30
Capítulo con contenido adulto, (+18).
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Yoori.
Coloco la taza de té en la mesita cuando escucho un leve ronquido. Miro el cuerpo recostado en el sofá y suspiro pasando una mano por mi cara. Estoy cansada físicamente y lo único que deseo es ir a casa.
Tenía mensajes en el celular que ni siquiera había revisado y sabía de quién eran, no había que ser estúpida para no darse cuenta. Pero aún así no tenía ánimos para responder. No luego de lo ocurrido o bueno, Taehyung me había dicho que no le culpara, pero igual me era imposible no sentirme enojada.
Crucé mis brazos cuando las ganas de agarrar el celular y responder me atacaron.
No lo haré.
No lo haré.
Mierda.
Ya era demasiado tarde cuando ya lo tenía en la mano. Marqué la contraseña y enseguida ya los estaba leyendo.
Una sonrisa boba tiró de mis labios al leer el primer mensaje.
Nena, te extraño.
No seas mala.
Déjame verte.
Daaaaaleeeeee.
Quiero besarte.
Quiero cojerte.
Mordí mi labio al leer el último. Joder, el enojo se había esfumado y sentía una terrible ansiedad recorrerme. Además sentía como el calor crecía en mi interior. Mentiría si dijera que no lo extraño, en realidad lo hago demasiado y realmente deseo verlo. Aunque por otra parte siento pena por Taehyung, sería vergonzoso de mi parte irme sin decir nada y aunque él me había dicho que ya se sentía mejor, no era algo confiable y más cuando estaba deprimido.
Decidida dejé una nota donde decía que tenía cosas importantes que hacer y sabiendo que Jimin lo acompañaría por la tarde. Salí de su casa.
Pasaron varios minutos hasta que logré tomar un taxi hasta casa. En el camino seguía sin dejar de pensar en el último mensaje y lo que decía, logrando ruborizarme en varias ocasiones y que el conductor me preguntara si estaba bien de salud.
Estaba excelente de salud, solo que mi cuerpo traidor ansioso por algo más que simples besos siempre me traicionaba. Suspiré al bajarme no sin antes pagar y caminé hasta adentrarme por el pasillo del pequeño jardín hasta el porche, algo estraño surcó mi cuerpo cuando giré la llave en la cerradura y un escalofrío me recorrió cuando empujé la puerta.
Miré a todos lados, pero todo estaba donde lo había dejado, luego me percaté de algo.
Había un libro encima del sofá, no recordaba haberlo dejado ahí y menos haberlo tomado. Me acerqué hasta cojerlo en la mano.
Miré la tapa y entrecerré los ojos. Esto no es mío. Apreté los dientes dispuesta a girarme y pegarle con el libro en la cabeza a la figura que ahora estaba detrás de mí y cuando pensé hacerlo todo había sucedido tan rápido.
Tenía un Jeon con cara de, me dejaste en visto y ni siquiera te importó, cosa que de una forma u otra lograba hacerme sentir bien y aumentar mi autoestima porque enojado se veía tan sexy y con esos ojos negros escaneando ahora el escote descubierto de mi blusa al haber caído bruscamente al sofá solo hacía que una cosquilla recorriera mi entrepierna.
-¿Asustada? ¿Eh?- asentí con un suspiro cuando su aliento mentolado atacó contra mi rostro y casi pongo los ojos en blanco cuando con una mano quitó el libro que aguantaba y tiró de mí con fuerza.
Mierda, pensé cuando sus ojos volvieron a mí y su mandíbula apretada me dijo que en efecto estaba molesto.
-No esperaba verte- musité apenas audible tratando de buscar una excusa-. Vi tus mensajes no hace mucho.
Murmuré lo último con un rubor cubriendo mis mejillas y cuando rozó su dedo pulgar contra mi labio inferior pensé desfallecer. Cerré los ojos cuando lo arrastró hacia abajo y lo hizo caer de nuevo hacia arriba. Abrí los ojos cuando se alejó y lo observé quitarse la chaqueta haciéndome literalmente babear cuando su brazo tatuado quedó al descubierto y antes de poder decir algo ya lo tenía encima de mi oliendo mi cuello y respirando contra éste.
-Eres mala. Te veo así y me haces sentir celos de todos. Tu eres mía- solté un jadeo cuando sentí su boca chupar la piel sensible de mi cuello y sus manos tocar mis muslos descaradamente.
-No lo soy- era un vil mentira, era engañarme a mi misma y hacerle creer lo contrario. Cosa que era imposible.
-¿Segura?- suspiré cuando desabrochó el botón de mis jeans y un jadeo se escapó de mi boca cuando me obligó a levantar un poco el trasero para bajar el pantalón de un tirón, dejándome con unas braguitas rosas, que yo catalogaría de infantiles, pero que la mirada que el le dedicó demostró lo contrario.
-Si... lo estoy, oh- suspiré cuando su boca subió hasta mi oreja y propinó una leve mordida al lóbulo para luego pasar la lengua por el lugar. Haciendo que todo mi cuerpo hormigueara por la sensación que mandaba palpitaciones a mis partes sensibles.
-No lo pareces. Tan solo mírate- pasó la boca entreabierta por mi mejilla hasta llegar a mí boca y susurrar-. Apostaría lo que fuera para saber que soy el único que te pone así- acerqué mi boca jadeante a la suya cuando tiró de mis braguitas y apreté los muslos, sintiendo las punsadas crecer por la necesidad y como la humedad crecía. Tomándolo del cuello para dejar un corto y necesitado beso en su boca-, tan húmeda, necesitada, agitada. Joder, necesito que lo digas o juro que me dará algo.
Mil veces mierda, me sentía como una perra en celo. Creo que ahora mi cuerpo lo necesitaba como si fuera adicto a la droga que el solo sabía darme y juraría que si seguía así no podría aguantar mucho.
Traté con todas mis fuerzas de resistir un poco más, pero cuando me lo pedía así, todas mis defensas se iban al carajo.
Como justo ahora.
-Jungkook- tiré de sus cabellos sintiendo mi cuerpo colapsar cuando su mano se colocó entre mis muslos y gemí sin evitarlo cuando palpó la creciente humedad, haciéndome abrir la boca y dejar que el me manejara a su antojo. Permitiendo que me besara como el solo sabía hacerlo, reclamando todo a su paso, tomando mi aliento y conviertiendo mi mente en un mar de estrellas.
Tal vez había perdido la razón, pero Dios, sus labios eran una droga tan adictiva, que no quería dejar jamás. Lo tomé de la nuca terminándome de recostar con el encima en el sofá y dejando que hiciera con mi cuerpo lo que quisiera.
Nuestras lenguas se batieron por ver cual era la mejor y su boca arrasó con todo a su paso. Terminando de debilitarme y dejarme viendo planetas cuando chupó mi labio inferior antes de bajar por mi mentón y cuello, dónde chupó, lamió, mordió y marcó todo a su paso. Haciéndome perder la cabeza cuando rasgó el escote de mi blusa y dejó libre mis pechos y joder, maldecía no traer puesto el sujetador pero también agradecía porque dejaba más fácil el trabajo.
Se mordió el labio inferior y subió la mirada, de seguro encontrandome hecha un desastre de gimoteos desesperada y pareció darse cuenta de cuánto lo necesitaba cuando apreté entre mis muslos su traviesa mano y esta vez fue él el que dejó que un gemido dejara su boca cuando su dedo medio acarició mis labios empapados por la creciente lubricación, jugando con el sensible botón antes de propinarle un golpecito que me hizo sobresaltar y gemir con fuerza.
Tiré la cabeza hacia atrás mientras su boca se prendía de una de mis tetas, chupando el pezón con hambre y también mordiendo la protuberancia hinchada. Tomé su cabello en un puño y lo pasé al otro pezón necesitado mientras le abría aún más las piernas para que siguiera jugando con mi coño empapado.
Con la mano libre lo separé de mi teta y quité su sudadera sacándola por su cabeza y también dejando su perfecto y marcado abdomen a la vista y me lamí los labios al observar su cinturón de adonis oculto por el pantalón. Tragué en seco cuando observé el bulto y abrí la boca tomando aire antes de abrir el botón bajo su mirada antes de que volviera a prenderse de uno de mis pechos de nuevo. Bajé la cremallera con un poco de dificultad y sonreí victoriosa cuando tiré del pantalón junto al bóxer. Sintiendo como algo ahora tocaba mi estómago y también haciendo a Jungkook gruñir y arrastrarse un poco abajo, ubicando el glande en mi entrada dilatada.
Apreté su espalda ansiosa mientras lo besaba alzando la pelvis contra el y haciéndolo gemir por el roce de ambas intimidades desnudas.
Abracé su cuello con ambas manos casi lloriqueando y lo miré con la respiración agitada y el corazón bombeando rápidamente. Observando su mirada oscurecida y como se mordía el labio antes de hacerme gritar cuando arremetió contra mí de una sola estocada, haciendo que perdiera el sentido y la embestida me nublara la conciencia. Convirtiendo mi mente en un punto blanco.
No me dió tiempo a recuperarme de la conmoción cuando ya estaba entrando y saliendo tan duro y fuerte que sentía como la galaxia entera aparecía ante mis ojos.
Los gemidos salían de mi boca sin poder contenerlos mientras su boca besaba mi cuello y sus brazos se flexionaban marcando sus venas y músculos a cada lado de mi cabeza.
Agradecía que el sofá fuera grande justo ahora y grité cuando una de sus manos propinó una nalgada en mi tracero alzado por tener las piernas enroscadas en su cintura.
-E-esto es por ponerme duro, uh...
Habló entre gemidos antes de no se cómo, pero me alzó cambiando las posiciones sin salir de mí. Quedando sentado conmigo encima y agarrando mi tracero con ambas manos sin dejar de guiar mis movimientos. Sintiéndolo ahora tan profundo que parecía que invadía lugares antes vírgenes y haciéndome chillar cuando su pelvis subía y hacía las penetraciones aún más profundas.
-No pares- ordenó antes de besarme colocando una mano en mi cadera y apretando el lugar guiando mis movimientos.
-Jungkook- gemí su nombre en un patético lloriqueo cuando el tan conocido remolino comenzó a formarse en mi interior y abracé su cuello con fuerza dejando su boca para gemir de puro y crudo placer.
-Vamos, nena- alentó y sentí como su miembro se hinchaba aún más haciendo que sus manos apretaran mi carne sensible con fuerza, posiblemente dejando marcas que mañana dolerían pero que ahora era lo que menos importaba.
Llegué al orgasmo sintiendo mi cuerpo colapsar y luego sentir como su semilla se adentraba en mi útero. Haciéndome sentir llena de él, y con un terrible cosquilleo en toda esa zona y también debilitando mi cuerpo ya cansado.
-Tenías razón. Soy tuya- musité en su hombro minutos después mientras tenía mi cabeza recostada contra su pecho desnudo y su mano no dejaba de acariciar mi espalda desnuda. Haciéndolo reír gustoso antes de besar mi frente con cariño.
-Descansa pequeña- musitó sin detener las caricias y sonreí complacida antes de caer dormida.
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Aquí la recompensa por quedarte hasta la parte final 🤗.
Estaban apurados porque ni se quitaron los zapatos 🤭.
Gracias por leer ♥️.
Para todas las que leen Unholy les invito a que pasen por el anuncio de el Hilo rojo de la mafia, todavía no está el prólogo pero planeo subirlo pronto y se que les encantará. Porque ese nuevo Fic tiene de todo un poco.
Así que vayan a darle cariño y de paso conocen la playlist y el cast.😘
No olviden dejar su votito al Jeon travieso 🤭😏.
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