Yoori.

Vierto el té en la jarra mientras le agrego un poquito de azúcar. Remuevo todo bien mientras los pensamientos comienzan a atormentarme.

No entiendo cómo diablos llegó aquí o más bien, el porqué lo hizo. Suspiro mientras asomo la cabeza por el umbral que da a la sala y suelto el aire en los pulmones al verlo dormido. Regreso a lo que estaba haciendo y me permito terminar de preparar el desayuno. Hice té para que se le pase el dolor de cabeza de la resaca o de lo contrario tendría que darle una pastilla.

Pego un respingo cuando siento un quejido proveniente de la sala.

-¡Oh, mierda!- desde aquí escucho su exclamación y pongo los ojos en blanco.- ¿Dónde diablos estoy?

Su pregunta es lo último que se escucha antes de que decida ingresar a la sala con una bandeja en mano.

-¿Duele mucho?- mi pregunta lo hace girarse asombrado y amplía los ojos notablemente.

Se soba la cabeza y la sien y puedo ver cómo el calor sube a sus mejillas notablemente. Sonrío para mis adentros pues nunca lo había visto tan avergonzado. Le tiendo la taza con té y sin pensarlo dos veces la bebe, por suerte había enfriado el contenido porque de no haber sido así ya se hubiera quemado la garganta.

-Gracias- murmura mientras me tiende la taza y cuando nuestras manos se rozan siento una chispa que hace que se me acelere el corazón.

¿Qué diablos fue eso?

Jungkook me mira y aunque tiene leves ojeras, eso no es impedimento para que se vea atractivo. Suspira mientras muerde un trozo de pan tostado y luego de comerse la porción es que me vuelve a mirar. Para ese entonces ya estoy a su lado y con toda mi atención puesta en el. La verdad es que siento curiosidad sobre el porqué vino hacia aquí.

-Lo siento. No debí haber venido aqui. No me sentía bien y a veces el alcohol en el sistema me hace cometer algunas locuras- habla y niego porque en gran parte me ha gustado ayudarlo, no sé el motivo por el cuál haya terminado así, pero creo que ya tengo una idea.

-¿Fue por mi culpa? ¿Por ello terminaste ebrio?- digo y trago el nudo que se forma en mi garganta.

Jeon asiente- Me dolieron tus palabras, fuistes cruel, ¿Porqué no solamente me evistastes?

Su pregunta produce un vuelco en mi estómago y reprimo el impulso de contarle todo.

-Porque no quiero herirte. No quiero que termines con el corazón roto por mi culpa.- admito sientiendo los ojos cristalizarse. Jeon levanta mi mentón en el momento en que bajo la cabeza.

-No me importan tus secretos, me importas tú. Además si me rompes el corazón, igual te seguiré queriendo. Porque me gustas, Yoori, me gustas como no tienes la maldita idea.

Admite mientras acuna mi rostro en sus manos.

-Pero igual...

-Nada, no me importa quien seas de puertas para afuera.

El corazón se me altera cuando dice ello.

¿Acaso el sabe mi secreto?

-¿Porqué dices eso?- me atrevo a preguntar mientras me alejo un poco de él.- ¿Acaso sabes algo de mi vida privada?

La voz me tiembla cuando digo lo último y es que, mierda. Cualquiera en mi lugar sentiría los nervios que tengo ahora e incluso creo que el puede escuchar como el corazón me taladra el pecho. Jeon traga sonoramente.

-No lo sé exactamente, pero tengo una idea.- me alejo asustada cuando dice eso. Me pasó una mano por la boca y niego.

-Lo mejor será dejar esta conversación aquí- digo y asiento. El me mira mientras niega y se acerca a mí, a este paso ya estoy casi al caerme de el sofá.

-No, no. Déjame terminar de hablar, por favor.- Pide y no se lo niego, no cuando pone esa carita de cachorrito abandonado y hace que se me ablande el corazón. Asiento para que continúe.- No me importa si tú no me quieres. Al menos sé mi amiga, no me prohibas el dejar de verte y cuándo sepa todo, entonces déjame ser algo más.

Una lágrima se escapa de mi ojo derecho y la limpio rápidamente- Seré tu amiga, pero cuando sepas la verdad no me juzgues por favor. Solo trata de verme como lo haces ahora.

Es lo único que le pido y asiente mientras se levanta. Imito su acción aún un poco conmovida por ésta plática. Suspiro profundamente y lo acompaño hasta la puerta.

Puedo ver el coche aparcado a la orilla de la calle y éste saca el control de el bolsillo de el pantalón y luego de quitarle el seguro se gira a verme.

- Cuídate. Te veré el lunes en el hospital.- habla mientras se aleja pero cuando pienso que se va a ir, vuelve a acercarse y besa mi mejilla tan rápido que hace que de nuevo mi pobre corazón sufra una convulsión.

Lo último que veo es como arranca el auto y se aleja rápidamente de el barrio.

Entro a la casa y muerdo mi labio. Me estoy metiendo en algo y no sé si luego podré salir. Suspiro cuando una sensación hace que mi pecho vibre y lo toco mientras el corazón me taladra el alma.

Miro la manta que está sobre el sofá, me acerco y la tomo con ambas manos. Aspiro su olor y realmente eso hace que me relaje.

Pienso en todo y lo único que puedo sacar de todo éste enredo, de toda ésta confusión, de todo ésto que siento cuando lo tengo cerca. De mi forma de mirarlo cuando habla con su típica voz varonil. De su tacto, de como quema y chispea mi piel cuando el me roza. Es que estoy jodida, estoy realmente jodida.

No sé si de ésta pueda salir con el corazón intacto, porque la única verdad es que he caído en el pozo, en el maldito pozo de la perdición y me será difícil salir de allí. Porque ya estoy jodida y perdidamente loca por Jungkook, porque después de todo, el también.
Me gusta.

(...)

Gracias por leer, disculpen la tardanza. He estado muy ocupada.

Que tengan buena noche/día.