•.¸♡Pʀɪᴍᴇʀᴀ Pᴀʀᴛᴇ♡¸.•
Jimin es un cachorro muy especial, siempre a visto el mundo de manera diferente, y el mundo lo ha tachado de raro, de diferente. Pero jimin no es diferente, es un niño especial.
Oh eso suele decirle su abuelita cada vez que el cachorro llegaba llorando, porque los niños del barrio no querían jugar con él, por ser diferente.
A pesar de que jimin tiene doce años no se a presentado, pero el asegura que será omega, igual que su abuelita.
Por eso todas las noches, cuando la abuelita sunny se va a dormir. Él escapa de su cuarto y sube a la terraza, para observar la luna y las estrellas, pidiendo siempre cada noche lo mismo.
“Un destino que lo ame tal cual y como es”
Porque jimin es un niño muy especial, él puede ver el podrido mundo a su alrededor, jimin puede ver el aura en colores de las personas, cuando una persona está furiosa o tiene malos sentimientos su aura es tan negra como la noche, y a jimin le asustan las personas así.
El ama ver los colores amarillos y blancos, porque son los colores de las auras de las personas con corazones puros y sin nada de maldad, justo como su abuelita.
El aura de color rojo le ha indicado siempre que esa persona está en una etapa de la que su abuelita le dice que llega cuando, son adultos y encuentran su pareja.
Jimin ama el rosado porque es el sentimiento más lindo y romántico, el ha visto muchas auras rosadas en su escuela y le gusta, aunque no logra comprenderla del todo bien, sabe que significa que están enamoradas o enamorados.
Él nunca se ha enamorado, pero piensa que se ha de sentir bonito.
Ama los colores vivos, y los alegres, no le gustan los colores oscuros y tétricos, le dan tristeza porque siente el sufrimiento proviniendo de ellos.
Jimin ha sido especial desde su nacimiento, su abuelita solía contarle que cuando nació, y abrió sus ojitos por primera vez, ella vio el océano de su alma. Jimin nunca entendio muy bien eso, ya que él muchas veces quiso ver su propia alma, mas por miles de veces que intentara no podía.
El mundo estaba tan podrido en pecados capitales, su abuelita suele decirle que hay muchas personas que no velan por la felicidad de sus hijos o parejas, que esas familias cargan con pecados capitales.
Ella le hizo aprenderse los siete pecados capitales, pero su mente no es muy buena recordando.
Esta la lujuria, gula, codicia, envidia, avaricia, pero el nunca logra recordar los otros dos, es un poco difícil piensa jimin.
Ah si, la pereza y la furia, bueno él piensa que son esos dos.
Jimin siempre ha visto el aura de los humanos, la primera vez se asustó mucho, eso pasó cuando estaba en el kinder y gritó en medio de la clase, llamando la atención de la profesora que los cuidaba.
Fue tan triste ver como después de eso, nadie le hablaba porque: “imin es lalo”.
No tuvo amigos en el kinder, no tuvo amigos en la preparatoria, y no tiene amigos en la primaria.
Pero él es feliz así, no necesita gente hipócrita a su alrededor, le basta con la compañía de su abuelita, ella es todo lo que necesita. Y claramente en un futuro que él espera cercano, la de su destino.
La luna siempre observaba permisivamente a jimin todas las noches, le daba tanta curiosidad que después de miles de años al fin haya nacido un ser especial como lo era el.
Para la luna, jimin era un enigma.
El padre tiempo y todos los seres especiales estaban tan o quizás más sorprendidos que los seres celestiales, pues luego de milenios había nacido el primer omega de genoma puro.
En el mundo no había nacido ningún Omega, todos vivían entre deltas, alfas y betas, pero ningún omega que tuviera edad joven.
Los únicos omegas eran los abuelos o abuelas que vivieron antes de que los años setenta se dieran, es por eso que a pesar de que alfas y betas se casaran y tuvieran hijos no nacía ningún omega de esa unión, terminaban siendo betas u alfas.
Pero a ellos no les importaba, no necesitaban de un Omega, era lo que siempre decían en las calles.
“¿quien necesita un Omega?, nadie”
Muchos criticaban a jimin, porqué: “Tu eres un fenómeno” solían decirle cada vez que jimin intentaba hablarles. “alejense de él o les pegara lo raro”.
Eso dañaba su corazón, él no era raro, que jimin viera el mundo diferente no era raro, jimin era especial.
Pero esas palabras dolían, y él terminaba corriendo por los pasillos escuchando la burla de los demás sobre él. Jimin huía siempre al invernadero de la escuela, su lugar favorito porque nadie lo molestaba ahí.
Aparte estaba rodeado de flores y naturaleza y los colores del invernadero siempre eran vivos, le transmitían mucha tranquilidad y felicidad, aparte el aroma a tierra mojada le gustaba tanto que él pensaba que podría vivir siempre de sólo estar oliendo el delicioso aroma.
Pero ese día el invernadero no estaba solo, al otro lado de la pequeña fuente que estaba en medio del lugar, había otro niño que también al igual que él tenía los ojos llorosos.
Cuando el otro niño se dio cuenta de que alguien le observaba levanto la vista y jimin se topo con aquellos ojos hermosos, porque aquel niño tenía sus ojitos de diferente color, uno era como un amarillo claro y el otro era como blanco con gris.
El niño esquivo su mirada y se levantó del lugar limpiando su ropa, dispuesto a irse.
Pero jimin corrió rápido hacia él y le tomó de su brazo deteniendo su huida.
Y él pequeño dijo lo primero que su cerebro proceso.
—Tus ojos....—él otro pequeño bajo la mirada e intento zafarse del agarre. —. Tus ojos son hermosos.
El pequeño dejo de luchar y levantó la vista hacia jimin.
—¿N-no te d-doy as-asco? —pregunto él pequeño en un hilo de voz.
Jimin no entendía el por qué le daría asco, si sus ojos eran hermosos, aparte el aura del niño era de un amarillo pastel tan lindo que jimin quizo abrazarlo. Y no se contuvo, abrazo fuertemente al pequeño que no sabía cómo reaccionar ante ese gesto.
— Nopi —murmuró jimin, aún abrazando el pequeño cuerpo del otro—. Son hermosos, ¡¡me gustan, tu aura me gusta!!
El pequeño no entendió eso del aura, pero no importaba, al fin alguien en su nueva escuela no le decía que era un fenómeno, que daba asco, que era un monstruo.
Así que con miedo el pequeño se atrevió a pedirle lo que jimin nunca pensó que alguien le pediría.
— S-seamos A-amigos... —jimin estaba asombrado, nadie le había pedido ser su amigo en años, así que asintió efusivamente mientras lo volvía a abrazar fuertemente, aunque debía admitir que él cuerpo del pequeño era muy helado y también muy pálido.
— Soy jimin, Park Jimin —se presento una vez dejaron de abrazarse, el otro limpio sus ojos rojos despejando las pequeñas lágrimas.
— Soy taehyung, Min.... Perdón, Kim taehyung —le sonrio grandemente, jimin imito su sonrisa haciendo que sus dos ojos fueran dos medias lunas.
Ahora eran amigos, al fin tenían un amigo en la primaria, jimin estaba feliz que había invitado a taetae –como le había puesto de cariño— a cenar a la casa con su abuelita.
Tae le dijo que primero le pediría permiso a su papá, ya que recién se habían mudado a Busan y no conocían muy bien la ciudad, cuando las clases terminaron y el papá de tae vino por él, y su primer amigo le preguntaba a su papá de si podía ir a cenar con jimin, él estuvo más feliz cuando el señor Kim muy amablemente se ofreció en llevarlos a la casa de la abuelita de jimin para dejar a su hijo en ella.
A jimin le agrado el papá de taehyung, el aura del progenitor de su primer amigo era tan azul, que él pequeño no entendió el por qué, pero el señor se vía como una buena persona, así que no había nada de que preocuparse.
Cuando ambos bajaron del carro el papá de taehyung bajo el vidrio de la ventana del auto y le habló a taehyung.
— Tu hermano vendrá por ti, yo tengo una reunión en la empresa y saldré tarde, taetae por favor hazle caso a tu hyung.... Por favor —le había pedido.
Jimin observó como taehyung asentía y sonreía feliz a su padre, los colores que tae expedía de su cuerpo eran tan brillantes que denotaban lo feliz que estaba.
— está bien papá, le haré caso hyung, por favor cuidate Sip, te amo —le dijo sonriendo, él señor sonrio y le tiro un beso volador, él realmente era muy divertido, aparte, también era muy guapo, que jimin se sonrojo cuando el papá de tae le volteo a ver le le guiño un ojo.
Jimin se coloro hasta la punta de sus orejas y el señor Kim río cariñosamente cuando vio la reacción del pequeño cachorro.
— cuida de mi bebé, jiminnie~ —pidio, jimin asintió aun avergonzado, el señor Kim sonrio y se despidió de ellos, el auto se puso en marcha.
Jimin debía de admitir que él papá de taehyung era muy guapo, pero le era curioso que fuera igual o quizás más pálido que su amigo, aparte cuando él señor amablemente le dio la mano, se heló al sentir el tacto tan frío de aquella persona.
Su abuelita le había contado muchas historias, de seres que vivían en la oscuridad de la noche, que no se dejaban ver con facilidad porque el mundo los tachaba de monstruos chupa sangres, las personas les creían extintos ya, para la sociedad minimalista, los vampiros ya no existían, quizás estaban equivocados, porque jimin ya había conocido a dos vampiros a sus tan sólo doce años.
Quizás debía sentirse alagado, no les tenía miedo, porque su abuelita le había contado que cuando ella tenía quince había conocido a una vampiresa que se convirtió en su mejor amiga, pero que luego de algunos problemas en la ciudad su amiga de había tenido que mudar obligatoriamente, jimin nunca supo la razón ya que su abuela se ponía triste, y él odia ver triste a su abuelita sunny.
Ese tarde la pasaron divirtiéndose, su abuela les había preparado galletas con chispas de chocolate y leche caliente, había alagado los colores de ojos de taehyung, diciéndole cuan especial era por ser tan diferente, que ser diferente no era malo. Que era bueno porque entonces no habían dos como él, después del pequeño refrigerio y la charla alentadora de “Nana” –como le había apodado taehyung, subieron a la pequeña azotea a jugar o a simplemente contemplar las nubes pasar, el sol estaba brillando mas fuerte que nunca, les abrazaba con su calor.
— jiminnie.... —llamo taehyung luego de unos diez minutos de silencio.
Jimin giro su rostro quedado así frente a frente con su amigo, murmuró un “dime” para sonreír luego.
Taehyung trago grueso, pero aún así no apartó la vista del otro.
— Yo... yo no soy.... yo no soy un..... —él pequeño no sabía que decir, como decirle a su primer amigo que él no era humano.
— Taetae no tengas miedo, no me gustan los colores que ahora estas expeliendo —tae nuevamente no entendió eso de los colores, así que le sonrio y se dijo que ser valiente y sincero era lo mejor para tener una buena amistad.
— Yo no soy humano jiminnie —fue lo primero que formuló—. Yo soy un... soy un...
— Eres un vampiro taetae, lo sé. No tienes por qué preocuparte —taehyung se quedó callado no entendiendo como es que jimin se enteró de que era un vampiro.
— ¿co-como es que... Cómo es que tú?
— ¿que como es que lo sé? —jimin sonrio, y se incorporo sentando al estilo indio—. Tu aura me lo dijo, tus colores eran distintos, tu aroma y el color de tu piel, aparte mi abuelita siempre me hablaba de los vampiros, así que....
— ¿Aura? —pregunto confundido taehyung, jimin evito su mirada, temiendo que si tae sabía que él era diferente dejarian de ser amigos—. No temas decirme jiminnie, tu ya sabes mi secreto, y aún así no me tienes miedo, entonces ¿que tan malo puede ser?.
Eso era un buen punto. Pensó el cachorro, así que suspirando le empezó a contar todo a su único amigo, quien atento le escucha cada una de las palabras que salían de la boca del otro, preguntado en cada ocasión cuando no lograba entender bien de lo que hablaba jimin.
Ahí jimin se dio cuenta que al fin habia forjado un lazo, un lazo de amistad con su único amigo, al que atesoraría por siempre, su primer y único mejor amigo. Eso si que sonaba lindo.
Esa noche le agradecería a la luna y a las estrellas por haberle brindado el primer amigo en toda su corta vida.
Cuando ambos habían bajado de la azotea, ambos venían de la tomados de la mano sonriendo, la abuela sunny observó todo aquello con una enorme sonrisa.
Al fin su nieto no estába sólo.
Cenaron algo ligero ya que jimin era intolerante a algunas comidas, una sopa de algas, chafas y arroz frito con un poco de kimchi, acompañados de jugo natural de naranja que jimin felizmente había preparado mientras el pequeño tarareaba una melodía de una canción.
La cena pasó entre chistes, elogios, anécdotas vergonzosas, y silencios cómodos, jimin se sentía feliz. Nunca cenaban tres en la mesa, siempre eran sólo dos, él y su abuelita, pero hoy fue diferente.
Por eso cuando la hora de irse de tae llegó, jimin estaba triste, él pensaba que si taetae se iba todo volvería a la normalidad y que esos momentos sólo fueron un lindo sueño, pero taehyung le aseguro que mañana se verían otra vez, igual pasado mañana y el día después, porque eran amigos, y los amigos como ellos son para siempre.
El sonido de un motor se dejó escuchar a las afueras, y jimin junto con su abuelita acompañaron a taehyung a la puerta a la espera del hermano de este.
— ¿Te veré mañana? —volvió a preguntar jimin, tae le sonrio y tomó una de sus manos.
— siempre chimchim, siempre... —beso el dorso de la mano del cachorro, haciendo que jimin se sonrojara y cubriera su rostro por la vergüenza.
El timbre sonó así que su abuelita abrió la puerta, dejando ver a un joven de tes aún más pálida que la de tae, alto y con un casco de motocicleta en su mano.
Jimin levantó su rostro cuando sintió un aroma muy peculiar, su naricita moviéndose muy tiernamente, su vista se enfoco en el muchacho que estaba frente a la puerta, pero era extraño, jimin no podía ver el aura de aquella persona, no podía ver ningun color provenir de él, era extraño. Muy extraño. Pensó el pequeño.
Sus miradas se encontraron, fue tan sólo unos instantes pero el interior de jimin se contrajo tanto que hasta pensó que había sido un calambre en su vientre, los ojos de aquel individuo eran tan únicos, de un azul oscuro casi tirando a un platinado, que jimin se enamoró de esos ojos, esa mirada gélida pero con ese brillo diferente, era especial, era mágico, y jimin ama lo mágico.
— buenas noches, vengo por mi hermano —su voz, Dios su voz era tan... Jimin no sabía que decir ante aquel ser desconocido.
Le intrigaba que él no pudiera ver el aura de aquel vampiro, siempre había visto el aura de ellos, pero con él, con él era diferente.
— Buenas noches cielo, gracias por permitir que tu hermano menor se quedará a cenar con mi nieto —agradeció sunny, el desconocido sólo asintió y con un movimiento de cabeza le indicó a tae que le siguiera.
— nos vemos nana, nos vemos chimchim —tae se despidió efusivamente de las dos personas que se habían ganado su corazón ya.
Jimin reaccióno y le sonrio también, despidiéndose con su manito efusiva, sonriendo en grande aún más cuando el hermano mayor de tae le volteo a ver y le sonrio. El castañito se sonrojo y llevo una de sus manos a su mejilla intentando cubrirlo.
Tae no pasó por alto aquel gesto, y mucho menos la abuela Park que también sonrio en grande.
Taehyung se colocó el casco y se montó en la moto, pasando sus brazos por la cintura de su hermano, susurrando bajito le dijo.
— ¿es lindo no? —su hyung murmuró un “¿Quien?” y tae río bajito—. Jiminnie, es lindo.
Yoongi volteo a verle aún con el casco puesto y vio como jimin aún estaba en la puerta y su abuela al lado, moviendo su mano en forma de despedida.
Observándolo bien, Yoongi pensó que si, el niño era lindo. Pero como él mismo dijo, era un niño, aún.
— si, es lindo.
Fue lo único que dijo y arranco en la moto, alejándose de la pequeña casa, y por muy extraño que sonó, su pecho se contrajo con un pequeño dolor. Elevó su vista hacia el cielo, donde la luna estaba en su mayor apogeo, brillante y rebosante más que nunca.
“¿que es lo que me pasa?” fue su pensamiento, más no lo dijo en voz alta pues taehyung podría escucharlo y no quería dar explicaciones que ni él mismo sabía.
ஜ۩۞۩ஜ[ 🐣♥️🐱 ]ஜ۩۞۩ஜ
Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses, y con cada mes que pasaba jimin se sentía más y más cohibido con el hermano mayor de tae.
Hasta su nombre era muy lindo, Yoongi, Min Yoongi.
Aunque él tuvo muchas dudas, taehyung se firmaba Kim, pero él hyung se firmaba Min, ¿que acaso no eran hermanos?.
Hasta que un día tae le dijo que yoongi era hijo de otra persona, y que su papá había adoptado a Yoongi como suyo, pero que este había decidido llevar el apellido de su difunta madre.
En esos meses jimin y tae habían formado una gran amistad irrompible pensaban ellos, fueron el objetivo de burlas por toda una semana, el rarito y el fenómeno, pero a ellos no les importo, cuando la carga la llevan dos, pueden salir adelante.
Y con el pasar de los meses descubrio que la admiración que tenía por yoongi hyung era, amor, a jimin le gustaba yoongi, pero jimin era un niño de apenas ahora trece años, y su hyung tenía dieciocho años, quizás era un amor imposible.
Pero su corazón no entendía de razones, para jimin yoongi era el indicado, él era su destino.
Que como lo sabe.
Fácil.
La luna se lo dijo.
Y la luna nunca miente, al menos no a él.
Taehyung sabía de su enamoramiento por su hyung, así que cada que podia tae le pedía a yoongi que le acompañara a la casa de minnie —como le había apodado ahora– y que le esperará. Se había hecho una rutina diaria.
Yoongi iba al colegio por tae, jimin se iba con ellos hacia su casa, Yoongi se quedaba hasta la cena, luego tae pedía a Nana que le enseñará a tejer, para que así quedarán siempre en la sala solos yoongi y jimin.
Era rutina que yoongi siempre acariciara los cabellos de minnie, porque “tu pelo es hermoso, y tu aroma es exquisito”. Le había dicho una vez, haciendo que el corazón del castañito se acelerará tan rápido que tenía que yoongi lo escuchase, pues al ser vampiros ellos tenían muchas habilidades, como esa, la de escuchar hasta el más mínimo ruido de una araña.
Era rutina que jimin se sentara en las piernas de yoongi –claro cuando hubo más confianza entre ellos—, y que este le hiciera cariños, nunca fueron más haya de eso, para yoongi, jimin era tan especial que temía lastimarlo, él lo sentía, él sentía que jimin era su destino.
Dudo tanto al inicio, pero cuando vio como unos niños más grande que jimin intentaban golpearlo, él no lo dudo y en menos de tres segundos él ya estaba frente a minnie, cubriéndolo con su cuerpo, teniendo una mirada furica hacia los otros tres quienes al ver los ojos del pálido corrieron como unas niñitas, gritando como tal.
Fue ahí cuando descubrio entonces, que aquel sentimiento que había desarrollado, no era dependencia por ser sólo un niñito de doce, era porque el alma pura de jimin le pertenecía, a él un vampiro que nunca ha amado a nadie, que es tan huraño con la sociedad, que puede llegar a ser tenebroso cuando quiere.
Era increíble como el destino y la diosa luna jugaba con ellos, sus hijos.
Él estaba seguro que los seres celestiales tenían mucho que ver en ellos, Yoongi sabía que jimin era especial, nunca le crítico él que su lindo niño pudiera ver el mundo de manera diferente.
Pero si odio como el mundo veía a jimin, de una manera despectiva, criticándolo, señalándolo de raro, de fenómeno, de monstruo. Cuando jimin sólo era un alma pura en un mundo de mierda, podrido, cuando jimin sólo era un ángel caído del cielo, un ángel sin alas pero hermoso, y jodidamente suyo.
Para jimin fue triste cuando dos meses después tae le dijo que se mudarían de ciudad, ambos, taehyung y jimin lloraron, porque ellos eran amigos, los únicos y mejores amigos, ahora jimin estaría sólo nuevamente.
Pero le dolió más cuando Yoongi le dijo que él también se iba con ellos, y que muy probablemente no se volverían a ver, quizás nunca más.
Ese fue el detonante para que el pequeño llorara a mar abierto, yoongi intento con todos sus medios contener sus lágrimas, pero su pecho dolía, estaba oprimido, a él tampoco le gustaba la idea de irse y dejarlo solo, pero debían hacerlo, o les cazarían. Esa era la rutina de un vampiro, huir mientras pueden hacerlo, evitar que los cazen y les maten como hicieron con su madre.
Ese día jimin obtuvo su primer beso, un tan sólo roce que para el cachorro fue una eternidad, yoongi le había besado.
Sintió su corazón alocado, y sus mejillas calientes, estaba avergonzado, así que sólo se dedico a abrazarlo fuertemente e inhalar el aroma tan bonito que tenía su vampiro enamorado.
Fue triste decir adiós, pero fue más triste el sentimiento de soledad que se instaló en dos corazones.
Esa noche jimin durmió con su abuelita porque se sentía devastado, triste y abandonado, tal y como se sintió cuando su madre falleció y su padre le dejó sólo para más nunca volver.
Esa día fue el último día en que jimin pudo ver los colores del aura de las personas, esa noche jimin dejo de ser el jimin de siempre.
Pues ese día el corazón de jimin se había marchado junto al corazón de su destino, de su Min Yoongi, al igual que su don especial.
ஜ۩۞۩ஜ[ CONTINUARA ]ஜ۩۞۩ஜ
💚❤️Mucho love para uds!!♥️❣️
Hi!! He aquí un pequeño regalo para tod@s uds mis mochis.
Este short constará de 2 partes únicamente, la otro la subiré otro día.
Si alcanzó los 2K lo subo UwU!!
Espero que realmente os guste mucho, y no os preocupéis, esto es Fluff no hay drama para nada.
Saben estaba escribiendo una parte de esto mientras veían "card captor sakura" amo ese anime, obviamente yo shippeo a touya & yukito. Nsmldidkdns es que ellos son tan ansmksksk osea, y las escenas de ellos juntos, lmao amo amo ese anime.
Nos leemos en la otra parte y el final de esta historia.
Gracias por votar y comentar y obviamente seguirme, sois un amor de persona🐱🐣.
MinMin les Ama okis!!🐣🐱❣️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro