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tres

JISOO POV

Llegamos al edificio y apago el motor. Miro a la chica rubia y sigue durmiendo.

Entonces me bajo del coche y me dirijo a la puerta del asiento del copiloto. Tras abrir la puerta, me pongo en cuclillas para igualar nuestra altura. Sonreí para mis adentros antes de acariciar su pelo suavemente.

—Despierta— le digo con un tono suave.

Ella se contonea y acerca su cara a mi pecho. Es entonces cuando la sangre empieza a subir a mi cara y mi corazón late anormalmente rápido.

¡Dios! —¿Qué me has hecho Park Chaeyoung?— Sacudo la cabeza de nuevo para deshacerme de los pensamientos sucios.

Tomé su brazo y lo coloqué en mi hombro mientras la cargaba al estilo nupcial, otra vez. No es que me queje, me gusta llevarla en brazos.

En cuanto entré en el edificio, todos me saludaron al verme aparecer desde la entrada. Les mostré una sonrisa y procedí a caminar hacia mi oficina.

Entré en mi ascensor privado y el trabajador pulsó inmediatamente el botón 21. Es el último piso donde se encuentra mi oficina.

Esperé un rato y cuando llegué a dicha planta, me recibió mi guardia. Me ayudó a abrir la puerta y entré. Una vez que cerró la puerta, coloco a Chaeyoung suavemente en mi sofá.

Suspiro antes de quitarme el abrigo para taparla. La falda que lleva deja al descubierto sus piernas, además del frío que hace, lo más probable es que se resfríe si sale así por la noche.

Me levanto del todo y la cubro con mi abrigo. Debido a su pequeña figura, mi abrigo le llega hasta las rodillas. Ahora me queda mi polo blanco.

Con un pesado suspiro tomo asiento en mi escritorio y me pongo las gafas, mientras empiezo a hacer algo de papeleo.

( ... )

He terminado de firmar unos papeles y sólo me queda comprobar los datos en mi ordenador.

Dios, ya tengo los ojos estropeados de tanto mirar al ordenador. Me arden mucho, voy a llorar.

Me quito las gafas y las dejo sobre el escritorio mientras me masajeo el puente de la nariz. Ya comprobaré los datos más tarde.

Entonces me levanto de mi asiento y cojo una botella de vino de la mini nevera de mi despacho. No hay nada bueno ahí, todas las bebidas son alcohol. No es saludable Jisoo, pero a la mierda.

Suspiro por millonésima vez antes de quitar el tapón y verter el líquido en un vaso. Mi mano derecha sostiene el vaso mientras la izquierda está en mi bolsillo.

Me acerco a la pared de cristal donde puedo ver la hermosa vista de mi oficina. Hay coches, edificios y casas por todas partes.

Miro por la ventana antes de beber todo el líquido de un trago. Me arde la garganta, pero no me importa.

No sé por qué. Pero el simple hecho de mirar los otros edificios me hace pensar en mi llamado padre. Seguro que está ocupado dando clases y asegurándose de que mi hermanastro es capaz de hacerse cargo de su empresa en estos momentos incluso mi madrastra está igual.

Soy el única que recibe menos atención de mi familia. Pero resulta que tengo más éxito que ellos. Empecé desde lo más bajo para llegar hasta aquí. Nunca pensé que lograría construir mi propia empresa y convertirme en el mayor accionista aquí en Corea.

Me burlo en silencio mientras mi mente volaba hacia mi familia. Tacha eso, ellos no merecen ser llamados mi familia. Todo lo que hicieron fue darme dolor, hacerme ver lo indigno que soy para ser su hijo y compararme con mi hermano. Debería dejar de pensar en ellos...

Volví a echar un poco de vino en el vaso y bebí. Estaba a punto de servir otro trago cuando algo se me pasó por la cabeza.

—Es mejor que sólo beba de esta botella. Verterlo en mi vaso es agotador—, me susurro antes de apartar el vaso y coger la botella de la mesa de mi despacho.

Bebo de un trago como si fuera un puto refresco. Pero cuando escucho una tos de la ardilla, me quedo paralizado en mi sitio. La botella queda olvidada por ahora. Bueno, justo a tiempo cuando la botella se vacía. Desvío la mirada hacia ella, que frunce el ceño mientras está sentada en el sofá. Su mirada aguda se fija en mí.

—Buenas tardes señorita ardilla. ¿Qué tal ha dormido? De todas formas, te has desmayado hace unas horas y he pensado que sería una pésima idea si te mando a casa estando borracha por eso estás aquí— le digo, intentando mostrarle mi sonrisa.

—Deja de fingir....Sé que algo anda mal. Te he estado mirando durante los últimos minutos y noto que tu estado de ánimo es muy diferente así que no te atrevas a negarlo. Dios nos enseña a ser un ser humano honesto así que no mientas— Me dijo, con un tono serio y una mirada aguda.

—No hay nada malo. Sólo estoy muy cansada y estresada. ya lo sé, sigues diciéndome esas palabras.....pero si estás mintiendo por una buena razón, eso no cuenta como un pecado porque estoy protegiendo nuestra amistad.....como mejores amigas, solamente— dije la última parte en un susurro.

Sé que soy muy buena buscando excusas.

—No estoy lista para ir a casa todavía— Me dice, sus palabras casi salen como un chillido.

Me río suavemente mientras me acerco a ella. Acaricio su cabeza y acaricio su pelo con una pequeña sonrisa dibujada en mi cara.

—Quédate aquí un rato entonces. Además, ¿quieres comer? Cada día que pasa estás más delgada. Estoy preocupada por ti— le dije.

Ella sonrió y asintió con la cabeza. Me alegro de que esta vez me haga caso.

Me levanto del asiento y me dirijo a mi mesa y cojo el teléfono del despacho. Entonces llamé a mi secretaria para que nos trajera comida y bebida.

Pedí arroz frito con kimchi, pollo frito, 3 tazas de café para mí y un batido para ella. Mi secretaria respondió con un simple sí, y con eso colgué. Me dirijo de nuevo al sofá y me siento a su lado.

—Tienes que comer mucho para estar fuerte y sana— le dije suavemente mientras le acomodaba unos mechones de pelo en la parte posterior de la oreja.

Ella asiente con la cabeza y sonríe dulcemente hacia mí, haciendo que mi corazón lata más rápido.

Para...

Estás haciendo que mi corazón se derrita.

Esperamos unos minutos antes de que llegara nuestra comida. En cuanto escuche que llamaban a la puerta, le dije a mi secretaria que entrara en mi despacho.

Ella colocó nuestra comida en la mesa y empezamos a comer en cuanto mi secretaria salió. O más bien la ardilla empieza primero.

Normalmente no comparto mi comida con nadie, pero esta chica parece realmente hambrienta así que le doy mi pollo frito y me tomo mi café.

Todo lo que hice durante el momento es sólo mirar a ella mientras ella está disfrutando de su comida. Sé que si está conmigo comerá.

Apoyo mi espalda en el respaldo y tomo otro sorbo de café. No he dormido lo suficiente y probablemente me desmayaré si me esfuerzo demasiado.

Ahora mismo siento que se me caen los ojos. Pero lucho contra las ganas de dormir y mantengo los ojos bien abiertos. Me bebo el café y cuando termino el primero, me tomo el otro hasta acabar con las tres tazas. No es bueno beber mucho café, pero lo necesito con urgencia.

Suspiré y apoyé la cabeza en el respaldo con pereza. Dios, estoy cansado. Chaeyoung deja de comer de repente y me mira.

—¿Estás bien? ¿Qué pasa con ese largo suspiro?— Me preguntó preocupada.

Me senté recta y me enderezó el abrigo mientras me movía en mi asiento nerviosamente.

—Ssí, estoy bien, sólo que no he dormido mucho estos últimos días. Pero voy a estar bien!— Le dije con una sonrisa nerviosa mientras me rasco la cuello.

—Sigues diciéndome mentiras piadosas. Como es posible que digas eso. Ah sí y por cierto esas bolsas en los ojos dicen lo contrario. Así que dime, ¿por qué no has dormido lo suficiente estos últimos días?— Me dijo, sus ojos finalmente se posaron en mi cansada figura.

—No, estoy bien, sólo estás pensando demasiado, estoy realmente bien...— antes de que pudiera terminar mis frases, dejé escapar un gran bostezo.

—Ves, estás cansada así que ¿por qué no duermes un rato?— Me dijo con las cejas levantadas.

Sé que no puedo discutir con ella, así que le hago caso.

—Bien— con eso me levanto del sofá y tomo unas botellas de alcohol fuerte.

No queremos que se entere de mis estúpidas pesadillas, ¿verdad? —Lo pongo sobre la mesa y la ardilla me mira con las cejas fruncidas.

Tomé asiento en el sofá y abrí la primera botella. Justo cuando estaba a punto de beber, Chaeyoung me tiró de la mano haciendo que unas gotas de alcohol se derramaran sobre mi polo blanco. Lo limpio y coloco la botella en la mesa con dureza.

—¿Qué carajo? ¿Para qué fue eso?— le digo frustrada.

Su mirada arde justo cuando mis ojos se encuentran con los suyos. Trago y esto cuando supe que mi vida iba a terminar.

—¿Qué crees que estás haciendo?— Me preguntó, su tono mortal como siempre.

—Sólo iba a beber un poco para que me sea más fácil dormir, ¿sabes?—. Le dije nerviosa, joder Jisoo ¿por qué has tartamudeado, joder?

—No lo parece. Has traído 5 botellas de alcohol fuerte y te las vas a beber sola. ¿Están funcionando bien tus neuronas? Porque con tanto alcohol, es como si estuvieras planeando dormir hasta el próximo año!— Me dijo, con un tono algo preocupado.

La ignoré y tomé la botella en la mano, dándole un trago a todo. Pero antes de que pudiera terminarla. La biblia humana que está sentada a mi lado, me quitó la botella de la mano.

—¿No puedo beber en paz, joder? ¡No puedo dormir bien! ¡Al menos no cuando tengo las mismas estúpidas pesadillas todos los días! Esta es la única manera de conseguir que me desmaye!— Le dije frustrado.

La miro y justo lo que esperaba, se enfada.

—No, no puedes, especialmente cuando estoy aquí. ¿No puedes dormir sin beber? Busca otras formas de dormir. Por cierto, no maldigas— Me dijo mientras colocaba la botella casi vacía en la mesa con cuidado.

—No puedo, intenté tomar pastillas para dormir pero ¿adivina qué? No me sirvió de nada. Me quedé dormida pero acabé teniendo esas pesadillas de nuevo, así que ¡por favor! Sólo déjame estar, tú también bebes Chae así que no me digas lo que tengo que hacer. De todas formas eres tú la que quiere que me duerma— le digo mientras suspiro al final de mis frases.

La miro y sus ojos comienzan a hincharse en lágrimas. Estaba sorprendida. Como, realmente sorprendido. No quería hacerla llorar, ¡maldita sea, qué he hecho!

Mi mirada se suaviza e inmediatamente la abrazo. Le acaricio el pelo mientras las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas de forma incontrolada.

—Shhh no llores ¿vale? Lo siento, lo siento, voy a parar así que no llores más. Me duele el corazón al verte así, así que por favor no llores. ¿Por favor?— Le dije en voz baja.

Ella asiente con la cabeza mientras sus sollozos resuenan en el despacho. La alejo ligeramente y coloco las dos palmas de las manos en sus mejillas mientras le limpio las lágrimas con el pulgar.

No llores. Lo siento si te dije palabras duras, no era mi intención lo siento— le dije con un tono suave.

—Cálmate. Respira Chaeyoung, respira hondo y exhala— le dije a lo que ella accedió inmediatamente.

Lo hizo varias veces y finalmente dejó de llorar y sollozar. Suspiré aliviado mientras la abrazaba de nuevo. Después de unos minutos nos separamos del abrazo. Ella me sonríe, con los ojos hinchados por el incidente anterior.

—Lo siento por eso.... Es que me dolió que me dijeras esas palabras. Nunca me acostumbré a que la gente hablara con la voz levantada. Pero está bien, sé que no era tu intención— Me dijo con una sonrisa.

Le devolví la sonrisa y le acaricié el pelo.

—Ya que me dijiste que durmiera y no dormiste tanto, entonces ¿por qué no descansamos juntas?— Le dije, con una sonrisa aún pegada a mi cara.

—Sí, estoy cansada. Además, gracias por todo, Jisooyah. Me gustaría que mi marido fuera más como tú—, me susurró.

Sonreí y la hice tumbarse en el sofá, cogí mi abrigo que estaba tirado en el suelo de baldosas y la tapé. Luego, me acosté a su lado. Su cabeza estaba sobre mi pecho mientras mis brazos rodeaban su cintura.

—Descansa bien—

—Descansa bien también y gracias por lo de hoy.

—No hay problema—

Con eso caímos en un profundo sueño.

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