¡Bebus! Como leyeron, este será un Omegaverse, mi primer Omegaverse legalmente, así que espero les guste el desarrollo y la manera en que adapté el universo a mi conveniencia.
No haré guía porque no creo que amerite una, hay cosas diferentes de los OV tradicionales, así que no se cierren a la posibilidad de disfrutar este mundo de Hany. ( •̀ ω •́ )✧
Taehyung siempre fue un omega popular, una linda cara, una personalidad demasiado brillante que deslumbraba a cualquiera sin siquiera notarlo.
Cuando era universitario, más de un alfa, beta u omega, lo volteaban a mirar a pesar de que tuviera un aspecto deplorable por haber durado más de setenta y cuatro horas sin dormir por su dichosa tesis de grado. Si, la universidad no es realmente como las películas occidentales la hacen ver; quizás si tenga una fracción de diversión cuando ingresas el primer semestre, miedo por no poder adaptarte a los horarios, esperanza de encontrar a alguien que realmente esté dispuesto a quererte como todas aquellas historias que ha podido leer con el pasar del tiempo, incluso, un mejor amigo que te ame como su hermano a los dos días de conocerte.
Pero eso no pasa, al menos no, cuando Taehyung iba a la universidad siendo un estudiante. Y ahora, cinco años después de haberse graduado de licenciado en Economía y haber alcanzado hace apenas un año su Doctorado, realmente no cree que algo como eso exista todavía.
Las fiestas infinitas son una farsa, realmente son una de cada veinte celebraciones las que terminan en orgias o con betas dejando de ser vírgenes con las porristas omegas del equipo de baloncesto. En sus tiempos, las personas se reunían para tomar y jugar monopolio, a lo mucho, apostaban algunos wons cuando sacaban las cartas y de esa forma ganaban un dinero extra para el sándwich del día siguiente. Muchos corrían en pijama por los pasillos en busca de llegar a su primera clase, y ni siquiera presumían su acomodada situación económica porque estaban muy ocupadas haciendo ensayos, exámenes y todo lo que las diversas materias exigían individualmente.
Y él... Bueno, nunca fue demasiado alejado a ser un estudiante promedio como cualquier otro; trabajaba en una tienda de hamburguesa, más de una vez entregó sus trabajos llenos de mostaza o lechuga, tenía como compañero de habitación a un chico beta que estudiaba filosofía que casi ni le hablaba porque nunca estaba presente. ¿Visitas en el dormitorio? Ni de broma, te encontraban con alguien en tu habitación que no fuera tu compañero asignado y automáticamente perdías la posibilidad de continuar con la beca conseguida.
Bien, bien, las cosas sí que han cambiado desde que salió de la universidad, pero básicamente sigue siendo lo mismo con un poco más de tecnología de por medio.
Ah, la dichosa tecnología...
A veces buena, otras tantas no una excelencia como la hacen ver, de lo contrario, posiblemente ya hubiera encontrado un novio, alfa, beta, delta, ¡Lo que fuera! Con ayuda de esa maldita aplicación que Jimin, su mejor amigo gamma, le instaló en el teléfono hace un mes. ¡Ni una cita ha tenido! Bueno, esto si se debe completamente a él, ya que no cree que un tipo, tipa, que muestre más sus atributos físicos que los mentales, sea el correcto para él.
¡Dios lobo! Taehyung es un omega de veintinueve años, inteligente, profesional, con una casa en una zona de clase media con todo lo que quisiera desear, es independiente y ha logrado cada cosa que se propone, casi todo, lo menos que merece es una personas que tenga más neuronas funciones que ganas de fornicar.
A pesar que los derechos omegas, betas, incluso, deltas y gammas fueron legalmente reconocidos como iguales años atrás, y las relaciones entre ellos han ido estrechándose significativamente, todavía es un martirio conseguir una pareja que pueda darte todo lo que buscas. Sí, se podría decir con responsabilidad que no existe verdadero repudio o desacuerdo en que alguien diferente a un alfa pueda tener de pareja a un omega, u ocupar un cargo que anteriormente solo ellos podían, pero sigue siendo necesario que un alfa, o en caso contrario un delta que posee muchas similitudes a los alfas, ayude en sus celos a los omegas y viceversa.
Debido a esto, todavía existen individuos que no están a favor de la inclusión de los betas, deltas y gammas, al verlos como defectuoso, dañados, inservibles, que no deberían nunca recibir ni una mirada por su naturaleza débil o inestable. Sin embargo, hay otros tantos que han peleado desde tiempos inmemoriales para que este eslabón débil, debido a los pocos que existen en la actualidad sin esconderse por miedo a ser rechazados y asesinados, sean capaces de vivir en paz como cualquier otro que reside en esta sociedad.
Por ejemplo, Taehyung es una de esas personas que desde que se presentó como omega a los dieciséis años, ha peleado por sus derechos para poseer la libertad de escoger a quién amar o cómo regir su vida, si quiere casarse o prefiere ir a la universidad como cualquier otro alfa haría. Lo que comenzó como una pelea únicamente por los omegas, se convirtió rápidamente en una lucha de todos aquellos que eran marginados o innecesarios, solo con la meta de dejar de ser tratados como basuras, como seres que nacieron siendo desdichados solo por no ser alfas.
Y un día, cuando el castaño acababa de cumplir sus dieciocho años, el gobierno que se movía todavía por la jerarquía salvaje, aunque ellos rechazaron esas acusaciones en miles de oportunidad por ser retrogradas y grotescas, fueron derrocados y un nuevo respiro les hizo saber a los miles, millones de jóvenes que habían peleado por años, que había ganado algo que cambiaría el futuro de las nuevas generaciones.
Así fue que Taehyung pudo ingresar a la universidad en su momento y actualmente ser considerado un omega importante. Pero, ¿Por qué incluso después de todo eso es tan difícil encontrar al indicado para que le ayude a alcanzar su última y más grande meta?
Él solo quiere una cosa, o persona, para alcanzar su máxima felicidad personal... Un hijo.
¡Quiere tener un hijo!
Oh, una pequeña personita con dos líneas por ojos, con mofletes tan grande que no puedas dejar de acariciarlos, con su cabecita de abundante cabello negro, con sus manitas que se vean diminutas entre las propias, que con el tiempo vayan creciendo, formándose como un individuo feliz hasta que sea presentado y decida de qué manera quiere seguir en su vida. Pero antes, quiere... Anhela sentirlo dentro, pateando con sus piececitos o dando golpes con sus manos. Taehyung le leería todas las noches desde el primer día que sepa de su existencia, le pondría música y le hablaría a cada momento.
Lo amaría tanto, que muy posiblemente no pueda vivir sin que su pequeño bebé esté a su lado, calmando a su lobo y a su propio corazón que lo anhela.
Cada vez que recuerda que esa posibilidad está allí y no puede obtenerla, comienza a sentirse desesperado al estar cercano a los treinta. Obviamente es joven todavía, no obstante, él tenía un plan de vida desde hace mucho: graduarse, disfrutar lo más que pudiera de cada una de sus etapas, conseguir un buen trabajo, una casa decente, y finalmente una familia con una o dos criaturas que se parezcan a él o a la persona con la cual decidiría pasar su vida.
Pese a que cada una de sus metas hayan sido alcanzadas, han pasado cinco años desde que es licenciado, y ni siquiera ha podido decir que se ha enamorado alguna vez... Bueno, este último punto lo dejará sin aclarar por el momento.
Taehyung es guapo, claro que lo sabe, el centenar de citas que solo terminan en propuestas sexuales de una noche se lo dicen... O no. En realidad no está seguro. Aunque no es del tipo de personas que se va con otra solo por una follada, no puede negar que aceptó una que otra ya que a pesar de ser bastante centrado en lo que quiere, sigue siendo un omega con necesidades físicas que un consolador tamaño alfa no pueden suplir completamente.
Diablos, debe de verse tan patético ahora mismo que la confianza que se tenía está disminuyendo. Jimin le aseguró que sus estándares están demasiado elevados, e incluso se atrevió a decir que su forma de ser, asusta a las personas con las cuales suele salir a citas de vez en cuando.
¿Cómo se atreve?
Es una dulzura de omega, atento, con muchos temas con los cuales puede romper el hielo... Bien, no, está mintiendo; desde hace poco más de dos años que no tiene una verdadera cita, de esas que te llevan a pasear solo para conocerte, hablar, hondar en tus sentimientos.
Todas las que ha tenido hasta ahora son como: "¿Vamos por un trago?" Eso quiere decir que quiere llevarte a la cama. "¿Quieres ver una película en mi casa?" Ese definitivamente quiere follarte sin gastar en un hotel. "Conozco un karaoke espectacular, te encantará" Quiere toquetearte mientras cantan a todo pulmón alguna canción de BigBang. "Cine" Quiere besarte en medio de la película, y si existe algo que odia Taehyung más allá de los alfas egocéntricos, es que lo molesten cuando está viendo una película. ¡AH! Es que todavía no entiende por qué existen personas que van al cine para hacer esas cosas, ¿Acaso no entienden que el olor de su excitación llenan la sala desagradablemente aunque utilicen supresores? No, si él va al cine es para ver la película, en serio eso le desespera mucho.
Y ni siquiera cuenta sobre sus celos, ya que los alfas que lo ayudan a saciar esa necesidad de "Aparearse" Como si fueran unos perros sin collar, son un servicio por contrato que hasta poseen catálogos para elegir al que te gusta con antelación. Quizás eso sea lo único bueno de estar soltero, cada celo puede escoger a uno o dos alfas para que lo atiendan completamente sin necesidad de contenerse con el engorroso dolor de su matriz pidiéndole cachorros con desesperación.
Por eso lo ha decidido, en su próximo celo quedará embarazado teniendo o no pareja.
—Tiempo.
Finalmente el castaño dice, sonando ambas palmas juntas para llamar la atención de los cincuenta alumnos que ven su clase en esa hora. Suspiros desesperados, olores llenos de miedo, quejas de que no dio mucho tiempo, incluso un pequeño sollozo por alguna persona que sabe ni siquiera pudo colocar su nombre, se escuchan entrelazados por todo el recinto. Taehyung sonríe un poco hacia ellos, cruzando sus brazos por sobre su camisa blanca.
«Tan dramáticos.»
—Dejen los lápices a un lado, por favor. Cero quejas, tuvieron una hora quince minutos para responder cada una de las preguntas... Tampoco es que estuvieran tan difíciles.
—¡Es el profesor! ¡Es obvio que no estarán difíciles para usted!—se queja un beta pelirrojo en uno de los puestos finales.
Taehyung no podría negar aquello, no obstante, está seguro que su forma de dictar la clase es verdaderamente adecuada para su compresión, aquellos que no entiendan lo que dice, es porque simplemente no están prestando demasiada atención o simplemente no les importa aprobar la materia.
—Venga, no sean quejumbrosos—calma con tranquilidad—. Aquellos que sepan que van a sacar mala nota tienen la posibilidad de pasar a última hora por aquí y los ayudaré con sus dudas, de resto, todos fuera que tengo otra clase dentro de veinte minutos—pide serio.
Apenas lo pide, todos comienzan a salir después de dejar las hojas garabateadas del examen sobre su escritorio. Cuando la última fila hace lo propio, sus ojos se quedan por un breve momento en el chico de cabello azabache que conversa con el pelirrojo que se quejó previamente, obligándose así, a dirigir su atención a cualquier otra dirección que no sea el joven alfa.
Lo que menos desea es causar un momento incómodo.
—Hoseok...—llama al más delgado, obteniendo su curiosa mirada de ojos castaños rápidamente—, deberías pasar en la tarde por aquí, tengo algunos tips que podrían servirte para la próxima clase, recuerda que esta nota es verdaderamente importante.
—P-Pero... Ni siquiera ha visto mi examen, ¿Cómo puede saber que lo reprobé?—el rostro del omega le hace entender que no es bueno fingir que ha ido bien cuando sabe que no es así. Sin motivo aparente, Hoseok golpea al azabache que también se detuvo a escuchar a una distancia prudencial. El alfa se queja con un puchero un momento después—. ¡Esto es tu culpa Jungkook, si no hubieses insistido en jugar una partida de ese estúpido juego, no habríamos amanecido sin estudiar!—refunfuña.
—¡Yo no te obligue!—arremete él.
Jungkook no es capaz de elevar la vista hacia su profesor, ya que sabe que muy posiblemente le esté reprochando con la mirada que siga perdiendo los momentos de estudios por estar jugando videojuegos como en su primer año de universidad. Su puchero se hace más grande, tratando de controlar la vergüenza dentro de sí.
—Mejor te espero en la cafetería. Hasta luego profesor Kim—se despide suavemente, con las mejillas un poco rojas.
—Nos vemos—se despide.
Sin poder evitarlo, sigue de cerca la forma en que Jungkook obtienes sus audífonos inalámbricos y seguidamente coloca la capucha de su suéter negro con claras intenciones de ignorar al otro chico que no tarda demasiado en llegar a su lado con ganas de seguir quejándose.
El aula cae en un completo silencio cuando todos sus estudiantes se han marchado, dándole la oportunidad de dejar caer sus hombros con pesar al tener que convivir con el alfa azabache en su clase tres veces por semana durante dos horas y media. ¡Es un completo martirio! ¿En qué momento perdió el centro de su mundo y se permitió verlo de otra manera? Dios lobo.
Todo es tan jodido ahora por su culpa.
»𝄞«
—¿Un banco de esperma?—repite con asombro el gamma, casi escupiendo el jugo de naranja que Taehyung previamente preparó para él.
¿Acaso escuchó bien? ¿Taehyung quiere preñarse? Es decir, no es como si no lo supiera... La cosa está en que había creído que era a largo plazo, no tan inmediatamente. Diablos, de solo imaginarlo embarazado le da escalofríos, no en el mal sentido de la palabra, su amigo es un hermoso omega y posiblemente sea vea muy lindo cargando con un bebé en su vientre, sin embargo, por algún motivo que desconoce, le da escalofrío la maternidad en general.
Oh, sí. Debe de ser porque de él quedar embarazado, posiblemente se muera en el proceso... Maldita sea el estado de fragilidad que intenta disimular contra todo pronóstico.
—¿Qué tiene?—indaga el castaño, sin verle lo malo—. Ahora hay miles de forma de quedar embarazado, Jimin. No necesariamente tengo que tener una estúpida pareja para eso. Los tiempos cambian—se excusa creíblemente.
—Creo que te estás apresurando, Tae. Está bien que creas que no necesitas un papá para tu hijo, porque la historia nos ha demostrado que efectivamente podemos vivir sin uno, pero... Creo que embarazarte con la esperma de un desconocido no es lo que realmente quieres. Detente un momento.
—¿Para qué quieres que me detenga? No es como si esa persona va a venir a quitarme a mi hijo, si vende su esperma es justamente porque no le importa qué hagan con ella—rebate.
Comienza nuevamente a abanicarse con el periódico del día de hoy. Tiene calor, uno horrible e insoportable; ya quisiera encender su aire acondicionado y estar en su habitación durante todo el día, pero tiene «Actividades» Que debe cumplir antes de que eso suceda.
—Es que pienso que eso es un poco desesperado—opina, dejando el vaso a un lado para tomar la mano libre de su amigo por sobre la mesa de su diminuto jardín. Los dedos del omega son tan lindos, delicados. A veces Jimin envidia de manera sana la belleza con la cual fue bendecido este hombre—. Sé que puedes formalizar una relación con algún alfa bueno... O lo que sea, Tae. Puedes enamorarte, puedes disfrutar del sexo con este individuo y luego formar una familia. Eres joven todavía.
—La quiero ahora—se queja frustrado, apartando los mechones castaños de su cara llena de agobio—. Ya no quiero esperar más, sé que si me quedo aquí esperando que "Esa persona" Llegue, no podré ser padre nunca. Quiero disfrutar de mis bebés, quiero... ¡Oh, joder! Quiero jugar con ellos, ir de aquí para allá, enseñarles mil cosas, tener energía, Jimin. No quiero que se me niegue la posibilidad de concebir por la edad, no todos somos igual de fértiles o tenemos las misma oportunidades de procrear. Y... Los chequeos con el doctor me han indicado que estoy bien, pero no sé si dentro de unos meses lo esté. ¿Entiendes? Necesito preñarme ahora o siento que nunca lo haré. Mi lobo está muy sensible, siento que llora y se desespera con cada celo que pasa y nada crece dentro de mí. Él y yo lo deseamos.
Confiesa, dejando ir su mirada sin razón alguna a la valla de tablas blancas que limita su casa con la que está a un lado. Aunque conozca bastante bien a sus vecinos, MUY BIEN, siempre le parecerá inaudito encontrarse a ese alfa azabache realizando cualquier actividad en su jardín, que a diferencia del propio, tiene una piscina bastante bonita que es utilizada de vez en cuando por los diversos habitantes de la vivienda.
Taehyung humedece sus labios de manera inconsciente, cuando el muchacho aparece quitándose la camisa del torso sin demasiado esfuerzo, dejando expuesto un cuerpo que definitivamente se ve mucho más trabajado de lo que recuerda de aquellos días de verano en los cuales pudo consumir cada centímetro de su piel. No es que antes Jungkook no haya poseído músculos, es solo que ahora se ha preocupado notablemente por hacer ejercicio y verse mucho más maduro de lo que realmente es.
Dios lobo... Se ve bastante duro, suave...
«¡Taehyung! Ese alfa tiene veintidós años, ¡Veintidós!» se grita mentalmente. «No es bueno que estés detallando nuevamente a un chico al cual le llevas siete años de edad y un largo trayecto de experiencia.»
Sus piernas se cierran ante una sensación conocida que comienza a arremolinarse en su vientre. ¿Su celo? No, no, falta todavía más de un mes para que eso suceda, solo tiene ganas de una polla, eso es todo... Ojala eso fuera todo, pero la verdad es que quiere esa polla.
Rayos, ¿Por qué siquiera piensa en eso? Es absurdo, ambos decidieron dejar esa cosa que tuvieron en el pasado, quizás... Solo está verdaderamente desesperado. Maldito el día que se presentó como omega y comenzó a necesitar que lo follaran como un perro en celo.
Indignado consigo mismo, vuelve su mirada a Jimin que habla y habla, tratando de hacerle entender por qué es mala idea el embarazarse sin antes intentar encontrar una pareja que pueda compartir el vínculo y emoción por procrear. Aunque quisiera prestarle atención, sus orbes cafés vuelven al alfa que esta vez está nadando con soltura por todo lo largo y ancho de la piscina; su espalda es amplia, cada músculo se mueve deliciosamente con las brazadas que realiza, se hunde, vuelve a salir, gira, y sus ojos chocan por un breve momento, tan breve, pero siendo suficiente para hacer avergonzar a Taehyung por estar de mirón.
Vuelve hacia Jimin, teniendo que morder su lengua para no gemir de la extraña excitación que siente con solo haberlo mirado. Al menos su amigo no es realmente bueno con los olores y no podría identificar que está a nada de abrirse de piernas a un joven alfa como Jungkook.
—... Entonces no serás feliz—concluye el gamma con vocecita de lamento—. Imagina lo mal que se sentirá el cachorro cuando descubra que solo fue un espermatozoide entre muchos que fue seleccionado específicamente para fecundar tu ovulo de una forma no natural. Pobre, no se sentirá bien. Yo no me sentiría bien—el castaño parpadea un par de veces sin comprender qué es lo que está diciendo su mejor amigo justo ahora—. Sin contar lo delicioso que debe ser que te follen taaaan bien, como para dejarte preñado de una vez. Aunque NamJoon no quiera embarazarme por lo peligroso de ello, y no pueda saberlo al ser un beta, he escuchado que los alfas saben el momento preciso que uno de sus espermatozoides fecundan el óvulo, así que comienzan a ser mimosos con su pareja, ¿No es eso lindo?
—¿Lindo? Obvio no lo es. Qué asco—refunfuña, no queriendo aceptar que efectivamente es muy lindo y quiere vivirlo.
Realmente quiere todo, quiere que lo tomen como nunca ante lo han hecho, que lo amen y que de ese encuentro resulte su pequeño cachorro. Tristemente, nada de eso ocurrirá porque ninguno es digno.
Sin querer decir nada más, se coloca de pie para ir dentro de la vivienda y así evitar seguir espiando a su estudiante. ¿Qué es esa sensación que tiene en su cuerpo así de repente? Es mucho más que una excitación cualquiera.
«No, no, no. ¡¿Pero qué te pasa Kim Taehyung?! ¿Cómo que excitado por solo ver a un chico bañándose en shorts?» Bueno, definitivamente no es cualquier chico, es su alfa, o el que fue su alfa. Le recuerda su cabeza. «¡Céntrate maldición, lobo mugroso! ¡Jungkook no es nuestro alfa, supéralo!»
—Tae—Jimin lo sigue dentro, notando las mejillas sonrojadas de su amigo una vez ocupa uno de los sillones de la elegante sala que él mismo decoró al ser ese su trabajo—, te ves abochornado, ¿Qué tienes?
—¿Yo? Absolutamente nada, estoy bien. Más bien, cuenta qué pasó con la visita que NamJoon y tú hicieron a la casa de tus padres—desvía su atención, sabiendo que el gamma adora hablar de esos días en Busan.
Jimin comienza a parlotear, mientras Taehyung continúa abanicándose con el periódico levemente ante la temperatura absurda de su cuerpo, optando ir la cocina para servirse un vaso de agua que le ayude a controlar la sed de tomar el néctar del joven alfa.
Aunque quisiera, no lo puede controlar, y es que de solo recordar el sabor de esos delgados labios, el tacto de aquella lengua contra la propia, las manos temblorosas por esa nueva experiencia que estaba teniendo con un alfa de tan solo veinte años. «No pienses en eso, no ahora.» Sus manos van contra la loza de la isla, teniendo que sostenerse ante el estremecimiento que sufre por ese recuerdo específico.
Sus vellos corporales se elevan, ante la necesidad de contacto que va naciendo en su interior.
Esa primera experiencia que tuvo con Jungkook fue verdaderamente significativa, pasó hace exactamente un poco más de dos años. El alfa era tan malditamente dulce, que no pudo evitar tratarlo con excesivo cariño, casi como si fuera una pieza de cristal que pudiera quebrarse por un mal trato. Fue la primera vez del menor en relacionarse sexualmente con alguien, ya que se presentó como alfa tardíamente y nunca quiso ser atendido en sus celos. Esto lo confesó cuando ya ambos estaban excitados en el pequeño despacho que Taehyung ocupaba para dar las tutorías.
Jungkook creyó que esa confesión mataría la pasión que se percibía en el aire, más el castaño solo pudo sonreír y besar más suavemente sus labios. «Entonces debemos hacer el amor» Fue lo que dijo en aquel momento.
Podría decir que le resultó un martirio total, pero la verdad es que la torpeza demostrada por el alfa resaltó de forma tierna el momento, tan auténtica, que hasta el presente le sigue pareciendo una de las mejores experiencias obtenidas de todos los años que lleva teniendo una vida sexual activa; el tener que guiarlo, el indicar en dónde debía tocar para hacer el encuentro grato para ambos, fue muy estimulante, sin contar que el ayudar a descubrir al propio Jungkook qué le gustaba fue un arduo trabajo.
Sin embargo, el chico nunca fue una pareja sexual insistente en cuanto a los encuentros, si Taehyung le decía que no, podía aceptarlo con inteligencia. Si le pedía utilizar condón, a pesar que siempre ha utilizado anticonceptivos, lo utilizaba sin refutar al entender que la intimidad de dos personas va mucho más allá de ese único encuentro. Ellos se comprendían a pesar de la distinción de edad, de ideología política o religiosa. Podían pasar tranquilamente todo un día hablando de mil temas al azar que surgían de forma espontánea, del clima, de una serie de televisión o las exuberantes ganas que el alfa tenía por aprender inglés, incluso siendo muy malo en ello.
Su olor... Dios lobo, Taehyung todavía puede jurar que percibe el olor del chico en su cama, en su casa, en sí mismo. Arce azucarero. Probar la piel del joven alfa era como probar un jarabe demasiado dulce para el nivel normal de azúcar que debe poseer su sangre. Adictiva, deliciosa. Jungkook era todo lo que una vez quiso tener.
Era un entusiasta, un chico alegre que siempre llenaba de luz sus días... Entonces la tesis de su doctorado llegó, el poco tiempo libre hizo que las tutorías fueran suspendidas, comenzó a trabajar en la universidad gracias a la oportunidad de un amigo. Nuevos colegas, más responsabilidades, más metas, más años.... Y pasar su tiempo con su vecino recién graduado de instituto fue quedando de lado sin darse cuenta. Casi no hablaban, casi no se veían. Sus compañeros fueron formando sus vidas y él... Simplemente no podía estancarse con un alfa que apenas iba a comenzar la universidad, él necesitaba a alguien con un futuro ya formado para poder darle esa carga emocional que necesita dejar ir.
Jungkook solo fue un momento, uno hermoso, cálido y feliz. A veces cierra los ojos y quisiera devolver el tiempo, volver a sus brazos para refugiarse entre la protección que un jovencito como él, le aseguró daría, a pesar de no tener nada inmediato que ofrecerle.
"Seré el mejor en la universidad para hacerlo sentir orgulloso. Cuando eso pase, será mi omega legalmente, Hyung. Lo juro"
Demasiado dulce, muy iluso de lo que la vida real es...
—Taehyung, ¿Me estás escuchando?
—¿Ah?—tontea una vez registra la curiosidad por parte de la otra persona en el inusual desenfoque que ha tenido por largos minutos en los que sus pensamientos se perdían. Traga saliva pesadamente—. Sí, lo hago, solo... Es que falta tan poco para que la tutoría que debo dar a esta hora comienza y ni siquiera he podido preparar las guías correspondientes—insinúa sutilmente.
Jimin analiza las palabras hasta que parece captar lo que quiere decir el otro con eso. Un claro y contundente, largo de mi casa que necesito hacer cosas.
—Oye, pensaba que me querías—pucherea en broma, acercándose hasta donde él para robar alguna fruta de la canasta como normalmente hacía—. Bien, ya me iré para que puedas dar tu clase con normalidad—dice, mientras se direcciona hacia la puerta principal—. ¿Estarás bien? No quiero que te enfermes por pensar de más en lo del embarazo, todo estará bien, ¿Sabes?—dice en voz alta, abriendo la puerta sin distinguir que del otro lado un chico, que logra identificar como el vecinito de Taehyung, está por tocar—. ¡Joder, niño alfa! Casi me matas del puto susto...—chilla, llevándose la mano libre de fruta hasta el pecho.
Realmente pudo morir, por eso NamJoon realmente cuida demasiado de él. Su Jimin es tan frágil como ningún otro. Es su cachorro bebé.
—L-Lo siento, no quise asustarlo—se disculpa apenas, sosteniendo un par de cuadernos junto con su laptop entre sus brazos cubiertos por un suéter negro.
Su cabello todavía está húmedo por el chapuzón en la piscina de hace media hora atrás, al no haber tenido suficiente tiempo de secarlo correctamente. Jimin maldice un poco a su delicado corazón, para luego salir de la casa permitiéndole al chico que ingrese con normalidad.
—Buenas tardes—farfulla, una vez da directamente con Taehyung en la cocina. Todavía tiene las mejillas sonrojadas.
—B-Buenas tardes, Jungkook—saluda—. Puedes colocar tus cosas sobre la mesa, yo buscaré mi laptop y las guías impresas con las cuales trabajaremos hoy—dice, antes de perderse por uno de los pasillos.
Es que esto ha sido un error, no debió aceptar ayudar al alfa cuando sus vecinos se lo propusieron de aquella manera desesperada. Incluso, el mismo azabache renegó demasiado cuando su madre le informó que debía comenzar a tomar tutorías nuevamente con Taehyung por lo decadente que iba en la materia. ¿Todo debido a qué? A su empeño en faltar a las primeras clases al no querer estar en el mismo lugar que el omega.
Es... Desesperante controlarse de la manera en que lo hace.
Y es que para él, Kim Taehyung sigue siendo su omega, su primer y único amor que su vida tendrá. Ha tenido experiencias después que todo acabó con su lindo Hyung, vaya que lo ha hecho... Ha salido con omegas menores, mayores, con betas. Incluso, con una gamma que tenía de pareja un delta y querían experimentar. Pero ninguna de esas personas se puede acercar al sentimiento conseguido con Taehyung.
Ninguno supo relacionarse con él como Taehyung, y no hace únicamente referencia al acto sexual, se refiere a todo; ninguno lo escucha como él, lo mira como él, le habla como lo ha hecho él, y no se trata de que esté obsesionado con su Hyung, ni siquiera ha pensado en intentarlo nuevamente porque ya sabe que será rechazado como en el pasado. Es solo que... Siente que merece ser tratado de forma especial, como Taehyung lo hizo por todos esos meses que tuvieron algo entre esas paredes que conforman el hogar de su mayor, y si no son capaces de hacerlo sentir así o mejor, simplemente no quiere nada.
Por eso, prefiere dejarlo a solo un encuentro sexual que se olvida al llegar a casa. Es triste que ni siquiera valga la pena intentarlo al saber que esas personas solo buscan eso, un buen orgasmo, una buena polla que les haga sentir plácido por un corto tiempo, y Jungkook no es un alfa estúpido, egocéntrico, sin sentimientos. Él no merece tratar, ni que lo traten como un objeto que es un consolador andante.
Y ahora que analiza eso, se siente perdido al haber escuchado que su omega... Que Taehyung está esperando un bebé. ¿Acaso ese no fue el motivo principal por el cual terminaron todo? El "Quiero algo que tu no me puedes dar inmediatamente, Jungkook. Quiero un hijo, una familia con la cual compartir mi vida" Fue lo que dijo antes de romper sus ilusiones totalmente, su orgullo de alfa. Y está bien, aunque era un "Jovencito inmaduro" Supo entender los sentimientos del mayor, supo tomar su corazón hecho pedazos y llevarlo a su habitación para intentar unirlos con paciencia.
Pero todavía está un poco roto, todavía sigue siendo ese alfa frágil que está lleno de entusiasmo, que teme que lo rompan y usen; cosa que crea un sin número de emociones contradictorias en sí mismo, debido a que sus instintos le piden ser diferente, le insta a tomar lo que su lobo cree es lo suyo sin importar nada más. Al menos Jungkook puede agradecer que su lado animal no sea tan fuerte como sabe en sus antepasados fue, justo ahora, su parte humana es quien rige su vida actualmente. Claro, cuando no está en celo.
Y aunque sabe que Taehyung no es su problema, las preguntas de "¿Quién es el padre? ¿Se hará responsable? ¿Se casará con usted? ¿Se van a vincular? ¿Lo hará feliz? ¿Admirará su potencial profesional? ¿Dará citas, momentos especiales? ¿Lo hará sentir el más hermoso del mundo con solo mirarlo, con solo tocarlo? ¿Será capaz de amarlo tanto como lo he amado yo por estos años?" Si la respuesta es sí, entonces le deseará una suerte infinita; porque amar es comprender, dejar ir, y desear felicidad aunque en este plano terrenal un nosotros ya no exista.
De esa forma, Jungkook todavía lo ama.
Y es doloroso, porque su lobo anhela a Taehyung y está seguro que el lobo de su Hyung también lo ama aunque sea un poco. Lo siente, lo puede oler de vez en cuando los supresores no son suficientes para mantener sus emociones para sí mismo. Lo desea, lo quiere... ¿Entonces por qué hace sentir a su lobo tan deprimido? Está sufriendo, chilla dentro de sí, está decaído y suplicando a su otra parte.
Quiere a su omega, lo necesita.
Es solo que Jungkook trata de ignorarlo por más que siente que podría enfermarse a sí mismo. Esto es asfixiante. Cada vez que un celo de Taehyung comienza, no puede evitar llorar debido a que sabe que una esencia que no es la suya bañará su cuerpo, su cama. Es horrible vivir así. Odia tanto no ser tomado en cuenta como un alfa que daría su propia vida para proteger a su omega.
—Entonces... Has estado jugando hasta madrugada nuevamente, eh—pronuncia el castaño una vez está de regreso, ocupando la silla al lado del azabache mientras enciende su propia computadora.
Aunque no lo quiera hacer, sus ojos se deslizan hacia el chico un poco, pudiendo notar aquel rasgo de tristeza marcada con demasiada fuerza en sus hermosas facciones afiladas. Sus labios sonrosados, entreabiertos, húmedos. Sus lindas pestañas oscuras que enmarcan sus párpados alargados. Esa mejilla con aquella pequeña marca de guerra como Jungkook solía llamarle. Sus orejitas con diversos aros que son nuevos, y su cabello azabache en sutiles ondas que caen por todos lados.
Al menos Taehyung tiene que agradecer que los supresores que toma son lo suficientemente fuertes para no delatar demasiado su estado de necesidad por besar cada una de las partes de este alfa.
—¿Jungkook?—llama suave, distinguiendo que fue ignorado la primera vez. Solo allí, es que puede conseguir que esos orbes oscuros se posen sobre los suyos por lo que parece ser una eternidad, pero que realmente es solo un momento efímero—. ¿Estás bien? Te percibo inquieto...
«¿Acaso está aguantando la respiración?» se pregunta Taehyung un momento después.
—¿Eh? ¿Yo? S-Sí, claro, ¿Por qué no debería de estarlo?—responde suave, humedeciendo sus labios con insistencia una vez devuelve su mirada al computador. Con su mano derecha aparta unos mechones de su largo cabello para colocarlo detrás de su oreja con total cuidado, no queriendo fijarse en algo más que no sean aquellas palabras que dejó a medio hacer en la clase pasada—. ¿Comenzamos? No quiera ser inoportuno hasta tan tarde, sé que debe preparar la clase de mañana.
Taehyung no dice nada más a pesar de que desea preguntar qué le pasa. Obviamente aprendió a conocer demasiadas cosas del alfa en esos pocos meses que compartieron como una... Pareja... Logrando saber que no está en sus cabales completamente. De estarlo, no arrugaría su ceño cada cierto tiempo o mordería su labio. Incluso, está evitando respirar por la nariz. ¿No quiere olerlo? ¿Acaso huele mal? De alguna manera disimulada, se huele a sí mismo para descubrir que verdaderamente no es eso. Entonces... ¿Qué es? ¿Por qué ha cubierto su magnífica fragancia a arce azucarero?
Independientemente de lo que está pasando, no cree que tenga derecho alguno por preguntarle. No es como si... Fueran amigos. Ellos son solo profesor y alumno. Alfa y omega que no deben relacionarse de más.
Solo eso.
-Hany
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