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Ella ya es pasado


...

-¿Quién es ella?-Preguntó el azabache agarrando la fotografía con su mano izquierda para luego elevar su mirada y clavarla sobre Taemin.

-¡Devuélvemela!-Exclamó el menor tratando de arrebatarle aquella foto, sin embargo Minho fue más rápido y la alejó de su alcance parándose, el pelirrojo se paró también a duras penas fulminando al mandamás con su mirada chocolate.-Minho, te lo advierto, devuélveme ahora mismo esa foto.-Sentenció Taemin y por su tono de voz se podía notar a leguas que hablaba muy enserio. El azabache tuvo que retener en su garganta la carcajada que quería soltar, debido a que le parecía ridículo que un niño andrógino, más pequeño que él tanto en edad como en estatura, debilucho y de complexión pequeña le estuviese amenazando.

-¿O si no qué? ¿Vas a golpearme, niñito?-Le cuestionó mofándose de él y entonces Taemin apretó sus puños enojado, odiaba que el mandamás se burlara de él y lo peor de todo es que para colmo tenía razón, aunque él lo golpeara con todas sus fuerzas seguramente lo único que le provocaría al azabache serían cosquillas. Odiaba ser tan débil, eso en verdad lo hacía sentirse completamente impotente. Aspiró una gran bocanada de aire mientras dejaba escapar más lágrimas de sus hermosos ojos color chocolate.

-Tienes razón, si te golpeara lo único que te causaría serían cosquillas. Y todo porque soy un inútil, un bueno para nada que ni siquiera sirve para defender a sus seres queridos, eso es lo que de verdad soy yo.-Finalizó casi con la voz quebrada mientras se dejaba caer sentado a su cama tapando sus enrojecidos ojos con su lacio flequillo pelirrojo para luego proceder a secarse aquellas gotitas saladas que se negaban a parar de brotar.

Por su parte el mandamás estaba en shock, obviamente su semblante seguía tan imperturbable y frívolo como de costumbre, después de todo él tenía que mantener esa actitud dura y fuerte que lo hacía lucir tan intimidante ante el mundo entero. Sin embargo, por dentro se encontraba completamente perturbado. En todos los meses que llevaba conociendo a ese mocoso... jamás lo había visto tan vulnerable, tan frágil, tan... lastimado. Es verdad... quizás físicamente hablando Taemin fuese un debilucho, no obstante su personalidad era única e increíblemente valiente, eso el mandamás jamás lo negaría, pero tampoco lo aceptaría, ya que como bien sabemos todos, si existía una palabra que caracterizaba al azabache perfectamente esa sin duda alguna era: el orgullo.

No sabía por qué... pero a Minho le molestaba demasiado ver a Taemin llorar, le agradaba más la idea de verlo sonreír como idiota o incluso prefería mil veces pelear con él, escuchando divertido al menor gritarle con esa voz tan chillona que lo caracterizaba lo pervertido, desconsiderado, egoísta y déspota que podía llegar a ser la mayor parte del tiempo. Le encanta hacerlo rabiar, pero verlo triste definitivamente era algo que no le gustaba para nada.

Decidido, el azabache se agachó para así quedar a la misma altura que el menor y agarrarlo del mentón para luego forzarlo a levantar el rostro clavando su oscura mirada sobre los orbes chocolates del pelirrojo.

-Toma.-Le dijo el mandamás entregándole aquella fotografía en la cual se encontraban el pelirrojo junto con una chica pelinegra muy bonita. Taemin agarró la foto entre sus manos, muy desconcertado, él realmente pensaba que Minho no se la devolvería.

-Si no quieres decirme quién es ella, no te obligaré.-Sentenció el mandamás en un hilo de voz y entonces el menor abrió sus ojos sorprendido, jamás imaginó que Minho le dijera eso, es decir... podría haber jurado que el mandamás le obligaría a que le contara quién demonios era la chica que aparecía en la fotografía, nuevamente lo juzgó mal.

-Yo... gracias.-Fue lo único que pudo a decir, aún sentía un nudo en su garganta así que no podía hablar con claridad.

-Pero sí quiero que me digas por qué estás llorando, ¿Acaso es porque al ver esa fotografía recordaste algo que te dolía? ¿O es por otra cosa? Respóndeme con la verdad.-Exigió el mayor con el ceño fruncido. El menor miró hacia otra parte, ¿Por qué Minho le preguntaba la razón por la cual estaba llorando? ¿Acaso... le importaba? No pudo evitar sonrojarse al pensar en esa posibilidad.

-Sí y no...-Respondió con la voz un tanto temblorosa, el mandamás le miró desconcertado, sin entender qué diablos había querido decir Taemin con eso.

-¿Cómo que sí y no? ¡Habla claro, niño tonto!-Le gritó molesto y entonces el pelirrojo le miró de mala gana.

-¡No me grites, tarado insensible!-Exclamó el menor bastante cabreado por la falta de tacto del más alto.

Minho en lugar de enojarse se alegró, el simple hecho de que Taemin le haya gritado e insultado significaba que ya se sentía un poco mejor.

-¿Y entonces? ¿Me responderás o no?-Le preguntó acercándose al rostro del pelirrojo, poniéndolo nervioso, éste se limitó a tragar grueso antes de asentir con su cabeza.

-No vino a verme mi familia...-Comenzó diciendo mientras jugaba ansioso con su manos, sus ojos nuevamente se opacaron y trató de retener las lágrimas que nuevamente pugnaban por salir.-...Sino la persona que más odio en éste mundo.-Finalizó apretando fuertemente sus manos que en esos momentos se encontraban entrelazadas, con mucha rabia reprimida. El mandamás frunció el ceño desconcertado, jamás se imaginó que alguien tan puro e inocente como Taemin pudiera odiar a alguien. Es más, hasta ese día incluso le parecía absurdo que una persona tan transparente, amigable y justiciera como lo era aquel pelirrojo mereciera estar encerrado en ese infierno en la tierra que representaba la Underground Prison. Bastante intrigado, el azabache se paró para posteriormente sentarse en la cama de Taemin justo a su lado, para así poder escucharlo con mayor comodidad.

-¿Te visitó alguien que tú odias? ¿Y por qué sientes ese desprecio hacia esa persona?-Generalmente a Minho no le importaba la vida de las demás personas, es más, los únicos pasados que él conocía eran el de Jonghyun y el de Key; jamás le pareció relevante saber el pasado de nadie más que no sea el de sus dos mejores amigos, por lo tanto él nunca pidió el expediente de Taemin cuando decidió tomarlo como su juguete, ya que al principio realmente no le interesaba saber más acerca de ese mocoso, lo único que quería era follárselo sin darle más vueltas al asunto, pero en esos momentos en verdad sentía la necesidad de escuchar de la boca de Taemin al menos un poco de su historia. Pero no lo forzaría, él mejor que nadie sabía lo doloroso que era hablar sobre tu pasado (en el caso de que sea trágico, obviamente) y de hecho los únicos dos que conocían la historia de Minho eran efectivamente el perro y la Diva, el mandamás no se lo había contado a ninguna otra persona ni pretendía hacerlo, desenterrar su pasado era algo que definitivamente no estaba entre sus planes futuros, por lo tanto si aquel pelirrojo no quería hablar de ese tema, respetaría su opinión.-...Pero si no quieres decírmelo, simplemente no lo hagas.-Sentenció al final con esa voz ronca y fría que tanto lo caracterizaba. El menor lo miró anonadado, a pesar de que, generalmente (por no decir todo el tiempo) Minho no expresara sus sentimientos o que incluso aparentase ser un insensible hijo de puta, aun así en esos momentos no dejaba de sorprender a Taemin, ya que por primera vez aquel hombre respetaba su opinión y, a su particular modo, trataba incluso de hacerlo sentir un poco mejor. Realmente aquel mandamás lo confundía demasiado.

-E-Está bien... te lo contaré, Minho.-Comenzó diciendo el menor y entonces el azabache se acomodó mejor en la cama para poder escucharlo.-La persona que vino a visitarme es un hombre... su nombre es Young.-Pronunció la última palabra con odio, el mandamás no dijo nada, sólo se limitó a oír el monólogo de aquel pelirrojo.-Antes de que me encerraran injustamente en ésta prisión, yo tenía una vida normal, ya sabes: cursaba mi primer año de universidad, tenía buenos amigos, dos hermanos menores que adoro y una madre extremadamente amorosa.-Hizo una leve pausa apretando fuertemente sus manos que aún se encontraban entrelazadas, Minho notó cómo los ojos chocolates de Taemin se tornaban melancólicos de repente.-...Pero lo triste es que ella es viuda, ya que mi padre falleció en un accidente automovilístico... y aunque ya hayan pasado muchos años desde eso, aun así su muerte es algo que todavía me duele mucho.-Le dijo secándose nuevas lágrimas que comenzaron a brotar, el mayor sintió cierta empatía por aquel pelirrojo, ya que después de todo él tampoco tenía padres, estaba completamente solo en éste mundo tan pútrido y el único concepto de "familia" que tenía lo llenaban Key y Jonghyun. El menor suspiró profundamente tratando de tranquilizarse.-Además de todo eso...yo... también tenía una novia, su nombre es Yun.-Le reveló en un hilo de voz, el mandamás apretó fuertemente sus puños mientras contraía su barbilla, le enojó demasiado oír eso y lo que más odió definitivamente fue el "cariño" que se reflejó en los ojos del menor al pronunciar el nombre de esa mujer.

-¿Esa chica que está contigo en aquella foto... es tu novia?-Le cuestionó el mandamás más serio que nunca, estaba muy cabreado. Cuando el pelirrojo asintió con la cabeza, a Minho le entraron unas ganas tremendas de agarrar la bendita fotografía y romperla en mil pedazos, pero aunque suene increíble... se contuvo.

-Sí, ella era Yun.-Le confirmó mientras miraba aquella foto más dolido que nunca. Minho se percató, por más enojado que estuviera, de aquel "era", por lo cual bastante extrañado y con el ceño fruncido le preguntó lo siguiente.

-¿Por qué dijiste "era"?-Le interrogó percatándose de cómo Taemin se estremecía de pies a cabeza debido a la angustia que lo había invadido de repente.

-Dije "era"... porque ella ya está muerta.-Al menor se le quebró la voz al pronunciar la última palabra. Minho se sintió más hijo de puta de lo que ya era en esos momentos, porque ciertamente le había alegrado de sobremanera oír eso, ya que si esa mujer estaba muerta entonces él no tendría por qué preocuparse de nada. Pero aun así le enojaba muchísimo saber que aquel pelirrojo alguna vez amó y probablemente sigue amando a esa tal Yun; ¿Por qué se sentía así de cabreado? ¿Acaso eran celos? ¡Ja! ¡Tonterías! Él no podía estar celoso. Simplemente quería que su juguete lo mirara sólo a él y pensara solamente en él. Taemin no necesitaba a nadie más que no sea Minho.

-Entonces... ¿La muerte de tu ex novia guarda alguna relación con ese hombre que vino a visitarte?-Le cuestionó el mayor clavando su oscura mirada sobre aquel pelirrojo, el cual suspiró profundamente para luego asentir retomando su explicación.

-Sí, ya que yo estoy aquí porque "supuestamente" asesiné a Yun.-Le reveló y el mandamás se sorprendió, no obstante su rostro permaneció tan imperturbable y frío como siempre. ¿Taemin matar a alguien? ¡Qué estupidez! Podría jurar que aquel mocoso nunca habrá si quiera matado un insecto.-...Pero obviamente yo no la maté, fue Young...-Continuó, pronunciando aquel nombre con odio mientras apretaba fuertemente sus puños, dejando a un lado la fotografía.

-¿Por qué la mató? ¿Acaso él se obsesionó con ella?-Le cuestionó Minho y entonces Taemin negó con su cabeza lentamente.

-No, es decir él sí se obsesionó con alguien, pero no fue con Yun... sino conmigo.-Le reveló con pesar, entonces el mandamás frunció el ceño disgustado, comenzando a odiar cada vez más a ese tal Young, no le importaba el hecho de que haya matado a esa mocosa, al contrario, se lo agradecía, ya que gracias a eso esa tal Yun estaba bien muerta y su juguete había llegado a sus brazos. Pero le molestaba de sobremanera que aquel tipo se haya obsesionado con su Taemin, ya que ese pelirrojo le pertenecía por completo, sólo él podía desearlo.-...El caso es que un fatídico día en el cual estábamos reunidos los tres en el departamento de Yun... Young me noqueó para luego apuñalar varias veces a mi novia, después manchó mi mano con la sangre de ella y escapó. Obviamente la policía me culpó a mí de su muerte, me encerraron aquí dentro y ese desgraciado sigue libre allá afuera.-Finalizó su relato cerrando sus ojos fuertemente, en verdad se sentía muy impotente y enfadadísimo, más aún al recordar todo lo que aquel bastardo le había dicho horas atrás.

...

Flash Back

El menor por fin logró salir del estado de shock en el cual se encontraba inmerso, no podía creer que tenía enfrente de él al psicópata que había arruinado su vida.

-¡¿Qué haces tú aquí, maldito asesino?!-Gritó Taemin acercándose a zancadas a ese hombre, quería golpearlo bien fuerte, pero lamentablemente los separaba una barrera de plástico blindado.

-Vaya Taeminnie, debes tranquilizarte, pensé que estarías feliz de verme nuevamente, yo te he extrañado mucho.-Fueron las cínicas palabras que salieron de la boca de aquel desgraciado. El pelirrojo apretó sus puños e hizo rechinar sus dientes mientras fulminaba a ese tipo con su mirada.

-¡Ni se te ocurra llamarme así, no tienes derecho, hijo de puta!-Exclamó rabioso, Young se limitó a sonreír ladino.

-Vamos, no te enojes mi vida... la verdad es que yo te sigo amando demasiado y me duele que estés encerrado aquí dentro. Pero a pesar de todo siempre pensé que mantendrías tu dignidad intacta, aunque veo que me equivoqué... ¿Sabes? He hablado con algunos policías sobre ti, les he preguntado sobre Lee Taemin ¿Y tienes idea de los que me respondieron?-Le preguntó frunciendo el ceño divertido, el menor siguió fulminándolo con su mirada sin decirle absolutamente nada.-...Me dijeron que eres conocido en toda la Underground Prison por ser la puta del mandamás, me aseguraron que vendiste tu culo por protección, realmente me decepcionaste demasiado Taeminnie. Yo pensé que eras un chico decente... pero ya veo que me equivoqué, supongo que tendré que buscarme a otra persona a la cual amar, porque tú realmente no vales la pena ni mereces mi amor.-El menor golpeó varias veces aquel plástico blindado, deseaba atravesarlo y matar a ese desgraciado, ¡¿Cómo se atrevía a tratarlo así?! ¡¿Cómo osaba etiquetarlo de "puta" cuando él no tenía idea por qué diablos aceptó el trato de Minho?! ¡Lo odiaba! ¡En verdad quería verlo muerto!

-¡Cállate maldito cínico! ¡Tú jamás me amaste, sólo estabas obsesionado conmigo! ¡Ni se te ocurra llamarme puta cuando no tienes idea por qué hice lo que hice! ¡Tú mataste a Yun, la asesinaste desgraciado!-Exclamó colérico sin dejar de golpear repetidas veces aquel plástico, estaba fuera de sí.

-Te digo lo que eres Taeminnie: una puta barata. Además... ¿Por qué mencionas a Yun? ¿Enserio la querías? Porque por lo veo no te costó nada olvidarte de ella para entregarle tu culo al mandamás de aquí a cambio de protección, ¿No crees que Yun se ha de estar retorciendo en el infierno sabiendo lo poco que en realmente la querías para estar follando con un tipo sin ponerte a pensar un segundo en ella?-Esas palabras en verdad afectaron en demasía al pelirrojo, quien rompió en llanto golpeando más fuerte con sus puños aquel plástico, lo odiaba ¡Cuánto lo odiaba!

-¡¡¡CÁLLATE!!!-Le gritó tan fuerte que incluso sintió su garganta desgarrarse. Por su parte aquel bastardo sólo se carcajeaba regocijándose de la desgracia del pelirrojo. Debido al estruendo el policía ingresó al cubículo y separó casi a la fuerza a Taemin de aquel plástico blindado, obligándolo a salir de aquella habitación y advirtiéndole que la próxima vez que se comportara de esa forma lo mandaría al hoyo como castigo. El menor, llorando, trató de tranquilizarse para a continuación dirigirse hacia su celda con un andar parsimonioso. Con la garganta ardiendo de tanto gritar, con sus hermosos ojos enrojecidos a causa del llanto y con su corazón destrozado. Le dolieron, en verdad le dolieron demasiado las palabras de Young...

Fin del Flash Back

-Ese hijo de puta...-Comenzó diciendo Taemin mientras amargas lágrimas se amontonaron en sus ojos color chocolate.-...Sólo vino a burlarse de mí.-Finalizó la oración antes de cubrir su compungido rostro con sus manos tratando de parar el inevitable llanto. El mayor no sabía qué demonios hacer ni qué carajo decir, él no estaba acostumbrado a lidiar con ése tipo de situaciones. Minho jamás había consolado a nadie, ni tampoco lo habían consolado a él. Pero en esos momentos Taemin lucía tan frágil, vulnerable y destrozado que, incitado por una fuerza invisible, el mandamás agarró del brazo a un sorprendido pelirrojo y luego lo jaló para que así el rostro del menor quedara pegado al poderoso pecho del mayor. Taemin parpadeó varias completamente anonado mientras sentía cómo los fuertes brazos de aquel hombre tan frío lo cobijaban de forma protectora. ¿Estaría soñando acaso? No lo podía creer, ¿Minho trataba de consolarlo? ¡Imposible!

-¿Quieres que lo mate?-Le interrogó de la nada y entonces el pelirrojo jadeó impresionado.

-¿Q-Qué?-Le preguntó en un hilo de voz, mientras aspiraba ese aroma tan varonil que poseía aquel azabache, le gustaba... no sabía por qué pero estar entre los brazos de Minho le reconfortaba demasiado.

-Te pregunté que si quieres que mande a matar a ese tal Young.-Le aclaró y entonces Taemin abrió sus ojos demasiado sorprendido.

-¿Por qué harías algo como eso?-Le cuestionó desconcertado mientras alzaba su cabeza y clavaba su mirada color chocolate sobre los ojos negros de Minho.

-Porque tú lo odias. Además... me dijiste que él te noqueó para matar a tu ex novia ¿Verdad? Y encima hoy vino a visitarte con el único propósito de burlarse de ti. Nadie tiene el derecho de tocar ni mucho menos de burlarse de mi juguete. Nadie.-Sentenció estrechando aún más la delgada anatomía de un sonrojado Taemin contra su fornido cuerpo. Sin embargo, a pesar de todo, aquella maldita palabra: "juguete", le seguía doliendo mucho al menor.

-No es necesario...-Comenzó diciendo el pelirrojo mientras se apartaba lentamente del poderoso pecho de Minho.-Es verdad que quiero vengarme de Young, pero si voy a hacerlo lo haré con mis propias manos.-Sentenció el pelirrojo y el mandamás simplemente se limitó a mirarle con incredibilidad, sin poder creer realmente que Taemin se atreviera a matar a alguien, independientemente de lo mucho que lo odiara.

-Haz lo que quieras.-Le dijo finalmente el azabache mientras observaba con desagrado cómo las lágrimas en el rostro del menor comenzaban a secarse.-Pero no vuelvas a llorar, no me gusta.-Sentenció tan frívolo como de costumbre, Taemin por su parte frunció el ceño bastante desconcertado por las palabras del mayor.

-¿Disculpa? ¿Qué dijiste?-Le cuestionó tratando de hacer que el mandamás repitiera lo que había dicho.

-¿Acaso eres sordo?-Le respondió chasqueando la lengua un tanto molesto.

-No, no soy sordo pero... ¿Por qué no te gusta que llore?-Le preguntó acercando su rostro al de Minho.

-Porque no me gusta y punto.-Sentenció mirando de mala gana a Taemin, éste se limitó a bufar resignado.

-Ok, Ok... pues a mí tampoco me gusta llorar. Sin embargo... en ésta ocasión en verdad necesitaba hacerlo para desahogarme. Ya que si me pongo a pensarlo un rato... lo que me dijo Young no está tan alejado de la realidad: yo follo todos los días contigo y Yun murió hace apenas 10 meses.-Dijo Taemin cabizbajo, se notaba a leguas lo compungido que se encontraba en esos momentos. Por su parte Minho apretó fuertemente sus puños, cómo odiaba a esa maldita mocosa, qué bueno que ya estaba muerta. Él jamás lo aceptaría por orgullo, pero la realidad era que se encontraba ardiendo de celos.

-¿Tú la amas?-Le cuestionó en un siseo de voz mientras trataba de controlar toda la rabia que lo había invadido de repente. El menor jadeó sorprendido ante la repentina pregunta del mandamás.

-Y-Yo... verás... Yun era mi mejor amiga antes de ser pareja, de hecho fue ella quien me propuso que seamos novios porque se había enamorado de mí, yo no quería hacerla sentir mal así que accedí a convertirme en su novio. Pero... la verdad es que yo sólo la quise muchísimo como una gran amiga y me duele demasiado haberla perdido de la manera en la que la perdí: siendo injustamente asesinada por un psicópata desequilibrado.-Le reveló con pesar y entonces Minho se tranquilizó, ya que llegó a la siguiente conclusión:

-¿Eso quiere decir que no la amabas sino que simplemente la querías, cierto?-Le preguntó y el menor se limitó a asentir con la cabeza.

-Sí, yo la quería mucho... pero aun así eso no cambia el hecho de que alguna vez fuimos novios y que por lo tanto debería respetar su recuerdo...-Antes de que Taemin continuase, el azabache sostuvo sus muñecas y lo forzó a recostarse sobre la cama para luego posicionarse encima de él.

-Te equivocas...-Comenzó diciendo mientras observaba fascinado cómo aquel pelirrojo comenzaba a ruborizarse.-No estás faltándole el respeto a su recuerdo, ya que si ella en verdad te quería entonces supongo que habrá deseado lo mejor para ti o dicho en otras palabras: que estuvieses bien. Y tu mejor opción en estos momentos para "estar bien" definitivamente soy yo. Con quien más te conviene estar aquí dentro de la Underground Prison es conmigo, Taemin, tú no necesitas a nadie más que a mí.-Sentenció aquel azabache con ese aire tan prepotente que lo caracterizaba, el menor pestañó varias veces completamente anonadado.

-¿En... verdad... lo crees?-Comenzó preguntándole mientras se perdía en el color ónix que poseían los ojos de Minho.- ¿Tú en verdad crees que Yun lo aceptaría?-Le cuestionó en un débil hilo de voz, el mandamás chasqueó la lengua bastante cabreado, ya estaba harto de hablar de esa estorbosa niñata.

-Por supuesto que lo creo y yo jamás me equivoco.-Le respondió con el ceño fruncido, Taemin no pudo evitar soltar una carcajada ante las palabras dichas por aquel hombre tan creído.

-Eres increíblemente egocéntrico.-Le regañó divertido luego de reírse.-Pero igualmente muchas gracias, enserio.-Le agradeció el menor dedicándole una hermosa sonrisa que en verdad logró descolorar en demasía al azabache, aunque obviamente su rostro siguió luciendo tan imperturbable como siempre. El pelirrojo ya se sentía mucho mejor, ya que Minho (a su modo) había logrado consolar su agobiado corazón.

-No tienes por qué darme las gracias, mocoso. Y yo podré ser egocéntrico, pero tú eres increíblemente problemático.-Le contestó mientras rodaba sus ojos agotado de tanto drama. El menor se rio mientras asentía con su cabeza.

-Eso no te lo voy a negar, porque es la pura verdad: soy muy problemático.-Le dio la razón mientras suspiraba profundamente. Minho se acercó al rostro del pelirrojo para a continuación unir sus labios con los de Taemin, éste último correspondió complacido al íntimo contacto de sus bocas, sintiendo cómo la cálida lengua del mayor se abría camino en el interior de su cavidad oral y jugueteaba ansiosa con su propia lengua. Los besos de aquel azabache eran simplemente exquisitos, le encantaban y confundían a la vez.

Cuando finalmente se separaron de aquel beso a causa de la falta de oxígeno, el mayor le sonrió ladino mientras se relamía gustoso sus labios observando el tierno sonrojo que adornaba las mejillas de Taemin. Enseguida el mandamás acercó su boca al oído del pelirrojo, para luego morder lujuriosamente el lóbulo de su oreja sonriendo complicado al percatarse del estremecimiento que había provocado en el cuerpo del menor.

-¿Eres problemático? ¿Tienes problemas? Pues eso ya no importa, porque yo puedo lograr con mis labios, mis dientes, mi lengua, mis manos y mi pene que olvides todo eso que te aqueja para así poder disfrutar del momento. Puedo hacer que delires del placer y que todos tus problemas se esfumen en al aire, ¿Quieres ver cómo lo hago?-Le cuestionó al oído con ese tono de voz tan sensual que sólo aquel azabache poseía. Taemin puso sus ojos en blanco mientras se mordía el labio inferior deseoso de más, ese hombre le tentaba demasiado, lo único que quería en esos momentos era gozar junto con Minho sin importarle nada más, sin pensar en nadie más. Sólo anhelaba disfrutar de ese instante en compañía del mandamás.

-Me encantaría.-Fueron las dos palabras que salieron de la boca del pelirrojo mientras una juguetona sonrisa adornaba su hermoso semblante. El pelirrojo fue el primer en lanzarse a la acción sosteniendo el rostro de Minho con sus delicadas manos y plantándole un beso apasionado en los labios. Follarían allí, en la celda que Taemin compartía con Bae. No le importaba nada, ni siquiera que su amigo llegara y los viera teniendo sexo ahí mismo. Aunque en el fondo el menor sabía que eso no ocurriría, puesto que tanto Bae como Chin se encontraban en la enfermería cuidando de Jung, quien por suerte ya se encontraba recuperando de su neumonía.

Aquella celda muy pronto se llenó de gemidos cargados de placer que retumbaban contras las paredes que por cierto eran las únicas testigos del inmenso deseo que esos dos reos se profesaban...

...

...Mientras tanto, en otra parte de aquella prisión...

-¡Anda Key! ¡No te cuesta nada!-Insistió por décima vez un obstinado perro, la Diva rodó sus ojos completamente hastiado de lo cabeza dura que podía llegar a ser aquel castaño si se lo proponía.

-¡Ya te dije que no Jonghyun! ¿Cuánto veces tendré que repetírtelo? ¡No pienso ponerme ese estúpido conjunto! ¡Así que resígnate y tíralo de una buena vez por todas!-Le gritó el rubio cruzándose de brazos en un claro gesto de negación total.

Lo que ocurría en ese momento es que el perro deseaba que Key se pusiera aquel conjuntito tan provocativo que Minho había encargado para Taemin. Jonghyun en verdad anhelaba ver a su Diva modelándolo y que le hiciera un sexy striptease, sin embargo el rubio no tenía ni la más mínima intención de cumplirle aquella fantasía sexual al castaño.

-Pues no es necesario que utilices específicamente éste conjunto, podemos encargar otro que sea a tu agrado para que después me hagas un sensual striptease. Hmm... ¿Qué te parece un disfraz de maid (sirvienta/mucama)?- Le cuestionó Jonghyun imaginándose casi babeando a su rubio vestido de semejante manera. Automáticamente el perro sintió cómo un puñetazo se estampaba contra su cabeza.

-¡No soy una chica, grandísimo idiota!-Le gritó Key haciendo un tierno puchero de disgusto. El castaño sonrió ladino para luego acercarse a su pareja y aprisionar su delgada cintura con sus poderosos brazos.

-Sé que no eres una chica, ninguna mujer en éste mundo podría ser tan sexy y hermoso como tú.-Le susurró al oído y enseguida el rubio se estremeció de pies a cabeza, Jonghyun no acostumbraba a decirle cosas tan bonitas así que cuando las decía en verdad que hacía sentir a la Diva sumamente especial. Y todos sabemos lo mucho que a Key le gustaba sentirse único, importante y deseado. En verdad le encantaba.

-Gracias perrito... tú también eres hermoso y esos músculos que tienes me vuelven loco.-Le susurró el rubio restregándose un poco de forma gatuna contra el fornido cuerpo del castaño, quien sonrió complacido.

-Bueno... entonces como te dije algo bonito y por lo tanto tú estás feliz... ¿Eso significa que sí me harás el striptease vistiendo un sexy disfraz?-Le cuestionó con una sonrisa de oreja a oreja, una pequeña venita se asomó en la frente del rubio, quien apartó enseguida a su pareja.

-¡Maldito interesado!-Le gritó dándose la vuelta para largarse de allí, sin embargo Jonghyun fue más rápido y lo abrazó por detrás impidiéndole así que escapara, pegando la espalda de Key a su trabajado pecho.

-Era broma Diva mal teñida, tú sabes perfectamente que enserio creo que eres el ser más hermoso y sexy que habita la tierra, sólo tengo ojos para ti.-Le susurró mientras lamía su cuello con premeditada lentitud. Key gimió gustoso mientras una dulce sonrosa adornaba su bello rostro.

-Bobo... pero te advierto que eso no me hará cambiar de opinión.-Le recalcó sonriendo con malicia mientras observaba divertido cómo Jonghyun chasqueaba su lengua molesto por tu inevitable derrota.-Pero bueno... lo que más me gustó de éste día es que he visto un gran avance en tu relación con Taeminnie, me alegra mucho saber que están comenzando a llevarse mejor.-Le dijo Key disfrutando del abrazo de su perro.

-Pues creo que lo juzgué mal desde un principio. Tú sabes mejor que nadie cuánto me cuesta a mí confiar en las demás personas debido a las malas experiencias que he tenido que sobrellevar en el pasado... pero el cabeza de fresa me recuerda muchísimo a Taki, por lo tanto supongo que eso también me habrá ayudado a aceptarlo y a que me caiga mejor poco a poco.-Le dijo el castaño sin embargo se arrepintió de inmediato de lo que hacía dicho puesto que notó cómo un velo de amargura surcaba los ojos de Key. Mierda. Sin querer le había recordado a Taki y el perro sabía mejor que nadie cuánto le dolía al rubio acordarse de su trágico pasado.

-Sí, tienes razón... él es muy parecido a Taki. Quizás sea esa la razón por la cual lo quiero tanto y deseo protegerlo por sobre todas las cosas... quiero hacer por Taemin lo que no pude hacer por mi hermano menor.-Susurró en un débil hilo de voz, sin embargo al final se quebró y si no fuera por los fuertes brazos de Jonghyun que los sostenían con firmeza seguramente hubiese caído de rodillas al frío piso.

Una escena muy dolorosa surcó la mente de aquel rubio, en la cual él se encontraba sosteniendo el pequeño cuerpo de su hermano menor, éste ya comenzaba a enfriarse lentamente a causa de dos disparos que habían atravesado tanto su estómago como su pulmón. Key vio morir a Taki sin poder hacer absolutamente nada, sintiéndose impotente y traicionado por quien él consideraba su amigo. "Quiero que seas feliz hermano y por favor... jamás dejes de confiar en las demás personas, no todas son malas, hazlo por mí, te amo." Esas fueron las últimas palabras que Taki pronunció, la Diva nunca las olvidaría y día a día trataba de cumplir con esa petición que su querido hermanito le había hecho antes de morir.

El perro se mordió el labio inferior maldiciéndose así mismo por lo tonto que había sido. Recién en esos momentos recordó que la fecha en la cual Taki había sido asesinado estaba muy próxima, faltaban sólo un par de días para que se cumpliera otro año más desde la muerte del hermano de Key, por esa razón el rubio se encontraba tan vulnerable y frágil. Lo abrazó con fuerza mientras enterraba su rostro en el cuello de su Diva.

-Key... tú sabes que siempre estaré a tu lado, jamás te dejaré solo. Juro brindarte mi protección y mi amor sin condición como lo vengo haciendo desde que éramos unos niños. Soy capaz de matar con mis propias manos a cualquiera que se atreva a ofenderte o a hacerte sentir mal... e incluso soy capaz de llevarme bien con el cabeza de fresa si es tan importante para ti. Haría lo que fuera por ti, incluso morir. Y sé que tú lo sabes perfectamente, Diva mañosa.-Le susurró al oído mientras lo abrazaba cuidadosamente. Por su parte Key tenía los ojos increíblemente abiertos, no podía creer que su perro le haya dicho todas esas cosas. Jonghyun siempre había sido del tipo de hombres callados, reservados, agresivos y cuyos problemas acostumbran a "solucionar" a los golpes o amenazas. Jamás imaginó que llegaría el día en el cual aquel castaño le dijera todas esas cosas tan hermosas y sentimentales.

El rubio, sonriendo embelesado, se dio la vuelta para así poder enredar sus delgados brazos en el cuello del castaño, quien también aprovechó para apresar con sus fuertes brazos la pequeña cintura de su Diva.

-Gracias perrito pervertido, tú sabes que siempre estaré allí para domarte, regañarte y amarte. Te amo muchísimo.-Le dijo guiñándole un ojo coqueto. El más bajo sonrió divertido.

-¿Quién dijo que te dejaría domarme?-Le preguntó sonriendo ladino, Key le devolvió la sonrisa mientras le mordía provocativamente el labio inferior al castaño.

-Tontito, yo ya te domé hace mucho tiempo.-Le contestó el rubio acariciándole el cabello. Jonghyun se limitó a rodar sus ojos haciéndose el desentendido, es verdad, aquel rubio realmente lo tenía comiendo de la palma de su mano, pero él jamás aceptaría ese hecho porque valoraba demasiado su gran orgullo.

-Sigue soñando Key... y también te amo, maldito narcisista.-Le dijo antes de plantarle un fogoso beso en los labios a su pareja, Key correspondió de inmediato profundizándolo al ingresar su lengua a la cavidad bucal de su perrito. Muy pronto comenzó una guerra de lenguas en la cual no se sabía con certeza quién vencería.

Su Jonghyun se había comportado demasiado bien ese día... por lo cual probablemente recapacitaría y le haría el striptease que tanto había insistido el perro con que le hiciera...

...

La vida no siempre es bella,
Jamás será perfecta,
Tardamos en encontrar...
A la persona que vamos a amar.

Todos tenemos más de una cara,
Las clasificamos de buena o mala,
Por dentro soy más blando,
Por fuera mi rudeza...
Espanta a cualquiera.

Key es irritante,
Pero sólo por él mi corazón late,
El amor solo se da...
No lo podemos evitar,
Porque el amor es un juego de azar.

Tal vez me sepa domar...
Aunque por mi orgullo jamás lo he de aceptar,
Sólo he de admitir...
Que él es muy importante para mí.

Simplemente puedo decir...
Que amo a Key,
Más de lo que imaginé.

...

El mundo me puede juzgar,
Pero mi alma nunca se marchitará,
Y jamás dejaré de confiar,
En mí mismo.

Tuve momentos malos,
Vi morir a seres amados,
Y hasta el día de hoy no lo he superado,
Pero sigo luchando.

Diva mal teñida,
Rubio oxigenado,
Orgulloso acepto esos apodos,
Soy único,
Nadie me igualará,
Al final...
La vida me sonreirá.

En el pasado...
Me he derrumbado,
Pero jamás me han derrotado,
Yo siempre me levanto,
Consigo lo quiero,
Y sólo por eso...
Mi corazón no ha muerto.

Jonghyun puede ser irritante,
Pero es alguien increíblemente importante,
Él me ama de verdad,
Y yo lo amo mucho más,
Por más que él lo intente negar...
Sólo yo lo puedo domar.

Soy feliz,
Aún sigo aquí,
Mi corazón puede amar,
Y eso es lo único que me importa...

...

...Continuará...

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