Capitulo 19
Violet
La casa de Lina se había convertido en un refugio para nosotros, un lugar donde las máscaras caían y las verdades se revelaban. La luz de la tarde se filtraba a través de las ventanas, bañando la sala en tonos dorados, mientras todos nos reuníamos en un círculo imperfecto.
—Nunca pensé que diría esto —comenzó Malisa, su voz temblorosa—, pero Nick, te perdono.
Uno a uno, cada miembro del grupo expresó su perdón, incluso Byron, cuya lealtad había sido puesta a prueba más que la de cualquier otro. Santiago, siempre el observador silencioso, asintió con la cabeza, su gesto hablando más que mil palabras.
Nick, o Micky como una vez lo conocimos, permanecía en pie, su postura rígida relajándose gradualmente con cada palabra de perdón. La carga de su doble vida se desvanecía, dejando solo a Nick, el hombre que todos habíamos llegado a respetar y querer.
—Gracias —dijo finalmente, su voz apenas audible—. Por todo.
Lana se levantó y se acercó a él, su abrazo simbolizando la aceptación del grupo. Era un momento de cierre, de dejar atrás el pasado y mirar hacia un futuro incierto pero esperanzador.
—Ahora, más que nunca, necesitamos estar unidos —declaré, sintiendo la fuerza de mi propia convicción—. La verdad nos ha liberado, pero también nos ha unido de formas que nunca imaginamos.
Neitan, con su mirada ahora suavizada, se acercó a Nick. La tensión entre padre e hijo se había disipado, reemplazada por un entendimiento tácito. Alina, siempre la guerrera, sonrió con aprobación.
—Es hora de dejar a Micky atrás —dijo Neitan, extendiendo su mano hacia Nick—. Eres Nick, y siempre lo has sido para nosotros.
La tarde se desvanecía, y con ella, las sombras del pasado. Nos quedamos allí, en la casa de Lina, unidos no solo por la verdad, sino por la promesa de protegernos mutuamente en los días venideros.
—Somos imparables —murmuré, mirando a cada uno de mis amigos—. Juntos, somos la luz en la oscuridad, la voz de los silenciados, y el fin de la corrupción. Y así será.
El capítulo de nuestras vidas que había comenzado con engaños y secretos estaba llegando a su fin, pero un nuevo capítulo estaba a punto de comenzar. Uno lleno de esperanza, unidad y la determinación de luchar por un mundo mejor. Y en ese momento, supe que cada batalla que habíamos enfrentado valía la pena.
La escena finalizaba con nosotros, de pie, mirando hacia el horizonte, sabiendo que el mañana traería nuevos desafíos, pero también nuevas victorias. Porque juntos, éramos invencibles.
La noche había caído sobre la casa de Lina, y con ella, un silencio cómplice que abrazaba a cada uno de nosotros. La reunión había terminado, pero el vínculo que habíamos forjado era más fuerte que nunca. Nos dispersamos por la casa, cada uno perdido en sus pensamientos, reflexionando sobre los eventos del día.
Nick, ahora libre de su pasado como Micky, se acercó a la ventana, observando las estrellas que salpicaban el cielo nocturno. Su mirada era pensativa, quizás incluso esperanzada. Alina se unió a él, su presencia un recordatorio silencioso de la fuerza que habíamos encontrado en nuestra unidad.
—¿Crees que realmente ha terminado? —preguntó Alina, rompiendo el silencio.
—No, esto es solo el comienzo —respondió Nick, su voz firme—. Arisa y su equipo pueden haber sido expuestos, pero hay más como ellos allá afuera. Y nosotros... nosotros tenemos una nueva misión.
Alina asintió, sabiendo que la lucha contra la corrupción y la injusticia nunca termina realmente.
Mientras tanto, en la cocina, Lina y Malisa preparaban algo de comer. La cocina se había convertido en un lugar de consuelo, donde los aromas y los sabores servían como un bálsamo para nuestras almas cansadas.
—Hemos pasado por tanto —dijo Lina, mientras cortaba las verduras—. Pero mira lo que hemos logrado.
—Sí, y lo hicimos juntos —respondió Malisa, sonriendo mientras revolvía la sopa—. Eso es lo que más importa.
Byron y Lana se habían retirado al jardín, un oasis de tranquilidad bajo la luz de la luna. Se sentaron en silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro, sabiendo que las palabras eran innecesarias.
Santiago, siempre el estratega, se había aislado en el estudio, rodeado de papeles y notas. Estaba trazando los próximos pasos, consciente de que la batalla por la verdad requeriría más que solo valentía; necesitaría planificación y astucia.
Neitan se encontraba en el salón, su guitarra en mano, tocando una melodía suave que resonaba por toda la casa. La música era su forma de procesar el mundo, de encontrar orden en el caos.
Y yo, Violet me encontraba con Nick o Micky, como quieran reconocerlo, sabía los errores que cometimos ambos, pero aún así, nunca dejaría de amar a este hombre.
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Digo lo mismo que Violet, como no amar a Nick no creen?✨
Penúltimo capitulo ❤️✨
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