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•04 | Cachorro.


+30   (p≧w≦q)



—Espero no se arrepienta de sacarme por segunda vez de su vida—farfulla el menor ante su falta de respuesta. Su lado primitivo ha quedado de lado, su alfa está en algún lugar chillando por no sentirse suficiente como para tener al omega que quiere. ¿Quién sabe? Quizás Jungkook no lo pueda sentir por un tiempo debido a lo avergonzado que aparentemente está—. Yo realmente le amo, pero me he cansado. L-Llamaré a Jimin Hyung para que lo pueda ayudar con esto de su celo... L-Lo encerraré para que no escape, Hyung. Aguante un poco más.

Su omega entra en pánico apenas nota que Jungkook da media vuelta para dirigirse a la puerta, no queriendo que se aleje justo en este momento que necesita que calme su necesidad física. Pero incluso siendo eso tan fuerte, TaeHyung solo puede percibir la forma en la que su corazón termina de desmoronarse.

¿Está haciendo mal al priorizar un futuro estable por sobre los sentimientos irracionales de amor hacia aquel chico?

Si lo deja ir nuevamente, la marca de un vínculo inexistente será inolvidable en él. Estará allí, aunque otro ocupe su cama por las noches. Seguirá anhelando al joven alfa, aunque alguien más marque su piel. Lo amará, aunque otro sea el padre de sus añorados hijos que aún no concibe. No puede, no quiere vivir sin él.

Agónicamente, clama el nombre del chico repetidas veces. El sufrimiento físico siendo ligeramente superado por el emocional ante la posibilidad de perder completamente al amor de su vida. Está enamorado, su omega y su parte humana están perdidamente enamoradas de la misma persona que una vez le prometió reclamarlo como su pareja cuando terminara la universidad. ¿Importa que eso ocurra antes de tiempo? ¿Importa que lo haga ahora mismo?

Jungkook se detiene cerca de la puerta, sin poder detener las lágrimas que mojan la piel de su mejilla.

—N-No te vayas—pide en un alarido lastimero, no queriendo lidiar con sus contradictorias emociones justo ahora—. No me dejes, alfa. No me abandones.

—¿Quién lo pide? ¿Quién demanda que no lo haga?—pregunta, mirándolo de soslayo con aquellos ojos brillantes en tristeza y furia—. ¿El omega desesperado por un alfa o Kim Taehyung, el hombre del cual me enamoré perdidamente? Si es el primero... No permitiré que nos utilicemos...—

—¡Yo también te amo, alfa estúpido!—confiesa en un gritito agónico, liberándose de parte de su pantalón que lastima su piel hipersensible. Parte de sus muslos están bañados en fluidos. ¡Se siente tan frustrado por esta penosa situación!—. Fui un idiota por haberte soltado cuando más te quería, pero también somos humanos, y los humanos son idiotas en su mayoría. Tengo tanto miedo de que no funcione... Q-Quedaría marcado, sería repudiado aunque estemos en la modernidad. Yo voy en serio, no estoy jugando con esto Jungkook. No es un juego que puedas reiniciar después. ¡Son responsabilidades, maldita sea! ¿Qué harás al respecto? ¿Puedes con esto? ¿Puedes afrontar que muchas cosas van a cambiar en tu vida?

—Nunca he jugado con usted. Jamás. Si usted me permite... S-Si usted me permite ser el padre de su cachorro, le juro que sería malditamente feliz, lo amaría tanto como le amo a usted—confiesa con su expresión suavizándose, sus ojos grandes están llenos otra vez de lágrimas. Aunque su lobo sigue dolido, pueden sentir que levanta las orejas en interés—. Déjeme... Ser parte de usted, de su futuro. Me esforzaré, lucharé por nosotros. Juro por el Dios lobo, no se avergonzará de mí.

Taehyung deja caer su cabeza de cabello humedecido al respaldo del mueble completamente agotado de resistirse, su pecho sube y baja al percibir que sus pulmones cada vez se comprimen más por lo agudo de un celo que todavía no llegará. Falta un poco para que su lado animal tome por completo el control, la experiencia de años se lo ha hecho saber; por eso, necesita terminar con esta conversación antes de que lo único que quiera sea subirse sobre su regazo para buscar ser inseminado finalmente.

Jungkook toma asiento a un lado, una de sus manos posándose con timidez en el muslo humedecido de almizcle que sigue derramándose para él. Las yemas de sus dedos apenas rozan la piel contraria, pero ese simple tacto se ve potenciada por mil en los sentidos alterados del hermoso castaño que no puede evitar gemir muy bajito a su dirección. Sus labios están enrojecidos por el constante movimiento de la punta de su lengua al lubricarlos, sus ojitos castaños quieren dejar ir lágrimas con demasiadas emociones que no puede comprender por el momento, y el fervor que desprende su cuerpo a esa distancia es abrumador.

—S-Si estás dispuesto a esto... Condiciona todo lo necesario para nosotros. Por favor. Falta poco, f-falta apenas unas horas para que no lo pueda controlar—pide, acercándose necesitado a su cuello para poder llenarse de su olor.

Esto es un arma de doble filo, ya que cuando se negaba aceptar que lo ayudase, simplemente empeoraba su situación. Pero ahora que ha bajado sus murallas, lo puede tranquilizar al saber que dentro de poco lo tendrá dentro apaciguando todo lo que deba apaciguar.

—Ducha... N-Necesito una ducha. Llama a Jimin, puede mandar comida hecha para que no te alejes de mí por demasiado tiempo... Sabes que mis periodos de calma son breves.

—Lo haré, Hyung—mima un poco su mejilla con la mano sobrante—. Cálmese, pronto le daré lo que necesita...

Un diminuto beso es dejado en su frente con demasiado cariño, haciéndose con su cuerpo entre los brazos para llevarlo a uno de los baños de la casa un momento después.

Lo ayuda solo un poco durante la ducha, teniendo que dejar el recinto al casi terminar dentro de la bañera al mostrarle lascivo su parte trasera completamente embarrada de lubricación. Luego de unas maldiciones por las cosas que todavía debe arreglar, va por el teléfono de la casa para contactar con el gamma por algunos minutos, finalizando en que haría lo necesario para que la entrega de la comida sea dada dentro de máximo dos horas y por algún beta que no pueda perturbar el momento de intimidad que ambos ya están creando. Luego de cortar completamente agradecido, va a la cocina para obtener al menos siete botellas de agua, algunas barras nutricionales y galletas que puedan servir en algún diminuto entretiempo que Taehyung le permita descansar.

Una vez tiene todo en una bolsa que llevará a la habitación en busca de separarse del mayor lo menos posible, comienza a quitar su ropa tímidamente para dejarla en alguna parte mal arreglada debido a la ansiedad que se va apoderando de él.

Es cierto que tiene la capacidad de darle lo que exige su Hyung en este momento, pero igual tiene miedo de todo lo que resultará al finalizar el día, ya que básicamente después de este celo... Será padre. Está seguro que ambos son altamente fértiles, así que no cree que tarde demasiado en poder inseminar uno de sus óvulos y que de esa manera el celo concluya... Oh, en serio tendrá un cachorro con el hombre que ama en todos los sentidos existentes, tendrá la dicha de preñarlo, de dejar su semilla dentro para tener el placer de ver crecer su vientre por los próximos meses.

Diablos... Eso no debería de crispar tanto su polla como lo hace. ¿Por qué lo excita tanto saber eso? Es obvio que esto es a causa de su alfa, pero su lado humano, ese que domina la mayoría del tiempo, está altamente asustado del futuro. No puede huir ahora. Lo ama. Lo ama tanto, que siente el quemar de su piel, la falta de aire por tantos esos sentimientos que le embargan con solo saber que podrá estar a su lado sin resistencia de su parte. En serio lo van intentar, le va a permitir ser su alfa.

Es alucinante todo, tan repentino. Podría llorar nuevamente debido a ello, pero no, prefiere ir al encuentro de su omega que lo puede sentir desde allí, su necesidad, el lloriqueo por ser atendido. Su almizcle es más fuerte ahora, está cada vez más listo para recibir su polla que parece querer romper la ropa interior que viste justo ahora. Esta clase de excitación va nublando su mente mientras deambula por el pasillo para detenerse en el marco de la puerta desde donde es visible el cuerpo húmedo del castaño sobre la cama un poco desecha.

Sus piernas están cerradas con fuerza, apretando entre sus muslos su propia polla que también está hinchada por la fogosidad y presión. A pesar de que prácticamente es inútil una erección en los hombres omegas al ser infértiles, algunos afirman haber conseguido eyacular si la estimulación anal es lo suficientemente gozosa como para lograr tocar los botones correctos en su sistema. Taehyung por su parte, nunca ha logrado algo como eso a pesar que ha intentado conseguirlo durante muchos encuentros. En algún punto se volvió frustrante para él, ya que sentía como si pudiera alcanzar esa cúspide soñado por todo omega hombre, pero al mismo tiempo, percibía que no había algo más que un poco de goteo cristalino que obtiene con simplemente penetrar de manera anal.

Está creyendo que eso es simplemente un mito más.

—A-Alfa—ronronea al identificar que su aroma se ha elevado.

Jungkook no tarda demasiado en dejar la bolsa llena de suministros en algún lado, acortando los pasos para ocupar un lugar de aquella cama que tantas veces compartieron. Sus ojos negros acarician la piel expuesta, húmeda, hermosa que Taehyung ha poseído desde siempre, amando cada parte de él, en completo silencio.

—Hazlo de una vez, por favor. N-No quiero que duela más...

—¿Qué es lo que quiere, Hyung bonito?—pregunta suave, dejando que su dedo índice adule uno de sus erizados pezones, un gemidos acompañado de un temblor es lo que consigue con ese simple tacto—. Dígame... ¿Quiere mi polla?—Taehyung chilla, asintiendo con desesperación. Pegándose mucho más a ese cuerpo caliente que lo hace estremecer con tan poco—. ¿Qué tanto la quiere? ¿Mucho...—investiga, dejando que el mismo dedo índice baje por su abdomen, vientre, finalizando en la punta del glande donde acaricia circularmente el diminuto orificio—, o demasiado?—toma de sus fluidos, llevándolos hasta su boca para probar al mayor.

Es delicioso. Dulce, al igual que su aroma.

—Uh... P-Por favor... Demasiado, demasiado. Alfa, por favor—se queja, abriendo las piernas para su entera disposición.

Aquella mano del menor toca con cuidado lo larga de su erección, sus testículos contraídos que yacen húmedos de almizcle y finalmente lo resbaladizo de su entrada. Inmediatamente dos dedos se cuelan en su interior hasta los nudillos, moviéndose suave para dividir sus paredes mucho más. El alfa siempre le ha encantado tener a su omega muy abierto para él, no lo puede evitar, le gusta que esté bien dilatado para que su miembro llegue inmediatamente hasta el fondo.

—Más... M-Más... Dos no son suficientes... A-Ah~ sí.

Cuatro dedos comienzan a salir y entrar sin consideración de su conducto anal, probando con un poco de desesperación diversos tiempos que dejan un sonido húmedo en la habitación. Las manos temblorosas de Taehyung consiguen llegar hasta el borde del bóxer que todavía cubre la hinchazón que tanto quiere sentir del alfa, bajando la prenda lo suficiente para poder motivar también al chico. Jungkook gruñe de placer cuando esos dedos temblorosos comienzan a bombear su pene con rapidez, clavando sus ojos oscurecidos en los llenos de lágrimas del omega. Reconoce que su Hyung aún está allí, esa necesidad de contacto es parte del celo, pero también su lado humano lo desea con demasía.

—Chúpeme—ordena—. Vamos... Chupe la polla de su alfa—demanda.

Taehyung no tarda en cumplir con ello, ya que se sienta prácticamente sobre la cara de Jungkook para poder introducir aquel miembro entre la calidez de su boca. El menor procede hacer lo que sin palabras es solicitado, sus manos abren las nalgas de Taehyung y da una lamida a su entrada abarrotada de fluidos con demasiado gusto, accediendo a su interior con facilidad, ya que su anillo está completamente estirado para recibir algo más que una simple lengua, así que prefiere juguetear con tres de sus dedos mientras chupa sus testículos y seguidamente la punta de su polla. Succiona con gozo, jugueteando con la glande con ayuda de su propia lengua.

Aquel estímulo, logra un chillido ahogado por parte del omega que todavía posee el miembro de Jungkook en su boca. Nunca fue fanático de recibir sexo oral en su pene, debido a que definitivamente prefieren que chupen su parte trasera, pero en esta oportunidad, es demasiado motivador lo que eso le hace sentir en su cuerpo entero. Un cosquilleo desconocido comienza en su vientre, produciendo que la excitación crezca en él, y que de esa manera continúe consumiendo cada centímetro de esta deliciosa polla que tanto extrañaba.

—Lo hace tan bien... Vamos, lindo Hyung. Sé que puede meterlo todo, usted siempre lo ha tragado todo...—habla suave.

Los ojos de Jungkook se ponen en blanco una vez Taehyung lo logra chupar hasta la base. La punta de ese miembro llegando hasta su garganta raspando con dureza luego de varios intentos en querer complacerlo mucho más. El mayor percibe que no podrá hablar después de esto, o que estará tan lastimado que su voz saldrá ronca. Pero algo como eso no importa inmediatamente, él omega simplemente quiere seguir jugando de ese modo con los testículos del menor, permitiendo que la saliva que escapa de sus comisuras los humedezca grotescamente mientras su boca lo traga sin consideración.

Un segundo después, la cadera del azabache comienza a follar su boca, manteniendo su cabeza fija en un mismo lugar para que simplemente reciba con torpeza los movimientos bruscos. Sus dientes raspan un poco la piel del pene, más no siendo lo suficientemente doloroso para detenerse. Si Jungkook continuaba, muy probablemente terminaría de embarrarse en su garganta, y eso es algo que su omega odiaría por la "Pérdida innecesaria" De espermatozoides que podrían fecundar su óvulo.

Jodida madre... Es que no debería ponerlo tan cachondo la posibilidad de procrear, pero ahí está él, alfa de veintidós años deteniendo sus movimientos y tumbado al mayor contra el colchón para dejar los juegos e ir de una vez a lo que ambos quieren.

—Piernas al pecho, abrace los muslos con ambos brazos—ordena lascivo, alzando el cuerpo del mayor para colocar una almohada en la parte baja de su trasero. Taehyung comienza a lloriquear por la anticipación de volver a sentirlo muy profundo dentro de él, cumpliendo con lo demandado—. No llore—nalguea uno de sus deliciosos glúteos, obteniendo completamente lo adverso a lo pedido. Otra palmada más dura es dejada enrojeciendo la piel con dureza—Omega... ¿Por qué llora? ¿Tanto necesitas que te tome?

—P-Por favor, por favor, por favor— asiente, sin dejar de quejarse bajito.

Jungkook vuelve a golpear su culo dos, cinco, seis veces, hasta que lo tiene completamente rojito y con sus palmas marcadas en más de un lugar. El almizcle ya ha humedecido la almohada, al escapar en delgados hilos de su entrada ensanchada.

—A-Alfa, por favor... E-Estoy listo... Lléname grotescamente de ti, ponme tus cachorros dentro, por favor, quiero tus cachorros—llora desesperado.

—Los tendrá, lo voy a preñar... Y cuando lo haga, seguiré follando su entrada incluso si su vientre crece demasiado—promete, antes de entrar de una sola estocada en su interior.

La parte superior de su miembro roza la descendida matriz que espera el momento para anudarlos a ambos y con ello, la deseada concepción de sus lobos. El cuerpo del mayor comienza a temblar por los fuegos artificiales en su vientre, es como rascarse cuando pica, como comer cuando hay hambre, dormir cuando hay sueño. Así de placentero es tenerlo dentro.

Una de las manos del azabache va al cabezal de la cama para poder sostenerse, la otra mantiene al mayor quieto para que no se muevan de su lugar por lo próximo. Su cadera entonces comienza el movimiento brusco, saliendo totalmente para nuevamente hundirse tan profundo como Taehyung le pide entre jadeos duros, «Más, más, alfa, dame más.» Y Jungkook lo hace. ¿Cómo no complacer a su omega? Insaciable, le gusta tanto que sea así, que pida sin recato por la polla de su alfa.

Sus testículos chocan con el trasero de Taehyung por lo áspero de sus embestidas, la mano que mantenía en su cadera sube para jalar uno de sus sensibles pezones que lo convierten en un llorón al instante. Sus sonidos son lindos, tiernos, le gusta que llore a pesar de que le pida diversas veces que no lo haga... Le crispa los vellos que se comporte como un chiquillo cuando es mayor.

Dos de sus dedos terminan hundiéndose en esa boca caliente que lo recibe con gusto, chupando, dejando salir saliva por los lados descuidadamente sin apartar sus ojos llorosos de los propios.

Un segundos luego, permite que deje de abrazar sus muslos para que los abandone sobre la cama, y que de esa forma pueda juguetear un poco con su erección que deja salir gotas de líquido transparente. Masajea con la propia baba de su boca, deseando que su trabajo anal le permita eyacular por su pene por primera vez. Le tiembla el cuerpo ante esa posibilidad, le tomaría, tomaría hasta la última gota de su eyaculación.

—D-Delicioso... Profesor, es delicioso que deje que uno de sus estudiantes le tome  de esta manera—farfulla.

Bien sabe que esa clase de juegos sucios le fascinan al hombre que para nada contiene los gemidos o estremecimientos. ¿Será que los vecinos pueden escucharlo? Oh, los vecinos son sus padres. Jodida mierda. Solo espera que si es de ese modo, puedan identificar que gime de placer y no de otra cosa

—U-Uh... Hyung... Me succiona...—se queja, perdiendo la cabeza un segundo después.

—Abotónate... A-Abotónate a mí, alfa—chilla mientras ladea la cabeza, ofreciendo su cuello limpio.

Completamente llevado por lo siguiente a suceder, Jungkook instintivamente busca ese espacio entre su hombro para lamer con desesperación mientras sus diminutos colmillitos brotan. Su cuerpo tiembla, cuando percibe que la matriz envuelve la punta de su glande que va ensanchándose hasta parecer querer destrozar el interior del omega. Sus dientes muerden sin contemplación esa nívea piel al momento en que comienza a derramarse en chorros de semen dentro de él, consiguiendo un grito agónico de dolor/placer por parte de su bonito omega que no deja de temblar.

Inmediatamente, las emociones de ambos se entrelazan, siendo casi palpable el vínculo que el mordisco crea entre ambos. Abrumador. Eso es lo único que podría referir Taehyung en cuanto a esta experiencia. Son demasiadas cosas al mismo tiempo, muchas emociones, sensaciones. Su pene por primera vez deja salir tiras blanquecinas de lo que cree es semen, su interior está siendo ensanchado debido al nudo, su propio orgasmo anal se está embarrando en ese miembro clavado en sí mismo, y la marca... La marca ha sido dejada por primera vez en su piel, siendo reclamado como suyo. No hay vuelta atrás.

Los sollozos de Taehyung comienzan a ser audibles, es complicado de explicar todo lo que siente justo ahora, siente mucho placer, dolor y amor, dolor por lo sensible que su cuerpo se percibe, quiere que Jungkook salga de su interior porque se siente sobre estimulado, pero sabe que no es posible porque todavía faltan muchos minutos para que toda aquella semilla sea dejada.

Jungkook por su parte, mima al castaño, pidiendo bajito que no llore, que pasará, pero la verdad es que parece querer seguir creciendo el nudo con cada minuto que pasa.

El alfa limpia las lágrimas del castaño con suavidad, llevando sus labios finos hasta su frente húmeda por el sudor para dejar un casto beso. Posteriormente, ambos se miran a los ojos llorosos por unos segundos antes de fundirse en el primer beso de la tarde, lento, muy lento a comparación con toda aquella intensidad de hace escasos minutos. El azabache jala el belfo inferior con cuidado, no queriendo moverse para causar molestia.

En medio de su agonía y besitos de tranquilidad, Taehyung percibe que su alfa lleva una de sus palmas hasta el vientre para poder palpar la piel de ese lugar con añoranza. A pesar de estar fragmentado por su lobo, su cabeza trae fugazmente aquellas palabras de su amigo... Esas que decían que ellos podían percibir el momento exacto en que es fecundado su óvulo.

¿Acaso..?

Jungkook no dice nada, haciendo asumir a Taehyung que lo hace por mero instinto y nada más. Que no tiene certeza de ello, que solo es su lobo deseando que haya sucedido. Es una posibilidad. Pero también lo es que...

«Mi cachorro... ¿Es posible que tenga a mi cachorro después de esto?»

Sus ojos nuevamente se llenan de lágrimas por la solo posibilidad, al menos, realmente espera que su fertilidad esté lo suficientemente bien para que eso ocurra.

Antes de darse cuenta, Jungkook ya está saliendo de sus lubricadas paredes arrancándole un último jadeo en el proceso. Sus frentes se encuentran en una sutil caricia que va acompañada por el rozar de sus narices. El sentimiento de amor en cada uno es sosegador, cálido, sus corazones todavía golpean entre sus pechos con fuerza anunciando que esto quizás es más de lo que ambos esperaban.

—Lo amo, Hyung. L-Lo hago desde que me permitió conocerlo en el pasado, desde que me dejó ingresar a ese pecho suyo que estaba esperando pacientemente por el amor. Dos años después de eso... Lo sigo amando incluso más; porque el no tenerlo, me hizo darme cuenta de todo lo que nunca fui capaz de decirle...

—L-Lo decías con tus acciones. Con tu mirada... Esa de ojitos dulces que aún conservas.

Una risita suave brota del chico azabache que se mira hermoso sobre él, que parece haber reencontrado una parte de sí que no sabía le hacía falta hasta que pudieron compartir la misma cama nuevamente. Los dedos todavía temblorosos de Taehyung acunan la carita del menor, atrayéndola con cuido a sus propios labios para besar cada parte de ella con mesura.

—Yo también te amo, Jungkook. Mi omega te ama. Te amamos.

—¿Ahora sí puedo decir que es mío?—pregunta con cautela, echándose a un lado para traerlo a uno de sus costados. Nuevamente, sus dedos se quedan en su vientre mimando la zona, lo plano de su vientre—. No quisiera que me golpee como dijo que haría, sé que le incomoda que le digan eso... Es solo que lo siento así desde lo más profundo de mí, usted siendo mío y yo siendo suyo.

Taehyung sonríe suavemente por esas palabras, dejándose arrullar de la manera en que su joven alfa desee. Perdiéndose en la sensación de las almohadillas de sus dedos tocando su piel, cree ronronear de placer gracias a lo cálido de los sentimientos que el vínculo le brinda.

—Cachorro tonto, nunca he dejado de ser tuyo, porque desde que vi tus ojitos de venado años atrás... Has sido inolvidable.




-Hany

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