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Capítulo 7.

Hola mis bonitos lectores~ Este capítulo y el siguiente están enfocados más en Yue y en el desarrollo que eso le dará a Eiji porque justamente el otro capítulo cerramos la primera parte del fic, ya van a cachar porqué, así que se puede decir que esto es más cotidiano, pero siempre reforzar las advertencias del inicio. Muchas gracias por tanto.

Se les quiere mucho~

—¡Lo arruinaste todo! —Wang-Lung azota una botella de licor contra la cabeza de Eiji, el líquido cae igual que lágrimas de cascada desde sus mejillas hacia su mentón, su mirada se mantiene clavada al piso porque sabe que mirar al alfa hará todo mil veces peor—. Sabía que eras un inútil pero esperaba que tu ineptitud no influyera con el clan.

—Yo no quería...

—No me hables cuando no te doy la palabra, basura inmunda, no sé qué habrá visto Yut-Lung en un beta sucio como tú.

Nada.

Simplemente me está usando.

Pero tampoco podía dejarlo así de solo.

—¿Qué haré contigo ahora?

Eiji traga duro, intentando enfocarse en el pliegue de la alfombra contra sus palmas mojadas con un objetivo de permanencia, si se concentra en su propia angustia o en el terror calando sus huesos irá a otro lugar, su mente es libre, es el único lugar libre en esta prisión, por eso, se enfoca en la aspereza de las hebras aterciopeladas entre sus yemas. Está tibia y pegajosa por el alcohol. La cabeza le punza. Hay un moretón en sus costillas. La garganta le arde. Todavía están las marcas de sus dedos grabadas en su piel. Duele. Está cansado. Le van a quedar lesiones. Su muñeca pesa. No puede moverla. Deben haberla rasgado. No podrá volver a usar su katana. Si es inútil Ash lo odiará. Ash odia el peso muerto.

No. No pensará en eso.

—Eres el primero al que muerde esa puta. —El apodo hace que su sangre escalde—. Conoce tu lugar beta, tus acciones ahora nos afectan a todos. —Le resulta hilarante escuchar esto viniendo de Wang-Lung.

Asesino.

—¿No tienes nada que decir? Tu insolencia nos costó un negocio importante. —No y cualquier cosa que te diga solo te irritará más—. ¿Siquiera tienes idea de la razón de tu castigo?

Lo están castigando por interponerse en una venta.

Lo hizo sutil, se metió por "accidente" junto a Sing en una reunión privada de Yut-Lung con los títulos más poderosos de la nación e intervinieron derramando los bocadillos sobre el omega, usando como excusa que no podían continuar sino estaba presentable, por supuesto fue una manera desesperada de evitar que abusaran y vendieran otra vez al chino antes de su ascensión al trono y los tres salieron con castigos.

—Respóndeme cuando te hablo. —Wang-Lung hunde sus dedos en su cuero cabelludo y duele tanto que teme que le arranque la cabeza del cuello—. ¿O acaso eres tan idiota que no puedes responder?

—Lo siento, mi señor.

—¿Lo siento? —Ríe—. ¡Una disculpa no es suficiente! Si valieras algo haría que tomaras lugar junto a Yut-Lung pero es un insulto tener a un beta de puta.

Si sobrevivo podré encontrarla, si sobrevivo un poco más podré encontrarla y mañana seremos todos libres. No puedes morir todavía, no puedes fallarle a Aki-chan, trágate tu orgullo, obedece, además...

Ash.

Ash se pondrá triste si muero acá.

—Lo siento. —Entonces repite con las lágrimas acumuladas en la cara porque duele, se acostumbró demasiado a ser tratado como un humano en vez de un beta—. Lo lamento mucho, señor.

—Lo siento. —Ríe, pisando la montonera de cristales que ha salpicado en la oficina con una sonrisita torcida, tironeando con aún más fuerza sus mechones oscuros hasta que Eiji queda afónico por tanto gritar—. ¿Eso es todo lo que dirás en tu defensa?

—¿Qué más puedo decir en mi defensa? —Aunque alza el mentón es incapaz de moverse o despegar un solo centímetro de la alfombra—. Me resbalé, no manché las prendas del emperador a propósito.

—Tu desliz nos costó todo, ¿sabes frente a quién nos insultaste?, ¿tienes idea de lo importantes que son Marvin y Fox? No, porque no sabes nada, eres un estúpido beta. —Wang-Lung estampa un golpe contra la pared y el puñetazo es tan violento que descascara la pintura—. No logro comprender qué te habrá visto Yut-Lung al morderte, debes ser un antojo del que se deshará más adelante.

—Yo no...

—No te he dado permiso para que hables. —Una bofetada retumba por el cuarto—. Puede que aún yo no sea emperador, pero no permitiré que alguien inferior me falte el respeto.

—¿Entonces que se supone que haga? —El beta tiembla, piensa en Akira, debe sobrevivir porque si muere acá Ibe y él quedarán como mentirosos y la chica pensará que está sola en este mundo cruel, no puede dejar que crea eso, Ibe... no lo habría querido, no puede dejar que lo crea—. ¿Su majestad?

—Hacer tu maldito trabajo. —Gruñe, dando vueltas por el cuarto igual que un depredador enjaulado hasta finalmente posicionarse ante él con una mueca tensa y el ceño tan apretado que se ha puesto rojo por la frustración—. ¿Tienes idea de cómo arreglaremos esto? Limítate a alzarle el culo cuando te lo ordene o a meterle la polla, no sé cómo funcionarán las cosas entre ustedes.

—La manera en que ustedes tratan a Yut-Lung es demasiado cruel. —Entonces Eiji se atreve a elevar la vista y eso cabrea mil veces más al mayor, aborrece que sus presas se conciban con el derecho de defenderse aunque eso haga más atrayente el juego, cree empezar a entender por qué su hermanito lo eligió como suyo, es divertido romper cosas tan frágiles.

Yut-Lung no se rompe con tanta facilidad.

Eiji sí.

—¿Cruel? —Entonces repite—. ¿Crees que somos crueles? ¿Crees que se nos pasó la mano con Yue?

—Sí.

—Ja. —Silencio—. Todavía no tienes idea de qué es la crueldad, debes haber tenido una vida repleta de amor antes de llegar con Ash, debiste ser afortunado.

—Usted no sabe por lo que he pasado. —Objeta sintiendo unas terribles ganas de llorar, es peligroso contradecir al mayor del clan por mero orgullo, no obstante, hay tanta ira alzándose en sus entrañas igual que olas salvajes de magma, no puede contenerlas más o explotará—. Me subestima.

—¿Es así? —Le replica tan molesto que su tono corta el aire igual que una navaja, se incrusta encima de su corazón y se raja hacia abajo, revelando el relleno podrido que esconde dentro, se imagina un cúmulo de espuma sucia bombeando en su corazón, un nido de larvas, se intenta zurcir rápidamente pero la discusión no le da tregua, Wang-Lung aún sostiene esa daga imaginaria, lo envenena—. ¿Aun siendo un beta? ¿Estás dispuesto a mantener tu argumento hasta el final?

—¿Con eso dejará en paz a Yut-Lung?

—Sí, por un tiempo.

—Entonces estoy dispuesto a sostenerlo. —Porque Eiji sabe que Wang-Lung solo quiere desquitarse con alguien, le da igual quién sea mientras pueda ser cruel, Yue ha tenido suficiente crueldad, la vio.

En las noches. En las reuniones. En el patio. En las fiestas. Siempre. Incluso a solas en sus aposentos.

Es como Ash.

No es justo.

—Pues veamos qué tanta crueldad puedes tolerar en ese caso.

Sobrevive por Akira, no puedes dejarla.

No puedes morir sin haberte despedido de Ash, se lo prometiste.

Para siempre.

Así que Wang-Lung lo tortura, no pone resistencia, sabe que es desechable para el clan, es una presa con la que jugarán hasta que se aburran y luego lo reemplazarán, eso lo mata, el miedo le cala dentro de las venas pero no permite que el miedo lo haga sublevarse, no le dará esa satisfacción y por ende, resiste. Debe resistir por quienes estima. Por Akira. Ibe. Su mamá. Su padre. Su hermanita. Por Skip, Skip se pondrá triste sino tiene con quién jugar, Bones quería aprender a cocinar nato, Kong le contó de una técnica para la katana que todavía no aprende, no ha podido beber con Alex, aun no le cuenta a Arthur el significado de las flores ni ha podido batallar con Sing, ni ha charlado todo lo que desearía con Shorter, Shorter es genial y quiere conocerlo aún más. Y Yut-Lung. Por los dioses de Izumo jamás lo dejará a manos de sus hermanos y menos con la coronación tan cerca.

Ash. Ash. Ash.

Aslan.

Así que soporta. Una y otra vez Wang-Lung hiere su cuerpo. Su mente. Su alma. Pretende deshacerse de la poca humanidad que lleva dentro. No se lo permitirá. No se dará por vencido. Tensa los dientes. Hunde los dedos en la tierra. Se arrodilla sobre trozos de vidrio. Un latigazo tras otro. Lo aguanta. El dolor es insoportable. Prolongado. Frío. Crudo. En algún punto se desconecta de su propia piel. Arde. Arde un infierno. Pero se queda agachado ahí. Está mojado. Hay un calor pegajoso e incómodo entre su espalda y el resto de sus extremidades. Gotea. Plic. Plic. Plic. Se extiende a todas partes. Es sangre. Acaba de entender que está sangrando porque su flequillo está embarrado de líquido rojo y oxidado.

Pero resiste.

Sobrevive.

Encuentra la manera.

Cierra los ojos para tragarse mejor el dolor, escucha los insultos despectivos de Wang-Lung, tiene la mirada llorosa y apenas puede ver adelante, pero Eiji ya no está viendo más el jardín del palacio sino que se ha quedado atrapado en el instante en que lo torturaron matando a su...familia, Ibe consiguió salvarlo. Pero a papá lo golpearon hasta la muerte. A su mamá la cercenaron. Y su hermanita aunque se salvó y logró escapar quedó muy débil, perpetúa que encontraron un poblado dónde los soldados les dieron cobijo, Masako era un saco de huesos, la dejaron durmiendo en una cuna ya que ahí cabía, Eiji se consolaba diciéndose que si estaba viva podía existir una recuperación, quería acostarse entre las cobijas de la beta pero necesitaba descansar así que se fue con Ibe y jamás se lo perdonó. Porque los soldados (que se supone eran "buenos") la violaron hasta que murió ahogada en su propio llanto. Le ofrecieron convertirse en amante y ella aún agonizando les escupió. Fue un suicidio. Él no la salvó.

Y algo de este dolor.

Algo en la tortura de Wang-Lung...

Hay una voz en su cabeza mientras es azotado, una voz que le repite: «te lo mereces».

Te lo mereces, te lo mereces, te lo mereces, te lo mereces, te lo mereces, te lo mereces, lo mereces.

¿Con qué derecho te salvas tú?

Eiji vomita del dolor, pero inclusive así Wang-Lung no detiene sus azotes, le arroja una mirada hueca, una media sonrisa, alza el látigo y lo estampa contra los jirones de carne que le cuelgan en la espalda, arde, cada pequeña brisa es como si le arrojaran un puñado de sal a carne viva. No habla. Ni tiembla. Ni se mueve. Ni respira. Las lágrimas caen. Su mente sigue en la cuna con ese soldado que violó a su hermanita pequeña hasta matarla, se arrodilla frente a Eiji, está llorando, repite algo, aunque el beta no sabe lo que significa sí recuerda cómo suena: perdóname.

No quise hacerlo, estaba ebrio y se me pasó la mano.

Perdón.

—Espero que hayas aprendido tu lección. —El mayor le aprieta las mejillas, todo arde y es cien veces peor con esas afiladas uñas clavándose como colmillos mientras lo mira con rencor—. Fue divertido.

Ríe.

Y lo deja tendido ahí.

Ash... ¿qué pensaría Ash si realmente supiera lo qué es? Es un hipócrita a fin de cuentas. Tiene tanto miedo de confrontar a Ash, pero realmente... lo extraña.

Eiji se desmaya.

—¡Okumura! —Las palabras aguijonean sus oídos, el sonido se le hace familiar o quizás el sonido no es lo familiar, sino la palabra.

«Okumura».

O-ku-mu-ra.

¿Dónde lo ha escuchado antes?

No sabe, solo sabe que cada milímetro de su piel duele un maldito infierno, no concibe lo que ocurre, no entiende lo que hay a su alrededor y de hecho, ni siquiera lo reconoce, se siente como si estuviera dentro de un pozo repleto de agua pútrida tan espesa que le impide ver, escuchar e inclusive oler lo que ocurre. Se siente pesado. Desagradable. Como si todavía no pudiera salir. ¿Salir? ¿Salir, pero de dónde? Ah, sí. De su cabeza. Estaba con Masako. Masako. El soldado. Antes de eso el llanto de mamá entreverado con sangre turbia. Antes de eso papá golpeado por un alfa. Se afirma el vientre. Vomita. No sale nada de sus tripas. Está vacío. En blanco. Nada. Pero si fuera nada no le dolería tanto respirar y por ende, hay algo. Pero no debería mover ese algo porque duele. Debería quedarse ahogado ante su propia mierda y ya. Sin embargo...hay una voz. La conoce.

Una voz, un apellido. Okumura. Y un nombre. Alguien está llorando su nombre. ¿Cuál es? ¿Qué dice?

Eiji.

No Ei-ji como dice Ash.

Este Eiji es más afilado.

—A...Ash. —Entonces suplica sin poderse levantar porque lo echa de menos y es todo lo que puede pensar en estos momentos.

Aslan.

—¡Basura malagradecida! —Una silueta se empieza a apreciar enfrente, es refinada, está enfundada con un vestido que se siente agradable contra su cara, es seda, sí, conoce esa tela. También hay pelo haciéndole cosquillas encima de la nariz, huele bien, como té de jazmín—. ¡Estoy desperdiciando mi pena en ti! ¿Cómo te atreves a mencionar a Ash en estos momentos?

Drama. Es más dramático que Ash. Es el rey del drama.

—Te dije que no te involucraras en los asuntos del clan, pero tú y Sing son un maldito dolor y ¿acaso tengo cara de enfermero? No puedo andarlos curando cada vez que se lastiman.

Es más caprichoso que Ash.

—No puedo perdonarle a Wang-Lung que les hiciera esto, son de mi propiedad.

Es más celoso que Ash.

—¡Ugh! Odio que me den problemas innecesarios.

Es más infantil.

—¡Yut-Lung! —Finalmente dice con una sonrisa volviendo al presente, a la calidez que desprende el pecho del omega, a una habitación elegante y no al jardín del palacio—. Hola.

—¿Hola? —Alza una ceja al borde de la histeria—. Casi te matan ¿realmente es todo lo que dirás en tu defensa?

—Hola, Sing. —Entonces saluda al beta que se encuentra postrado a su lado.

—Nos dieron una paliza. —Si bien, Eiji sintió que moriría con esa tortura al menos fue en la espalda, supone que el clan tiene una imagen que preservar aunque sea falsa, a Sing le han desfigurado toda la cara—. No me mires así, en una semana estaré como nuevo.

—¿Por qué tenían que derramar los bocadillos a propósito? —Entonces el omega bufa, es la primera vez que Eiji lo mira, no está usando maquillaje y de hecho, su rostro angelical es una plasta derretida de pinturas como si hubiera sudado mucho, traga duro, su castigo fue aún peor—. Debieron dejarlo.

—¿Dejarlo? Eres el emperador y no está bien que tus hermanos te sigan usando como si fueras una moneda de cambio para hacer tratos.

—Es lo que soy.

—No. —Sing se mantiene impasible—. No es lo que eres, eres mucho más que eso, creo en ti a pesar de todo y por eso sigo a tu lado.

—Deberías dejarme en ese caso.

—Soy el caballero de tu corte, no podría dejarte. —La mirada de Yue se suaviza a una expresión que Eiji nunca ha visto antes, es infantil y tierna y no le recuerda a un emperador cruel, sino a un niñito.

—Eres un idiota, Sing. —Yue pasea sus dedos por el cabello del aludido—. Eres realmente un idiota.

—Tal vez.

—¿Y cuál es tu excusa, Okumura? —El nombrado clava su atención en el maquillaje corriendo contra tan grácil lienzo, le recuerda al esperma cayendo en los soportes de oro en las velas de la biblioteca, Ash solía quejarse de la sensación grasienta que le dejaba en los dedos, lo extraña—. ¿Por qué hiciste algo? No he hecho más que maltratarte.

—Eres importante para Ash. —El emperador se mira dolido por su respuesta.

—Ja.

—Pero no es todo. —Las largas pestañas de Yut-Lung se crispan hacia sus pómulos de porcelana, los dedos aun los tiene enredados en los cabellos de Sing, lo escucha suspirar, el cuarto aun le da vuelta.

—¿Entonces? —Pregunta—. ¿Por qué hiciste algo?

Ciertamente los motivos para ayudar a Yut-Lung no fueron los más sinceros al inicio, Sing tenía razón cuando le ilustró que mientras más tiempo pasara por el palacio más entendería a Yue, los herederos mayores sin duda son una escoria y si el trono llegara a caer en sus palmas sería el fin (especialmente para los de su casta) Yut-Lung por otro lado impresiona ser más sensato y posee a personas decentes de su lado: a Aslan, a Sing y a Shorter. Será un buen emperador pese a todo.

Claro, al inicio fue más que nada eso porque una parte de Eiji sufre con sus palabras crueles, también sufre debido a la brecha entre ellos dos.

Ash es de Yut-Lung.

Nunca será de Eiji.

Aun así, por muy reticente que haya sido a empatizar, le fue imposible no hacerlo al ver lo denigrante de los tratos que hay en su palacio, Yue sin duda adora el papel de villano porque su filosofía de vida es cazar o ser cazado, es matar o ser asesinado, además, ¿para qué lo niega? En estos momentos de fragilidad que comparten le recuerda demasiado a Aslan irónicamente y eso lo hace débil, su tiempo de separación en esta guerra le permitió comprender a cabalidad sus sentimientos y es tonto puesto que no hay manera de acabar juntos así que... ¿cuál es el fin de anhelar a su Aquiles si es un Patroclo?

—Porque soy tuyo. —Entonces responde con simpleza ya que siente su mirada clavada por su rostro y no puede más con la tensión—. Eso es todo.

—Ja. —El omega bufa con un leve sonrojo en las orejas—. Debes estar tonto, literalmente he estado amenazándote desde que llegaste.

—No digo que merezcas mi ayuda o la de Sing. —El nombrado lo fulmina con la cara hinchada y dice sin usar las palabras: resuelvan sus asuntos sin meterme a mí—. Pero tampoco es justo ignorar todo lo que está pasando, creo que eso es parte del problema, no debes ignorar algo malo aun si todo el resto del mundo lo ha normalizado, si lo haces nada cambiará jamás.

—Pareces hablar de la experiencia. —Entonces dice.

—Lo hago. —Eiji se sienta en la cama, Sing se queja por el cambio de peso en el colchón, sin embargo no se mueve para reequilibrarlo—. No tuve una vida tan feliz como crees, soy un beta.

—No todos podemos tener vidas felices acá.

—Sí, pero carecer de una vida feliz tampoco te da motivos para ir menospreciando al resto. —Explica con las manos tensas en la frazada—. Todavía no me agradas y probablemente me correspondas los sentimientos, no obstante valido tus capacidades para dirigirnos y veo que te preocupas por Ash de manera genuina, de una manera un tanto retorcida y oscura, pero a tu manera supongo. —Deja que el tren de pensamientos corra—. Estoy dispuesto a ayudarte por un bien mayor.

—Eres un beta. —Impresiona arrepentido de soltar esto, como si fueran más defensas.

—Sé usar la katana, podría serte útil.

—Estás herido.

—Eso nunca me ha detenido. —Entonces el omega suelta una carcajada seca.

—Es verdad, rompiste el ventanal para escapar incluso cuando te trajimos a rastras. —Recuerda casi como si se trataran de memorias gratas—. Yo... —El omega frunce los labios mientras un tono pálido pero rosado enciende sus mofletes—. Yo no quiero realmente hacerle daño a Ash, no quería lastimar más nuestro matrimonio de lo que está pero me dio miedo que me abandonara, has visto de lo que mis hermanos son capaces, entré en pánico, creí que huiría ante la primera oportunidad que tuviera, por eso te traje.

—Yut-Lung.

—Tampoco tengo intenciones reales de lastimarte, solo anhelo una fachada que nos pueda proteger hasta que me coronen y Ash me dé un bebé, estoy seguro de que lo entiendes.

—Sí.

Yut-Lung necesita que Ash le dé un heredero para gobernar.

Ash necesita tomar una amante apenas llegue.

—Lo que trato de decirte es que partimos con el pie equivocado, Eiji.

Eiji.

No Okumura.

—Aww. —Sing se levanta de golpe en la cama—. Creo que se está tratando de disculpar, qué lindo.

—¿Yo? —El omega escupe su propia saliva—. ¡Yo no me disculpo! Soy el emperador, no pido perdón ante nadie, de hecho ¡anda, Okumura! Discúlpate para que podamos partir de cero.

—¿Qué? —El beta parpadea sin comprender del todo lo que acaba de pasar—. ¿Perdón? —Pero su cabeza sigue demasiado atiborrada con recuerdos y fantasmas así que reacciona por instinto.

—Perfecto, estás disculpado. —Bufa con orgullo—. De ahora en adelante podemos iniciar un vínculo más limpio en dónde tú me juras tu lealtad y amor eterno.

—Pero yo...

—Tu cuerpo, tu alma, tu mente, todo pasa a ser completamente mío ¿entendido? Así funcionan mis amistades.

—No recuerdo haber hecho un contrato con el diablo. —Chilla Sing en voz baja.

—Pues así pasó, de ahora en adelante seré el centro de tu patética vida y le daré sentido con mi luz.

—¿Y tú qué me das a cambio de todo lo que exiges? —El más joven resopla ofendido—. Pides harto.

—¿Qué no es obvio? —Niega—. Mis problemas mentales.

—¿Se supone que este trato es agradable? —Eiji le musita a Sing.

—Déjalo, es lo mejor que nos puede ofrecer. —Lo triste es que le cree—. Solo acepta su amistad.

—Claro.

Y aun si Eiji se encuentra demasiado cansado para procesar lo que ocurre, Yut-Lung le da una mano.

Aunque no han mencionado directamente su relación con Ash desde que llegó al palacio lo prefieren de esa manera, siente que algo de esta endeble complicidad se terminará de derrumbar al mostrarle sus verdaderas emociones por el alfa, ya que sí, por mucho que pretenda disimular Eiji es consciente de lo que siente y la razón por la que se disculpó al no poderlo hacer su amante. De cualquier manera se queda haciéndole compañía al omega y cuidándolo mientras bebe, las cicatrices grabadas en este grácil cuerpo son sin duda feas. Sangrientas. Crueles. Solitarias.

—Soy estéril ¿sabes? —Entonces le confiesa acurrucándose en el regazo de Eiji—. Mi padre siempre manifestó sus deseos de hacerme gobernador pero seguir con el linaje es un requisito y por eso ellos lo evitaron, evitaron que yo pudiera... ellos mataron a mi bebé antes de que naciera.

Un bebé entre Yut-Lung y Ash.

Duele.

Shh. —Eiji le acaricia la cabeza—. Está bien, no tienes qué forzarte a contarme.

—Me quedé finalmente solo ahora que mi padre falleció. —El omega gimotea intentando tambalear su mano hacia una copa de vino, el líquido burbujea al interior del cáliz, es frágil—. Lo odio.

—Lo siento mucho.

—Eiji.

—¿Sí?

—Eres mío. —Le repite paseando sus dedos por la marca en su nuca y el toque quema—. Eres de mi propiedad, así que no me dejes, por favor. —El omega arrastra las palabras a causa del alcohol.

—Tú no quieres mi compañía.

—Me conformo con la de cualquiera, solo... solo quédate.

—Yut-Lung.

—Incluso sino soy emperador y Griffin regresa, quédate conmigo.

Un omega de ojos azules, cabello castaño y una espada ensangrentada escapando de los aposentos del emperador.

—¿Por qué Griffin fue exiliado?

—Porque se interpuso en el futuro de Ash casándose con un hombre importante y luego lo asesinó, Griffin es un asesino a sangre fría y juró acabar con Ash.

El tema de Griff abarcara todo el segundo arco, así que paciencia con su aparición pero Ash ya regresa el siguiente capítulo y eso nos da pie a los conflictos alrededor de los que trabajaremos, estoy especulando, pero posiblemente unholy y los otros fics queden en hiatus en febrero porque si las cosas salen bien, habrá dinamica en este perfil, sino seguiremos normalmente. Eso chicos.

Nos veriamos el viernes para cerrar el arco ya~


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