El dominante MinHo
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Antes de que empiecen a leer el capítulo, deseo AVISAR algo importante. Debido al tiempo que me toma editar los capítulos (les juro que lleva sus buenas horas) y, teniendo en cuenta que este fanfic posee más de 40 capítulos... he decidido subir de un tirón todos los capítulos (sin edición) de la primera temporada para poder empezar a subir la segunda. Iré editando poco a poco a los capítulos de la primera temporada mientras voy subiendo los de la segunda. Espero puedan entenderlo y gracias por el amor que le dan a mi historia. Ahora sí, que empiece el capítulo.♥
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—Es tan aburrida la vida en esta prisión ¿no lo crees?— le preguntó a su amigo y este no le respondió nada, entonces Key sonrió ladino. Se acercó al oído del mandamás y le susurró.—Quiero que se convierta un reto para ti, MinHo. Un poco de diversión de vez en cuando no te hará daño, así que tú sólo relájate.
MinHo chasqueó la lengua y fulminó al rubio con su oscura mirada. Estaba bastante malhumorado y no tenía ganas de soportar las bromas pesadas de la diva.
—Key, deja de decir tanta mierda y mejor dime qué carajo pretendes al montar toda esta escena.— le preguntó más serio que nunca, con la mandíbula increíblemente tensa y el ceño muy fruncido.
—No pretendo nada raro, lo que ves es lo que pasa. TaeMin y yo ahora somos amigos, así que decidí brindarle mi protección para que nada malo le pase. Simplemente es eso.— explicó con una radiante sonrisa adornando su rostro, esas palabras sólo provocaron que el enojo del mandamás aumentara.
—¿Y quién diablos te ha dado permiso para hacer eso, eh?— le preguntó entre dientes, el rubio simplemente frunció el ceño.
—Nadie, lo he decidido yo mismo.— le respondió con simpleza y enseguida fulminó al azabache con su afilada mirada.—¿O qué? ¿Me he convertido en una marioneta sin darme cuenta? Te recuerdo, Choi MinHo, que yo soy tu amigo más no uno de tus siervos.— al oírlo decir eso, el mandamás apretó fuertemente sus puños, conteniendo las ganas de golpear al rubio. Es verdad, MinHo quería a Key como su amigo, sin embargo, le hervía la sangre ver cómo su propio amigo le estuviera echando abajo sus planes para tener a TaeMin en sus manos.
—El mocoso se convertirá en mi juguete, tenga o no tu jodida protección. Porque al fin y al cabo el mandamás aquí soy yo, no tú.— fue lo último que dijo antes de darse la vuelta e irse del gran comedor, ante la atenta mirada de todos los reos allí presentes.
—¿Por qué ayudas al nuevo, Key?— preguntó un confundido Onew una vez que su pareja se retiró de aquel lugar.
—Porque he hablado con él y me ha caído bien. Creo que podríamos ser muy buenos amigos.— le respondió la diva con simpleza.
—¿Sólo por eso?— insistió el pollo.
—Lo protejo porque quiero ser su amigo y no quiero que nada malo le pase.— le repitió el rubio con su característica amabilidad. JongHyun, quien durante todo ese tiempo había permanecido callado y apretando fuertemente sus puños, finalmente explotó.
—¡No me jodas, Key! Si quieres follar con ese estúpido, entonces hazlo de una buena vez pero no juegues a hacerte el héroe. Es una estupidez y lo sabes, ¿por qué defiendes a alguien que apenas conoces?— espetó el castaño encolerizado, llamando la atención de muchos reos. El más alto quedó sorprendido durante unos segundos pero luego sonrió y se acercó al más bajo.
—¿Estás celoso, perrito?— le cuestionó divertido acariciando la mejilla de JongHyun, quien enseguida gruñó y apartó de un manotazo la fina mano del rubio.
—¡Por mí puedes ir y follarte a toda la prisión, imbécil! ¡Me vale!— le gritó furioso y luego apuntó con su dedo índice a la dirección en la cual se encontraba sentado un sorprendido TaeMin, rodeado de sus compañeros Bae, Chin y Jung.—¡Y tú, pequeña basura, me importa una mierda que tengas la protección de Key, si te atraviesas en mi camino te haré picadillo a base de golpes!— amenazó al pelirrojo y luego se largó refunfuñando de aquel lugar. Todos los reos se apartaron de su camino, pues sabían que hacer enojar a JongHyun significaba ganarse un boleto directo al otro mundo.
—¡Wow! JongHyun se vuelve un demonio cuando está celoso.— dijo Onew una vez que el perro se largó de aquel comedor. El rubio simplemente suspiró resignado.
—No tienes idea...
—No sé si te gusta o no ese tal Lee TaeMin. Pero si en serio te gusta me alegro, así lo mantendrás lejos de MI MinHo.— comentó un muy posesivo Onew, el más alto se carcajeó un poco.
—Pues siento decepcionarte mi querido pollo pero a mi Taeminnie no me gusta, simplemente lo ayudo porque me agrada y me produce esas ganas de querer protegerlo.— le reveló con emoción y el castaño frunció el ceño confundido.—Sin embargo, MinHo está empecinado con la idea de poseer a TaeMin, así que si quieres mantener a tu "macho" atado a ti, tendrás que esforzarte más.— le advirtió guiñándole un ojo, enseguida Onew le fulminó con la mirada para luego suspirar resignado y despedirse de su amigo, para después proceder a ir a su celda con su pareja. El rubio se despidió de él y también se encaminó hacia su propia celda, con la intención de tratar de "serenar" a su indomable y celoso perro.
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—¡No puedo creer lo que pasó!— repitió Bae por décima vez dentro de la celda de ambos, estaban también acompañándolos Jung y Chin.
-La verdad es que yo tampoco.-Soltó un sorprendido pelirrojo.
-¿Pero cómo fue que pasó Taemin?-Le preguntó Jung.
-Pues... luego de haber rechazado lo oferta de Minho fui a la enfermería para que me pudieran curar la herida que ese imbécil le causó a mi mejilla con su bofetada, sin embargo en el transcurso me choqué con un reo que resultó ser uno de los miembros del grupo de Minho, un rubio llamado Key, él me trató muy bien y de hecho se ofreció acompañarme a la enfermería, cuando llegamos nos dimos cuenta que no había nadie así que él se dispuso a curarme él mismo, yo sorprendido accedí y hablamos un buen rato, nos llevamos bien de inmediato y entonces al final él me dijo que se encargaría de que ningún reo me violara o matara.-Hizo una pausa y miró detenidamente a los sorprendidos ojos de sus compañeros.-Sin embargo nunca supuse que haría algo como aquello que hizo en el comedor.-Soltó al final.
-¿Y no crees que todo sea una farsa simplemente para después chantajearte igual que lo quiso hacer Minho? Algo así como "bueno, yo te di mi protección pero ahora tú tendrás que acostarte conmigo"-Taemin meditó un poco las palabras de Jung, pero luego negó levemente con la cabeza.
-No lo creo Jung, al menos a mí me parecieron sinceras las palabras de Key.-Su compañero simplemente asintió con la cabeza no muy confiado.
-Bueno, ya veremos más adelante qué ocurre, ¿verdad? Por ahora hay que estar agradecidos, la mayoría de los reos tienen un especial interés en poseerte Taemin, sin embargo ahora que eres el protegido de uno de los miembros del grupo del mandamás dudo que alguno se atreva a hacerte algo malo.-Le sonrió el siempre carismático Bae, el menor le devolvió la sonrisa mientras asentía con su cabeza.
-Sí, definitivamente después tendré que darles las gracias a Key.-Comentó Taemin y todos asintieron.
-Por cierto, hace rato que no lo hacemos Bae ¿podríamos hacerlo hoy?-Le preguntó Chin a Bae y éste enseguida se ruborizó. El pelirrojo abrió sus ojos muy sorprendido.
-¿U-Ustedes son pareja?-Preguntó tartamudeando, su compañero le miró y luego le sonrió.
-No somos lo que se dice "pareja" Taeminnie, más bien somos amigos que cuando están necesitados tienen relaciones sexuales. Creo que eso se llama amigos con derechos.-Le aclaró el castaño a un ruborizado Taemin.
-Exacto, eso somos.-Aclaró Chin al final.
-Ah... ya veo.-Dijo el pelirrojo muy sonrojado.
-Sí Chin, hoy tengo ganas de hacerlo.-Le dijo Bae y el otro reo sonrió libidinoso, Taemin no sabía hacia dónde mirar de lo avergonzado que estaba.
-¿A ti no te gustaría ser mi amigo con derecho, Taemin?-Le preguntó burlón Jung y el pelirrojo le miró con el ceño fruncido.
-Lo siento, pero yo soy heterosexual.-Le aclaró y el otro bufó decepcionado pero luego asintió simplemente con una sonrisa.
-Bueno... ¿Qué te parece si ya nos vamos Bae?-Le dijo Chin al castaño tomándolo por la cintura y pegándolo a su cuerpo, el más bajo le sonrió pervertido y le dio un beso en la boca muy pasional, Taemin miraba hacia un punto inexistente de su celda, no podía ver aquello sin ruborizarse de sobremanera.
-Dale, vámonos. ¿Taemin tú puedes quedarte un rato aquí con Jung? Es que Chin y Jung comparten celda.-Le pidió y el pelirrojo asintió levemente con su cabeza.- ¡Muchas gracias Taeminnie!-Le gritó antes de retirarse de aquella celda junto con Chin dejándolos solos a Jung y a Taemin.
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-Entonces Taemin, ¿por qué estás aquí?-Le preguntó Jung una vez que quedaron solos, automáticamente el pelirrojo apretó su mandíbula, odiaba recordar la razón por la cual estaba allí, odiaba recordar al hijo de puta de Young. Luego de algunos segundos en silencio decidió responderle.
-Estoy aquí porque para la ley yo maté a alguien.-Le respondió diciendo una media verdad.
-¿Enserio mataste? La verdad no te ves del tipo de muchacho que materia a alguien.-
-Supongo que no...-Dijo simplemente con su mirada café ensombrecida. Jung entendió enseguida que evidentemente a Taemin no le gustaba hablar sobre ese tema así que decidió dejar la cosa hasta ahí por el momento.
Por su parte, Taemin únicamente le había contado la verdadera razón por la cual estaba en la Underground Prison a su amigo Bae, a nadie más dentro de aquella cárcel. Y a pesar de que se notaba que Jung no se lo preguntaba con mala intención, él simplemente no confiaba lo suficiente en Jung, por lo que decidió decirle solamente aquello a su compañero.
-Pues yo estoy aquí por traficar droga...-Le reveló y Taemin se sorprendió, no creía que Jung fuera del tipo de personas que traficaban droga, parecía un buen tipo.-Yo estaba en mi último año del secundario cuando me arrestaron, como mi padre nos había abandonado a mi madre y a mí cuando yo era un bebé estábamos solos en el mundo y para colmo éramos pobres, ella quiso que yo estudiara para ser alguien el día de mañana, sin embargo enfermó gravemente y como no teníamos dinero para sus medicamentos tuve que dejar el colegio para ponerme a trabajar pero no duraba en ningún lugar, hasta que un día una pandilla me ofreció ser traficante de drogas en el barrio y en mi desesperación por salvar a mi madre accedí, así la mantuve estable durante algunos meses, pero al final la policía me atrapó y como ya tenía 18 años caí preso con una condenada de 8 años con derecho a fianza. Mi madre murió unos meses después de la depresión al enterarse que me habían metido preso. Supongo que lo primero que haré al salir de aquí es ir a despedirla en su tumba.-Taemin sintió que su corazón le dolía, qué injusta era la vida, ese pobre chico se vio obligado a vender droga por su incapacidad económica tan solo para salvar a su madre y al fin y al cabo no sirvió de nada, lo llevaron preso y encima su querida madre murió, sin poder evitarlo abrazó fuertemente a Jung, este quedó estupefacto ante tal acción.
-Lo siento mucho Jung...-Dijo mientras seguía abrazando al otro tipo, al final Jung también abrazó fuertemente a Taemin y comenzó a llorar, transmitiéndole al pelirrojo toda la infelicidad que sentía por todo lo que tuvo que pasar.
-Y-Yo sólo quería que mi madre estuviera orgullosa de mí y al final hice todo lo contrario...-Dijo aún abrazado al cuerpo del menor, Taemin negó levemente con la cabeza.
-No Jung, ella estaría orgullosa de ti, porque a tu manera hiciste todo lo posible por salvarla, ella seguro debe estar orgullosa de ti a donde sea que esté.-Jung sonrió entre lágrimas por la amabilidad y calidez del pelirrojo y permanecieron abrazados unos cuantos minutos más, hasta que escucharon como alguien entraba a la celda, inmediatamente se separaron y miraron a la persona que estaba parada frente a ellos con los brazos cruzados.
-Qué cursis... ¡Me dan asco!-Gritó un asqueado Onew parado frente a ellos, luego miró fijamente al pelirrojo.- ¡Tú, Lee Taemin! Más te vale no acercarte demasiado a MI Minho porque te irá mal, él y yo somos pareja desde hace mucho antes que tú pusieras tus asquerosos pies en ésta prisión, así que si intentas sacármelos preferirás no haber nacido. Estás advertido.-Le amenazó con la mirada cargada de odio. Taemin no se asustó y le devolvió la mirada igual de retador.
-Yo soy heterosexual. Y aunque fuera gay jamás me fijaría en una basura como Minho, me importa una mierda que él y tú sean pareja, por mí pueden hacer lo que se le venga en gana. A mi Choi Minho no me interesa en lo más mínimo.-Onew lo fulminó con la mirada y luego prosiguió a seguir hablando.
-Pues más te vale, porque donde descubra que te estás acercando a MI novio juro que desearás estar muerto. Tú no sabes de lo que yo soy capaz de hacer, me importa un bledo si Minho quiere o no acostarse contigo, de igual forma él se revuelca con muchos, pero sólo a mí me da derechos que nadie más tiene y que si me entero que tú te le estás restregando para obtener esos derechos y ese trato especial que sólo tiene conmigo, te mataré ¿Oíste bien?-Le advirtió, Taemin levantó su mano y le enseñó el dedo corazón, restándole importancia a todas sus amenazas, Jung que permanecía a su lado apretaba fuertemente sus puños, conteniéndose para no mandar a la mierda a Onew, pero sabía que lo mejor era no interferir, sólo causaría más disturbios.
El pollo al final sólo gruñó y se dio media vuelta largándose de aquella celda. Luego de que el castaño se halla ido ambos reos suspiraron aliviados y el ambiente se destensó.
-¿Qué loco no?-Le preguntó un divertido Jung y Taemin simplemente se rio un poco.
-Sí, bastante loco, realmente haca una buena pareja con el gilipollas de Minho.-Soltó con malicia y Jung no pudo evitar carcajearse un rato.
-Sí, tienes razón, qué suerte que no aceptaste convertirte en el juguete de Minho, realmente eres diferente Taemin, por eso me caíste bien desde el principio.-Le dijo mientras desordenaba los cabellos rojos del menor, éste simplemente se ruborizó y asintió.
-Gracias, tú también me caíste bien desde el principio Jung.-Le dijo dedicándole una de sus más lindos sonrisas, enseñándole la blancura de su perfecta dentadura. El otro se quedó anonadado por tan bella sonrisa, realmente aquel pelirrojo era hermoso y más aún, era puro y se notaba que tenía un gran corazón, se quedó unos cuántos segundos observándolo detenidamente, mientras mantenía su mano aún enredada en los cabellos rojos del menor, lentamente fue acercando su rostro al de un sorprendido Taemin, que instintivamente retrocedía cada vez que el otro se le acercaba, hasta que al final no lo aguantó más y le habló a un hipnotizado Jung.
-Oye ¿Qué estás haciendo Jung?-Le preguntó con el ceño fruncido y entonces el otro reaccionó.
-L-Lo siento mucho Taemin, no pasa nada.-Dijo con una gota de sudor frío en su frente. Luego de decir aquello se levantó de la cama en la cual se hallaban sentados ambos y caminó hacia la salida de la celda, al estar parado frente a ella giró su cabeza y miró al pelirrojo.- ¿Qué tal si nos vamos a bañar? Seguramente Bae y Chin aún no habrán terminado de fornicar, así que podemos irnos a bañar y así seguramente cuando volvamos ellos ya habrán regresado.-Taemin se quedó pensando unos cuantos segundos pero al final asintió con la cabeza y le sonrió a su compañero, para después levantarse de la cama y encaminarse junto con Jung hacia el baño para asearse.
Durante el trayecto al baño muchos reos los miraron, mejor dicho miraron a Taemin con curiosidad y morbosidad en sus ojos, se notaba que querían molestarlo y tocarlo pero ya estaban advertidos y ninguno quería meterse con algún miembro del grupo comandado por Minho, eso era sin duda alguna era suicidio. Nadie era tan idiota como para arriesgar así su pellejo. Así que el pelirrojo y el pelinegro simplemente siguieron caminando hasta llegar al baño, ahí cada uno se despejó de sus ropas y entraron a baño individuales, pero que solamente cubrían las partes nobles de los reos, así que podían verse unos a los otros perfectamente las caras.
Mientras que se duchaban Taemin se concentraba en lavarse bien el cuerpo y la cabeza, mientras que Jung estaba concentrado en mirar el cuerpo del pelirrojo y embellecerse ante lo hermoso que era, así permaneció unos cuantos minutos más hasta que, enceguecido por la excitación del momento se acercó al más bajo, entró a su baño individual y lo abrazó por detrás, restregando su erecto miembro sobre la espalda de Taemin, éste de inmediato tembló del horror y al girar su cabeza se encontró con que quien le estaba manoseado, restregando el pene y tratando de besar el cuello era su compañero, era Jung. Sin pensarlo dos veces trató de alejarlo, pero como siempre aquel reo era más fuerte que el menor, se maldijo así mismo por ser tan débil.
-Por favor Jung, suéltame, tú no eres así.-Le rogó tratando de alejarlo. El otro simplemente le mordió la oreja de forma libidinosa.
-Vamos Tae, te gustará.-Le aseguró y el pelirrojo negó varias veces con su cabeza, realmente no quería eso, le daba asco su tacto.
-¡BASTA POR FAVOR JUNG SE SUPONE QUE ERES MI AMIGO, SE SUPONE QUE TÚ ERES BUENO!-Le gritó llorando, al decirle aquello Jung reaccionó y se apartó de Taemin, claramente arrepentido y maldiciéndose así mismo por haber provocado que el menor llorara, el pelirrojo se alivió al ver reaccionar a su compañero.
-T-Taemin... lo lamento yo no sé por qué lo hice... yo...-Sin embargo antes de que terminara la frase una fuerte mano lo agarró por sus cabellos negros mojados y lo sacó de la ducha, estampándolo brutalmente contra una pared. Al abrir los ojos Jung palideció, allí frente a él estaba el mandamás de la prisión con la mandíbula más tensa que nunca. Y atravesándolo con esos dos ojos negros tan fríos y afilados como una daga.
-¿Quién te crees, maldita sabandija, para tratar de poseer a Lee Taemin?-El pelinegro no podía responder, sentía cómo la mano poderosa del más alto apretaba fuertemente su cuello, privándole de aire para respirar.
-Y-Yo... yo...-Sólo ese balbuceo logró decir, mientras trataba inútilmente de apartar la mano del otro de su cuello, desesperado por respirar. Sin embargo era inútil, ya que Minho tenía mucha más fuerza que Jung.
-¿Tú qué, basura?-Espetó en un siseo siniestro mientras hacía más presión sobre el cuello del otro, buscaba romperle el cuello sin lugar a duda.
-¡Basta, detente por favor, lo matarás!-Le rogó que se detuviera Taemin quien, rápidamente se había colocado una toalla en la cadera y se había acercado a Minho para tratar de que suelte a un asfixiado Jung.
-¿Le está defendiendo?-Le cuestionó un enojado azabache apretando tanto sus blancos dientes que los hizo sonar.
-¡¡LO VAS A MATAR!!-Le gritó Taemin apoyando sus dos manos sobre el poderoso brazo que le privaba de aire al otro reo, Minho enseguida apartó la mano al sentir el cálido y delicado tacto del menor sobre su piel. Realmente le había gustado esa sensación.
Jung cayó al piso desnudo, agarrándose con sus dos manos el adolorido cuello y tosiendo demasiado. Minho lo miró con odio, él realmente quería matarlo, pero sabía que sólo lograría que el pelirrojo lo repudie más si lo hacía, miró hacia dos reos medios vestidos que se encontraban en aquel baño y éstos temblaron al sentir la oscura mirada del mandamás sobre ellos.
-Agárrenlo y llévenlo para su celda a éste hijo de puta, no lo maten pero si se resiste a ser llevado golpéenlo.-Le ordenó y ambos reos obedecieron de inmediato al azabache.
-Sí señor.-Dijeron ambos al unísono, cubrieron de mala gana a Jung con una toalla y luego lo llevaron a rastras a él y a sus ropas hacia su celda, obviamente el pelinegro no se resistió, lo último que quería era recibir otra paliza en un mismo día, aunque sabía perfectamente que en el fondo se lo merecía por haber tratado de ultrajar el cuerpo del pelirrojo y más aún por haberlo hecho llorar. Sólo esperaba que el desgraciado de Minho no le hiciera más daño al pobre Tae. Sólo eso deseaba.
Una vez que ambos reos se llevaron a Jung, el mandamás fulminó con la mirada a un asustado Taemin.
-Lárguense todos de aquí y que no quede nadie. Dos de cualquiera de ustedes quédense en la puerta y vigilen que nadie entre.-Taemin tragó saliva y enseguida trató de huir pero Minho lo agarró por un brazo y lo obligó a entrar a uno de los cubículos de las duchas, estrellando el delgado cuerpo del menor contra los azulejos y evitando que pueda escapar al pegar su fornido y masculino cuerpo al del menor. Todos los reos le hicieron caso y se fueron de allí, salvo dos que se quedaron a supervisar la puerta.
-Con que sólo conmigo tienes problemas para tener sexo pero con otros te las das de ofrecido, ¿no?-Le siseó el azabache pegando su boca al cuello pálido de un asustado Taemin, quien simplemente temblaba y forcejeaba para poder escapar, pero sus golpes parecían ser cosquillas para el más alto.
-¡Yo no me ofrecí a Jung, él me quiso forzar!- ¡¿Y por qué diablos le daba explicaciones a ese cretino?! Minho frunció el ceño, pero luego lo suavizó, como creyéndole al más pequeño y después comenzó a lamer el cuello del otro, quien trató de reusarse pero el más alto ejerció más presión sobre él, como enseñándole que él era quien mandaba, dominándolo por completo.
-S-Suéltame por favor...-Le suplicó el pelirrojo mientras que Minho lamía, succionaba y besaba el cuello de Tae, éste temblaba y se mordía la lengua para no gemir en lo absoluto, pero maldición, hacía meses que no tenía relaciones y por el sólo hecho de ser hombre tenía necesidades y su cuerpo como era de esperarse estaba reaccionando ante tales estímulos.
-Tú dices que pare, pero tu cuerpo me dice que siga.-Dijo mientras levantaba una de sus grandes manos y acariciaba desde la clavícula, pasando por el costado y llegando al vientre plano de Taemin, éste de inmediato se estremeció ante el contacto, él creía que seguramente, por la personalidad fría que cargaba Minho, su tacto también debía serlo, pero se equivocaba, el tacto del mandamás de aquella prisión era extremadamente cálido y ferviente. Tan pasional que te hacía temblar.
-P-para... p-por favor... Minho...-Sin embargo no pudo terminar la oración porque el más alto abandonó su cuello, el cual por cierto dejó lleno de chupones rojos para proseguir a besar casi a la fuerza la boca de un impresionado pelirrojo, el beso inmediatamente fue rechazado por el menor, sin embargo el azabache era tan demandante, tan dominante, tan apasionado que Tae no tuvo más opción que dejarse besar, sin resistirse más, la lengua de Minho ingresó a la cavidad oral del menor a la fuerza y comenzó a degustar el delicioso y adictivo sabor de la dulce boquita del otro, haciendo que su húmeda lengua rozara la del menor, mientras que lo besaba, colocó una de sus piernas entre las del pelirrojo, haciendo fricción con la pelvis del de ojos cafés, haciéndola despertar por el erótico roce.
-¡Hmm!-Gimió Taemin ante tal estímulo en medio del beso, el otro sonrió victorioso y siguió besándolo con gula, mientras seguía haciendo fricción contra el miembro del otro, un hilo de saliva escapó por la comisura de sus bocas que se encontraban unidos, de un momento a otro, Taemin, en medio de su excitación, comenzó a responder involuntariamente al beso, casi con necesidad, no era consciente que lo estaba haciendo, más bien sus instintos lo estaban guiando a hacer tal cosa. Culpó a su instinto por corresponder a aquel beso. Él no quería eso, no lo quería.
...Continuará....
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