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•.¸♡ Pᴀʀᴛᴇ I ♡¸.•

Taehyung debía sonreír, porque era lo que mejor él sabía hacer. Aparte no podía fallarle a su hermano mayor, jimin no merecía su indiferencia o sus pocas ganas por salir a la feria de la ciudad.

Amaba a jimin, era su única familia. Sus papás casi nunca estaban con ellos, así que no podía decirle que no a su hyung.

Aparte así podría pasar más tiempo con él, ya que desde que jimin se había casado con yoongi, él hermano mayor del innombrable punk.

Taehyung realmente le desagradaba jungkook, por dios no sabía cómo es que él punk era tan diferente a su cuñado, eran tan diferentes. A veces tae pensaba que jungkook había sido adoptado y que por eso no se parecía en nada a Yoongi. Eran tan diferentes él uno del otro.

Estirando sus brazos, desperezándose un poco. Volteo a ver a su hermano quien le sonreía amorosamente, acomodó su bufanda y depósito un beso en su frente, taehyung sonrio ante el gesto.

— Vamos....—jimin le tendió la mano y tae la tomo gustosamente.

— Vamos~ —ambos salieron del pequeño apartamento que arrendaba taehyung en la gran seoul.

[🐅🐇]

— No quiero ir yoonnie~ —jungkook estaba haciendo una pequeña rabieta sobre la cama.

Yoongi ya comenzaba a frustrarse por el comportamiento infantil de su hermano.

Jungkook tenía que acompañarlo si o si a la plaza de la feria, era necesario para el pequeño plan que habían armado junto a su esposo.

Ambos sabían que jungkook y taehyung no se llevaban para nada bien, lo habían comprobado el día en que ambos habían contraído nupcias, observaron las miradas de odio entre ambos. Eran como perros y gatos.

Y ambos no entendían el porque del odio entre ellos dos. Asi que yoongi junto a jimin planearon está salida sorpresa, como excusa de que ellos casi ya no pasaban tiempo juntos como antes. Al menos jimin le había informado que ya iban en camino. Sólo faltaba que él convenciera a su terco hermanito menor.

— ¡¡Jungkook!! Por favor, deja de comportarte como un niño de cinco años —hablo tajante Yoongi, jungkook se volteo a verle haciendo un puchero.

— Pero hyung~ —berrinche otra vez. Yoongi negó lentamente.

— Por favor~ si me acompañas a la feria te voy a comprar cualquier cosa que quieras— negocio el mayor, jungkook se incorporó sobre la cama, sentándose.

— ¿Cualquier cosa? —repitió jungkook, sonriendo maliciosamente.

Yoongi suspiro, sabía que esto iba a pasar. Y que gastaría mucho dinero en lo que jungkook le pediría, lo que seguro sería una nueva nintendo.

— Claro, ¿cuando te he mentido? —jungkook se encogió de hombros y se incorpora fuera de la cama.

— está bien, te acompañaré —dice al fin el castaño, sonriendole a su mayor—. Dios, no se porque tanta insistencia en que te acompañe.

Yoongi río nervioso, una de las pequeñas habilidades de jungkook era que es muy bueno reconociendo a alguien que miente y oculta cosas, aunque con yoongi nunca había funcionado –por asi decirlo— él mayor de puso nervioso. Sólo un poco.

— aja si como sea, deja de decir cosas estúpidas y mueve el trasero, no queremos quedar atascados en el tráfico —dijo rápido el pelinegro.

Jungkook sonrio y asintió, mientras recogía su sweater negro para ponérselo, seoul estaba helada. Y con más razón si las fechas festivas estaban a la vuelta de la esquina.

Yoongi le escribio un mensaje a jimin diciéndole que ellos también ya estaban saliendo.

Esperaba que su pequeño plan tuviera efecto, porque para ellos era muy importante que los menores se llevasen bien, eran familia todos, no entendía porque tanto odio entre ellos.

Los adolescentes de hoy en día eran tan difíciles de descifrar. Fue el pensamiento de yoongi mientras dejaban el apartamento de jungkook y caminaban en dirección hacia el automóvil del mayor.

[🐇🐅]

Jimin caminaba tomado de la mano de su hermano menor, sonriendo mientras las mecían como cuando eran tan solo unos niños pequeños.

La plaza donde se está realizando la feria está un poco atestada de personas, y puestos por todas partes. Ventas de dulces y caramelos, de comida y accesorios tiernos.

Al fin de se puede ver los juegos que han traído los dueños del lugar, y las risas y gritos de los niños que se divierten a montón. A jimin le fascina ver cuan feliz son los niños pequeños, y sueña con un futuro así de bonito junto a su esposo.

Espera que su futuro este lleno de felicidad y amor. Pero él también espera que que la felicidad y el amor lleguen a la vida de taehyung. Porque aunque este se empeñe en decir que no necesita tal cosa, él puede ver la necesidad en sus ojos.

Su teléfono vibra con un nuevo mensaje, es de Yoongi. Le dice que están cerca de la tienda de magia, que en frente de ella hay un puesto con manzanas acarameladas, así que quiere que envíe a taehyung en esa dirección y él enviará a jungkook también ahí, con la excusa de que quiere ir al baño pero que también quiere una manzana al regreso.

Jimin sonríe tiernamente, porque su esposo es tan ideático, pero se la complica tanto que le dan ganas de apretujar sus mejillas y llenarlo de besos, porque lo ama, y mucho.

— Taetae... —llama él. El mencionado voltea a verle y sonríe —. Puedes traerme una manzana acaramelada, necesito descansar un poco, mis pies me están matando. ¿crees poder ir por una? Por favor~

Su hermano frunce su entrecejo pero aún así asiente, sueltan sus manos y jimin se sienta en una banca que está a su lado.

— Está bien, ya regresó... Pero también comprare una para mi ¿ok?.

— Vale, está bien bebé —tae arruga su nariz, no le gusta mucho ese mote de "bebé", pero no se queja porque sabe como es el carácter de su hyung.

Una vez taehyung se aleja de él, le envía un mensaje a su esposo diciéndole donde está, para que Yoongi salga ya del baño y vaya por él. Para irse del lugar y pasar el día juntos, viajando a ilsan.

Taehyung camina distraído viendo hacía todas partes, hay tantos puestos, el del algodón de azúcar, el de palomitas, el puesto con venta de papitas con kétchup y queso, otro de chocolate y venta de golosinas. Hasta que por fin su vista se topa con el de la venta de las dichosas manzanas acarameladas.

Camina el pequeño tramo que los separa hasta quedar frente al puesto donde sólo hay manzanas con caramelo o manzanas cubiertas de chocolate. Estira su mano para tomar una con caramelo pero se encuentra tocando otra mano.

Ambos levantan la mirada y obviamente ambos fruncen su entrecejo, quizás uno está nervioso por tenerlo cerca, o quizás sólo es su imaginación jugándole una mala pasada.

Jungkook está anonadado, nunca pensó que entre de todos los lugares posibles, se iba a encontrar con Kim Taehyung el chico flor. Ahí, en la plaza de la feria.

Sus gargantas secas y ojos feroces que se ven mutilantemente.

— ¿Me van a comprar las manzanas, o se van a besar? —les interrumpió su duelo de miradas, la señora que estaba a cargo del puesto—. Apurenle, me espantan a los clientes.

A regañadientes ambos compran una manzana cada uno, pero como por arte de magia sus teléfonos suenan al unísono, siseando ambos contesta al mismo tiempo.

Hyung....

yoonnie....

Los dos se voltean a ver, tae tiene una ceja alzada al haber escuchado el mote de cariño que había dicho jungkook, sonriendo burlonamente. Taehyung empujo su lengua en su mejilla, molesto.

Lejos de ellos, la dueña de la otra tienda, los observaba atentamente. Sonriendo mientras con sus manos formaba un pequeño círculo, enfocándolo en ellos dos precisamente.

— Ellos necesitan dejar de fingir —habla hacia una esquina, donde una joven está limando sus uñas y voltea a verla, arqueando una ceja.

— ¿Quienes? —la mujer misteriosa mueve su cabeza indicándole a ella que se gire a ver de quién habla —. ¡Oh! !Wow! Ellos.... Jiminnie y yoonnie tenían razón —la mujer asiente—. Es increíble, su hilo rojo está centelleante y brillando con tanta intensidad, es increíble. Nunca había visto dos almas tan....

— su destino fue forjado desde la era mitológica, ellos ha estado amándose desde los tiempos griegos —le hablo ella a la joven, mientras sus manos seguían enfocándolos a ellos dos solos—. Pero parece que en esta vida ellos no se toleran, eso debe cambiar. Es su destino estar juntos.

La rubia asintió y se incorporo de la silla en donde había estado sentada.

— Iré por ellos, tu Mey-jang prepara los talismanes —salio de la tienda en dirección a los jóvenes que habían terminado de hablar por teléfono—. Esto será muy~ divertido.

Mey-jang cogió dos talismanes, uno azul y el otro rojo, juntándolos en sus manos depositandoles su energía en ellos, ambos talismanes brillaron, y ella susurro. “Cuando sus corazones sean uno, y su amor sea  sincero, entonces cambialos nuevamente

Levantó la vista para toparse con que su asistente los traía jalados de los brazos, sonriendo radiantemente. A veces ella se preguntaba cómo era posible que Sue-jun fuese su hilo rojo, porque ambas eran tan distintas, pero se complementaban. Sue-jun trabajaba como su asistente, aunque fuese su amada.

— Pasen, adelante. Les leeré su fortuna —les hablo ella, una vez los dos estuvieron sentados en las sillas, frente aquella bola de cristal.

Taehyung siseó un “Esto es una pérdida de tiempo, ni tan siquiera la magia es real”

Y jungkook le seguí con un “Esto es una estafa, no existe tal cosa llamada fortuna”

Oh, así que ellos eran escépticos. Se divertiría mucho con esas almas.

— Oh, pero mira que tenemos aquí, Park Taehyung y Min Jungkook. —ambos abrieron sus ojos cómicamente y preguntaron al unísono.

— ¿C-como lo supo?

Ella sonrió amablemente—. El oráculo lo sabe todo —les respondió—. No quiero entretenerlos mucho aquí, así que sólo les daré una advertencia —los dos tragaron grueso, Sue-jun se reía internamente porque ya sabía lo su su mate le diría a la joven aún no pareja—. Sus destinado se cruzaba de la forma que ustedes menos lo esperan, se verán envueltos en sucesos extraños. Sus vidas van a cambiar rotundamente.

— ¿y eso que diablos significa? —pregunto irritado taehyung, él no quería seguir topándose con jungkook.

— si, señorita. ¿que diablos significa eso de que nuestros destinos y esas mierdas? —jungkook sonaba cabreado.

Ella sabía lo que hacía, sólo debía tocar esos puntos y Bingo. Podría mentirles y hacerlos que ambos actuarán de la forma que ella quería.

— Ciertamente ambos no se toleran, ¿no es así? —ellos asintieron, entonces ella tomo los talismanes  y se los mostró a ambos— si no quieren cruzar caminos, deberen usarlos. No deberen quitárselos ni para bañarse, su vida dependerá de estos talismanes, y así sus destinos no se cruzarán jamás nunca.

Ambos estiraron su mano, intentando agarrar los pequeños collares que están en la mano de la mujer. Ella pensó que ahora ellos si parecían crédulos, adolescentes.

— deme el mio, no quiero verle la cara a este tipo...

— por primera vez concuerdo con lo que dice el punk este.

Ella cogió el collar de talismán rojo y se lo tendió a taehyung, este fruncio su entrecejo. Él no quería ese.

— deme el azul, no me gusta el rojo —cruzo sus brazos. Ella negó —. ¿por que no puede darme el azul, combina más con mi actitud?.

— necesitas tener un color adverso a tu personalidad, como tu dijiste, el azul es tu actitud. Entonces llevarás lo opuesto, el rojo.

Ella lo volvió a tender hacia él, tae lo tomo funfurruñando.

Entonces jungkook tomo el azul, que es entonces lo adverso a él, que sería su actitud en rojo.

Ella sonrió, al parecer jungkook era el más sensato en ese lugar.

— pongaselos, por nada del mundo se los quiten, si lo hacen.... –no volverán a la normalidad— quería decir ella, más se contuvo—. Sus destinos volverán a enlazarse.

Ambos se colocaron los collares y los metieron bajo sus camisas, ocultos al mundo exterior. Se levantaron y ni las gracias le dieron, simplemente salieron de la tienda, tomando rumbos diferentes, caminos por separado, sin saber lo que les esperaba en la noche, ajenos a la pequeña magia jugaba en ellos.

— está noche sucederá el cambio ¿verdad? —pregunto Sue-jun, Mey-jang asintió, contenta por haber hecho una buena obra, la buena obra del día—. Ellos sin duda vendrán a buscarte después de eso.

Mey-jang asintió sonriendo—. Lástima que nos moveremos de lugar no lo crees.

Ambas rieron por su pequeña travesura, pero debían admitir que dos almas Unidas por el hilo rojo. Eran inseparables, así que ellas sólo les habían dado un pequeño empujóncito. Para juntarlos, tal y como lo habían hecho Yoongi y Jimin antes que ellas.

╚»★«╝[ continuara ]╚»★«╝



Okis, espero les guste la primera parte de esta mini historia, del Taekook.

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