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Capítulo completo +18. Lean porque casi me quedo sin cerebro de tanto escribir cochinadas y también lean lo que dejé de último, (el aviso).
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Jungkook.
Mis labios trazaron el contorno de su mojada intimidad. Me era imposible dejar de lamer. Mi lengua degustaba su sabor de una manera exquisita y saber que lo disfrutaba solo hacía que el dolor en mi miembro creciera más.
Subí la mirada cuando mis dientes atraparon su clítoris suavemente y allí estaban esos ojos negros observándome con los labios entreabiertos y jadeos mezclados con gemidos salían de su boca sin parar.
Mis dedos jugaron con su entrada de manera tortuosa y la observé fascinado cuando arqueó la espalda y apretó la sábana.
—¿Lo quieres?— la pregunta salió de mi boca a la vez que volvía a trazar y jugar con su entrada, mis dedos humedecidos por su lubricación—. Solo debes pedirlo.
No sabía de dónde sacaba tanto control para no hablar y suplicar porque con la magia que hacían mi boca y mis dedos tocándola a mi antojo.
La primera vez que la probé me supo adictiva su esencia y vamos, no es que un coño sepa a pastel de fresas, tiene su sabor único y eso lo vuelve adictivo, embriagante y a toda hora pienso en comérmela entera.
Esos pechos redondos de tamaño promedio y ese coño rosado con su botón hinchado solo hacen que pierda la cabeza y se me nuble la mente preso del placer.
Mis dedos pararon a su boca sacando el labio inferior de entre sus dientes y volví a preguntar.
—¿Lo quieres?— metí la punta del dedo índice y jugué a moverlo hasta que abrió de nuevo los ojos y asintió con el pecho subiendo y bajando rápidamente—. No escucho nena. Creo que mejor dejo esto.
Usé de todas mis neuronas que aunque estaban nubladas de la excitación querían lo mismo que yo y usando un tono lastimero abandoné su intimidad pero sus muslos apretaron mi cuello atrayendo mi boca a su coño y sonreí logrando lo que quería.
—¿Q-qué esperas?... H-hum... Fóllame.
Y solo eso bastó para que dos dedos entraran en su canal apretado y estaba tan lubricada que los podía entrar y sacar con tanta facilidad. Observé mis dedos bañados en su lubricación cuando se corrió y sin dudarlo mi boca chupó los restos de su orgasmo.
Observé fascinado el desastre que había hecho con ella y es que joder... estaba toda sudada y con pequeños mechones de cabello sobre la frente, además su pecho moviéndose rápidamente por la agitación y su boca entreabierta solo me tentaba a algo que aunque traté de evadir de una forma u otra quería alargar el momento porque era especial en todos los sentidos.
No solo en lo sexual, sino que era la primera vez que tendría sexo más allá de los sentimientos y eso ya era muy especial para mí porque lo que sentía por Yoori era fuerte, iba más allá de la atracción física y eso solo hacía que me asustara. El cambio brusco de emociones me hacían dudar de si todo esto era correcto pero en el momento en que la vi tan entregada todas las inseguridades desaparecieron y justo ahora solo sentía algo tan fuerte dentro de mí. Y bien sabía lo que era.
Me deslicé entre sus piernas abiertas y un jadeo gutural salió de mi garganta al quedar cara a cara con sus tetas. Tan redondas que hacían que mi saliva se volviera agua y la sentí removerse, prácticamente alzando la pelvis buscando contacto. Lo que provocó que una ráfaga de excitación atravesara mi cuerpo y que toda la sangre fuera a un lugar específicamente. Sintiendo como el dolor aumentaba al igual que las pulsaciones.
Tratando de aliviar el problema me prendí de uno de sus pezones, chupando como un niño pequeño mientras el otro lo apretaba con la otra mano y sus jadeos junto a su ansiedad porque la poseyera dejaban mucho más a mi imaginación. Luego de unos minutos dónde maltraté cada una de sus tetas y dejándolas rojas y con claros chupones pasé a mi sitio favorito.
Su jodido cuello, ese lugar se había convertido en mi lugar favorito. Me gustaba sentir como temblaba cada que dejaba mordidas, lametones, chupones y besos cargados de morbo en su punto sensible y como sus manos tiraban de mi pelo a la vez que su cuerpo era atacado por los espasmos previos del orgasmo. Estaba sensible, lo podía notar y me gustaba, amaba como buscaba contacto directo con mi entrepierna y como los gemidos salían de su boca a la vez que observaba la escena emboba con la imagen que reflejaba el espejo.
Dejé un último beso en su cuello sabiendo que mañana estaría lleno de chupones y pasé la lengua por su garganta al tiempo que dejaba besos húmedos hasta subir por su barbilla y encontrar su boca.
Pasando la lengua por sus labios y posteriormente atacando con un beso duro y posesivo, dónde a gritos le decía lo que la deseaba y que era mía, en todos los sentidos. Lo era desde aquella vez que la apreté contra mí y lo seguirá siendo.
Tomé un puñado de su pelo y hundí aún más mi boca con la suya, escuchando sus suspiros entre el rudo beso y también sientiendo como sus manos bajaban por mi pecho erizando mi piel y luego bajando por mi abdomen hasta que la sentí cerca y me tensé dejando su boca, escuchando una clara protesta salir de su garganta y observando sus ojos con la boca entreabierta y jadeante, dejé que lo hiciera.
Que pusiera las manos en la cinturilla de mi bóxer negro y jadeando por la presión que estaba aguantando dejé que lo bajara, sintiendo la tela rozar y como al instante mi miembro vivo y latente se alzaba contra mi abdomen.
Mis boxers quedaron en el suelo y la vi bajar la mirada claramente asustada al observar detalladamente lo que cargaba en la entrepierna. Era grande, no mentiría. Veinticinco centímetros que podían hacerla ver las estrellas pero que también podían romperla si me lo proponía.
Pero toda inseguridad desapareció de sus ojos cuando dejé un casto beso en su hombro izquierdo y conecté mi mirada brillosa porque lo cierto era que estaba sufriendo. Había estado sufriendo por tal de complacerla y ahora era su turno.
Sus manos me empujaron y la observé anonadado como se mordía el labio y una sonrisa traviesa y cargada de lascivia tiraba de sus labios antes de hacerme rodar y quedar acostado boca arriba. Suspiré jadeante observando ahora el espejo y tragando duro al senrirla sentarse a horcajadas sobre mi pelvis, un poco más abajo. Dejando que mi hombría tocara su abdomen y luego observando la perfecta obra de arte que tenía encima. Digna de admirar.
Tensé cada fibra de mi cuerpo cuando sus manos subieron por mi abdomen y pasaron por mi pecho a la vez que me relamía los labios y sentía sus brazos enrollarse en mi cuello antes de inclinarse y dejar nuestros pechos pegados. El sudor escurrió por mi frente cuando dejó una pequeña mordida en mi barbilla haciendo que gruñera, tal cual animal salvaje y luego atacó mi boca con un beso no tan posesivo pero que si demostraba poder antes de nuestras lenguas enrollarse y sus dientes chupar mi labio inferior dejándome con ganas y tratando de volver a unir nuestros labios pero negó haciéndome tragar duro cuando sentí algo frío tocar mi abdomen.
Mierda, fue lo primero que pensé cuando pasó la fusta por mi abdomen acariciando mis pectorales marcados y suspiré aliviado cuando lo dejó de lado. No me gustaba ser sumiso, era algo que mi ego no soportaría y que ahora al ver a la diosa que tenía encima eso era lo de menos.
—Ni se te ocurra— fue lo primero que dije cuando dejó un mordisco en mi cuello y sentí su risita traviesa contra mi piel antes de dejar un lametón contra ese punto erógeno sensible y provocar que un jadeo saliera desde lo profundo de mi garganta.
Sus trucos lentos me ponían más duro y podía jurar que iba a eyacular si seguía así porque las sensaciones que estaba sintiendo justo ahora hacía que temblara y el presemen bañara el glande de mi miembro.
Quería que tocara pero mi puto ego me lo impedía, ya bastante tenía con aguantar como chupaba mi pecho y sus uñas pintadas con esmalte rojo dejaban arañazos por el mismo. Antes de bajar y quedarse prendida en mi clavícula y luego seguir bajando hasta quedarse frente a una de mis tetillas.
Mil veces mierda, pensé cuando su dedo índice y pulgar apretaron el lugar haciéndome abrir la boca y suspirar llevando la vista a sus ojos.
—Quiero probar algo— soltó en un susurro, solo para ambos, como si alguien pudiera escucharnos. Porque bien sabía que las paredes estaban insonorizadas y que el cuarto no tenía una sola cámara de seguridad. Porque la privacidad de los clientes era lo esencial. Eso decía la cláusula del contrato.
Tragué duro y asentí. Si su toque casuaba escalofríos no me quería imaginar cuando su boca tocara ese lugar que ni sabía que podía hacerme suspirar.
—Solo no me tortures— la corta frase la hizo reír mirándome con un brillo que no sabía describir antes de inclinarse y chupar.
Abrí la boca de nuevo y apreté con las manos sus muslos desnudos. Marcando su piel con el agarre y dejando que un gemido saliera de mi boca cuando mordió el lugar.
Sabía que los hombres teníamos zonas sensibles al igual que las mujeres. Pero jamás lo había creído, no hasta ahora. No hasta que chupó como yo hacía con sus tetas y nubló mi mente. Así hizo por varios segundos más dónde ví la gloria en persona y luego, simplemente besó mi abdomen y bajó aún más hasta quedar frente a frente con la erección que ahora me tenía a punto de un infarto y la tomó entre sus manos. Palpando las venas gruesas y luego tocando la cabeza y pasando su pulgar por la hendidura.
Un gruñido brotó de mi garganta cuando acercó su boca y los próximos minutos previos al orgasmo fueron los mejores minutos de mi vida.
Respiré agitado cuando la giré y dejé boca arriba, un rastro de semen corriendo por su barbilla y el cual limpió sin preámbulos.
Me acerqué quedando entre sus piernas y besé su boca mientras alineaba la punta en su entrada. Deteniéndome en el acto.
—¿Usas anticonceptivos?— Murmuré agitado loco por sentir su coño envolver mi polla.
Ella me miró, con la respiración agitada y asintió.
—Lo hago.
Sonreí morbosamente y cuando iba a entrar por fin ella me detuvo.
—Despacio.
Asentí calmadamente antes de introducir la punta y traté de no perder la cabeza y adentrarme de un tirón porque sabía que debía dilatarse a mi tamaño y de lo contrario podría lastimarla por el grosor.
Pero cuando pasó el primer minuto si sentí todo nublado y solo el sonido de nuestras pieles chocando y nuestros besos desenfrenados mientras embestía con fuerza y le robaba gemidos cuando escuchaba mi nombre salir de su boca.
Seguí embistiendo mientras chupaba su cuello y lo marcaba, porque ahora sí era mía, en todo su esplendor y me gustaba. Me fascinaba sentir como sus uñas arañaban mis hombros y buscaba sostén cuando embestía más fuerte y como sus paredes me apretaban posesivamente. Era una sensación delirante y que me nublaba la vista.
(...)
Sus caderas se balancearon hacia adelante y atrás mientras gemía en mi oído y apreté sus nalgas cuando sentí venir el segundo orgasmo de la noche.
Me prendí de uno de sus pechos mientras ella con una mano se sostenía de mi hombro y de la otra tiraba de mi pelo.
Bañados en sudor y con la piel resbaladiza y sin importarnos nada. Ni la hora, si era de noche o madrugada seguimos buscando el tan ansiado orgasmo. Estábamos sensibles y se podía notar fácilmente porque nuestros gemidos se fucionaban melódicamente. Además sus saltos y el choque entre cuerpos, más los morbosos besos hacían que la excitación creciera más.
Podía sentir como mi corazón rogaba por oxígeno y mis pulmones se apretaban clamando aire, además como ese reconocido remolino se formaba en mi estómago.
—A-a la cuenta de tres... Ah— formulé mientras apretaba sus pechos y hundía mi cara entre su hombro y cuello clavando mis dientes allí.
—S-si... Ah. Umh— jadeo y conté lo acordado explotando ambos cuando la cuenta regresiva finalizó cayendo ambos contra el colchón y mi pecho dolía por los fuertes latidos.
La atraje contra mi pecho y compartimos varios besos entre risas aún cargadas de lujuria, cubriéndonos con la sábana antes de el cansancio vencernos y caer entre los brazos de morfeo.
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He exprimido hasta la última gota de mi cerebro. 2324 palabras de puro +18 narrado detalladamente cómo pago por los días sin actualizar.
Espero y no se hayan aburrido leyendo tanto (que se que no fue así 😏) pero bueno, igual lo digo.
Espero hayan disfrutado porque a decir verdad nunca pensé poder escribir algo tan detallado. Desde las emociones hasta las sensaciones.
Solo pediré que comenten porque necesito saber si les agradó. Y así saber si estas escenas tan detalladas se pueden repetir a lo largo de la historia porque no sé si se hayan dado cuanta pero Unholy es +18. Solo que no pensaba que pudiera escribir tanto lemon para un solo capítulo.
⚠️⚠️⚠️Aviso:
⚠️Además me gustaría pedir que apoyaran la otra historia que estoy comenzando.
⚠️El hilo rojo de la mafia, promete una gran historia llena de misterio y al igual que Unholy con sus escenitas subidas de tono.
⚠️Solo pido eso, que le den a aquella historia el mismo amor y apoyo que le dieron a ésta.
Espero y lo hagan desde ya.💜
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