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↯ PRÓLOGO
▬ ❛ pequeña estrella ❜ ▬

Cuando el primer siglo de la dinastía Targaryen llegaba a su fin, la salud del viejo rey, Jaehaerys, menguaba. En aquellos días, la Casa Targaryen se erguía en la plenitud de su fuerza con diez dragones adultos bajo su yugo. Ningún poder en el mundo podía oponer resistencia.

El rey Jaehaerys había reinado cerca de 60 años, en paz y prosperidad. Pero la tragedia había cobrado la vida de sus hijos, dejando la sucesión en duda. Así que, en el año 101 el viejo rey convocó a su Gran Consejo para elegir a su heredero.

Más de mil lotes viajaron hasta Harrenhal. Se presentaron 14 reclamos a la sucesión. Pero solo dos fueron considerados, realmente.

La princesa Rhaenys Targaryen, la descendiente de mayor edad del rey y su joven primo, el príncipe Viserys Targaryen, el descendiente masculino del rey de mayor edad.

━Se ha declarado por todos los lores principales y los lores vasallos de los siete reinos ━el rey Jaehaerys extendió con cuidado el pergamino en donde el nombre del siguiente rey o reina estaría━, que el príncipe Viserys Targaryen sea nombrado príncipe de Rocadragón.

Rhaenys, una mujer, no heredaría el trono de hierro. Los lores escogieron a Viserys: El padre de Rhaenyra y Rhalyra Targaryen.

Jaehaerys convocó a un Gran Consejo para evitar que se librara una guerra por su sucesión. Porque él sabía la dura verdad. Lo único que podría derrumbar a la Casa del Dragón, era la casa misma.

[...]

En el año 98 d.C. El sonido de pasos apresurados por todo el castillo confundían a la primogénita del matrimonio entre Viserys I Targaryen y Aemma Arryn, quien observaba a todas las sirvientas de su madre andar de un lado a otro por la cocina y baños los cuales no eran precisamente sus áreas de trabajo.

Rhaenyra Targaryen no sabía nada de nada sobre lo que sucedía a su alrededor, la niña de apenas un día de su nombre observaba minuciosamente como muchas personas corrían de un lado a otro con toallas, sábanas y baldes de agua en manos.

Apenas y podían oírse los gritos de dolor pertenecientes a la princesa Aemma Arryn con todo el alboroto entre las sirvientas.

━Necesito ver al príncipe ━dio aviso una de las criadas al guardia que custodiaba la puerta del príncipe Viserys.

Él guarida, al notar la desesperación de la muchacha, acató su necesidad. A los pocos segundos el príncipe Viserys salió de sus aposentos, luciendo un tanto adormilado; probablemente estaba tomando una siesta minutos atrás.

━Su alteza, ━se apresuró a hablar la criada, haciendo una torpe reverencia━ la princesa Aemma ha entrado en labor de parto hace una media hora.

El príncipe asintió lentamente━. Muy bien, iré enseguida ━dijo él, entrando de nuevo a sus aposentos.

La criada solo asintió y se dirigió hacia la habitación donde se encontraba la princesa Aemma, para así poder ayudarle a los maestres y a las parteras en lo que pudiesen.

[...]

━¡Ah! ¡¿Donde está Viserys?! ━preguntó entre gritos y jadeos de dolor la princesa Aemma, echando su cabeza hacia atrás tras sentir una fuerte contracción.

━Esta afuera, princesa ━alegó un tanto apenada una de las criadas━. Él no puede entrar. ¡Vamos! Debe de seguir pujando para que nazca el nuevo príncipe.

Aquello hizo fruncir el ceño de la princesa más una nueva contracción la distrajo momentáneamente. Sin más comenzó a pujar con todas sus fuerzas, recordando y sintiendo el dolor que había sentido en el nacimiento de su primogénita, deseando con fuerzas que saliese rápido, ya no aguantaba tanto el dolor que le ocasionaba su hijo.

El príncipe Viserys se encontraba afuera de los aposentos de donde salían los gritos de su esposa que se hallaba en labios de parto. El príncipe deseaba con todas sus fuerzas que su segundo hijo resultase siendo un varón, eso si: bien sabía que aunque resultase siendo una niña, igualmente la amaría con toda su alma y corazón, tal y como lo hacía con Rhaenyra, su primogénita.

Habían transcurrido algunas horas, no sabía con exactitud cuántas hostas eran las que habían transcurrido. Tantos eran sus nervios que el príncipe no había tenido noción del tiempo. Estaba realmente sumergido en sus miles de pensamientos que no se dio cuenta cuando una partera había salido de los aposentos de su esposa hasta que su voz la hizo notarse.

━Su alteza, ━el príncipe se giró hacia ella con los nervios brillando entre sus facciones━ la princesa Aemma ya a dado a luz.

El príncipe asintió y comenzó a caminar hacia dentro de los aposentos con paso apresurado. Al entrar pudo observar con claridad, debido a la poca luz que daban las antorchas. Para aquellos momentos ya eran altas horas de la madrugada, las brillantes estrellas podían admirarse y observarse en los cielos nocturnos de King's Landing a través de las ventanas. Gracias a su luz y a la de las antorchas se podía ver con claridad a la princesa Aemma postrada en la cama con sangre alrededor de su entrepierna, que a pesar de tener una sábana que la cubría, aún se divisaba un poco de aquel líquido escarlata.

En los brazos de la princesa Aemma se encontraba un pequeño bulto envuelto en una sábana, teñida con un par de ligeras manchas de sangre, en donde apenas eran perceptibles los pequeños y lentos movimientos que que daba la o el nuevo Targaryen.

El príncipe se acercó a su esposa con una pequeña sonrisa plasmada en sus labios.

━Es una niña, su alteza ━dijo Aemma con voz queda y cansada, aunque igualmente mantenía una sonrisa pequeña en sus labios. Le tendió el pequeño bulto a su esposo con sumo cuidado.

━Es hermosa ━fue lo primero que musitó el príncipe al tener a la bebé entre sus brazos.

La bebé era una clara definición de un Targaryen puro. Sus ojos brillaban en un violeta suave e intenso a la vez, y su mata de cabellos eran albinos, con la piel tan blanca como la nieve.

━Tu nombre será Rhalyra, princesa de las brillantes estrellas ━musitó el príncipe embelesado con la belleza que su ahora segunda hija portaba.

Los pequeños y delgados deditos de la bebé se enredaron sobre uno de los dedos del príncipe, apretando su pequeñita mano alrededor del dedo de su padre.

━Es un nombre hermoso, su alteza ━dijo con voz cansada la princesa, mirando con ternura la escena entre padre e hija━. ¿Por qué lo a elegido?

━Por haber nacido debajo de una noche estrellada y brillante como la que hoy nos rodea, querida.

━Magnífico nombre para la pequeña, su alteza ━dijo un maestre.

Viserys asintió━. Lo es.

[...]

El príncipe Daemon había sido notificado sobre el nacimiento de su segunda sobrina, al igual que había sido invitado a una celebración en honor a la nueva princesa Rhalyra. La princesa que tan solo contaba con algunos meses de nacimiento y ya creaban celebraciones en su honor, celebraciones que no recordaría en un futuro.

Daemon a pesar de ser un Targaryen y ser un jinete de dragón, por esta vez había decidido ir en carruaje. Pero al saber que su desagradable esposa compartiría ese mismo carruaje, desistió su idea y optó por ir en su dragón, Caraxes.

Daemon Targaryen estaba casado con lady Rhea Royce por política y no por amor, Daemon y Rhea llevaban apenas dos años de casados y ella aún no le daba un heredero. Eso enojaba a Daemon y por eso le resultaba desagradable su esposa, por ello el príncipe siempre terminaba en alguna casa del placer junto a una puta que a fin de cuentas, no terminaba de satisfacerlo.

No sabía que era aquello que quería, pero necesitaba hallarlo o iba volverse loco.

Luego de unas horas el príncipe había llegado muchísimo antes que su esposa, lady Rhea. Claro, él iba en su dragón y su esposa llegaba en barco y luego en carruaje. Y eso eran muchas horas que él príncipe estaba dispuesto a tomar antes.

El príncipe Daemon al ver a algunos guardas esperando por su llegada, se acercó hacia ellos y les preguntó dónde se encontraba su hermano Viserys y su esposa Aemma junto a sus dos hijas.

El hombre caminó hasta llegar a su destino, en donde se encontraba su hermano mayor.

━¡Hermano! Que alegría me da verte de nuevo ━dijo Viserys, abrazando a su hermano luego de escucharlo cruzar el umbral de los aposentos.

━Es bueno verte otra vez, hermano ━sintiéndose incómodo, Daemon se alejó de su hermano mayor. Miró por toda la habitación, buscando a su nueva sobrina sintiendo que la espina de la curiosidad iba a matarlo en algún momento: se sentía inquieto de verla por primera vez━. ¿Y donde es que está mi nueva sobrina? No la veo por aquí.

━Está en su cuna, ven a conocerla hermano, es toda una flamante joya ━Viserys, con una de sus manos palmeó la fuerte espalda de Daemon y con la otra le hizo una señal para que siguiese caminando.

Daemon obedeció a lo dicho por su hermano y caminó junto a él, acercándose a la cuna donde pudo alcanzar a ver unas escamas de huevo de dragón. Al estar a centímetros de la cuna, en donde se encontraba la bebé, Daemon inclinó su cuerpo hasta la altura del borde de la cuna y con sus brazos alzó con sumo cuidado a su sobrina, quien comenzó a balbucear algunas cosas.

Rhalyra miró curiosa las hebras largas y platinadas del hombre que la tenía en brazos, y sin poderlo evitar dirigió sus pequeñas manitas al cabello, con sus ojos violetas brillantes fijos en los purpuras obscuros de Daemon, quien frunció el ceño al sentir como los pequeños y delgados dedos de la ahora princesa se enredaban en su cabello y tiraban de el sin cuidado alguno, aunque no era doloroso, si era algo que lo hacía cuestionarse, pues la niña le resultaba encantadora siendo solamente una bebé.

━¿No crees que es hermosa? ━inquirió Viserys a su hermano menor, con una sonrisa plasmada en sus labios al ver como la niña estornudaba de manera tierna y sonreía, mostrando su vacía boca gracias a la falta de dientes.

━Lo es. Es bonita ━afirmó el, con los ojos entrecerrados mientras dejaba un par de palmadas en la espalda de la menor━. ¿Cual es el nombre de esta pequeña cosa bonita?

━Rhalyra ━mencionó sin titubear Viserys, mirando con ternura a su pequeña hija━. Rhalyra, princesa de las brillantes estrellas.

Rhalyra...

Daemon saboreo en su cabeza sílaba por sílaba el nombre de la platinada entre sus brazos. Era un lindo nombre, lindo y único hasta ahora, digno de toda una princesa. Sin pensarlo una sonrisa de lado se posó en sus labios, mientras imaginaba la noche estrellada que debió haberle dado su nombre a la princesa. 

Su sobrina resultaba una brillante estrella si se lo preguntaban a él. El príncipe la siguió observando fijamente, quedando completamente embelesado con la belleza de la pequeña bebé.

Sin darse cuenta, uno de sus dedos acarició con cuidado una de las mejillas rosadas de la princesa, robándole otra risa a la niña.

Aquel sonido, aquel lento pero risueño sonido fue suficiente para ponerlo de alguna forma nervioso, provocando que se descolocara completamente.

Fue extraño, pues Daemon nunca tuvo ningún sentimiento similar con su otra sobrina, Rhaenyra. ¿Qué era lo que le estaba ocurriendo?

Al conectar nuevamente su mirada con los ojos de su sobrina sintió un fuerte pinchazo en su corazón el cual comenzó a latir con mucha fuerza: su ritmo cardiaco aumentó en cuanto la niña soltó otra ligera carcajada.

Ese fue el momento en el que el príncipe Daemon Targaryen supo que esa pequeña bebé era su completa debilidad y su estrella que le iluminaría hasta sus días más oscuros, ella lograría iluminarlo todo.

━━━━ AUTHOR'S NOTES. basta, muchos sabrán que esta historia no tendrá un final feliz, así que si voy a llorarle bastante a rhalyra y a daemon, porq son mis nuevos papis.

¿qué tal les pareció el capítulo? ¿les a gustado?

¿cual sería el ship para daemon y lyra?

recuerden, voten, comenten y compartan la historia para que así crezca esta pequeña gran familia💕

eso es todo travesuritas, soooooo

-✨Travesura Realizada✨-

Majo P.