Narra Mimosa:

Al acercarme a mi hermano me di cuenta de lo que había hecho...¿HABIA BESADO AL PADRE? Esto es malo...
Cuando estuve alado de caricias con mis mejillas ardiendo el levantó una ceja dudoso-Que hiciste?...-Me pregunto cómo si yo siempre hubiera echo algo malo.

-Q-Que? Nada...-Dije tratando de disimular  la vergüenza.

Noto el collar-Y por qué tienes eso?...-Ya parece interrogarme el ateo. Yo le expliqué sobre el collar y solo suspiro con pesadez, el sabía que estaba enamorada del padre pero no estaba tan preocupado por el echo de que el es un hombre prohibido y que no puedo estar con el. Nos dirigimos a nuestra cabaña donde vivimos, llegamos al frente de la puerta marrón barnizado, al abrir la puerta los 2 nos sentamos en el sillón cansados y con sueño:

-Que quieres para cenar?...-Pregunte volteando a verlo.

-....-Piensa un poco- Con lo que hagas está bien...-Me dijo recostando se más.

Eche una pequeña risa y me dirigí a la cocina, decidí hacer un guiso así que comence cortando las papas, las verduras, en una de esas me queme así que solo me queje y sacudí mi mano, metí está en agua para que no se inflamara la quemadura, caricias ya cambiado vio lo que pasó así que agarro unas vendas y lo enrollo en mi mano, más un beso para curarse más rápido. Cuando la comida ya estuvo lista el puso la mesa mientras veía si faltaba algo...

Mientras comíamos no dejaba de pensar en el beso que le di al padre, eso fue una bendición para mí ya que siempre quise hacer eso... también quiero que me bese en la boca, que me toque, que me diga que soy suya, que me folle asta más no pode-

-En que piensas?...-Pregunto Cari con una ceja arqueada.

-Oh nada...

(...)

Al día siguiente me en la enfermería estuvo normal, no hubo algo fuera de lo común, estaba en la enfermería esperando a pacientes, hubo algunos que otros que se habían lastimado con los arcos, cosa que me daba pena ya que la gran mayoría lloraba del dolor y me gritaban "¡Por favor enfermera Mimosa, ayúdeme!" A lo que yo actuaba rápido y no los dejaba morir, o al menos lo intentaba. Ser enfermera en un lugar como este es...doloroso, ¿por qué? me preguntarán ustedes, es que, cuando una persona tiene una familia esperándolo me duele saber que esa familia no lo podrá volver a ver o que no se, un bebé no llegue a conocer a su papá...es doloroso psicológicamente.
Estaba girando en una silla giratoria, estaba muy aburrida, solo estaba siendo acompañada por las luces fluorescentes del lugar, miraba el techo pensativa, creo que sabrán en quien pensaba:

-...-Me puse a pensar en su lindo y suave pelaje morado, sus lentes, su actitud "fría" y "sería", el no es así, solo finge para imponer respeto-...Dios ayúdeme...-Murmuro mientras cerraba ligeramente los ojos.

Soy una osa con heterocromia, eso le daba curiosidad a varios osos y osas del lugar, mientras pensaba en el padre una voz me interrumpo haciendo que me exalte un poco:

-Buen día enfermera...-Dijo un oso gris, con ojos amarillos y muy anciano- lamento interrumpirla...-El coronel Otto.

-No se preocupe mi coronel...-agarre unos papeles- viene para hacer los controles de su corazón?..-Pregunte volteandome a verlo.

El asintio con una ligera sonrisa, le pedí que se sentará en la camilla a mi izquierda, al hacerlo se sacó su camisa, deja do ver sus cicatrices, su cuerpo era un poco colgado, osea, tenía piel arrugada, me puse un estetoscopio para escuchar su corazón, lo puse en su pecho, su corazón sonaba un poco rápido, le pregunté si no hizo mucho esfuerzo, me dijo que no, entonces lo anoté en mi cuaderno, el estaba mal del corazón, podía sufrir un infarto en cualquier momento, la primera vez que lo tuvo estuve presente, todos estábamos preocupados por el a pesar de ser un tremendo hijo de put-

-Y...cómo está?..-Pregunto el curioso.

-Bien...un poco preocupada por los Reclutas y soldados que vienen aquí...-conteste viendo el pasillo donde se veían a algunos pacientes descansar o en...coma.

El me miro mientras se volvia a poner su camisa- Daños colaterales...-Dijo lo típico.

"Daños colaterales", es lo que siempre me a dicho desde que lo empecé a atender, no lo dejo morir para que el carma trabajé y lo castigue, le tengo un poco de confianza, le conté sobre el tema de mis padres y el matrimonio arreglado para mí, el solo me decía que los ignore y que todo estaría bien, me da cariño paterno, ese cariño que siempre necesite...

-Le recomiendo que no tome café, si no puede, tome café pero sin cafeína...-Le decía señalando lo con la pluma de tinta azul en mi mano izquierda- Si siente que su corazón no anda reaccionando bien avise a alguien y lo sabré para atenderlo...

-Gracias Mimo...-Se levantó de la camilla- Le doy el día libre para que visite a su amado...-Por unos pocos segundos no le tome importancia, pero al darme cuenta de lo que había dicho me volteo confundida y con los ojos dilatados- Que? Acaso crees que no me di cuenta?..

-...PERO QUE!?..-Sentia toda mi cara arder, el coronel solo echo una risita burlona.

Me ofreció su brazo para que lo abrazara de ahí, al tomarlo empezamos a caminar y me decía que había notado mi comportamiento con el padre, me dijo que haríamos una buena pareja ya que yo en ciertos momentos era alguien sería y ruda, yo a cada rato me ponía cada vez más roja, caminamos por casi todo el campo militar, el se excusaba diciendo que era por si sufría un infarto, yo solo echaba una que otra risita. Había atendido en muy pocas ocasiones a los altos mandos, al comandante Floffy que se había golpeado la cabeza, al capitán Hocicos quien le habían clavado una flecha, poco a poco me hacía "amiga" de los altos mandos, no sé el por qué soy tan...amigable, pero, al menos no se propasan conmigo...