15-no puedo vivir sin tí
Daniel
Llevo más de un mes sintiéndome como una mierda, no logro dormir casi y la comida no me pasa, mi mejor amigo es el alcohol no sé como he podido estar tanto tiempo lejos de ella, o sí, todo por la culpa de Sara.
Todo comenzó antes de año nuevo cuando Kristal aún estaba con sus padres, ella me llamó desesperada que la habían atracado y que no tenía a quien más llamar.
Aunque no esté interesado sentimentalmente en ella la conozco desde hace muchos años y de ingenuo fui a la dirección que me dió, cuando llegué al lugar ví que había una fiesta y la llamé para que supiera que estaba ahí y que me diera una explicación de, ¿por qué se encontraba en ese sitio si se supone que estaba sola en la calle?.
Enseguida apareció haciéndose la víctima, que había salido de esa fiesta cuando la atracaron y que regresó a esperarme allí por miedo a estar sola, me pidió que le buscara agua por los nervios y lo hice junto con un vaso también para mí, en ese instante Kristal me llama y me distraigo un poco hablando con ella.
A pesar de que no me gustan las mentiras sé como se siente con respecto a Sara y no quería tener problemas estando lejos, cuando regrese se lo diré de frente y sé que me va a entender, así que me inventé una excusa de que dormiría temprano y cuando acabé de hablar con ella me bebí mi agua y me senté a su lado.
Le pregunté que si estaba herida en algún lugar para llevarla al Eliter y me dijo que no, que solo le habían quitado el dinero pero que estaba todavía muy nerviosa.
Comencé a sentirme mareado al cabo de unos minutos y lo último que recuerdo fue que intenté levantarme y caí al suelo, cuando me desperté estaba en un hotel medio desnudo y con Sara durmiendo a mi lado sin ropa.
En seguida me levanté confundido, todavía estaba algo mareado y me dolía la cabeza, la desperté con muy malas formas para que me explicara y armó una pantomima de que nos habíamos acostado, cosa que sabía que no era cierta porque me conozco y en ese estado no hubiera podido hacer nada.
Le dije que se había aprovechado de mi buen acto y que ahora sí que no quería saber más nada de ella, comenzó a reír como demente y me admitió que no ocurrió nada, que lo único que decía drogado era el nombre de Kristal, pero que tomó fotos comprometedoras que de seguro a ella iban a encantarle.
Enseguida entendí que todo había sido una trampa y que había caído como un imbécil, salí del lugar apresurado a pesar de sus gritos y me monté en un taxi para recoger la moto de donde la había dejado, al menos me dijo que había pagado para que la guardarán y así fué.
Los días pasaron y no volví a saber de ella, quise decirle a Kristal pero no iba a creerme y no quería perderla así que traté de olvidarme de lo ocurrido y disfrutar de la única persona que me hacía sentir verdaderamente feliz.
Hasta que me encontré a Sara ese día en el hospital, me amenazó con mostrarle las fotos a kristal y también con contactar con sus padres para contarles sobre su suspenso y que si eso ocurría ella iba a tener que viajar hasta su casa para explicarle a sus padres la situación y poder calmarlos cosa que haría que incumpliera el contrato con el hospital por falta de asistencia y así la demandarían, a todo esto sumarle que había investigado que el padre de Kristal trabajaba para la compañía donde el tío de Sara era un socio importante, no le importaba llamar a su tío y pedirle que despidieran a mi suegro, en fín me tenía cogido por los mismísimos huevos.
Realmente no conocía a la persona que tenía frente a mí así que para que nada de esto ocurriera tenía que hacer lo que ella quisiera, una cosa eran las fotos y otra distinta era que su familia se viera afectada o tuviera problemas con sus padres y que terminara fuera del hospital que tanto admiraba y aunque Elena estuviera de su parte, Marta, la madre de Sara haría todo lo que su pequeña(como le dice) quisiera, y a parte del poder que sus acciones le dan en el Eliter, un contrato es un contrato, ni Elena hubiera podido hacer nada, así que tuve que alejar a Kris de mí y la única forma de lograrlo era inventándome toda esa mierda de la apuesta y de que nunca la había querido.
No podía mirarla a los ojos pero si seguía así no iba a creerme, así que me hice la idea de que la persona que tenía delante era Sara para que al decirle todo no le quedarán dudas, era como si las palabras que le decía me dolieran más a mí que a ella.
Antes de irme de la escuela ese día me topé con Daimon, quería contarle pero fue una de las cosas que me prohibió la loca(como ahora le digo) así que le pedí que no hiciera preguntas y que lo único que quería era que cuidara de Kristal por mí.
Los días pasaron y era tortuoso estar sin ella, me compré otro celular porque el mío siempre lo tenía apagado para que la loca no me molestara, me metí en un motel, no quería ir a mi casa, no podía estar en la casa de la playa porque todo allí me recordaba a ella y tampoco quería estar en la universidad.
Todos los días la llamaba con privado, yo no decía nada, pero aunque sea oírla unos segundos me hacía sentir diferente, un poco menos... vacío.
Supe mediante a Daimon en un mensaje que estaba mal, que Olivia no sabía que hacer, que ni dormida descansaba porque se despertaba entre gritos y llantos y fue entonces que comencé a pagar taxis por las madrugadas hasta la universidad, me quedaba fuera de su habitación, sentado en el piso arrecostado a su puerta.
Así descubrí que se despertaba todos los días al rededor de las dos y media de la mañana y que lloraba hasta quedarse dormida casi a las cuatro de la mañana, a esa hora era que me marchaba.
Sentir su llanto y saber de su sufrimiento era como si me estuvieran metiendo un tubo hirviendo por la garganta, el alcohol no me gustaba mucho, pero al menos me hacía alucinar de que ella estaba junto a mí, estuve pensando meterme drogas pero sabía que una ves que lo hiciera ahí si no había vuelta atrás.
Con los días estaba seguro que sus pesadillas no la abandonaban, pero ya no gritaba al despertarse, aún así sabía que lloraba, no necesitaba verla para saberlo, fue cuando se me apareció Elena en el motel, realmente era la última persona que me imaginé que me encontrara allí, no tenía ganas de ser como siempre soy con ella, bueno no tenía ganas ni de vivir y lo único que alcance a decirle fue:
- si de verdad quieres remediar algo de lo que me hiciste en el pasado, apaga este sufrimiento que me está matando, nunca te pido nada así que por favor, te suplico que me quites el dolor que me consume.
Ví que se acercaba a mi llorando y temblando apartando todas las botellas que me e bebido todos estos días.
- mi niño- me pasó la mano por la cara- ¿dime qué ocurrió? sino no puedo ayudarte.
No le dije más nada estaba exhausto, entre la bebida, las horas sin dormir, los llantos y la falta de alimentos no tenía fuerzas, pidió a dos hombres que me ayudaran y me sacó de allí, solo recuerdo entrar al auto y todo se puso negro.
Desperté en mi habitación, tenía un suero en el brazo y ví en el sesto de basura otros vacíos, no sé cuanto llevaba dormido, pero me encontraba un poco mejor.
Una enfermera entra y al verme despierto me pregunta como me siento y si deseaba comer algo en especial, Elena debe haberle dejado instrucciones, le dije que no necesitaba nada pero si le pregunté cuanto había dormido, me contó que desde anoche que me trajeron, miré el reloj y era temprano así que no dormí mucho pero comparado con mis pasados días dormí bastante.
Tenía ganas de verla así que me levanté a pesar de los reproches de la enfermera y comencé a arreglarme, al fijarme en el espejo tenía marcadas las ojeras y he bajado bastante de peso, pero lo único que quiero en este instante es verla aunque sea de lejos, iba bajando cuando a la casa entra la loca.
- hola Dani- me dijo sonriente.
Una ola de genio me invade en cuanto la escuché llamarme igual que mi reina, le paso por el lado y ni siquiera la determino, no hay una persona que deteste más en la vida que a ella.
- ¿a dónde vas?, hace días no sé nada sobre tí, me tenías preocupada.
Sale de la casa siguiéndome y la ví con intenciones de subirse a mi moto.
- ni se te ocurra- le dije en tono bastante amenazante.
- pero, ¿por qué no?.
- ¡¡¡porque no!!!, en mi moto no se sube nadie y no tengo que darte más explicaciones, si quieres venir detrás de mí hazlo en tu auto.
Salí de la casa y en menos de 20 minutos ya estaba estacionando mi moto, la loca me persiguió como aura a un animal muerto(tal y como me siento), entramos en la cafetería y a esta hora ella debe estar desayunando junto a la parejita encargada de cuidarla.
Luego de que me dieran el café que había pedido comienzo a buscarla y enseguida la encuentro, somos como imanes, sus ojos no se despegaban de los mío, está preciosa, ¿cómo puede ser que esté más bella cada vez que la veo?, entonces me dí cuenta que no está acompañada solo de Daimon y Olivia, el subnormal del futuro abogado está a su lado.
Los puños enseguida se me cerraron por las ganas que tube de partirle la cara, siento la voz de Sara a lo lejos y tengo que salir de allí antes de que no pueda controlarme más, fui directo al estacionamiento y esta loca no paraba de seguirme no sé a quien me daba más ganas de matar primero, si a ella o al abogadillo.
- espérame- me dijo jadeando por correr- vayamos en tu moto a otro lado y así nos despejamos un poco.
- ya te dije que no, ¿cuándo vas a entender?.
-pero quiero ir contigo.
-pues móntate en tu auto y sígueme, no voy a volver a repetirte lo mismo.
Me callé cuando la ví entrar junto a Daimon, Sara va hacia ellos y yo solo tenía ojos para mi reina, no tiene idea de cuánto la extraño, caminé hacia ellos y le saqué en cara a Daimon que no a hecho lo que le pedí y tubimos una pequeña discusión.
Subieron al carro y no aparté mi vista de su ventanilla luego de que se me escapara un te extraño que dudo que ella lo haya escuchado pero que necesitaba decirle en ese instante a pesar de todo, quiero creer que ella tampoco pudo dejar de mirarme a pesar del cristal que nos dividía, me frustré por tenerla tan cerca y no poder tocarla ni hablarle y me subí en mí moto para marcharme, no me fijé si mi acosadora me siguió, solo tenía en mi mente salir lo más rápido de allí para descargar toda la ira que llebava ensima.
Perdí a Sara en el camino, había tráfico y logré colarme entre los autos y librarme de ella, llegé al lugar donde siempre voy cuando mi genio se me sale de las manos, un campo de tiro, llevo años visitando el lugar por eso tengo tan buena puntería, cuando llevaba tres horas allí y mi genio no mengua decidí irme.
Volví a la casa a utilizar el último recurso que me quedaba, la bebida, me encerré en mi cuarto y comencé a beber, la sangre me hervía cada vez que recuerdo la escena de hoy por la mañana, quería a ese subnormal a km de Kristal, no aguanté y estampé la botella contra la pared.
El ataque de ira se me fue de las manos y rompí algunas cosas en mi cuarto, le caí a piñazos a la pared y no me detuve hasta no sentir las manos, tenía los puños en carne viva y el suelo lleno de sangre, los envolví en vendas para detener la sangre que me escosía la mano.
Así pasaron los días, solo salía a buscar alguna botella y casi nunca me las acababa, terminaban rotas como siempre, Elena me ponía siempre la comida fuera de mi cuarto y me tocaba la puerta para que supiera que la había dejado allí, algunas veces la comía, otras no, depende como estuviera mi estado de ánimo.
Un día cuando sentí que las paredes me axficiaban, salí a dar una vuelta y me encuentré con el subnormal del futuro abogadillo y le dejé bien claro que no lo quería cerca de Kristal, intentó molestarme diciéndome que no era asunto mío, pero cuando vio la mirada que le dí se marchó y en el estado en que me encuentro fue lo mejor que pudo hacer.
Me enteré de la fiesta en la playa y fui porque tenía el presentimiento de que Kristal iría y así fue, desde que la ví me quedé ignotisado, se había cortado el cabello el pelo largo me gustaba pero se ve igual de linda, llevaba un biquini negro que le favorecía, se le veía sin tapujos el cuerpo precioso que tanto me enloquece, no le hacía falta nada para resaltar por ensima de las demás.
Llevaba puesto un pareo pero al ser transparente no dejaba nada a la imaginación, veía que lo pasaba muy bien y desde que me vió no me quitaba la mirada de arriba, estaba que no me aguantaba con sus movimientos mientras bailaba, mi entrepierna estaba muy dura y me dolía por lo apretada que estaba en mi ropa interior.
Nada había cambiado, solo me hacía falta verla para que eso me ocurriera como un maldito salido, aún no me explico, ¿por qué me sucede esto con ella si nunca antes me había pasado?, pero toda la calentura se me pasmó cuando ví al subnormal tocando a mi tomatico y ella bailando con él.
Sara llevaba rato al lado mío, me hablaba pero no escuchaba lo que decía y de pronto me tomó la cara a la fuerza y unió sus labios a los míos, un sentimiento de asco me recorrió el cuerpo y enseguida me separé y me limpié, aunque no me dió tiempo a decirle nada porque cuando miré a Kristal ella se volteó y besó al muerto del abogadillo, porque así era como iba a estar en pocos segundos.
Avancé ciego, ya no me importaba nada, separé a Kristal de él y la oculté tras de mí y le dí un puñetazo tan fuerte que lo mandé directo a la arena, Daimon enseguida se metió en medio y me hablaba pero no escuchaba nada, las orejas me sonaban y lo único que escuché es a la loca ofendiendo a mi tomatico y enseguida salí a defenderla y en segundos Olivia se encontraba sobre Sara dándole una buena golpiza y aunque suene malo, me alegré muchísimo, se lo merece.
La policía llegó al lugar y opté por llevarme a Kristal a la fuerza, al principio se resistió, pero luego pareció haber recapacitado porque me siguió sin protestar, paré cerca de la universidad y solo de recordar todo lo que me dijo hace que quiera desaparecer, nunca nadie me había herido tanto diciéndome algo, pero es el poder que ella tiene sobre mí, puede destruirme si quiere o hacer que me sienta el hombre más feliz en todo el planeta tierra.
El corazón me dolió mucho al verla lanzar el collar que le regalé antes de irse, su llavero siempre me acompaña ahora junto a su collar y cada vez que me siento vacío lo enciendo y leo el "te amo" que sé que solo a sentido y me ha dicho a mí.
Eso me hace sentir como idiota por estar perdiéndola, pero me reconforta saber que todo es por su bien y si yo tengo que sacrificarme porque ella sea feliz es lo que haré porque para mí nada es más importante que su felicidad, ni siquiera la mía, no puedo ser egoísta cuando se trata de eso aunque quisiera.
Los días siguieron pasando y no la había molestado más así como ella me pidió, hasta que llegó hoy, el maldito 14 de febrero, todo el mundo es feliz y yo me siento como la mierda, estuve todo el día escuchando la misma canción "Tocando Fondo" de Kalimba, porque así me siento exactamente, como un loco sin ella.
Tengo una idea que no se me sale de la cabeza hasta que me decidí a hacerla, ya es tarde cuando salgo en la moto, llego a una tienda y compro una cajita de regalos para seguir para la universidad, paro una cuadra antes para que no se escuche el ruido y camino con ella hasta que la estaciono frente a su residencia.
Le quito el llavero a la llave y junto con una pequeña nota que le escribí las meto en la cajita y se la pongo delante de la puerta a Kristal, luego de tocar me apresuro a salir de allí y con tan buena suerte saliendo de la universidad pasaba un taxi en el que me monto con destino de nuevo a mi casa.
Esa moto desde el principio la compré por ella y no creo que pueda darle un mejor regalo para que me recuerde, de todas formas siempre fue suya, al rato de llegar siento a Elena y a mi padre salir, ellos también van a comer a un restaurante pero al parecer se atrasaron por algún motivo, salgo un momento a la cocina a buscar un poco de agua y cuando voy de regreso a mi habitación siento que tocan a la puerta, el servicio no está porque se han tomado la tarde libre, así que voy a abrir la puerta y cuando veo quien es todo asco volvió.
- ¿es que no me vas a dejar tranquilo nunca? - le pregunto irritado
- Daniel Belmont estoy cansada de llamarte al celular y que me ignores y pases de mí.
- ¿y eso no te dice nada?- le digo dándole la espalda y encaminádome a las escaleras.
- pero es que quiero estar contigo y más en un día como hoy- me sigue- ¿no puedes ser un poco más amable?.
Me giro antes de llegar a mi cuarto, estamos en medio del pasillo y ya estoy perdiendo la paciencia.
- ¿amable?, por tu asquerosa culpa no puedo estar con la única mujer que me ha importado en la vida, e tenido que alejarme de ella porque me has amenazado con enseñarle las puñeteras fotos que me sacaste cuando me drogaste para hacerle creer de que me acosté contigo, me amenazaste con contarle a sus padres que la reprobaron en una prueba por falta de asistencia para que Kristal tenga que ir a su ciudad a explicarle a ellos lo ocurrido y así aprovechar y demandarla por incumplimiento de contrato, encima me amenazas con aprovechar la influencia de tu tío y correr a su papá del trabajo sabiendo que a su edad le costaría mucho encontrar otro empleo y aún así, ¿me dices que quieres que sea amable?.
Estaba bastante alterado recordando cada maldita amenaza y gritando como loco.
- bueno tratarme bien no le va a hacer daño a nadie, recuerda cuando con muy buena forma viniste a pedirme que no demandara a Olivia mi amor.
- ¡¡no me llames mi amor loca!!.
Exploté porque no aguantaba más, no la tocaría nunca es una mujer y haga lo que haga no le haría daño, pero eso no me quita las ganas de desaparecerla de la faz de la tierra.
- lárgate de mi casa y no me molestes más.
- ¿entonces todo lo que llevas haciendo hace más de un mes a sido por qué Sara te estaba amenazando?.
Me paralizo enseguida, esa voz podría reconocerla en cualquier lugar.
-kristal, ¿co...cómo llegaste aquí?.
-respóndeme Daniel, ¿todo fue por culpa de ella?.
- lo siento- hablé más rápido de lo que hubiera querido al ver sus ojos llenos de lágrimas- quería contarte pero me tenía amenazado y no iba a permitir que te hiciera daño o a tus padres, lo de menos eran las fotos, porque soportaría que me odiaras aunque fuera inocente, pero ya meterse con tu papá o que tú expediente se manchara no podía permitirlo, se lo mucho que llevas sacrificándote para darles un mejor futuro a tus padres y una demanda haría que tuvieras problemas a la hora de encontrar empleo.
Sus lágrimas comienzan a caerle por la cara, esto me está matando si escucharla llorar me hacía sentir como si me quemaran vivo, verla hacerlo me hace sentir mucho peor.
- lo..lo sabía, sabía que estabas mintiendo, sabía que me amabas igual que como te amo yo a tí.
- más mi amor, infinitamente más.
Le digo por fín liberándome de un peso con el que ya no puedo seguir y con suma emoción al escucharla decir que siente todavía amor por mí.
- esto no cambia nada - le grita Sara- sabrás las cosas pero si vuelven no solo le diré a tus padres y hablaré con mi tío para que despida a tu papá sino que también demandaré a Olivia, no lo hice porque Daniel me lo pidió pero es una carta que tengo guardada en caso de que todo se volteara.
Todo pasó muy rápido, de pronto Kristal está frente a la loca y le da un puñetazo tan fuerte que la hace retroceder y casi caerse, un hilo de sangre le cae de su boca, instintivamente me coloco delante de Kristal no voy a permitir que Sara le toque ni un pelo.
- ¡¡¡idiota!!!, como te atreves a tocarme, ahora sí te vas a arrepentir de haberme puesto tú cochina mano ensima.
- jjj yo no te tengo miedo, ya se él tipo de persona que eres o mejor dicho la clase de víbora, o peor, la clase de basura porque un ser humano no haría todo lo que has hecho tú.
No entendí bien pero Kristal estaba provocando a Sara y lo estaba logrando.
- tenías que haberte muerto el día que te empujé por las escaleras, pero tuviste mucha suerte ni siquiera un brazo te partiste, te advertí que te alejaras de Daniel y no me hiciste caso, así que te tranqué en el baño para la inasistencia de tu prueba y puse un cartel que decía roto en la puerta para que nadie entrara y te ayudara.
Yo no podía creer todo lo que estaba confesando, estaba fuera de sí, se sonreía y todo la muy puta, como si estuviera celebrando algún triunfo.
- y espera que algo voy a inventar, mi madre tiene muchas influencias en el Eliter, a hecho muchas cosas ilísitas que han pasado desapercibidas durante años con ayuda de mi padre en ese hospital, y tú estúpida, te vas a arrepentir porque no vas a encontrar trabajo ni en esta ciudad ni en ninguna otra, no debiste meterte en el camino de Sara Fraiche.
-ja ja ja...
Me quedo muy quiero cuando escucho a Kristal reír y aplaudir, Sara está igual que yo porque no entendemos a qué viene la risa luego de todas estas amenazas.
- ¿sabes eso de que no se debe jugar con fuego porque puedes quemarte?.
- y, ¿a qué viene eso?- pregunta la loca.
- que no debiste meterte con la propia candela.
Me giro cuando por el rabillo del ojo veo a Kris sacar su celular del bolsillo con la grabación de toda la confesión, Sara no puede creérselo y intenta desesperadamente quitárselo pero yo no se lo permito.
- llegué y la puerta estaba abierta, al parecer no fue mucho después que tú porque escuché desde que Daniel decía como lo drogaste para tirarle fotos y amenazarlo, comencé a grabar y me guardé el cel en el bolsillo, sabía que si te provocaba un poco soltarías todo lo que has hecho, lo que no pensé que ibas a hablar de más a Elena le va a encantar saber todo lo que tus padres han estado haciendo en el hospital.
- no por favor, si esto se sabe mi familia caería en la ruina y el apellido Fraiche estaría por los suelos.
- entonces lárgate y no vuelvas a molestarnos y esperemos que logre convencer a Elena para que lo que sea que decida no llegue a la prensa.
- prométeme que no le harás daño a mi familia, sino...
- ¿sino qué?, No creo que estés en posición de amenazar, acaba de salir de mi vista antes de que cambie de idea y envié esto a los diarios.
Sara salió como alma que lleva el diablo y yo no puedo estar más orgulloso de la inteligencia de la mujer que tengo detrás a mí.
- eres brillante Kristal- le digo mientras me giro.
- sabía que algo me estabas ocultando y tenía que descubrirlo, todo se me ocurrió demaciado rápido y gracias a Dios que funcionó.
La abracé con todas las fuerzas de mi alma, tenía ganas de tenerla entre mis brazos, tocarla, sentir su olor, estar así me da una paz que pensé no volver a tener nunca.
- te extrañé tomatico.
- y yo a tí mi tormento, pero estoy molesta, tenías que habérmelo contado todo y así llegar a algún plan juntos.
- lo siento quería...
- no te atreves a decir que querías protegerme, ¿sabes todo lo que sufrí porque no confiaste en mí?- estaba enfadada.
- no digas eso, yo sí confío en tí.
- no lo haces Daniel, dices que me amas pero solo me cuentas lo que te conviene.
- eso no es cierto.
- claro que sí, a ver si tanto confías en mí dime qué es lo que te pasó en el pasado, ¿qué te hizo Elena para que la trates así?.
- Kristal no quiero hablar sobre eso.
- ves, me amas pero me ocultas cosas, y yo fui muy paciente, esperé para que te abrieras conmigo sin presionarte pero no más, te amo Daniel pero no puedo estar con alguien que tiene secretos para conmigo.
Hace un ademán de irse pero no puedo dejarla, no cuando siento que acabo de recuperarla.
- no te vayas por favor-le suplico.
- yo no me estoy llendo, tú me estás alejando con tus secretos.
- es que no quiero que te enteres de toda la mierda que me rodea y que no quieras volver a estar junto a mí.
Se queda un momento pensando y vuelve a hablar.
- sigues sin confiar en mí, lo siento, Daniel, me...me voy- habla en llantos.
Es cuando me desespero y me lanzo a sus pies.
- no Kristal no te vayas, está bien yo te cuento lo que quieras pero no me dejes, este mes a sido una tortura para mí, no sabes las veces que pensé tomar el camino fácil y terminar con mi vida, sabía que la depresión podía ser mala pero jamás imaginé hasta que punto llegaría a afectar a una persona.
Kristal se agacha junto a mí y me seca las lágrimas, fue en ese momento que me doy cuenta que lloro, lo he hecho tanto todo este tiempo que es algo que ya lo siento normal.
- te lo contaré todo pero no me dejes, no puedo vivir sin tí.
Este capítulo mis niñas está muy largo, por eso decidí cortarlo en dos, ya faltan dos capítulos para el final, y le añadiré el epílogo, espero les haya gustado el capítulo las quiero.😘😘😘
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