Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13. A los ojos de un Alfa

– Bon~ – una dulce voz me estaba llamando, abría mis ojos con pereza para que luego la imagen de mi adorado conejito apareciera ante mí, con su radiante sonrisa y su... ¿pancita? –. Vamos, tienes que despertar para ir a trabajar.

– Mmm... No quiero – dije juguetón y me arrimé a mi omega abrazándolo y acariciando su vientre, sintiendo a mi cachorro ahí dentro protegido –. Quiero quedarme contigo todo el día, tengo que cuidarte... a los dos.

– Jiji, no te preocupes, Boh, estaremos bien – dijo con su tono de voz meloso y me dio un besito en los labios –. Ahora, tienes que despertar...

– ¿Eh? – de pronto un gran cansancio me azotó por completo y volví a ver oscuridad alrededor, como si aún no abriera mis ojos –. Mhh...

– Bon, vamos, despierta de una vez – sentí como empezaban a moverme para despertarme, la voz había cambiado a una más femenina pero seguía sin reconocerla.

– Nooo... cinco minutos más, mamá...

– ¿Qué mamá ni qué ocho cuartos? ¡Ya despierta, tonto! – entonces alguien me dio un golpe en la nuca que me hizo ponerme derecho en mi silla, ¿en qué momento estaba en mi oficina?

Viré los ojos y vi que era Joy la que estaba frente a mí, y no parecía para nada contenta. Solo solté un suspiro y froté mis ojos, notando las ojeras que se me había formado por la falta de sueño, y el dolor de cabeza ya me estaba matando.

– Enserio dormiste en la oficina, ¿qué te he dicho sobre eso? – ella estaba muy molesta, pero aparte de eso también estaba en su último mes de embarazo, de verdad no creo que esta vez sea solo uno.

– ¿Y qué te he dicho yo sobre venir a la oficina? Literalmente estás a punto de estallar – dije señalando su gran barriga, pero ella me tomó de la oreja fuertemente haciéndome callar –. ¡Ay ay ay!

– No me cambies el tema, Smith – a pesar de que fuera un Alfa, era mejor no hacer enfadar más a esa omega, era realmente capaz de darme una paliza aun en esas condiciones –. ¿Qué haces durmiendo aquí? Además, te ves terrible y... – olfateó levemente el ambiente cerca de mí y me soltó tapándose la nariz haciendo una mueca de asco –. ¡Apestas! ¿Hace cuánto no vas a tu casa a descansar?

– Quizás unos días... – dije avergonzado y ella me dio esa mirada de madre que está por darle la regañada de su vida a su hijo, de verdad me compadezco de Fred por soportarla todos los días –. Antes de que digas algo, he estado ocupado por ser final de mes y tengo que revisar que todo esté en orden en la empresa antes de poder darme un respiro.

– ¿Y esto es más importante que tu salud, tu higiene y tu hijo? – pregunto de ella de forma sarcástica cruzándose de brazos.

– En mi defensa, este resfriado apenas empezó ayer, tengo trajes de repuesto en mi oficina y Connor esta con Toddy estos días – le dije con una sonrisa socarrona, ja, le gané, o eso creía.

Ella solo levanto una ceja sin quitar su mirada acusadora y suspiró, tal parece que no veía el caso de seguir esta riña, y yo tampoco, en verdad quería descansar, pero aún tenía mucho que hacer antes de siquiera pensar en poder irme.

– ¿Sabes qué? Vete a casa ya, yo termino lo que tengas que hacer.

– ¿Qué? P-Pero Joy estas... - iba a recordarle una vez más lo evidente, pero ella me cortó con sus ojos zafiro brillando como si fuera a matarme solo con esta.

– ¡SÍ, YA SE QUE ESTOY EMBARAZADA! ¿Crees que no lo he notado ya? – ella me jaló de la corbata acercándome a su cara y quedando frente a frente –. Tengo suficiente con Fred recordándomelo todo el día y sobre protegiéndome como si estuviera invalida, además me muero de aburrimiento sin hacer nada, así que si no quieres lidiar con la ira de una mujer embarazada te irás ahora mismo a tu casa sin rechistar, ¿entendido? – sentenció ella mostrándome sus colmillos, ahí supe que no bromeaba y que si no me iba en este instante mi vida correría peligro, así que solo asentí con la cabeza –. Bien, ahora vete – ella me soltó y sólo tome mis cosas y me fui a casa, dejándola en mi oficina.

– Dios Santo, de verdad espero que sus hijos no saquen su carácter cuando crezcan – todavía sentía mi corazón casi saliéndose de mi pecho, pero una vez me monté en mi coche y pude respirar tranquilo me puse a pensar –. Mmm... ¿Si Bonnie se quedase embarazado también sería así o sería más dócil? – mis mejillas se enrojecieron al recordar esa porción de mi sueño con mi conejito en la cama y su vientre hinchado –. No lo sé, sólo sé que realmente se veía precioso llevando a nuestro cachorro...

Sacudí mi cabeza avergonzado, no, Bon, solo lleváis unos meses saliendo, no te precipites, no lo asustes.

(...)

Tras media hora de tráfico por fin llegué a la mansión, nada más abrir la puerta Félix me recibió con su sonrisa llena de sarcasmo.

– Oh, vaya, pero miren quién recordó que tiene casa – comentó cruzándose de brazos.

– Félix, no estoy de humor para tu sarcasmo, ¿sí? – él solo se rió y me ayudó con mi maletín y mi chaqueta.

– Bueno, entonces dígame, señor, ¿en qué lo puedo ayudar? Aunque ya por su aspecto diría que lo atacaron una manada de gatos enojados – me miró de arriba abajo y sin verme a un espejo ya podría asegurar que tendría un aspecto lamentable.

– Más bien fue una omega embarazada de malas.

– Aah, sí, la señorita Joy, debí suponer que iría a buscarlo cuando llamó para preguntar si estaba en casa y yo le conté sobre su ausencia por andar en la oficina casi una semana sin salir de ahí – dijo Félix haciéndose el inocente como si nada, yo no evité soltar un gruñido.

– Traidor... – iba a decir más pero me atacó una punzada en la cabeza –. Mira, me siento fatal ahora mismo, creo que he pescado un resfrió y todo el trabajo de los últimos días me ha acabado agotando – Félix cambio su mirada a una más seria entendiendo mi situación.

– Oh, entiendo señor, entonces le llevaré lo que necesite a su habitación, usted descanse y póngase cómodo – dicho esto se retiró con mi chaqueta mientras yo me dirigía a mi habitación, pues necesitaba una ducha, fría a poder ser, la fiebre que empecé a sentir ayer por la noche estaba empeorando y seguramente dormiría más cómodo en mi cama que en mi escritorio.

Al llegar inmediatamente fui al baño a darme esa ducha despejando mi mente por un instante, intenté hacerlo rápido porque también estaba empezando a sentir una jaqueca y un mareo espantoso, tal vez era más bien una gripe que un resfriado. Al salir me sentía más ligero y podía volver a sentir mi aroma natural a pino y menta, me puse el pijama más cómodo que tenía y justo cuando acabé de vestirme escuché unos toques en la puerta, a pesar de ser suaves para mí se sentían como martillazos.

– Pase – dije en tono muy cansado.

– Señor, aquí está lo que me pidió – Félix me trajo una bandeja con agua, medicina para el resfriado y algo de sopa de pollo, dejó la bandeja en mi mesa de noche y volvió a la puerta haciendo una leve reverencia –. Ahora me retiro para que descanse – aah... Félix a veces podrá ser chismoso, entrometido, sarcástico, irritable y toda una diva reina del drama, pero aun así no lo cambiaria por nada, es el mejor mayordomo, es como de la familia, creo que debería darle un aumento.

Luego de eso me senté en la cama, comí la sopa que Félix trajo y luego tomé la medicina. Por fin sentía que tenía un momento de paz y tranquilidad, me metí en la cama y no pasó ni un minuto cuando puse la cabeza en la almohada y el sueño me atrapó por completo.

(...)

– ¡AAAH, MIRE BRUJA, ¿CUÁNTAS VECES LE HE DICHO QUE YO NO SOY SU SIRVIENTE?! – me desperté muy sobresaltado por los gritos que se escuchaban desde la entrada de la mansión, creo que se acabó mi hora de siesta reparadora, ¿nadie me iba a dejar dormir tranquilo hoy?

– ¡MIRA, MAYOROMO INUTUL, SÓLO TE PEDI UNA BOTELLA DE AGUA MINERAL Y ME PARECE INAUDITO QUE NO PUEDAS HACER ALGO TAN SIMPLE! – esa era... ¡la voz de Toddy! ¿Qué hacia ella aquí? Pensé que regresaría en unos días más.

– ¡ESE NO ES MI TRABAJO, ¿ENTENDIO?! ¡YO NO LE SIRVO A USTED, USTED NO ME CONTRATÓ Y TAMPOCO ME PAGA ASI QUE NO TIENE NINGUNA AUTORIDAD PARA VENIR Y DECIRME QUÉ HACER!

– ¡YA VERÁS...! - y luego de eso oí un golpe y yo simplemente me levanté y salí rápidamente de mi habitación, no iba a quedarme escuchando más y menos teniendo la certeza de que esa mujer había tenido el atrevimiento de agredir a uno de mis sirvientes.

Enserio no estoy de humor para esto, estoy sudado, mi respiración esta pesada y tengo demasiado calor, y lo que menos necesito ahora es a una intrusa en mi territorio poniendo a todos igual de tensos.

Cuando llegué a la sala vi a Toddy sonriendo con satisfacción y Félix sosteniéndose la mejilla en el suelo, mi mirada se afiló al ver la escena.

– No aprendiste con lo del té, ¿verdad, zorra? Yo no te tengo miedo y no me importa demostrarte quien manda aquí, jajaja – ella empezó a reír escandalosamente, yo sentí cómo algo salvaje dentro de mí quería salir y tomar el control, y no me opuse al instinto.

– Pues tú no lo eres – ellos voltearon a verme, Félix se levantó rápido y cambio su expresión al verme, se veía preocupado y se acercó a mí tropezando un poco, Toddy en cambio dejó de reírse y pareció más molesta, eso no me importaba.

– S-Señor Smith, ¿qué hace fuera de la cama? – se acercó a mí, yo solo pude fijarme en su mejilla totalmente roja, mi sangre comenzó a hervir con más fuerza y apreté los puños –. Vamos, debe ir de regreso a su habitación a descansar – el intentó llevarme, pero yo no se lo permití y me acerqué a Toddy para encararla.

– Ugh, no me vengas a molestar, ¿quieres? – ella tan solo se comportaba como si el mundo girase en torno a ella, eso me molestaba aún más, era tan egoísta y narcisista –. Tu inútil mayordomo nunca me respeta, solo le estaba enseñando una lección.

Aquello me nubló los sentidos y la acorralé contra una pared sin dejarle escapatoria, me estaba conteniendo para no sacar mis colmillos y garras y darle una lección yo mismo ahí y en ese momento.

– Tú no mandas aquí y si vuelves a golpear a Félix o a alguno de mis empleados... – le quería dar una última oportunidad, pero sabía que esta mujer era una estúpida.

– ¿Qué me harás, eh? ¿Usarás tu voz de alfa conmigo? ¿Me castigarás? – digo altaneramente enfrentándome con la mirada de igual forma–. Yo no soy una débil e inútil omega como con el que tú te acuestas, tú no puedes hacer nada contra mí, a menos que quieras que aleje a Connor de ti para siempre, jajaja.

Sólo la mención del nombre de mi carrocho y la blasfemia sobre mi omega saliendo de sus labios hizo que mi sangre hirviera y yo simplemente ya no puede más. La tomé del cuello y presioné, sin hacer demasiada fuerza, pero sí para desestabilizarla, y le mostré mis colmillos gruñendo, haciéndole saber que no tenía ningún poder sobre MI cachorro. Ella jadeó en respuesta y trató de quitar mi mano de su cuello, pero no lo iba a conseguir, se le notaba asustada y eso era lo que pretendía.

– ¡O-Oye, ¿qué te pasa?! ¡Suéltame!

– Está en celo, cabeza hueca – Félix se acercó e hizo que la soltara, se interpuso entre nosotros y solo bufé –, pero eso es algo que una simple e inútil beta no puede saber.

– ¡JA, ¿A QUIÉN LLAMAS SIMPLE, TÚ PATÉ...?! – le volví a gruñir y cuando estuve a punto de apartar a Félix para ir por ella alguien me sostuvo por los brazos.

Iba a darle un golpe a quien fuera el que me estuviera sosteniendo, pero al reconocer el aroma me contuve. Félix igual parecía mucho más aliviado al verlo.

– ¡Fefi! ¿Qué haces aquí? – Fede era quien me estaba sosteniendo por detrás, impidiéndome que me acercara más a mi exesposa, quien se había quedado muda.

– El joven Connor fue a buscarme – el volteó a ver a Toddy con ira en su mirada –. Ahora, usted lárguese de aquí, ¿que no ve que está invadiendo el territorio de un alfa en celo? No vuelva por aquí.

Ella simplemente no dijo nada y salió rápidamente, lo cual fue un alivio para mí, no podía seguir soportando el olor de su perfume ni su simple presencia. Fede por fin me soltó y yo solo colapsé en el suelo, el calor era insoportable y los mareos se estaban apoderando de mi ser.

– ¡Señor Smith! ¿Se encuentra bien? – me pregunto Fede, pero no pude responder, solo sacaba pequeños jadeos.

– No entiendo qué pasó, aún faltan unas semanas para su celo – cuestionó Félix tomando mi temperatura, pero entonces levantó la mirada mirando a su Alfa – A menos que sea...

– ¿Papi? – la voz de mi cachorro sonó en la entrada, al levantar la cabeza lo vi en la puerta, sano y salvo –. ¡Papi! – me llamó una vez más y yo solo aparté a Fede y fui corriendo a abrazarlo, sintiéndome mejor al poder tenerlo junto a mí –. Papi, te extrañé mucho – mi pequeño me abrazó con fuerza y noté cómo había lágrimas en sus ojitos rojos, yo también lo había extrañado muchísimo.

No pude evitar abrazarlo más y empecé a acariciar su cabello, mi aroma también comenzaba a calmarlo y me sentí menos tenso.

– Papá está aquí... No llorar más...

– ¿Papi? – él se apartó de mi pecho para mirarme a los ojos, lucía algo confundido, pero yo ya no podía pensar con claridad, solo tenía en mente mantener a mi cachorro a salvo.

– Joven Connor, tenga cuidado, su papá... eeeh... ¿cómo lo digo? Félix, dile tú, anda...

– Ash, ¿cómo será cuando tengamos hijos? – Félix tan solo rodó los ojos y se agachó para ver a mi cachorro, a una distancia prudencial mientras yo lo seguía abrazando de forma protectora –. Connor tu papa entró en celo, pero no te preocupes, como eres su cachorro estarás bien –explicó de forma sencilla mientras le sonreía –. Es más, creo que tu compañía es justo lo que necesita para sentirse mejor.

– Ooh, así que papi está en celo... – volvió a mirarme y me sonrió –. Bueno, entonces vamos, papi, hay que ir a por el profe Bonnie – ahora mi cachorro estaba feliz y ya no lloraba, eso era bueno.

De pronto, al mencionar a mi omega, el calor se hizo más intenso, mi razón ya casi era inexistente y unas ganas tremendas de ver a mi pareja me invadieron.

– Ir por Bonnie... Sí, quiero ir por Bonnie...

Justo cuando estaba por levantarme con mi cachorro en brazos, el omega pelirrosa me tomó del brazo impidiéndome avanzar.

– ¡A-Ah! N-No, esperen ahí – Félix y Fede están cerca, pero eso está bien, ellos son parte de mi manada, no son una amenaza, pero no me gustó que el omega me detuviera, quería a Bonnie –. Connor, no puedes decidir eso, el profesor tiene que aceptar primero, y de momento no creo que él... se encuentre en condiciones para eso.

– ¿De verdad? –mi cachorro parecía confundido, pero pronto sonrió nuevamente –. Oh, está bien, entonces, ¿qué puedo hacer para que papi esté feliz?

– De momento, los llevaré a su habitación para que duerman un rato y cuando esté más calmado, tendrás que darle su espacio, Fefi ve por todo lo necesario para el señor Smith.

– Ahora voy – rápidamente el Alfa se retiró.

– Y ahora, ustedes vayan a dormir un poco – sentenció Félix señalando las escaleras que daban a mi nido, aunque no lo tuviera preparado.

– Sí, papi vamos, hay que descansar – decidí hacer caso a mi cachorro y, con él en brazos, marché hacia la habitación.

Descansar... eso se oía bien, pero sería mejor si mi omega, Bonnie, estuviera aquí...

---BONUS---

(Estas maravillosas obras de arte son gracias a nuestra fan #1 (XD) EvelynArtistic <3 muchísimas gracias por tus hermosos fanarts, nos encantan <3)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro