Unexma - Alma Sin alma /Cap. 7
Unexma - Alma sin alma ©
CAPÍTULO 7
-Antonella, hija, tenemos que volver a casa, tienes que terminar tus tareas y yo tengo que terminar de cocinar y ya va a llegar tu papá.
-Mamá, me gustaría ayudar a la tía y a Brenda a llevar cajas. -dije.
-Hija, pero no quiero que hagas tus tareas atrasada. -me dijo muy seria mi madre.
-Te prometo que las voy a hacer llegando a la casa. Me bajas mis libros para que veas que las voy hacer frente a tí.
-Ok, sé que eres una niña muy responsable. Quiero que en una hora más llegues para que almorcemos todos juntos.
-Sí mamita prometido. -dije sonriendo.
-Margarita, mi hija las quiere ayudar. -le dijo.
-¡Que linda niña! Solamente están quedando cajas chicas.
-Te encargo Margarita que en una hora más se vaya a la casa, pues a mi esposo le encanta que almorcemos todos juntos.
-No hay problema Florencia. Mi esposo también llegará en una hora más o menos.
-Okey, Antonella hija te portas bien y le haces caso en lo que te diga Margarita. -me dijo.
-Sí mamá.
Entonces me fui ayudar a la tía Margarita, nos pasaron unas pequeñas cajas y nos dijo que las pusiéramos en la cocina. Menos mal que conozco la casa, ya que vivió mi madrina acá, así que llevé a Brenda hasta la cocina y me di cuenta que mi amiga es muy preguntona, ya que me preguntó cómo sabía yo llegar a la cocina y le dije que ya le había contado que mi madrina vivió acá y a veces venía a su casa. Después me preguntó si yo había visto a la mujer fea que se asomó en la ventana de mi casa, preferí mentirle y decirle que no vi nada, sino mi amiga le contaría a la tía que yo también la vi y me harían muchas preguntas.
La tía Margarita es muy cariñosa, nos compró un jugo para que tomáramos, al rato la tía me avisó que era hora de que volviera a mi casa. Me despedí de ellas y me fui a casa con miedo, pues tenía terror de encontrarme con Unexma en mi habitación. Entré a la casa y ya había llegado mi papá, entonces almorzamos y le conté a mi padre de mi amiga Brenda y él se alegró de que yo tuviera una nueva amiga. Mi madre me dijo que se le olvidó bajar mis libros para terminar mis tareas y me dijo que fuera a buscarlos a mi habitación. Yo no quería ir a buscarlos, mi papá me miró:
-¿Te pasa algo hija? -preguntó mi papá.
-Eh... pues ...yo. -dije apenas.
-Cuéntame hija. -dijo él.
-Yo te contaré Alfonso. Es que su nueva amiguita que se llama Brenda dijo que vio a una mujer horrible en la ventana de la habitación de la "Anto" y como imaginarás a la niña le dio miedo. -Le contó mi madre.
-¡Ah! Por eso, y tú hija ¿Viste también a aquella mujer horrible en la ventana? -preguntó mi papá.
-No papá. -mentí.
-Pero veo que igual tienes miedo. Bueno hija vamos a tu habitación a buscar tus libros para que termines tus tareas.
-¡Ya papá!- Dije con mucha emoción, pues iría con mi padre y así Unexma no me va a asustar.
Entramos a mi pieza y no había nada y no se sentía ninguna presencia y desde aquel día Unexma no volvió a aparecer.
Por fin tuve paz por un buen tiempo. Unexma no volvió a aparecer, ya no me molestaba sobre todo en las noches, ahora duermo tranquila y casi todos los días voy a la casa de mi amiga Brenda, hacemos las tareas juntas, jugamos a las muñecas. A veces me quedo a dormir en casa de ella y otras veces Brenda se queda a dormir en mi casa. Mis padres también se hicieron amigos de los padres de mi amiga.
Una tarde Brenda y yo nos quedamos solitas en mi casa, mi madre se fue a comprar unas cosas y nos dijo que volvería pronto. Así que nos pusimos a correr por casi toda la casa y cuando estábamos subiendo corriendo por las escaleras y llegamos al final, sentí un escalofrío:
-¡Antonella es la mujer fea! -gritó Brenda.
Me volteé y tenía razón estaba Unexma en el primer piso moviendo su cabeza. Miré a mi amiga y la verdad nos mirábamos muy asustadas, caminamos lentamente por el pasillo. De pronto Unexma subió muy rápido las escaleras y se quedó inmóvil delante de nosotras y no dejaba de mover la cabeza, y vi que los gusanos salían de su cara; y de su boca salía un hilo de sangre, entonces mi amiga y yo corrimos hasta mi habitación que quedaba al fondo del pasillo. Miramos y vimos que todavía estaba parada en el mismo lugar, luego empezó a caminar rápido hacia nosotras mientras crujía su cuerpo. Nosotras entramos apuradas a la habitación y cerramos la puerta y nos escondimos debajo de la cama y sentíamos que arañaba la puerta con fuerza, pues ella quería entrar y sentí un ruido como un chillido de ella y ya arañaba más fuerte la puerta, pues quería entrar desesperadamente.
Brenda y yo, nos pusimos a gritar. De pronto, Brenda dejó de gritar y se salió debajo de la cama se paró y dijo:
-Mujer fea, déjanos tranquilas ¡Ándate!
-¡Brenda ven! Esa cosa puede entrar y hacerte algo. -grité.
-No le tengo miedo amiga. Casi siempre veo a personas que los demás no ven y no voy a dejar que esa mujer fea venga a molestar.
-¡Amiga por favor ven!
Entonces mi amiguita vino donde estaba yo y me abrazó, aquella mujer seguía arañando la puerta ahora con mucha más fuerza; no aguanté más grité con todas mis fuerzas y la puerta se abrió de golpe y Unexma estaba ahí parada, en la entrada de mi cuarto y hacía crujir todo su cuerpo y lo más extraño era que no entraba a mi habitación. Mi amiga salió debajo de la cama y nuevamente se levantó y se enfrentó a Unexma. Yo estaba temblando de miedo, pero admiraba a Brenda por su valentía:
-¡Ándate! Déjanos tranquilas mujer fea y horripilante. Yo no te tengo miedo cara de bruja con patas chuecas y de canario. -gritó Brenda y a la vez le sacó la lengua.
Yo también salí de abajo de mi cama y me levanté lentamente y ahí la vi, Unexma no dejaba de mover su cabeza y miré a mi amiga y ella la miraba muy enojada:
-Brenda, ella no quiere irse. -dije.
-Ella se tiene que ir, yo no la invité. Estoy muy enojada.
-Unexma solo aparece cuando quiere y no me deja tranquila.
-¿Unexma? Que nombre más feo y el nombre le hace honor por lo fea que es. ¡Oh! Mira amiguita le salen gusanos por su cara ¡Qué asco!
De pronto Unexma miró a mi amiga colocando sus ojos en blanco y vi que de su garganta subía un bulto pequeño y me di cuenta que le quería escupir a Brenda y reaccioné rápidamente y empujé a mi amiguita y caímos en mi cama y justo Unexma escupió o mejor dicho vomitó y cuando miramos al piso había un charco de sangre con gusanos:
-¡Mujer fea! Eres una cochina, mira lo que hiciste. Te voy a acusar a mi mamá y a la tía Florencia para que te hagan limpiar lo que vomitaste. Sucia nomás. -la regañó Brenda y además le volvió a sacar la lengua.
-Ya no la molestes amiga. -dije.
-No seas miedosa Antonella. -dijo Brenda.
-Yo le tengo mucho miedo y tú, ¿Por qué no le tienes miedo? Ella es horrible.
-La verdad amiguita, ya se me habían aparecido algunas personas feas y siempre las espanto.
-Tú eres mi primera amiga que la ve. -dije.
-¿Verdad? ¡Qué emoción! ¿Entonces ninguna amiga tuya la ha visto?
-No. Una vez se apareció en mi habitación justo cuando estaba jugando con mis muñecas con una amiga. Le dije a ella que Unexma estaba parada ahí, mi amiga miró y dijo que no veía a nadie, así que la tomé de la mano y salimos de mi habitación corriendo.
De pronto Unexma lanzó una risa siniestra y veo que Brenda la mira nuevamente:
-Me gustaría saber cuál es el chiste, para reírme también. ¡Oye! Anda al dentista, pues tus dientes son feos y amarillos. -dijo Brenda.
Mi amiga se quedó sentada en la mesa donde hago mis tareas y yo estaba a los pies de mi cama cerca de Brenda.
Unexma la miró y se fue hacia ella. Entonces Brenda se paró de la mesita y se puso detrás de ella y ahí quedó atrapada pues ya Unexma la había acorralado...
Autora: Lorena Castro Castro.
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