Kim Taehyung era hermoso. Incluso hermoso era un eufemismo para describirlo.

          No sabe cómo ni cuándo, pero muchos sentimientos acabaron floreciendo en su pecho por aquel castaño de piel acaramelada, facciones delicadas, ojos miel, labios color cereza.

De esa tierna sonrisa, de ese cabello tan suave como un cendal, de esa arruguita en la nariz que se le forma al reírse, de ese pequeño lunar que tiene debajo a la izquierda de su cuello.

Es como una bella flor que debe cuidar y dar amor. Una flor que debe proteger de cosas que lo puedan dañar, una flor que destaca entre tantas de un jardín lleno de ellas.

Taehyung es similar a una aquilegia, lleno de inocencia y pureza; aunque también como un girasol, lleno de alegría, como un rayo de sol. Quizás también como la flor de loto, llena de gracia.

        Es tan bonito que incluso si lo comparase con 100 flores, él sería más bonito.

       Y es que recuerda cómo su madre le decía que todas las personas eran una flor: algunas son narcisos, egoístas; otras un azafrán, llenos de sabiduría.

     Pero Taehyung, oh Kim Taehyung, el chico que la gente comparía una flor con su belleza y no su belleza con una flor.

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"¿Uh?", preguntó confuso el pequeño castaño que estaba en el balcón de su pequeña casa compartida con sus padres.

          Jungkook miró hacia arriba, donde vivía el chico que hacía que su estómago tuviera un prado lleno de mariposas.

          Su casa era solo de dos pisos, por lo que Taehyung no estaba tan lejos de él.

        El castaño llevaba una camisa holgada de un color anaranjado pálido, junto a unos pantalones vaqueros azules, también claros. Se encontraba apoyando sus manos en las barras de aquel balcón, el cual tenía varias plantas decorativas.

             ¿Cómo decirle que a pesar de tanta naturaleza rodeando su hogar el pequeño castaño era más hermoso?, ¿cómo decirle que brillaba incluso sin ese reflejo del sol del amanecer en su bello rostro?

"Bu-buenos días", tartamudeó el menor de ambos, un rubor apareciendo en sus mejillas, evitando la mirada al sentir sus piernas temblar.

           Taehyung ladeó la cabeza cuando vió cómo Jungkook dejaba un ramo de flores blancas en la puerta de su hogar. El ramo envuelto de un papel azul pálido y un lado blanco, donde pudo ver que colgaba una nota en él.

            Y justo cuando le iba a preguntar, vió cómo el chico de piel pálida salió corriendo sin decir nada más, solo dejando la nota y las flores en la puerta de su casa.

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"¿Les diste unas qué?", pregunta Jimin, frunciendo el ceño.

"Gardenias, significan 'amor secreto' ", explica sonrojado.

          El mayor ríe suave.

"Me van a dar diabetes."

             Jungkook entrecierra los ojos, puchereando, hasta que el mayor murmura un "oh, cierto" mientras busca en su mochila algo que él no sabe aún.

"Yah, toma."

       El de piel pálida mira curioso la bolsa que le da su mejor amigo, notando rápidamente que son semillas.

"Mi tío lejano trabaja en una floristería y ayer nos vino a visitar pero mi mamá es alérgica al polen, así que no las podremos cuidar", explica mientras los ojos del menor se iluminan, " no sé de qué flores son la verdad, pero tienen su etiqueta ahí."

"Muchísimas gracias, Minnie."

"Conquista a Kim, mínimo que pido por esa bolsa entera de flores."

         Jungkook se ríe, mas asiente.

         Luego de terminar las clases, lo primero que hace es ir a casa y plantar algunas semillas en su pequeño jardín, su madre mirándolo curiosa, con una pequeña sonrisa al ver qué tipos de flores estaba sembrando su hijo.

"¿Una flor para otra flor?", pregunta la señora Jeon, agachándose para ver mejor a Jungkook, quien asiente con una sonrisa.

                     Y quizás es la emoción de ver una sonrisa en el rostro de Taehyung o lo bonitas que serán las flores al florecer; o quizás también la luz del atardecer, tiñendo el cielo de color naranja con nubes amarillentas, el color del optimismo, lo que le hizo mirar a su progenitora y responder.

"Para una flor muy bella", y su madre pudo ver un brillo especial en los ojos de su hijo.

          Un brillo de un chico enamorado.

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          Jungkook suspiró luego de oler el brezo rosado, flor que iba a dejar en la puerta del mayor para darle suerte en sus exámenes de esta semana.

                 Apoyó su espalda en el laurel que se encontraba al lado del camino de piedra del pequeño hogar del castaño, tratando de tomar suficiente valor por si se encontraba al chico como la otra vez asomado en el balcón y así no entrar en pánico.

"Tú puedes", se dice así mismo, y, justo al girarse, casi chilla al ver al mayor delante suya, con una pequeña sonrisa.

"Buenos días, Kook".

            Y Taehyung ladea la cabeza cuando no obtiene respuesta pero oh, si supiera lo que provocaba al otro.

          Porque Jungkook se quedó embelesado nada más le vió.

"Bu-buenas".

              Oh, Kim Taehyung, Kim Taehyung, la criatura más bella que ha visto a lo largo de su vida, la persona que causa tantas cosas en él, un humano que no entendía cómo es que podía ser real. Cómo podía ser tan hermoso.

                 No supo cómo reaccionar cuando el contrario rió, con esa sonrisa que le recordaba a un pequeño gatito, con esa risa que le sacaba tantos suspiros, con esa pequeña arruguita en su nariz al reírse y el cómo encogía suavemente sus hombros.

"Esto es pa-para ti", dice luego de salir de su pequeño trance de chico enamorado.

        Taehyung toma las flores con delicadeza, observando atentamente.

"¿Esta vez no hay nota?", comenta, causando un rubor bastante notable en las mejillas del menor.

                  Y quizás, Taehyung sí era un ángel, porque ese pequeño beso que le dió en la mejilla se sintió como si estuviera en el cielo.

               Sus piernas temblaron, mientras que trataba de decir algo mas las palabras no salían de sus labios. Se quedó quieto cuando el mayor se dió la vuelta y caminó hasta su hogar, dejándolo con millones de sensaciones en el pecho floreciendo y un montón de mariposas en su estómago.

          Se tocó suavemente la mejilla besada, el tacto de los suaves labios del castaño aún sintiéndose en su piel.

         Así que Jeon Jungkook pudo confirmar, que Kim Taehyung, definitivamente había sembrado amor en su pequeño corazón.

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             Jungkook se quedó confuso cuando al volver a casa después de clase, vió una pequeña maceta con flores de cempasúchil al lado del buzón, el cual abrió para ver si se encontraba algo en su interior, algo sorprendido al ver un pequeño sobre.

« Sé que te gustan mucho las flores, y que sabes mucho sobre ellas, así que supongo que sabes qué significará esta <3 »

             El de piel pálida se sonrojó, reconociendo la letra segundos después de leer la nota cuando vió un pequeño "kth" en el borde de ésta.

"¿Y bien?", pregunta su madre, quien está en la puerta, esperando a que su hijo entre, con una gran sonrisa en su rostro.

                    Jungkook se cubre el rostro con el papel, su corazón estando demasiado acelerado y sus mejillas demasiado rojas.

"¿Pu-puedo ir a ver a alguien?", pregunta tímidamente, casi en un susurro, solo mostrando sus ojos para ver a su madre.

               Y cuando la señora Jeon asiente, casi tropieza al correr en dirección de la casa de cierto chico de cabellera castaña como el atardecer, el de la Vía Láctea en sus ojos.

          No sabe de dónde sacó tanto valor, pero tampoco puede pensarlo cuando, luego de llamar a la puerta, le recibe la persona que quiere ver todos los días, la persona que tanto quiere y la persona con la que quiere pasar su tiempo con él. La persona que le tiene así de enamorado.

       Taehyung se sorprende cuando nada más abrir la puerta, unos labios carnosos se juntan con los suyos y una mano toma su cintura, mientras que la otra su mejilla; mas simplemente sonríe un poco y lo besa de vuelta.

                 Ambos labios inexpertos se mueven torpemente, mientras que ambos corazones laten aceleradamente; ambos sintiéndose el uno al otro, ambos con tanta calidez en el pecho..

             Y parecía que ese beso, ese abrazo, era una síntesis; porque ambos se encontraban como la flor cempasúchil: en el camino al afecto, camino al amor.

               Jeon Jungkook, podía confirmar que Taehyung definitivamente era un tulipán, un amor perfecto, al igual que un alyssum, lleno de valor; y, también, que lo tenía más que enamorado.

"Te quiero mucho", dice el menor nada más se separa del beso.

             El contrario sonríe, sus ojos formando unas medialunas.

"¿Cuánto?", pregunta, entrelanzando sus dedos con las del menor.

"Te regalaría millones de Crisantemos rojos", responde sin dudar, la flor con el significado de 'te quiero, te quiero'.

"Bueno, como dice la Espuela de Caballero, mi corazón está abierto a ti", susurra, girándose para tomar un pequeño dibujo de una flor de melocotón, "y-yo, uhm—"

"Sí, sí quiero salir contigo" Jungkook junta de nuevo sus labios, realmente no creyendo que al chico que le gustaba desde hace años le correspondía sus sentimientos.

            Quizás era algo apresurado, quizás sus padres no estén de acuerdo pero, ¿realmente importaba la opinión de los demás cuando él estaba con Taehyung aquí, besándose mientras se abrazan, ambos siendo correspondidos?

               Y a pesar de que cuidar a una flor conlleva tener muchas responsabilidades, él lo protegería de las hierbas malas y los fríos inviernos.

            Porque el mayor ha plantado raíces en su corazón, haciendo que floreciera un amor, un enamoramiento. Y él no iba a arrancar esas flores en su interior.

            Oh, Kim Taehyung, quien había hecho que su amor hacia él fuera inmarcesible, quien también estaba enamorado de Jeon Jungkook. El chico que también tenía un prado lleno de mariposas en su estómago cada que veía al de piel pálida.

"Kookie", llama cuando la noche cae, cuando el menor debe volver a su casa, el cielo tiñéndose de un azul oscuro mientras la luz de la luna aún ilumina suavemente las facciones del menor.

                  Jungkook se gira y, a pesar de la oscuridad, aún se puede ver sus rosadas mejillas.

"En serio estoy enamorado de ti".

                Y toda la vida del contrario parece florecer de nuevo, como si hubiera estado constantemente en invierno, otoño y verano, mas nunca en primavera.

                 Porque la bella primavera, llena de flores y sus significados, parecía estar presente solo cuando Taehyung estaba presente; la primavera era la juventud, la cual siempre está presente cuando la persona que amas está contigo.

                Y ahora Jungkook tenía a Taehyung con él, y Taehyung a Jungkook.

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«Unfading es Inmarcesible, el cual significa que nunca se marchita.»

Hola, aquí les traigo esta bella adaptación como agradecimiento por los 600 seguidores, espero que les guste tanto como a mi, disfruten este precioso one shot