ni lo pienses. —negó el alfa menor—. Creo que es hora de que hablemos.
El suspiro del mayor hizo suspirar a los menores también. —¿Cinco minutos más?
—No. —esta vez la voz de Namjoon erizó a los otros dos—. Hablaremos ahora, ya pasó una semana así que es hora de arreglar lo que sea que esté pasando.
Seokjin asintió algo cabizbajo, desconectó la tostadora y apagó el sartén, dejando en el olvido los huevo ya batidos en el bol.
Los tres se tomaron de la mano y rodearon la isla para ocupar los lugares que antes tenían los alfas allí. Una vez el omega estaba sentado entre ambos menores, este sintió sus ojos llorosos y traviesas lágrimas no tardaron en salir.
—Es Tae, desde que llegamos del infierno no quiere dirigirme la palabra, apenas y asiente o niega con la cabeza las cosas que le digo.
El pequeño sollozo no fue desapercibido por ambos menores, quienes se miraron entre sí, esa era su manera silenciosa de comunicarse y decidir cosas en momentos así.
Ambos cuerpos lo rodearon y pronto se encontraba en un cálido y cómodo abrazo que tranquilizó su respiración y su alma.
—¿Ya te has disculpado? —preguntó Hoseok.
El omega asintió sorbiendo su nariz.
—Bueno, creo que es hora de que hablen ustedes dos. —habló está vez Namjoon—. Ya han tenido suficiente espacio y aunque entiendo la molestia de Tae, tampoco soporto verte tan triste, mi corazón no lo aguanta.
—El no quiere hablar conmigo, por no ser honesto desde el principio puse en peligro a su omega, incluso los puse en peligro a ustedes y a mi mismo.
—Es verdad. —Hoseok miró sus manos y muñecas vendadas al intervenir y luego lo miró—. Pero hicimos todo lo posible por sobrevivir y salir ilesos de ahí.
Seokjin volteó a mirar a sus alfas, los detalló intensamente y luego miró el mármol frío de la encimera.
—Es verdad, creo que es hora de que hablemos y resolvamos esto, me destroza el corazón saber que Tae me odia.
—No te odio, solo estoy molesto y ya está. —los tres mayores voltearon rápidamente al escuchar el tono barítono del pelinegro menor.
—¿Cuánto tiempo llevas ahí? —preguntó Hoseok con sorpresa.
Taehyung rió y caminó hasta el refrigerador para sacar un poco de jugo de mora. —Realmente acabo de bajar, pero logré escuchar lo que dijo Jin-Hyung.
Los tres enlazados estaban algo perplejos aún por el comportamiento risueño del menor, aunque el suave y dulce aroma del omega menor de todos sobre el les dio una idea.
—¿Entonces solo estás molesto?
Bebiendo su jugo el alfa menor tarareó en afirmación.
Entonces... ¿Eso era todo?
—Solo quería darte una pequeña lección, Hyung. —rodeando la isla de acercó a su hermano y terminó por dejar un delicado beso en sus cabellos, cuidando no llenarlo ni llenarse de aroma—. No estoy molesto, no podría estarlo con alguien tan increíble como mi hermano mayor.
Los ojos de Seokjin se iluminaron y nuevamente Taehyung sonrió.
—Te quiero, Hyung, pero ahora debo irme.
—Si, si, está bien.
Y con un paquete de galletas y una leche de plátano volvió a irse escaleras arriba.
Más feliz Seokjin abrazó fuertemente a sus alfas y esta vez se dedicó a hacer de comer con un mejor ánimo.
Ambos alfas sonrieron dejando un beso en sus labios y luego suspirando enamorados por ver a su bello omega feliz.
Siempre sería un placer ver una sonrisa en su bello rostro.
[...]
¡Hola, hola! Aquí Moon.
Espero que se encuentren muy bien y que en navidad hayan recibido muchos regalos y mucha comida rica.
He estado un poco ocupada y disociada entre tantas cosas, por eso el retraso, pero prometo que el flujo de la historia será más ligero en este tiempo.
También debo decirles que hay algo que tengo en borradores y deseo terminar pronto, así que se viene algo nuevo y con temática navideña pronto.
Nuevamente gracias por el apoyo y felices fiestas c:
Sin más que decir, se despide..
-Moon.
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