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16-infinitamente

Kristal
El corazón me dolía al ver a Daniel de rodillas en el suelo llorando y pidiéndome que no lo dejara, como si pudiera hacerlo realmente, como si pudiera alejarme de él o dejar de amarlo, es como decir que el sol sale en las noches y la luna de día, inconcebible e imposible.

- te lo contaré todo pero no me dejes, no puedo vivir sin tí.

- Daniel por favor cálmate, estás muy alterado- le digo mientras me arrodillo frente a él.

- no puedo imaginar mi vida sin tí Kristal, todo carece de sentido, no puedo perderte.

- pero es que no quiero que me digas algo por sentirte presionado, quiero que me cuentes lo que sea porque confías en mí y te sientes cómodo mostrándome cada parte de tu alma.

- pero tienes razón, eres la mujer que amo y si no te lo he contado todo no es porque no confíe en tí, es porque me avergüenzo de mi mismo y no sé qué sentirás al saber mi historia, ¿y si dejas de quererme así como yo dejé de hacerlo hace tanto tiempo?.

- eso nunca va a pasar, recuerda que mi amor por tí es infinito y nada que no tenga fin se puede acabar.

- todo en esta vida termina Kristal.

- sí, por eso te amaré en esta vida, en la otra, en la próxima y en la otra más arriba, yo prometo amarte eternamente y nada que me cuentes va a cambiar eso Daniel.

Eso pareció calmarlo, mis ojos no abandonaban los suyos y el puede ver que lo que le estoy diciendo no son palabras vanas, lo que siento por él está muy lejos de cualquier razonamiento lógico y sé que eso nunca va a cambiar ni siquiera después de muerta.

-vamos a mi cuarto, te lo contaré todo, puedo ver que me amas tanto como yo a tí y si es así no hay nada que pueda alejarnos al uno del otro.

Entramos en la habitación, el lugar es grande no está decorado como su cuarto en la casa de la playa pero lo entendía, a Dani no le gustaba estar mucho allí y pronto sabría ¿el por qué?.

El lugar están bastante desordenado y en una esquina hay restos de vidrios, me imagino que de alguna botella, nos sentamos en la cama y espero a que termine de calmarse, pongo mi mano ensima de la suya y a pesar de lo tenso que sé que se encuentra comienza a relajarse por mi tacto.

- hace unos años, antes de que naciera- comenzó- mi difunto abuelo estaba preparando a Elena para que se hiciera cargo del hospital, según lo que sé, siempre le gustó cuidar y atender a las personas así que estaba preparada para ocupar el puesto, mi padre y ella llevaban 3 años de noviazgo y le había pedido matrimonio, estaban enamorados así que pronto iban a casarse.

>> una noche, salió tarde del hospital por una operación de última hora y al llegar al estacionamiento su auto estaba descompuesto, como ya era casi de madrugada decidió dejarlo allí y tomar un taxi, al salir iba a llamar a alguno pero su teléfono se había apagado por falta de batería así que tuvo que caminar un poco para encontrar uno pero lo más seguro era que terminaría volviendo a casa en metro si es que a esa hora habría alguno, de lo contrario regresaría a pie, el hospital en ese entonces no quedaba tan lejos de la antigua casa, fue cuando se dió cuenta de que alguien la venía siguiendo.

Su expresión se crispó y tenía su mandíbula tensa, como si estuviera viendo todo lo que me contaba en ese momento.

- como era tarde, la calle no estaba transitada así que no había nadie a quien pedir ayuda, comenzó a correr al percatarse que el hombre corría hacia ella pero de igual forma la atrapó y la metió en un callejón oscuro, sus gritos fueron apagados por golpes que la dejaron al punto de la inconsciencia.

Daniel hablaba y yo estaba horrorizada por lo que había tenido que pasar la pobre de Elena.

- la violó, y le quitó todo lo de valor que llevaba ensima incluso su anillo de compromiso, la dejó a su suerte pensando que no duraría mucho por la golpiza recibida. Una pareja que pasaba por allí de casualidad vieron al hombre salir con manchas de sangre y al asomarse la vieron tirada en el piso y enseguida llamaron a una ambulancia y a la policía y claro al ser el Eliter el hospital más cercano la llevaron allí, los médicos de guardia enseguida la reconocieron y le avisaron a mis abuelos y a mi padre.

Daniel sonríe con cierto dolor.

- no sé si debería llamarlo así.

En ese instante fui comprendiéndolo todo, pero estaba demasiada asombrada como para pronunciar alguna palabra.

- a pesar de los mejores tratamientos estuvo un mes en coma, tuvo traumatismos muy graves en el cerebro, una de sus costillas al partírsele por los golpes se había astillado y le había perforado un pulmón provocándole una neumotórax, tuvieron que operarla de urgencias no podía respirar se...se estaba ahogando con su propia sangre.

>> al despertarse y acordarse de todo lo que le había pasado, entró en depresión, no salía de su cuarto, así estuvo por dos meses más, no quería ver a nadie y intento quitarse la vida, se provocó una sobredosis con pastillas para dormir, la descubrieron a tiempo y la llevaron nuevamente para el hospital, fue cuando se dieron cuenta de que estaba embarazada, cuando mi abuelo se enteró querían que abortara pero era tarde para eso, se mantuvo el secreto entre los médicos que la atendieron y aún sabiendo todo esto mi padre decidió casarse con ella y criarme como si fuera su propio hijo, amaba y ama mucho a mi madre supongo que ese amor era tan fuerte como para hacerse cargo de un hijo así.

- no hables así de tí, no tienes la culpa de nada.

- ¿no, entonces, por qué cada vez que me miró al espejo siento asco de mí?, siento que soy algo concebido de un acto tan repulsivo que no comprendo la idea de que ellos puedan quererme.

- Daniel tú madre te ama muchísimo.

- Kristal por favor, soy el recordatorio andante de lo más malo y traumático que le ocurrió en su vida, ¿cómo podría quererme?. Yo era tan diferente antes, era un niño risueño, lleno de alegría, me encantaba hacer amigos nuevos, aunque Daimon y yo somos amigos desde que tengo memoria.

- la pareja que ayudó a tu mamá...

- sí, son los padres de Daimon, Rachel y Nicolás Velet, desde ese momento fueron muy amigos de mis padres, tanto que mi padre y el suyo al conocerse mejor y saber que ambos habían estudiado derecho crearon su firma de abogados RV.

Mis ojos le dijeron exactamente lo que quería preguntarle y sin decirle una palabra lo supo.

- fue a los 9 años, estaba jugando en el jardín con Daimon, ya te he dicho como era antes y siendo sincero nunca me faltó el cariño ni de Elena, ni de Félix, ni de mis abuelos, me trataban como el tesoro más importante de la familia y eso me hacía sentir muy feliz, pero cada año veía médicos entrar a ver a Elena a la casa, era muy pequeño pero me daba cuenta de las cosas, preguntaba si estaba enferma pero me decían que no que eran compañeros de trabajo, hasta ese día.

>> tenía mucha curiosidad, me había percatado que siempre se trataba de la misma fecha, al principio venía un amigo de mi abuelo, luego de morir, sus hijos venían por él pero ese día vino alguien diferente, luego supe que eran psiquiatras, convencí a Daimon de subir al segundo piso a espíar, la puerta estaba entre junta y allí ví a mis padres junto a mis abuelos, el médico le decía a ella que le contara todo a pesar de que ya se había estudiado su caso, mi abuelo le explicaba que era uno de los mejores de su rama en otro país y que lo había traído específicamente para que la atendiera a ella. Elena comenzó a contarle todo lo ocurrido y mi padre contaba lo que ella por estar inconsciente no sabía, ella y mi abuela lloraban y mi abuelo decía que el sujeto lo habían atrapado a los meses y lo habían condenado a 15 años de prisión. Algo dentro de mí se quebró, vivía una mentira y no podía creer que quisieran algo que había surgido de..de..

Las lágrimas seguían saliendo y ya no solo las de él, las mías lo acompañaban en silencio.

- tenía nueve años pero era un niño muy adelantado para mí edad, siempre lo fuí, así que comprendí las cosas muy rápido y no pude contenerme, entré al despacho y comencé a gritarle a todo el mundo en especial a Elena, siempre antes de dormir me decía que yo era lo mejor que le había pasado, y solo pensar en que era mentira y que yo representaba un dolor constante en su vida me daban ganas de vomitar, me dió una crisis de pánico, sentía que las paredes me aplastaban y me costaba respirar, pensaba que como llevaba la sangre de ese hombre sería igual a él y terminé desmayándome.

>> al despertar deje de ser el niño que era antes y me volví frío y distante, no hablaba con nadie y desde entonces me cerré a mis padres, bueno a mí madre más que a Félix, me llevaron por meses a terapia pero nada cambió, vendieron la casa y compraron esta, según mi sicólogo no podía seguir en un lugar que me trajera tan malos recuerdos, pero ni siquiera así mejoré, con el tiempo permití a Daimon acercarse nuevamente, de igual modo el lo había escuchado todo igual que yo, pero de todas las personas con la que vivía la que se llevó la peor parte fue ella, verla hacía que me sintiera asqueado de mi mismo, me avergonzaba tanto de mi procedencia que lo mejor para si misma era que no tuviera casi contacto conmigo.

>> no quería que al verme recordara aquel hijo de puta que había abusado de ella y que casi la mata, nunca fue que no la quisiera, es la persona que me dio la vida kristal, ¿sabes las veces que me despertaba por las madrugadas con pesadillas queriendo correr a su cuarto para estar con ella?, O, ¿las veces que tenía ganas de abrazarla y sentir su olor?, pero no podía ser egoísta, yo no le hacía bien y muy a pesar de como me tuvo, jamás me maltrató ni me hizo sentir mal, al contrario, yo era la oscuridad en su vida, así que decidí tratarla mal para que me odiara, de igual forma si que estaba molesto por habérme ocultado mi orígen, así que me volví sumamente cruel para que se alejara de mí, aunque eso nunca pasó.

- ni pasará nunca- Elena entró en la habitación- jamás podría odiarte, eres lo más grande y hermoso que tengo en la vida.

Daniel se giró enseguida hacia ella.

- no mientas más, ya no soy un niño, hace mucho dejé de serlo y comprendo las cosas.

- mi amor yo nunca te he mentido.

- claro que sí, no confío en tí, me ocultaste todo.

- ¿cómo querías que le explicara algo tan delicado a un niño de nueve años?, claro que iba a contártelo, solo iba a esperar que fueras un poco más grande para que comprendieras mejor las cosas.

- tú madre te dice la verdad Daniel.

Félix, su padre había entrado también en la habitación, era la primera vez que lo veía, era un hombre muy apuesto y se veía igual de agradable que Elena.

- íbamos a esperar que fueras un poco más maduro, era una situación bastante fuerte así que queríamos que fuera lo menos doloroso posible pero no fue así.

Elena llora y Daniel igual, aunque sabía que intentaba no hacerlo era algo que se le escapaba de sus manos, su padre tenía una gran tristeza en sus ojos y yo me sentía fuera de lugar, era una conversación muy íntima y no creí que debería ser partícipe, comienzo a caminar hacia la puerta cuando la mano de Daniel me detiene.

- no te vayas- me suplica.

- estaré abajo, creo que no debo estar aquí.

- quédate Kristal, para mí ya eres de la familia y eres fundamental en la vida de mi hijo.

Vuelvo a mi sitio con tristeza por todo lo que sé ahora y sigo escuchando la conversación.

- mi niño- le dice Elena acercándose con algo de temor por ser apartada, pero no fue el caso- e querido tener esta conversación contigo hace mucho pero siempre que lo intentaba nunca me lo permitías.

- es que no ves que llevo la sangre de ese asqueroso, ni siquiera sé si me parezco a él, es muy frustrante pensar que al verme te lo pueda recordar.

- no te pareces en nada mi vida, tú eres totalmente diferente, muy a pesar de lo que intentas aparentar eres bueno Daniel, estudias una carrera para salvar vidas, no un criminal que acaba con ellas.

-ni siquiera en el físico te le pareces, saliste igual que tu madre, verlos a ustedes es como ver dos gotas de agua- habló Félix- y antes de que me preguntes ¿cómo lo sé?, te voy a decir que hace muchos años fui a verlo a la cárcel, ya habías nacido y me preocupaba que saliera y supiera algo sobre tí, pero ese desgraciado estaba tan podrido que ni el mismo se importaba, nos enteramos que tenía un cáncer avanzado en los pulmones, murió dos años después agonizando en la enfermería de la prisión.

Yo jamás llegué a imaginar que la conducta de Daniel fuera a causa de una culpa que cargaba sin ser culpable y eso es lo más doloroso que puede haber, no hay peor enemigo que uno mismo.

-ahora ya lo sabes todo, nunca te mentí solo quería evitarte el sufrimiento mi amor, veía todos los años a doctores porque me azotaban pesadillas para esas fechas y tu abuelo tenía miedo que volviera a caer en el pozo del que una vez salí.

Elena seguía arrodillada frente a él acariciándole el rostro.

- pero estaba segura de que así como tuve heridas en mí alma, tú fuiste la cura a ellas, no importa la forma en que llegaste a mi barriga desde que escuché el latido de tu corazón me diste fuerzas para superar mi depresión y jamás he pensado que eres algo malo en mi vida, nunca has sido el recuerdo de algo malo solo recuerdo cosas buenas, como la primera vez que me dijiste mamá, como tus primeros pasos, como cuando llenabas tu cuarto de animalitos porque querías cuidarlos y venías pidiendo mi ayuda para eso, como cuando resonaba en toda la casa el maravilloso sonido de tu risa, como cuando me abrazabas y me decías que me querías, la oscuridad vino a mi vida cuando me alejaste, ¿cómo puedes decir que tú presencia me hace daño? si tú eres el motivo por el que cada día me levanto.

A Dani le temblaba el labio inferior- por favor mi vida vuelve a abrazarme, yo también he necesitado tenerte todo este tiempo.

Daniel no aguantó más y saltó a los brazos de Elena como un niño pequeño y ella lo abrazaba mientras los dos lloraban.

- lo siento mucho mamá, siento haberte tratado tan mal todo este tiempo, yo...yo te quiero muchísimo no sabes cuanto me dolía alejarte.

-sshh... no te atormentes más mi niño por cosas pasadas, solo prométeme que no me vas a volver a alejar de tí es una tortura que no puedo seguir aguantando.

-te lo prometo mamá, no sabes que falta me has hecho todo este tiempo.

- tú eres el que no se imagina lo mucho que te he necesitado, pensé que no volvería a tenerte así en mi vida, pensé...

La voz se le rompió por el llanto, Félix también se arrodilló para abrazarlos, fue un momento bastante conmovedor y estaba muy feliz porque al fin Daniel alivió el peso que llevaba cargando hace tantos años y sabía que no sería tan fácil pero tenía la certeza que poco a poco volverían a ser la hermosa familia que eran antes, de pronto tengo una mano tendida hacia mí, era Elena.

- ven mi niña, te debemos tanto, gracias por llegar a la vida de mi hijo, iluminarla y darle ese amor que tanto necesitaba para volver a abrir su corazón.

Tomé su mano y en un segundo estábamos los cuatro abrazados y riendo con lágrimas en los ojos de felicidad.

***
- ¿cómo te sientes?- sus padres luego de ese momento de reconciliación nos dejaron solos.

- extrañamente bien, es como si al fín me hubiera despertado de una muy larga pesadilla y por partida doble, que estés aquí conmigo me hace sentir inmensamente feliz y completo.

- disculpa si te presioné para que me contaras todo yo...

-debí hacerlo hace mucho, disculpa si en algún momento te sentiste excluida de mi vida o poco importante cuando eres todo lo contrario.

Sonrío, miro la hora y ya es de madrugada.

- si quieres puedo llevarte- me lo estaba proponiendo pero sabía por como me miraban sus ojos que no quería que me fuera.

- ¿te molestaría que me quedara?.

- claro que no, me encanta que estés aquí- reímos juntos- mañana hablaré con mis padres sobre la grabación de Sara, no quiero tener más nada que ver con su familia, a demás que le han estado robando a mi madre todo este tiempo.

- estoy de acuerdo contigo, si fuera por mí irían a la cárcel, ese es el lugar para personas como ellos, pero será decisión de Elena.

- tú también decides amor, Sara intentó matarte, eso es grave, solo de pensarlo hace que me hierva la sangre.

- yo solo quiero que no vuelva a acercarse a nosotros, con eso me basta, pero si vuelve a hacer una más no seré tan misericordiosa.

Mientras hablamos le veo las vendas y se que no sé a curado en días por el aspecto que tienen, voy a su baño y enseguida encuentro el botiquín.

- déjame curarte.

- con una doctora tan bella no puedo resistirme a recibir tratamiento.

Mientras lo curo recuerdo su nota y la duda me carcome.

- ¿Dani?

-¿humm?

- tengo una duda sobre la nota que me entregaste junto a las llaves de la moto.

Enseguida levanta la cabeza y adopta una postura más seria.

- me preguntaba cuando me asaltarías con esa duda, la moto es un regalo y ni sueñes con devolverla porque no se aceptan devoluciones.

- no me refiero a eso, aunque también creo que el regalo es...

- ideal para tí- me interrumpe- sé que te encanta esa moto y sobre tu otra duda sí, estaba enamorado de tí antes de que empezáramos a hablar.

- así que el amor a primera vista existe, ¿tanto te gusté luego de chocarte con el coche de Olivia?-me río luego de acordarme de ese día.

- jjj pues sí mi reina, el amor a primera vista si existe pero, estoy enamorado de ti mucho antes al día del accidente.

Me quedo estática mientras terminaba de venderle la mano, me había imaginado algo pero no estaba segura de eso.

-entonces...

- hace dos años, entre en esa universidad y desde que te ví me enamoré, al comienzo era algo físico, pero con el tiempo me fui enamorando de cada cosa de tu ser.

- pero, ¿cómo si no teníamos contacto?.

- digamos que me fascinante tanto que te observaba desde lejos, descubrí que te gustaba mucho la medicina y que estudiabas mucho, peeeroo cuando tienes tiempo, vives leyendo novelas románticas, descubrí que te gusta pasar tiempo a solas junto al lago al otro lado de la universidad y que el sol en invierno te acaricie el rostro, que te gustan los días de lluvia aunque le tienes pánico a los rayos y truenos y eso hace que te abraces de extraños que chocas con el auto de tu mejor amiga.

Se estaba burlando de mí, pero al instante volvió a ponerse serio.

- que adoras las hamburguesas y que el chocolate te lo tomas frío o caliente dependiendo de cómo esté el tiempo, que tu color favorito es el morado, que te encantaban las motos a pesar de nunca haberte subido a una, que adoras los animales y que en estos dos años más de 200 de ellos han pasado días en tu cuarto hasta que les consigues a alguien que los cuide, que siempre sales a correr a las seis de la mañana y que desayunabas bien temprano porque te agobiaba estar con tantas personas a tu alrededor, que...

- ¡para!- las mejillas me arden por todo lo que me está contando- no tenía idea que fueras tan observador.

- bueno contigo siempre lo fuí, es fascinante mirarte durante horas, aunque tu no supieras que yo existía.

- eso no es verdad.

Daniel enseguida me dirige una mirada curiosa mientras levanta la seja izquierda.

- es cierto que no me fijaba tanto como tú en mí, pero si había alguien que llamaba mi atención a parte de mis libros eras tú, siempre me pareciste muy lindo pero estaba clara la gran brecha que había entre los dos, yo no me sentía suficiente.

Esto último lo dije de forma más baja.

- entonces para que ilusionarme con algo que pensé que nunca iba a pasar, no podía darme ese lujo, a parte mi obsesión por mantener la beca y terminar la universidad con buenos resultados hacía que me mantuviera bastante ocupada, pero si a alguien observaba de vez en cuando, cuando nadie me veía era a tí.

- entonces sí que era destino y no casualidad.

- sí, al parecer siempre fuiste mi destino.

- una cosa más Kristal.

Estaba muy serio.

- no vuelvas a decir que no eres suficiente, eres tan perfecta que lo que pongo en duda es que alguien esté a la altura para estar a tu lado-enrrojecí enseguida.

- tú estás más que a la altura mi hermoso tormento.

Volvimos a sonreír, había hechado tanto de menos ver sus hoyuelos y no lo sabía o sí, pero no sabía a que magnitud hasta que volví a verlos.

Seguimos hablando, realmente no quería dormirme tenía miedo de despertar y que todo fuera un sueño y volver a las pesadillas que me azotaban cada noche.

- puedes dormir tranquila, si te despiertas por la noche por las pesadillas y el llanto ya no estaré del otro lado de la puerta, ahora si podré abrazarte.

Me quedé rígida, supo sin yo decirle nada lo que me pasaba por la mente y lo otro que me dejó descolocada fue que estuviera fuera de mi cuarto en las madrugadas mientras tenía las pesadillas.

- tú...tú..- estaba tartamudeando- ¿cuándo?.

- desde la tercera noche que empezaste a tenerla, Daimon me lo contó y desde entonces todos los días a las dos y media de la madrugada estaba al lado de tu puerta y no me iba hasta las cuatro cuando casi siempre te quedabas dormida.

Las lágrimas se me salen solas y pensar que todo el tiempo estuvo tan cerca de mí.

- ahora a dormir, necesitas descansar.

Comenzó a tararear una canción de cuna mientras me acariciaba la espalda hasta quedarnos dormidos abrazados, esa noche no tuve pesadillas ni desvelos acompañados de lágrimas, por primera vez en muchos días estaba en paz.

Al otro día me desperté temprano y quería hacer sentir mejor a Daniel, así que luego de tomar un baño, comencé a ordenar su cuarto, recogí todos los vidrios rotos que habían en distintos lugares de la habitación y todo en silencio para que no se despertara.

Ordené su librero, sacudí su mesa de noche y la organizé, levanté toda la ropa sucia que había por el suelo y la metí en el cesto, cogí el blog de notas junto a unos lápices que debe haberlos utilizado para la pequeña carta del día anterior que los había dejado regados y cuando fui a guardarlos en la gaveta de su mesa de noche lo primero que veo es otro celular, al desbloquearlo tenía cientos de llamadas a mi número, era Dani la persona que a diario me llamaba, por eso tenía siempre esa sensación tan extraña, justo al lado estaba el llavero que yo le regalé junto a mi collar, lo he extrañado tanto que inconcientemente toque mi cuello como tantas veces hice luego de tirarlo al suelo esa maldita noche.

- si ibas a extrañarlo tanto no debiste quitártelo.

Me asusté al escucharlo, pensé que aún dormía.

- tienes razón, nunca me he arrepentido tanto en mi vida de algo como cuando me desice de ese collar esa noche junto con todas las cosas horribles que te dije.

- ya todo está en el pasado, no hablemos sobre eso, a propósito te quedó muy organizada la habitación deberías venir más seguido.

Me sonreí por su broma mientras él sacaba el collar de la gaveta.

- estuvo conmigo demaciado tiempo es hora de que regrese con su dueña.

Encantada dejé que me pusiera el collar, ahora sí que estaba completa.

- voy a tomar una ducha rápida para bajar a desayunar, vuelvo enseguida- salió disparado luego de darme un beso en la comisura de los labios.

Al bajar, sus padres ya estaban desayunando en la mesa y tenían caras de preocupación pero todo rastro de ella se marchó cuando Daniel les dió los buenos días con una gran sonrisa.

- buenos días papá, mamá.

Dani se acercó a Elena y le dió un beso en la frente, ella tenía su rostro iluminado con una gran sonrisa.

- buenos días- les dije a los dos.

- buenos días mis amores- respondió Elena- Kristal ayer con tantas emociones no te presente correctamente a Félix.

- es un placer- dije sentándome frente al delicioso desalluno.

- el placer es mío hace mucho quería conocer la causante de tantos cambios en mi hijo, aunque tengo que decir que estaba muy preocupado por su comportamiento últimamente.

- pero eso no es culpa de Kristal- habla Daniel rapidamente.

- eso ya lo sé y espero que el motivo esté en el pasado.

- bueno de eso precisamente queríamos hablar- dice mi tormento asintiendo con la cabeza para que saque el celular con la grabación.

Minutos después*

- no puedo creer lo que acabo de oír- Elena esta furiosa- jamás me imaginé que Sara y sus padres le fueran a hacer tanto daño a mi familia, prepara la demanda Félix, van a pagar caro todo lo que han hecho.

- escucha mamá creo que si todo esto sale a la luz el Eliter tendrá problemas, los medios aprovecharán el escandalo y eso arruinaría la paz de los pacientes, lo que tenemos que hacer es agarrarnos de esto para que nos vendan sus acciones y el hospital vuelva a ser completamente tuyo, estarán asustados no se negarán.

- está bien pero quiero que se vayan hasta de la ciudad, no los quiero volver a ver en mi vida.

- de dejárselos claro me voy a encargar yo- habló Félix mientras acaricia a su esposa- no volverán a molestarnos, estén seguros.

- gracias nuevamente Kristal eres el ángel de esta familia, tu llegada a nuestras vidas a traído un sin fín de bendiciones, estoy eternamente agradecida contigo.

- coincido con mi esposa, gracias de todo corazón.

- no hay nada que agradecer es un placer haber sido de ayuda.

- bueno desayunen tranquilamente tenemos una reunión importante a la que llegar.

Félix nos pone una mano a cada uno en el hombro y nos dedica una cálida sonrisa antes de irse, Elena por su parte le cae a besos a Daniel que para impresión mía no los rechazó, al contrario se veía bastante cómodo, me da un abrazo y un beso a mí y sale detrás de su marido.

- bueno creo que ahora sí no te me vuelves a escapar.

- jjj ¿y quién dijo que quiero hacerlo?, estaremos juntos infinitamente recuérdalo.

Le hago un giño, nos sonreímos y seguimos desayunando.

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