#Problemas
No podía dormir. ¿Cómo iba a hacerlo? Las palabras de Wonnie aún le daban vueltas por la cabeza. ¿Qué iba a hacer ahora? Ahora que sabía lo que él sentía, no entendía cómo podía haber pasado por alto todos los detalles que ahora le parecían tan ruidosos. Nunca le había caído mal a Wonnie, él solo estaba tratando de mantener distancia. Debió haber sido horrible verlo con su hermano... Su hermano. Ese idiota. Debería estar más enojado, pero lo cierto es que si bien le dolía el haberse enterado de que Jae tenía una amante, no le estaba doliendo lo que se suponía que debía dolerle. En este momento estaba más preocupado por su cuñado, perdón, ex cuñado, que por haber sido una bolsa de cuernos durante vaya a saber cuánto tiempo. Resopló con fuerza y se giró.
–Deja de pensar tanto, no me dejas dormir —se quejó Chang en la cama de al lado.
–Lo siento.
–¿En qué piensas?
–Ya no sé. No sé cómo debo sentirme.
—Oyó a Chang incorporarse y encender el velador y se giró.
–Escucha, sé que es todo muy reciente. Pero, ¿qué sientes por ellos?
La pregunta no era tan descabellada. Estaba confundido a morir.
–Ojalá supiera. Jae... Él fue mi pareja por cuatro años. Estoy... decepcionado. Creí que teníamos algo bueno, sabes. Me decía que me amaba y me siento un idiota por no haberme dado cuenta de que yo ya no era suficiente para él —la voz se le quebró. Diablos, por supuesto que dolía. Mucho. Había creído que tenía una relación única.
–Hey, no te culpes por eso. Tú no tienes la culpa de que Jae no sepa mantener los pantalones arriba... —Hoseok hizo un ruido y se tapó la cara con las manos—. ¿Y por Wonnie?
Silencio. No se había puesto a pensar en profundidad en eso. Solo que no podía sacarse sus palabras de la cabeza.
—¿Él... te gusta?
Hoseok salió de debajo de la almohada y lo miró.
–No, nunca lo miré de esa manera. Él es mi cuñado...
–Ex. Ex cuñado.
–Bien, ex cuñado. Yo no pensé nunca en él de esa manera, exceptuando ciertas situaciones en las que por obvias razones, me sentí confundido.
Chang lo miró abriendo mucho los ojos. –¿Confundido?
–Chang, Wonnie es Jae sin tatuajes. Hubo algunas veces en las que me resultaba muy fácil perderme en los detalles. Comen igual, tienen las mismas expresiones, hacen los mismos gestos.
–Ah, si. Puede ser. Aunque por supuesto jamás pude verlos de otra manera, pero supongo que debía resultar raro como la mierda a veces.
Hoseok asintió. —Y, para ser honesto, no conozco mucho a Wonnie. Durante estos cuatro años él se dedicó a poner distancia entre nosotros.
–Y... no puedes culparlo. Debe ser horrible ver cómo la persona de la que estás enamorado se come la boca con tu hermano en tus narices —Chang hizo una mueca y se llevó una mano al pecho.
–Yo no lo sabía.
–Lo sé, pero eso no lo hace menos doloroso para él. Wonnie nunca se había fijado en nadie. Era curioso porque si bien nunca tuvo esa personalidad burbujeante que tiene Jae, siempre me resultó más atractivo en términos de personalidad. Y sin embargo siempre estaba solo a nivel personal, ¿me entiendes?
–Si, lo sé. Me siento como la mierda. Nunca fue mi intención hacerlo sentir mal y lo hice. Le dije tantas cosas —una lágrima escapó de sus ojos.
–¿Hoy?
Hoseok negó con la cabeza. –No, yo una vez lo escuché hablando con Min. Y Wonnie le decía que no quería cruzarse con esa persona, que le comía la cabeza —Chang asintió mordiéndose el interior de la mejilla— y Min le decía que no sabía cómo hacía para soportar ver a esa persona todos los días —había sido un idiota. Viéndolo objetivamente, no entendía cómo no se había dado cuenta— y cuando le pregunté él me dijo que le gustaba alguien...
–¿Pero cómo pudiste pensar que le gustaba Yuta? ¡Es más recto que una flecha!
Hoseok se encogió de hombros. –No sé, Wonnie nunca es muy cariñoso fuera de Min y Wenee, y con Yuta era diferente que con el resto... Qué se yo, se me hizo normal...
–No me gustaría estar en tu lugar —dijo su amigo abrazando la almohada—, pero tienes que verlos a ambos en el campus. Todo se volverá incómodo cuando todos se enteren.
Hoseok se restregó los ojos cansados y suspiró. —Si, pero también sé que yo soy el que tiene que hacerse a un lado. Todos ustedes son amigos desde siempre, yo llegué a lo último, así que lo más normal es que yo me abra.
–No digas eso, nadie se tomará bien lo que hizo Jae. Y tú eres uno de nosotros.
–Gracias, igual por el momento no quiero cruzarme con Jae. Ahora que todo terminó supongo que no tardará mucho en pasearse de la mano con ella.
–A propósito, ¿quién es?
–Jenny.
–Ah, oh. Qué idiota. ¿Piensas hablar con Wonnie? Prácticamente huiste de su casa.
–Me agarró con la guardia baja, ¿qué se supone que debía decirle?
–Si, tienes razón. Pero sí sabes que tienes que hablar con él, ¿no?
Hoseok asintió. Sabía que tarde o temprano iba a tener que enfrentarlo. No quería que Wonnie se sintiera mal, pero tampoco quería darle esperanzas sabiendo que no sabía si iba a poder corresponderle de la misma manera.
–Si. Lo sé...
–¿Qué hizo qué? —Wheein pegó un grito en el teléfono—. ¿Con esa idiota? Yo no lo puedo creer...
Nunu entró a la habitación de su hermana, enojado por los gritos que se escuchaban hasta su habitación.
–Hey, ¿puedes bajar el volúmen? Tus chillidos se escucharon en todo el distrito.
Wheein levantó una mano y lo hizo callar.
–¿Y cómo está él? Claro... si. No es para menos, iré a verlo en un rato. Está bien, te quiero. No lo dejes solo. En un rato estaré por allá.
–¿Qué diablos te pasa que estás gritando como una cacatúa en celo?
–Voy a matar al idiota de tu amigo —dijo ella mientras buscaba ropa en su placard.
–Sé más específica, todos son idiotas.
–En eso estamos de acuerdo. Hablo de Jae.
Nunu se apoyó en el marco de la puerta y se cruzó de brazos. Kihyun apareció por atrás y lo abrazó por la cintura.
–Terminó con Hoseok. Resulta que el muy imbécil lo engañó con esa zorra de Jenny.
–¿Qué? –La voz de Kihyun la hizo sobresaltar.
–Lo que escuchaste.
–¿Cómo está Hoseok? —preguntó.
Ella frunció la boca. —Aún no lo sé, sé que anoche se quedó en lo de Chang, pero creo que deberían llamarlo.
Kihyun miró a Nunu y esta revoleó los ojos.
–¿Por qué tengo que hacerlo yo? Que ellos arreglen sus problemas.
–¡Hoseok es nuestro amigo! –exclamó Kihyun cruzando los brazos y poniéndose en frente de su novio.
–Jae también lo es.
–Ah, ya entiendo —Kihyun se puso a golpear el piso con el pie, impaciente— seguro también eres amigo de esa, ¿no?
Nunu se agarró la cabeza, la conversación estaba tomando rumbos que él no deseaba explorar.
–No empieces con tus delirios, yo no lo obligué a que la metiera en su cama.
–¿Tú lo sabías? –esta vez fue su hermana la que se que unió a su novio.
–Yo...
–Son HyunWoo, ¿lo sabías o no? —Kihyun estaba a un paso de explotar en llamas.
–Hey, hey. ¿Por qué se enojan conmigo? Yo no tengo nada que ver, Jae es grande y lo que haga en su cama no es problema mío.
–Dios mío —Wheein se puso su mochila y agarró unos platillos que Jooheon le había pedido— no puedo creerlo, Kihyun, encárgate de él. Ahora me voy... —pasó por al lado de Nunu y lo empujó.
Salió de allí dejando que se formara la tercera guerra mundial en su habitación.
–Ahora vas a explicarme por qué no me dijiste que Jae estaba engañando a Hoseok y a hablarme de tu equipo de zorras porristas ninfómanas...
Nunu miró hacia la puerta viendo si podría escaparse del psicópata de su novio.
Jae voy a matarte por meterme en tus problemas...
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