Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Nueve

Capitulo especial dedicado al trío de esta historia♡

Advertencia de capitulo largo con smut.

—Amor..~ —El Omega rodó ligeramente los ojos y siguió caminando mientras empujaba el carrito de compras casi lleno.

—Cariño..~ —Bufó esta vez mientras agregaba el cereal favorito de su hermano a las compras.

Seok-Jin estaba dispuesto a ignorar un rato a sus alfas, después de todo estos fueron los que le dejaron temblando las piernas por días tras su último celo.

Esta vez el tomaría el control.

Si bien los síntomas aparecieron en los menores hasta esta mañana mientras su hermano hablaba por celular, estos parecían avanzar incluso más rápido que cuando estaban en el averno.

No pudo evitar suspirar por el aroma de sus hombres, agradeciendo a Satán que justo cuando algo de lubricante salió de su entrada terminó de agregar todo al carrito.

Ambos alfas se mostraron un poco más hiperactivos y territoriales cuando percibieron ese toque dulce de su Omega.

Tan dulce.

Tan delicioso.

Uh, alfas hormonales.

Las mejillas de los susodichos se encendieron ante la ligera reprimenda que les dió su luna.

A veces era un tanto bochornoso poder escuchar entre si a sus partes animales hablar, aunque eso formó parte del pasado para ambos menores en cuanto su pareja tuvo que pagar.

A pesar de tener una marca clara a cada lado de su cuello, el cajero tuvo las santísimas bolas de coquetear con su Omega, mismo que respondía a ello con el único fin de ser amable.

El duo de alfas se miraron a los ojos y asintieron en silencio, iban a recordarle a su omega algo muy importante.

Ellos solo comparten entre ellos.

El viaje fue corto, pero para sorpresa de Seok-Jin sus menores estuvieron algo callados durante el trayecto, sin embargo lo dejó pasar, tal vez estaban empezando a sentirse mal.

Al llegar bajaron todo, verlos con el semblante algo decaído le rompió el corazón a Jin. —Amores, suban a nuestra habitación, descansen un rato en lo que arreglo las compras.

Con un asentimiento de cabeza subieron juntos y allí empezó no solo su plan, sino que también su celo.

Justo al cerrar la puerta tras su espalda Namjoon sintió su cuerpo sufrir un golpe de calor que le provocó un estirón en el vientre y también... En el pene.

Hoseok abrió la boca para preguntar si estaba bien, pero lo único que salió fue un jadeó entrecortado, su espina dorsal sufrió una descarga casi electrica que le entumeció el cuerpo.

Al estar mareados y desorientados sus lobos no tuvieron que poner mucho empeño para dominar el cuerpo de sus humanos, revelando iris rojos y amarillos que brillaban en contraste a sus dilatadas pupilas.

Una vez que hicieron contacto visual se reconocieron al instante como compañeros y el calor aumentó un poco más.

Hoseok estuvo a punto de levantarse para buscar a Seok-Jin, más Namjoon tomándole de la muñeca no le dejó.

El toque piel a piel les provocó escalofríos en el buen sentido de la palabra; Hoseok le miró un tanto consternado, buscando una respuesta. —Quiero disfrutar un poco de mi alfa antes de que tomemos a nuestro Omega, además, debemos enseñarle modales.

El castaño tragó saliva y observó a Namjoon ponerse de pie frente a él. A pesar de que Hoseok era mayor, Namjoon junto con su lobo eran calculadores, muy maduros y más grandes en proporción.

Hoseok era un poco más apasionado, más afectivo y sobre todo más empático y sensible.

Eran una combinación de contrastes muy interesante.

Ninguno lo pensó dos veces para cuando sus labios estaban juntos en un beso que lejos de ser gentil demostraba el hambre que tenían por el otro.

Como era de esperarse en algún momento intentaron doblegar al otro, ambos eran la de la casta más fuerte, cada uno quería tomar el mando de la situación.

Entre su caliente manoseo la ropa fue quedando regada por doquier en el suelo de la gran habitación, al igual que uno que otro objeto que terminaba allí por la intensidad de su pasión.

En la planta baja Seok-Jin escuchó las cosas caer, por lo que con una ceja arqueada decidió ver lo que ocurría, más no contó con que al estar cada vez más cerca de su habitación el aroma se volvía más denso, el chocolate amargo de Namjoon derritiéndose con el chocolate dulce de Hoseok.

Tragó en seco al posar sus dedos temblorosos en la manija de la puerta, pudo sentir la combinación de chocolates cubrir los pétalos de sus lirios y las rodajas de durazno de su propia esencia.

El lubricante salió sin permiso de su entrada cuando abrió la puerta y encontró semejante escena; Ambos alfas estaban recostados sobre la cama, totalmente desnudos y devorándose en un beso que le sacó un jadeo.

Aquello hizo separarse a ambos menores, un chasquido fuerte se escuchó entre las cuatro paredes y en cuanto el contacto visual entre los tres se hizo presente, el cuerpo del Omega tembló visiblemente.

Por la posición quedaban casi de frente, Namjoon sobre Hoseok y este con su cabello revuelto sobre la cama miraba hacia arriba para observarlo. Estaban acostados básicamente al revés de la cama.

Namjoon le sonrió ladino, mostrando con orgullo sus hoyuelos y el brillo de sus iris escalatas. Jin no supo que quiso decirle con ello, pero le sorprendió que lejos de ir hacia el de forma instantánea ambos alfas volvieron a besarse, incluso pudo notar la mirada empañada de Hoseok.

Se estaba sometiendo a Namjoon y su alfa.

Seok-Jin sintió la boca seca cuando los vió frotar sus erecciones mientras gruñían en el beso, las manos de Namjoon tomando las muñecas de Hoseok sobre su cabeza mientras esté soltaba suspiros y gemidos ahogados en medio de los sucios chasquidos de sus mieles combinadas.

El Omega en la habitación cerró la puerta tras su espalda y se apoyó en la madera, pues sus piernas no estaban cumpliendo su función principal que era mantenerlo estable y de pie.

Resbaló hasta estar de rodillas en el suelo, los tres aromas en la habitación estaban haciendo estragos en el. El calor en su cuerpo incrementó cuando la mirada del Alfa que ahora dominaba estaba fija en el mientras marcaba a su otro Alfa. Gimoteó, su animal interior luchando por salir y adelantar su celo junto al de sus compañeros.

Justo cuando uno de los pezones de Hoseok fue atrapado con calidez en la boca del menor de todos, ambos mayores gimieron al unisono. —¡Alfa!

Los tres lobos aullaron con intensidad.

—Suficiente juego previo por hoy. —Namjoon habló, tomando el pene ajeno en su mano para bombearlo un poco. Hoseok estaba mareado entre la bruma de la sumisión y la dominancia.

—A-alfas..~ —El dulce aroma del Omega se intensificó y casi doblegó al de ambos alfas. Empezó a quitar su ropa con desesperación cuando el calor fue insoportable y chilló por lo bajo cuando un nuevo chorro de lubricante bajó entre sus nalgas y por sus muslos.

El iris de sus ojos brilló en el más bello tono rosado; su Omega.

Ninguno de los alfas esperó, fueron directo al mayor y lo cargaron entre sus brazos hasta dejarlo sobre la cama. Antes de siquiera poder decir palabra, el Omega se encontraba con la mejilla pegada al colchón, al igual que su pecho y sus manos aferradas a las sábanas. Sus caderas en lo alto, y su pequeño agujero chorreante y codicioso como protagonista del show.

Una suave risita se escuchó de su parte, eso seguido de una voz suave y melosa que les dejó el pene duro como roca a ambos alfas. —Mgh... Soy el pequeño cordero que por los lobos del pecado se deja consumir... Necesito que me follen, alfas, los deseo dentro de mi~

El contraste entre lobo y humano era tremendo, pero compartían su carácter demandante y narcisista, algo que adoraban ambos menores.

Tomando cartas en el asunto se pusieron en acción, está vez los juegos previos quedarían para otra ocasión.

Como lobos hambrientos se lanzaron a devorar ese agujerito tan sucio que se contraía con ganas de tomar todo lo que quisieran darle. Lamidas, mordidas y besos sobraban allí, Jin escondió su rostro entre las almohadas, sus cerrados y sus mejillas rojas. Le estaban comiendo el culo tan, pero tan bien.

Casi sollozó cuando se detuvieron y un azote fuerte resonó entre las paredes, cada nalga marcada por una palma diferente. Sus piernas temblaron y el presemen goteó hasta la cama.

Joder, estaba tan sensible que casi se siente venir apenas con eso.

Pudo haber seguido entre pensamientos dispersos, sin embargo, dos dedos metidos hasta los nudillos en su entrada lo hicieron elevar más el culo y gemir tendido.

La respiración de Hoseok estuvo tras su oreja, luego su mano le rodeó el pene y empezó a bombear en un vaivén que lo hizo jadear en busca de aire. Pudo sentir su sonrisa cuando le susurró. - Saca tu rostro de las almohadas, cariño. Tus alfas quieren escuchar lo bien que te sientes.

—M-me.. me gusta much- ¡Mgh, Alfa! —El ritmo de la mano en su miembro y otro dedo sumado a la ecuación en las embestidas contra su entrada fueron los causantes de sus fuertes gemidos y maldiciones.

Sus ojos se empañaron por las lágrimas, la saliva resbalaba por la comisura de su boca recostada en la almohada. —¡Más, más! D-dame uno más, p-por favor, Alf- ¡Ah, sí!

Cuatro dedos abusaban de su próstata sin parar y la masturbación magistral que le estaba dando Hoseok lo hicieron gritar su orgasmo, el primer orgasmo.

El mayor respiró agitado por unos segundos hasta regular un poco el ritmo de su corazón, pero sus reflejos fueron lentos, pues nuevamente gritó cuando la polla de Namjoon se enterró en él. Se sentía tan jodidamente bien que su entrada lo remojó de lubricante hasta que ambos pares de testículos estuvieron goteando.

Tal cual como antes había hecho Hoseok, Namjoon bajó hasta pegar su pecho a la espalda del Omega, fue tras su oreja y susurró. —Tus agujeritos insolentes necesitan una lección, Omega. Hoy has sido muy malo con tus alfas.

No respondió, realmente no estaba del todo en sus sentidos como para siquiera procesar la información. Solo asintió sonrojado.

El otro Alfa posó sus manos en su mentón y elevó su mirada, ambos irises chocando y reconociendose. Le besó con intensidad y luego se separó repasando sus labios con su lengua. —¿Ahora serás un buen chico? Abre tu sucia boquita, dulzura.

Sumiso a su mandato abrió la boca y sacó la lengua, el pene de Hoseok pesó en el músculo baboso antes de estar por completo en su boca y hasta el inicio de su garganta.

Lo miró con ojos llorosos desde abajo, pero teniendo absoluto control de sus arcadas. Se sentía todo un campeón.

Pronto la primera embestida lo sacudió desde atrás y con ella también empezaron en su boca. Parecía un vaivén coordinado, pues mientras uno salía el otro entraba hasta la empuñadora hasta hacerlo virar los ojos.

Una nalgada impactó en su glúteo y por reflejo su anillo se apretó alrededor de Namjoon. El alfa gruñó y dió otra nalgada. —Jodido culo espectacular, me vuelve loco como me aprieta.

Hoseok lo tenía sujeto por el cabello mientras le jodía la boca. Por Satán que eran jodidos alfas en celo, le estaban dando una partida de culo y de boca brutal, un ritmo celestialmente salvaje.

Justo cuando estuvo a punto de correrse por el constante golpeteo a su próstata fue que sintió la traición por parte de sus alfas. Un anillo apretó la base de su pene haciéndolo chillar ahogado por el tamaño en su boca.

Sintió el semen de Namjoon llenarlo, y tragó entre espasmos el de Hoseok.

Luego sintió la perdida, ambos salieron de el y lo dejaron vacío, espectante y frustrado. Tan sensible.

Aturdido por todas las sensaciones y el impedimento de tocar el clímax fue que empezó a frotarse con las sábanas incluso si no iba a quitarse el anillo.

Era una pequeña perra, pero era obediente. Sabía que lo estaban castigando.

—Alfa, bajo nuestro Omega. Ahora. —Aunque la orden no era para él, el tono usado lo hizo chorrear de nueva cuenta entre un bajo quejido.

Esta vez Hoseok dominaba la situación y Namjoon por su parte obedeció.

El Alfa que ahora iba al mando tomó el pene que estuvo antes en su interior y lo volvió a sumergir en su entrada. Gimió hasta que lo tomó por completo.

Ya sabía a dónde iba todo aquello, una sonrisa ladina curveó los labios del mayor. —Anda, Alfita guapo, metemela tu también y parteme el culo sin piedad.

—Omega insolente. —La mano del Alfa estuvo en su cuello, apretó con firmeza, lo suficiente para sacarle un jadeo a su masoquista pareja—. Ten cuidado con lo que pides, podrías no medir las consecuencias.

—Destrozame, Alfa, dame tu jodido nudo y proclamame como tu perra. —Una bofetada le volteó el rostro, nuevas gotas de presemen mojaron su vientre.

—Vamos a follarte tan bien que no podrás moverte en días, dulzura. —Tomando su pene de la base el alfa restante se alineó, el otro tomó el pene de su omega empezando a bombear.

Entre lentos movimientos fue entrando poco a poco mientras el mayor soltaba agudos gritos de placentero dolor y el menor gruñía de forma casi animal tras el omega, se sentía exquisitamente apretado.

Seok-Jin sintió su culo roto cuando ambas longitudes estaban en su interior. Lágrimas espesas bajaron, pero lejos de ser por dolor eran por la impotencia del segundo orgasmo que tenía que aguantar.

Se habría corrido solo con tenerlos a ambos dentro de nuevo luego de un tiempo. Maldito anillo de mierda, pensó en sus adentros.

Los primeros movimientos fueron por parte del Alfa menor, lentos pero profundos. Le siguió el otro Alfa que a su vez bajó para chupar sus pezones.

Iba a enloquecer para este punto, sus gemidos eran agudos, necesitados, extasiados. Se sentía como caído entre las drogas por su desorientación.

Era un desastre tan etéreo, parecía un bello ángel caído. Sus cabellos castaños revueltos, ojos brillantes y desbordantes de lágrimas de placer. Sus labios hinchados por morderlos y brillantes por la saliva.

Era demasiado para los Alfas.

Otro golpe de calor obligó a ambos alfas a mover sus caderas en estocadas salvajes, erráticas, estaban necesitando embarazar a su compañero. Era una tortura exquisita para el punto cúspide del mayor, pues mientras uno salía el otro golpeaba con fuera en su interior.

Un grito combinado con un roto sollozo dio anuncio a su necesidad de correrse... Y lo hizo, pues en ese instante fue liberado y a su vez sus alfas se corrieron a borbotones, anudandolo en el proceso.

Chorros de semen y agua translúcida salieron de la uretra del Omega mientras su culo soltaba su lubricante en chorros discontinuos también. Su cuerpo tuvo pequeñas convulsiones mientras gemía, jadeaba y temblaba sin parar. Luego cayó entre los brazos de sus alfas, mirando a la nada y con la boca entreabierta.

Rozó la petit mort por unos segundos. Segundos en los que los besos cariñosos y mimosos de sus chicos recorrían su piel con amor.

Definitivamente su trasero no iba a salir ileso de aquello, pero estaba feliz y suficientemente satisfecho como para acurrucarse y dormir un rato antes de la siguiente ronda.

Ambos alfas compartieron un beso y luego se acurrucaron también, descansar luego de tanta acción era una gran idea.

Te amamos.

Y yo los amo a ustedes, mis estrellas brillantes.

-Moon.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro