Escándalo
...
-Taemin te digo que ese tipo no es de fiar, en serio, ¿Viste cómo reaccionó sólo por vernos abrazados? Está realmente loco y es muy peligroso.-Le decía un preocupado Bae a su amigo pelirrojo, éste último le sonrió para tranquilizarlo.
-No te preocupes Bae, ya te dije que sé cómo manejarlo, tú sólo relájate.-Le dijo el menor palmeando el hombro del castaño, éste se limitó a arrugar su frente inseguro.-Es más, he logrado convencerlo de que ordene a los guardias sacar a Jung hoy mismo del hoyo.-Les reveló y tanto Bae como Chin jadearon sorprendidos, sin poder creer lo que oían. Luego de que Key y Jonghyun se despidieran de Taemin para ir al sótano por órdenes de Minho; el pelirrojo se había encaminado hacia su celda, sin embargo allí no había nadie, así que automáticamente pensó que quizás Bae se encontraba en la celda de su amante Chin, así que fue hasta allí y justo como lo supuso ahí los encontró, luego de eso los tres reos se quedaron a charlar en aquella celda por aproximadamente media hora.
-¡¿Qué?! ¡¿Enserio?! ¡¿El mandamás accedió a interceder él mismo para que liberen a Jung?!-Le cuestionó un estupefacto Chin, el pelirrojo asintió sonriente.
-¡¿Pero cómo lograste convencerlo Taeminnie?!-Le cuestionó un impresionado castaño, simplemente no podía terminar de creer lo que su amigo le decía.
-Pues...-Comenzó diciendo y sus mejillas se tiñeron del mismo color de su cabello, luego de algunos segundos apartó la mirada avergonzado, jamás les diría a sus amigos el "cómo" logró convencer al mandamás, ni muerto.-No tiene importancia cómo lo hice, el caso es que pronto Jung estará libre y lo primero que haremos cuando salga del hoyo será llevarlo a la enfermería para que su gripa no empeore ¿De acuerdo?-Les ordenó y sus compañeros asintieron con la cabeza de inmediato. Sin embargo... la "tranquilidad" de aquella celda fue interrumpida por una voz proveniente de la entrada.
-¡Lee Taemin!-Llamó un reo caminando rápidamente hacia donde se encontraba sentado el pelirrojo junto con sus dos amigos, antes de que el menor pudiera si quiera decir una sola palabra sintió cómo su delgado brazo era fuertemente sujetado por aquel reo desconocido y luego se vio arrastrado hacia la salida de aquella celda, trató de liberarse del agarre, sin embargo como era de esperarse ese hombre era más robusto que él, se sintió realmente impotente ante aquella situación, le encantaría poder ser más fuerte para así defenderse mejor.
-¡Oye maldito, suelta a Taemin!-Gritó un desconcertado Bae acercándose a su amigo que era bruscamente jalado por aquel tipo.
-¡¿A dónde diablos lo llevas desgraciado?!-Le preguntó un enojado Chin también siguiéndolos.- ¡¿Al menos sabes que él "le pertenece" al mandamás?! ¡Desearás estar muerto cuando él se entere de que...!-Sin embargo no pudo terminar porque aquel convicto que llevaba a rastras a Taemin lo interrumpió.
-Fue el mismo mandamás quien me ordenó llevar a Lee Taemin ante él.-El pelirrojo abrió sus ojos sorprendido ¿Minho había ordenado que lo llevaran hacia donde él se encontraba? ¿Pero por qué? ¿Qué se supone que había hecho mal? ¡Cierto! ¡Había olvidado completamente ir a verlo ni bien Key y Jonghyun lo despidieran! Pero sinceramente no creía que el azabache mandara a alguien a buscarlo sólo por eso ¿O sí?
-¡Aquí está mandamás!-Informó aquel reo robusto ingresando, para la sorpresa de los tres reos, en la celda que compartían Bae y Taemin, allí se encontraban parados Minho, Onew, Jonghyun y Key. El rubio al ver a su bebé siendo brutalmente jalado por aquel tipo gruñó enojado.
-¡Suéltalo inmediatamente imbécil!-Le exigió Key y enseguida el convicto asustado soltó a Taemin, quien al sentirse por fin liberado se frotó el brazo adolorido ¡Le dolía carajo! Minho se acercó tan frío como siempre a Taemin y lo sujetó del brazo nuevamente, para luego obligarlo a que se arremangara la camiseta blanca, el menor no entendía por qué diablos hacía eso hasta que vio la inexpresiva mirada de aquel azabache clavarse en el moretón que le había provocado aquel fuerte agarre que la proporcionó ese reo cuando lo arrastraba por los pasillos hacia la celda, el pelirrojo podría jurar que vio los ojos negros de Minho brillar por una milésima de segundos producto de la rabia que lo invadió. El mandamás giró su rostro y fulminó a aquel reo que osó lastimar a Taemin, el tipo tragó grueso e inconscientemente retrocedió varios pasos porque el azabache se le estaba acercando de forma peligrosa.
-¿Quién te dio el permiso de lastimar a mi juguete, insecto?-Le preguntó en un siseo de voz escalofriante, el hombre tartamudeando le respondió.
-P-perdón señor, e-es que usted dijo q-que yo lo trajera aquí y su-supuse que...-Sin embargo no pudo terminar de excusarse ya que un brutal rodillazo se incrustó en la boca de su estómago haciendo que el tipo perdiera el aire por unos segundos y automáticamente llevara sus manos hacia el sector de su cuerpo golpeado. El hombre quiso encogerse en el suelo a causa de la fuerte punzada de dolor que sintió, sin embargo Minho no se lo permitió y lo sostuve fuertemente de sus cabellos obligándolo a que lo mirara directamente a la cara.
-Que sea la primera y última vez que "supongas" que puedes dañar a mi juguete ¿Entendido?-Le dijo de forma fría y el convicto asintió adolorido.-Porque la próxima vez yo "supondré" que la mejor forma de deshacerme de ti sea volándote los sesos de un sólo tiro, ¿Te agrada la idea?-Le preguntó de forma cínica y el tipo sintió ganas de mearse encima mientras negaba frenéticamente con la cabeza.
-N-no señor m-mandamás... y-yo... ja-jamás volveré a to-tocarle un solo pe-pelo a Lee Taemin...-Le juró respirando erráticamente.
Luego de oír aquello Minho estrelló la cabeza del tipo contra la gruesa pared de aquella celda, haciendo que éste jadeara a causa del dolor, ya que el azabache lo había estampado empleando un significativo grado de fuerza bruta, de inmediato el tipo cayó de rodillas al suelo con una mano en su cabeza y con la otra en su estómago.- ¡Ahora lárgate de aquí!-Le gritó el mandamás y el pobre hombre se paró a duras penas saliendo a las corridas de aquella celda, muerto del miedo.
Una vez que aquel tipo haya salido corriendo con el rabo entre las patas de aquel lugar, Minho miró de mala gana a todos los presos curiosos que se encontraban afuera de la celda observando todo lo que pasaba, cuando el mandamás los fulminó con su oscura mirada todos tragaron saliva de forma audible.
-¿Y ustedes qué carajo están mirando? ¿También quieren que les estrelle la cabeza contra la pared?-Les preguntó tan frívolo y agresivo como de costumbre, todos los reclusos allí presentes negaron enseguida con la cabeza, el mandamás se limitó a chasquear la lengua enfadado.- ¡Largo!-Ordenó y todos obedecieron aunque a regañadientes porque estaban muertos de la curiosidad por ver qué ocurriría en aquella celda.
Por su parte Taemin parpadeó varias veces totalmente aturdido debido a la escena que acababa de ocurrir frente a sus ojos; no podía negarlo, cuando vio a Minho "defenderlo" de aquel reo que lo había lastimado momentos atrás, sintió algo "bonito" y "cálido" vibrando en su interior, una sensación extraña pero grata que en esos instantes no supo reconocer qué diablos era. Sin embargo le dolió que el azabache haya repetido la palabra "juguete" dos veces seguidas, no obstante se maldijo mentalmente por sentirse de esa forma tan... inapropiada, ¡A él poco y nada debería importarle lo que decía o dejaba de decir aquel mafioso! ¿Verdad? Pues claro que sí, sin embargo muy a su pesar sí le importaba lo que dijera en el fondo, ¡¿Pero qué diantres está diciendo?! ¡Por supuesto que no! El pelirrojo, bastante confundido, agitó varias veces su cabeza para sacar todos esos pensamientos raros de su mente. Al levantar el rostro su mirada se encontró con la Minho, quien lo penetró con ese par de orbes negros que intimidaban a cualquiera, de la nada el mandamás se acercó parsimoniosamente al menor, hasta quedar frente a él.
-¿P-por qué me has mandado a llamar?-Preguntó un nervioso Taemin, el azabache no le respondió de inmediato, más bien su oscura mirada se posó en Bae y Chin, quienes eran los únicos reos que no había acatado las órdenes del mandamás, ya que temían que le hiciera algo muy mala al menor.
-Qué bien que tus "amiguitos" hayan venido contigo, eso hará las cosas más fáciles. ¡Sáquenlo!-Ordenó a su grupo y Jonghyun suspirando levantó el colchón del pelirrojo sacando una bolsa blanca la cual obviamente contenía droga. Los ojos de Taemin se abrieron de par en par al ver aquello ¿Qué diablos hacía "eso" en su cama? ¡Todo debía tratarse de un gran error!
-Hoy llegó "mercancía" a la Underground Prison...-Comenzó diciendo el mandamás mirando fijamente al menor.-Cada mes llega droga a éste agujero del infierno para ser vendida y distribuida a toda la bola de marginados sociales que yacen aquí.-Le reveló y el pelirrojo lo escuchaba mientras seguía observando aterrado aquella bolsa ¿Minho lo culparía acaso? ¡Pero si él no había hecho nada malo! ¡Él no era ningún ladrón!
-¿Estás insinuando que yo lo robé?-Le preguntó Taemin encarándolo desafiante, él no tenía por qué tener miedo, ¡Porque él no había hurtado absolutamente nada!
Por su parte Onew trataba de no sonreír para que nadie se percatara de nada, Jonghyun tenía el ceño fruncido pero no emitía opinión alguna y Key prácticamente se estaba mordiendo las uñas a causa del estrés y los nervios que sentía.
-Minho escucha, creo que antes de tomar decisiones apresuradas deberíamos evaluar mejor la situación.-Le propuso tratando de acercarse a ellos, sin embargo el mandamás lo fulminó con su mirada.
-No te metas en esto Key.-Sentenció fríamente.-No hay nada que evaluar, yo sé qué es lo que ocurrió, es tan claro como el agua.-Le dijo y la Diva negó levemente con la cabeza.
-Minho, enfría tu mente por unos momentos.-Le dijo el perro con los brazos cruzados y con su característico tono de voz grave.-El cabeza de fresa estuvo todo el día contigo y luego con nosotros, la mercancía llegó hoy por la mañana, los tiempo no cuadran, es ilógico que haya sacado tiempo para "robar" la droga del sótano.-Sentenció y el pollo siguió fingiendo tranquilidad pero en el fondo maldecía a Jonghyun ¡Carajo! Le estaba jodiendo su plan.
-¿Jonghyun acaso crees que soy un idiota o una especie de engendro con retraso mental?-Le preguntó de mala gana el mandamás, el perro negó con su cabeza.-Pues entonces no me aclares una obviedad.-Finalizó apartando la mirada de su mejor amigo, Onew no pudo evitar fruncir el ceño levemente, ¿Obviedad? ¿Qué quiso decir Minho con eso? ¿Acaso él... ya se había percatado anteriormente de lo que Jonghyun le acababa de aclarar?
-No estoy insinuando que tú lo robaste.-Sentenció al final y el menor suspiró aliviado.-Sé perfectamente que los tiempos no cuadraban para que tú lo hicieras.-Le aclaró y el pollo quiso llorar de la impotencia que sintió ¡Todo era muy injusto! Y él que se había esforzado tanto en planear su contrataque para Lee Taemin.
-¿Pero entonces por qué me mandaste a llamar?-Le cuestionó el menor y la oscura mirada del mandamás se desplazó hacia donde se encontraban Chin y Bae.
-Porque sabía que si venías tú, tus "amiguitos" también vendrían detrás de tu culo.-Le respondió haciendo a un lado al pelirrojo y acercándose hacia los dos jóvenes que se encontraban observando aquella escena desde un rincón en completo silencio, preocupados por la seguridad de su pequeño amigo.
-Tú...-Llamó mirando fijamente a Bae, éste tembló en su sitio.- ¿Acaso te molestó que casi te haya golpeada hasta hacerte llorar cuando abrazaste a mi juguete?-Le preguntó de mala gana, enseguida.
-N-no... yo no...-El pobre castaño estaba tiritando a causa del pánico que lo invadió, esa mirada negra que poseía el mandamás lo intimidaba a tal punto de que a penas y podía hablar coherentemente. Para colmo Minho era alto y musculoso, él era bajito y escuálido, ya se sabía de antemano que ni un rasguño podría hacerle para defenderse.
-Esa vez te perdoné la vida porque sólo los vi abrazándose y porque Taemin chilló para que no te matara...-Continuó con su monólogo mientras seguía caminando con parsimonia hacia donde los dos jóvenes se encontraban, el pelirrojo tuvo un muy mal presentimiento al oír a Minho.-Pero ésta vez ni aunque llores o te arrodilles te salvarás.-Finalizó fulminando con su mirada a un asustado Bae.-Si quieres tener una muerte menos dolorosa y más rápida simplemente acepta que tú fuiste quien robó la droga del sótano.-Le dijo y el pobre castaño casi se atraganta con su propia saliva ¡¿Él robar la droga?! ¡Eso era una vil mentira!
-Y-yo... yo no robé n-nada, lo juro.-Le dijo y enseguida un valiente Chin se puso delante de él como escudo, el mandamás chasqueó la lengua entre molesto y divertido.
-¿Crees que tienes oportunidad contra mí, sabandija?-Le cuestionó el azabache y el otro negó con la cabeza.
-No, por supuesto que no la tengo, pero aun así protegeré a Bae, él no ha robado nada.-Sentenció solemnemente Chin.
-De acuerdo, tenía pensado matar solamente a ese maldito ladronzuelo, pero como veo que insistes tanto también te daré un boleto al otro mundo, basura.-Le dijo sacando del bolsillo de sus pantalones una navaja afilada, Taemin chilló al ver el filo de aquel objeto y entonces supo que efectivamente el azabache hablaba muy enserio cuando decía que los mataría, sin pararse a pensarlo se colocó delante de sus dos amigos en un ataque de valentía o estupidez, la verdad no sabría decirles cual de los dos era.
-¡Ninguno de los dos te robó nada Minho!-Le gritó para hacerlo entrar en razón, sin embargo su acción sólo provocó que el azabache se enojara aún más.
-Apártate ahora mismo.-Le ordenó en un siseo de voz, el menor tembló, carajo que ese tipo cuando estaba enojado daba miedo, pero aun así se mantuvo firme.
-No me apartaré, no los matarás.-Sentenció el pelirrojo mirando fijamente a los ojos negros de un cabreado Minho.
-Lee Taemin, me divierte tu rebeldía y obstinación, pero existe un límite, apártate inmediatamente o no respondo.-Le amenazó y el más bajo no dijo nada, sólo permaneció en su sitio sin hacerse a un lado.
Luego de unos segundos de espera... Minho suspiró fastidiado y levantó su mano, por unos instantes Taemin pensó que quizás el mandamás no lo golpearía, porque vio por una milésima de segundos vacilación en sus orbes oscuros, sin embargo al final sí le pegó, estampándole una sonora bofetada en la mejilla provocando así que Taemin caiga de culo al piso, de inmediato el rubio chilló espantado al presenciar aquella escena.
-¡Taeminnie!-Gritó la Diva tratando de acercarse al menor para ayudarlo, no obstante la voz fría y dura de Minho lo detuvo enseguida.
-¡Quédate en tu lugar Key, es una orden!-Le exigió el azabache y el rubio lo miró sorprendido, hace tiempo que no veía a su amigo actuar de esa forma.
-Pero...- Minho...-Trató de hacerlo razonar sin embargo el mandamás lo interrumpió.
-Lo repito: me agrada la rebeldía de ese chico, me divierte, porque me encantan los retos.-Comenzó diciendo mientras veía cómo el menor se frotaba su mejilla enrojecida en el suelo.-Pero existe un límite. Hay cosas que puedo pasar por alto, pero que me falte el respeto de esa forma y que haga lo que se le dé la regalada gana... eso sí que no. Esta es mi prisión y se hace lo que yo diga, si dejo que un mocoso como Lee Taemin me pasa por encima ¿Acaso el resto no tratará de hacer lo mismo? Aunque obviamente no podrán, ya que los mataré antes si quiera de que lo intenten.-Sentenció jugando peligrosamente con aquella navaja mientras pensaba la mejor forma de matar a Bae y a Chin; éstos ya se encontraban respirando de forma errática, recordando todos los buenos y malos momentos que habían pasado a lo largo de sus vidas. Ya se habían resignado, sabían que ése era su final.
Sin embargo, como si de un milagro se tratara, una voz se hizo notar en aquella celda.
-¡Taemin! ¡Taemin!-Gritaba un desesperado Jung ingresando a aquel sitio corriendo.
-¡¿Jung?!-Exclamaron Bae, Chin y Taemin a la vez, el pollo maldijo mentalmente al universo en esos momentos... ¡¿Qué coño hacía el desgraciado allí?! ¡Se supone que saldría del hoyo recién dentro de cinco malditos días! Carajo, todo su plan se estaba yendo a la mierda.
-¡Escúchenme, les debo decir la verdad!-Exclamó hiperventilando a causa de su gripa y del estrés que sentía, Onew tragó saliva, por Dios que ese bastardo no dijera nada que lo involucrara a él.
-¿De qué verdad hablas, insecto?-Cuestionó el mandamás tan arrogante como de costumbre.
-T-Taemin no robo nada...-Comenzó diciendo mientras recuperaba el aire a causa del maratón que protagonizó para llegar lo antes posible a la celda que compartían sus dos compañeros.-El reo que está bajo tus órdenes mandamás... lo escuché hablando solo sobre robar la droga y culpar de todo a Taemin.-Reveló tosiendo a causa de su estado gripal.-P-por eso lo golpee y luego los guardias me enviaron al hoyo como castigo.-Finalizó cayendo de rodillas al suelo, Jung realmente no podía más, sentía que se desvanecería en cualquier momento.
-¿Chul?-Preguntó desconcertado refiriéndose a uno de sus secuaces, el cual que recibía la droga cada mes y le informaba al azabache sobre su estado. Minho era de esas personas que, a través de los años, había adquirido la habilidad de saber sólo con ver a una persona a los ojos si le estaba o no diciendo la verdad y supo enseguida que Jung no mentía al analizar detenidamente su mirada. Luego de percatarse de la sinceridad en las palabras dichas por aquel recluso, el mandamás procesó mejor toda la información y entornó peligrosamente su negra mirada apretando rabioso sus poderosos puños, sentía que se habían burlado de él y NADIE se burlaba de Choi Minho.
-¡Jonghyun!-Llamó a su mejor amigo y éste enseguida se acercó a él.
-¿Sí Minho?-Le preguntó cruzado de brazos.
-Ve, busca a Chul e interrógalo.-Le ordenó en un susurro siniestro.-No me importa cómo lo hagas, pero has que te diga todo lo que sabe.-Finalizó y el perro simplemente optó por asentir con la cabeza, no obstante mientras salía de aquella celda una sonrisa maquiavélica surcó su rostro. Oh sí, por fin tendría algo de diversión, a Jonghyun le encantaba torturar a los traidores, sí, podrían decir que era un psicópata, pero él realmente lo disfrutaba.
"Estoy jodido, trágame tierra" fue el primer pensamiento que pasó por la mente de Onew en esos momentos, no obstante siguió fingiendo tranquilidad, lo único que le quedaba por hacer era hacerse el desentendido y negar todo.
-¡Jung te llevaremos ahora mismo a la enfermería!-Exclamó Bae corriendo hacia donde su compañero se encontraba arrodillado retorciéndose del dolor corporal que el virus le hacía padecer, entre él y Chin lo cargaron, al ver aquella escena Taemin por fin se levantó del suelo corriendo hacia donde sus amigos se encontraban, tenía que ayudar a Jung así como él había utilizado sus últimas fuerzas para salvarlos.
Sin embargo de repente el menor sintió que alguien lo agarraba fuertemente del brazo, al girar su rostro se encontró con el inexpresivo semblante de Minho.
-Tú no vas a ningún lado, deja que ellos lleven a tu amiguito a la enfermería, mientras tanto tú te quedas a...-Sin embargo no pudo terminar lo que iba a decir porque Taemin empleó todas sus fuerzas para liberarse del agarre del azabache y luego lo fulminó con su mirada.
-¡¿No te da vergüenza?! Primero me haces pasar un mal momento al decirle a uno de tus lame botas que me traiga aquí, me sigue doliendo el jodido brazo por tu estúpida orden. Luego amenazas de muerte a mis compañeros por algo que ni siquiera hicieron. Después me golpeas por defender a mis amigos, quienes lo repito: no han hecho nada para merecer que les entierres una navaja en el cuello. Y encima ahora que al fin sabes la verdad... y que Jung se está retorciendo de dolor... ¿Me pides que me quede? ¡No me jodas Minho! ¡Iré a la pinche enfermería quieras o no a ayudar a mi amigo y de paso a ponerme algo de hielo en la maldita mejilla porque me arde horrores, idiota!-Le gritó histérico antes de darse la vuelta y salir corriendo de su celda junto con sus tres amigos para que los enfermeros atendieran rápidamente a Jung o de lo contrario su estado gripal empeoraría aún más.
El mandamás vio partir a un encolerizado Taemin y se quedó parado procesando todo lo que aquel mocoso imprudente le había dicho durante algunos segundos ¿Es que enserio se podía ser tan... valiente o estúpido? Minho sinceramente creía que estúpido. ¿Y por qué no lo mataba? Sin duda alguna esa sería la opción más rápida y sencilla, no obstante la idea de asesinar a aquel pelirrojo no le resultaba para nada atractiva ni interesante. El mandamás lo quería con vida, lleno de esa energía, estupidez, rebeldía y terquedad que tanto caracterizaban al menor. Una sonrisa ladina adornó el sensual rostro del azabache... Adelante Taemin, corre todo lo que quieres, pero jamás escaparás de mí, llegará el día en el cual te tendré comiendo de la palma de mi mano, anhelando estar en mi misma cama y rogándome que te mantenga a mi lado como mi juguete favorito. Solo mío, jamás dejaré que otro se proclame tu dueño, mataré a cualquier que ose querer robárteme, solamente yo puedo poseerte. Fue el posesivo pensamiento que pasó por la mente de Minho en esos momentos.
- Taeminnie tiene razón... te comportaste como un idiota.-Recalcó la Diva mirando enojado a su amigo, el mandamás dejó a de divagar en sus pensamientos al oír la voz del rubio.
-Oh vamos Key... ¿Enserio te molestaste por esa estupidez?-Le cuestionó el azabache rodando sus ojos mientras bufaba.
-Golpear a Taemin no me parece una estupidez, sabes que he empezado a encariñarme con él, así que no vuelvas pedirme que no lo proteja, porque no te haré caso.-Le advirtió seriamente, Minho lo penetró con su mirada.
-¿Lo prefieres a él por sobre mí, Key?-Le cuestionó.
-No mezcles agua con aceite Minho, porque son dos cosas completamente diferentes. Tú eres mi mejor amigo, ese que conocí cuando aún éramos unos niños, Jonghyun además de ser mi mejor amigo, es mi pareja y Taemin... él...-Se calló por unos instantes mientras miraba melancólico el piso reviviendo el pasado.-Es la viva imagen de mi hermano menor. Ya vi sufrir y morir una vez a Taki frente a mis ojos sin poder hacer nada... no quiero volver a pasar por lo mismo ésta vez con Taemin, simplemente no lo soportaría. Eso es todo lo que quería decirte Minho.-Fue lo último que dijo antes de encaminarse hacia la salida de aquella celda.
El mandamás no dijo nada, Jonghyun y él mejor que nadie sabían cuánto le afectó a Key ver morir a su hermano Taki; estaban al tanto de cuánto le dolía al rubio recordar su pasado, por eso sabían también de antemano que lo mejor en esos casos era simplemente guardar silencio.
-¿M-Minho? ¿Amor?-Preguntó Onew colgándose melosamente del brazo de su pareja, sin embargo el mandamás se zafó de su agarre enseguida.
-No estoy de humor pollo, me iré al sótano, tú ve a nuestra celda o haz lo que quieras pero no causes problemas.-Le ordenó tan frío como siempre y el castaño asintió haciendo un tierno puchero.
-De acuerdo amor, nos vemos más tarde.-Le dijo aparentando demasiado bien el nerviosismo que sentía. Depositó un dulce beso sobre los labios de Minho y luego se encaminó hacia la celda que ambos compartían. Bueno, definitivamente a Onew no le quedaba de otra más que hacerse el desentendido y negar todo. Era lo único que podía hacer a esas alturas...
...
Mientras tanto, en los interminables pasillos de la Underground Prison, Key caminaba con calma hacia la enfermería, debía hablar con su bebé, seguramente estaba hecho un lío por todo lo acontecido momentos atrás. La verdad es que la Diva aún mantenía las esperanzas de que Taemin lograra cambiar algún día a Minho y hacer que vuelva a sonreír de nuevo. Pero cuando su "relación" (si es que así se le puede llamar al trato que tenían esos dos) iba mejorando, ¡Pum! Algo pasaba y todo se iba a la mierda. Pero ni modos, hablaría con Taeminnie y trataría de hacer que se sienta un poco mejor, en ese instante era lo único que el rubio podía hacer por él.
Sin embargo, a pesar de todo el embrollo que había ocurrido momentos atrás, una alegre sonrisa iluminó el hermoso rostro de Key, y es que simplemente se había sentido muy feliz cuando Jonghyun quiso hacer entrar en razón a Minho defendiendo a Taemin, eso sí que no era normal en su perro. La Diva imaginó a Taemin llamándolo "Umma" como de hecho ya lo hacía y llamarle "Appa" a Jonghyun, de solo imaginar la patada en el culo que le daría su perro si se llegara a enterar de sus locas fantasías... Key no pudo evitar carcajearse haciendo eco en los grises pasillos de la prisión mientras seguía caminando hacia la enfermería más animado que antes.
Definitivamente esa noche sí que le daría a su perrito el mejor sexo de su vida, se lo tenía bien merecido.
...
Mientras tanto, en la celda del mandamás de esa prisión...
-Onew.-Llamó el azabache ingresando rápidamente a su celda y viendo al pollo recostado sobre su cama leyendo una revista tranquilamente, éste levantó su mirada fingiendo inocencia.
-¿Sí mi amor?-Le cuestionó haciendo a un lado la revista.
-¿Se puede saber por qué Chul confesó antes de morir que tú le ordenaste hacer lo que hizo?-Le preguntó frunciendo el ceño y mirándolo seriamente a los ojos.
...
...Continuará...
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