Conociéndote más
¡Hola, chicas! Por fin he podido regresar. Creo que este es el capítulo más largo que he escrito para UP. Tiene más de 14.500 palabras ¡Catorce mil! Normalmente no tienen más de 6.000 palabras mis capítulos. En fin, espero no les aburra y lo disfruten. Este capítulo lo vale, porque al fin se relata el pasado de esta rana que es tan amada y odiada por ustedes a la vez. :')
Por favor, no mencionen el luto o no diga cosas tristes cada vez que menciono el nombre de nuestro amado JongHyun. Yo aún estoy en luto, me sigue doliendo... pero estoy tratando de sobrellevarlo. No me lo hagan más difícil, por favor.
Este capítulo va dedicado para @@cachetitosmin <3 Gracias Barbie, vos siempre estás ahí y me has apoyado en este difícil momento para mi como shawol que soy. Te lo agradezco a ti y se lo agradezco a todas ustedes, chicas. Que me han apoyado y han dejado que yo también las apoye.
Ahora sí, sin más contratiempos... vamos a empezar con la lectura. Disfrútenlo!
...
—Luego de ver el cadáver de su madre colgado en el árbol del patio, MinHo pensó en huir de la casa un par de días para poder salvarse así de la furia de su padre y de su hermano.— BaekHo hizo una pequeña pausa para beber agua y aclarar su garganta, se notaba que a él también le costaba hablar sobre ese tema tan delicado y personal de su hijo.— Seguramente no lo sabías pero la madre de MinHo no cocinaba, no limpiaba ni se preocupaba por el bienestar de él, ella vivía imaginando cuentos de hadas y se ahogaba en su propia depresión, bebiendo alcohol todo el maldito día para negar su realidad. Por tal motivo, MinHo desde que tiene uso de razón ha sabido rebuscarse para poder sobrevivir y ya desde muy pequeño comenzó a trabajar en un Drugstore cercano a su casa. Es ilegal que un menor trabaje pero el anciano dueño de ese drugstore, le cogió cariño y a la vez le dio lástima la precaria situación de MinHo, así que decidió darle dinero a cambio de que él se encargará de acomodar los alimentos en las góndolas. El dinero que ese anciano le daba, MinHo lo usaba para comprarse comida en la calle pues en su casa no le daban o bien le ofrecían comida asquerosa a propósito, sólo para molestarlo.— BaekHo hizo una pequeña pausa y TaeMin se dio cuenta de que estaba apretando tanto sus puños, que sus propias uñas estaban lastimando la palma de sus manos. Pero es que joder, ¿cómo esos hijos de puta fueron tan crueles con MinHo? Era sólo un niño, lo que él daría ahora mismo por poder haberle dado un abrazo a ese MinHo pequeño y ayudarlo cuando más lo necesitaba.
—El caso es que... en esos momentos, luego de ver el cuerpo sin vida de su madre colgado de aquel árbol, MinHo pensó en acudir a aquel amable anciano para que lo acogiera al menos unos días en su casa, hasta que su padre y su hermano mayor se calmaran. MinHo simplemente quería evitar la paliza que le darían esos dos si lo encontraban allí, él en serio estaba asustado como nunca antes lo había estado.— TaeMin vio cómo los ojos del canoso hombre se opacaban y entonces no pudo evitar tragar grueso, deseando con todas sus fuerzas poder retroceder el tiempo para así abrazar a ese MinHo asustado de seis años y decirle "todo estará bien"—Pero lamentablemente no pudo huir a tiempo, pues justo cuando giró para irse de allí... su padre y su hermano llegaron del partido de fútbol al que fueron.
—¿Qué le hicieron... esos bastardos?— preguntó TaeMin en un hilo de voz apenas audible.
—Cuando ambos llegaron y vieron el cuerpo de la mujer colgado de aquel árbol, automáticamente culparon a MinHo.— BaekHo apretó fuertemente sus puños, notablemente enojado.—A ese hombre jamás le importó la madre de MinHo, sólo la usaba para ganar dinero pues ella tenía una discapacidad mental y por ende, él cobraba una asignación dada por el Estado para ella, de hecho también la cobraba por MinHo y sólo por eso los dejaba vivir en su jodida casa de mierda a ambos.— TaeMin se mordió tanto el labio inferior por la rabia que sentía, que se lo hizo sangrar. Realmente odiaba al padrastro de MinHo y le alegraba tanto saber que ese hijo de puta ya estaba bien muerto.—Así que cuando la vio muerta, se enojó demasiado pues eso significaba que tendría que llamar a la policía, explicar todo lo sucedido, pagar los gastos de su funeral y encima tendría que hacerse cargo de MinHo, a quien siempre odió y jamás consideró su hijo.
—Maldito hijo de perra.— espetó TaeMin entredientes, encolerizado. BaekHo no pudo hacer más sino asentir con la cabeza.
—MinHo obviamente trató de explicarles a ambos lo que realmente pasó pero ninguno de ellos lo escuchó.— el hombre hizo una pausa y YooNa les sirvió más agua fresca a ambos, tratando inútilmente de aligerar el tenso ambiente.—Ese desgraciado quería desquitar toda la rabia que sentía por haber perdido a su principal fuente de ingresos y literalmente usó a MinHo como su saco de boxeo.— TaeMin comenzó a morderse nuevamente el labio inferior con más fuerza, sintiéndose más impotente que nunca ¿cómo puedes ser tan desgraciado como para golpear a un niño que no se lo merece? ¿qué habrá sentido MinHo en esos momentos? Y como si BaekHo pudiera leer su mente, respondió a su pregunta.—Rabia, eso fue lo que MinHo sintió mientras soportaba los golpes de su padrastro y de su hermanastro. Conforme los minutos pasaron los golpes también cesaron, pues la rabia en esos dos bastardos disminuyó pero las ganas que tenía MinHo de vengarse por todo el maltrato recibido, crecieron de forma exponencial. No obstante se contuvo porque todavía quedaba algo de raciocinio en él, sólo un poco pero aún quedaba.
—¿Cómo pudo soportar todo eso él solo?— preguntó TaeMin con la voz quebrada,mientras unas cuantas lágrimas escapaban de sus ojos.—Era sólo un niño carajo, yo a esa edad andaba jugando en los parques o en las playas junto con mis padres y hermanos... siendo feliz, como se supone que debe ser un niño. No es justo, definitivamente no lo es.
—Por supuesto que no es justo. Pero es lo que a él le tocó vivir y todo eso fue forjando su carácter.
—No, todo eso forjó los muros que tiene a su alrededor y los cuales me costó tanto derrumbar para poder llegar al verdadero él. Incluso creo que aún no lo conozco del todo...— le respondió el pelirrojo mientras secaba sus lágrimas con las mangas de su sudadera y BaekHo le sonrió antes de continuar con la historia.
—Luego de darle esa terrible paliza, ese sujeto le gritó a MinHo que desde ese instante en adelante todo el dinero que ganaría trabajando en el drugstore, el mismo que MinHo usaba para poder comprar comida en la calle, se lo tendría que dar a él. Pues ahora ya no cobraría más la asignación por discapacidad de la fallecida.— TaeMin no dijo nada pero BaekHo pudo notar cómo el pelirrojo mordía con más fuerza su labio inferior, se notaba a leguas lo enojado que estaba.—Eso enfureció muchísimo a MinHo pero no dijo nada por temor a recibir una nueva golpiza. Después de eso, su padrastro lo llevó completamente lleno de hematomas a su habitación y lo dejó encerrado ahí mientras venía la policía a llevarse el cadáver de la mujer y a interrogarlo.
—Espere.— lo detuvo TaeMin y BaekHo le prestó atención.—Usted dijo que ese acontecimiento había despertado a la bestia que hay en MinHo. Y que había matado por primera vez pero...
—No seas impaciente, chico. Ya está por llegar esa parte.
—Lo lamento, prosiga por favor.
—Está bien, continuaré.— aspiró una gran bocanada de aire antes de seguir.—Mientras la policía se encargaba de interrogar a su padrastro sobre el suicidio de la mujer, el hermanastro de MinHo se encerró con él en su habitación para vigilarlo; ya sabes, para impedir que grite por ayuda o algo así.
—Ese hermanastro era tan desgraciado como su padre.— espetó TaeMin y BaekHo asintió, dándole la razón.
—Ese chico odiaba a MinHo tanto o más que su propio padre. Así que mientras estuvieron encerrados en esa habitación, le dijo a MinHo que si no les obedecía ellos le dejarían unos días solo en la casa de sus tíos.
—¡Espere! ¿Acaso ese chico sabía lo que esos malditos le hacían a MinHo?— cuando BaekHo asintió, el pelirrojo no pudo evitar estallar y entonces estrelló sus puños encolerizado contra el elegante escritorio del mayor.—Antes me sentí mal por saber que ese hermanastro fue asesinado por MinHo pero ahora que sé esto, definitivamente estoy feliz de que también esté muerto.
—Créeme, si MinHo no se hubiera atrevido a matarlos a ambos, lo hubiera hecho yo con mis propias manos.— agregó el canoso hombre antes de carraspear y proseguir con la historia.—Luego del funeral de aquella mujer, los días pasaron y MinHo fue obligado a darle a su padrastro todo el dinero que ganaba trabajando en aquel drugstore y los maltratos hacia él se multiplicaron por cien. Su vida se convirtió en un jodido infierno pero él lo aguantó sin quejarse en ninguna ocasión, justamente por temor a ser mandado con sus tíos. Pero entonces un fatídico día su padrastro y hermanastro se enteraron que habría un partido de fútbol de su equipo favorito en Seúl, por lo cual decidieron que irían allí unos días.
—Pero espere... ¿acaso ellos no vivían ya en la capital?— preguntó TaeMin y BaekHo negó con la cabeza.
—Olvidé comentarte que cuando la madre de MinHo huyó de mí, tomó un tren para alejarse de Seúl y se fue a vivir a Daejeon.
—Oh vaya, siempre pensé que MinHo vivió su infancia aquí en Seúl.— entonces el canoso hombre se encogió de hombros.
—Sólo pasó 6 años de su vida en Daejeon, luego se vino a vivir a Seúl de forma permanente.
—Muy bien, entonces prosiga por favor.— susurró TaeMin mientras se limpiaba la sangre de su labio inferior con su dedo pulgar.
—El caso, es que ellos no querían llevar a MinHo a Seúl pero tampoco tenían con quién dejarlo.
—¿Y por qué simplemente no lo dejaban solo? De cualquier forma, MinHo estaría mejor solo que con ellos.
—Por supuesto que sí y justamente de ese hecho es que surgía su principal preocupación: si MinHo se quedaba solo, muy probablemente tomaría conciencia del abuso que estaba sufriendo por parte de ellos y quizás aprovecharía para pedir ayuda a la policía. No les convenía dejarlo solo en casa por esa razón.
—Malditos hijos de puta...— espetó TaeMin, apretando sus puños y enfilando su mirada.
—El caso es que al final, decidieron que lo dejarían en el campo con sus tíos para que éstos lo "cuidaran" mientras que ellos no estuvieran en la ciudad. Se quedaron tres días en Seúl pero cuando finalmente regresaron a Daejeon, decidieron que dejarían a MinHo unos dos días más en casa de ese par de pederastas, pues querían "descansar" de él unos días.
—Mierda, eso quiere decir que MinHo se quedó cinco días en casa de esos violadores... — TaeMin comenzó a sudar frío y su pecho se estrujó de forma dolorosa, no quería ni imaginar las cosas horribles que esos dos desgraciados le habrán hecho al pequeño azabache.
—Sí y durante esos cinco días MinHo soportó abusos terribles, que al final terminaron por hacer que la poca cordura que aún quedaba dentro de su cabeza se esfumara por completo.— BaekHo hizo una pequeña pausa, para tomar agua y suspiró profundamente antes de continuar.—Al padrastro y al hermanastro no les importó lo mucho que MinHo lloró y suplicó que no lo llevaran con sus tíos, aún así lo hicieron y lo dejaron solo allí, en la boca del jodido lobo.
—Dios mío... por favor señor BaekHo, no sea tan gráfico con lo que le hicieron, no creo poder soportarlo.— pidió un angustiado pelirrojo mientras cubría su boca con la palma de su mano. El canoso hombre se compadeció de TaeMin y simplemente asintió con la cabeza, antes de proseguir.
—MinHo odiaba visitar la casa de sus tíos, pues casi siempre aprovechaban para manosearlo cuando nadie los veía. Pero para su fortuna, las visitas a la casa de ese par no duraban más de un día y nunca llegaron a nada más que tocarlo por debajo de la ropa. Sin embargo, en esa ocasión las cosas fueron distintas...
—Ellos lo... ¿violaron?— la voz de TaeMin estaba quebrada, tenía tantas ganas de llorar.—Es decir ¿lo penetraron?— cuando el menor vio al canoso hombre asentir, su mundo se derrumbó y deseó tanto poder estar en ese lugar para asesinar a esos dos hijos de puta con sus propias manos. No quería ni imaginar lo asustado, adolorido y humillado que se habrá sentido MinHo en esos momentos, mientras era violado sin poder hacer nada para evitarlo.
—Luego de aguantar tres días siendo violado por ese par de pederastas, su padrastro finalmente llamó por teléfono informando que ya estaban en casa. MinHo en esos momentos sintió alivio, pensó que por fin se libraría de la tortura que le estaban haciendo sufrir sus tíos.— BaekHo se levantó de su elegante butaca, colocó ambas manos atrás de su espalda y caminó hacia el gran ventanal que tenía su despacho, viendo los imponentes rascacielos de Seúl a través del vidrio.—Pero eso no pasó, pues su padrastro les pidió a ellos que si por favor podrían cuidar de MinHo un par de días más. Porque ellos estaban cansados debido al viaje y querían descansar un rato de él.
—Mierda... ¿entonces MinHo tuvo que soportar dos días más de abuso sexual?— BaekHo nuevamente asintió, para desgracia del pelirrojo.
—Los tíos aceptaron gustosos hacerse cargo de MinHo un par de días más. Y fue entonces cuando se les ocurrió la brillante idea de invitar a otros amigos suyos también pederastas para divertirse juntos a costa del sufrimiento de MinHo.— al oír eso último, el pelirrojo empezó a temblar de pura rabia, necesitaba desquitarse urgente con algo o sentía que estallaría. Y fue justo en ese momento que el menor sintió una cálida mano posarse sobre su hombro y sólo entonces recordó que Karin estaba parada detrás de ellos, escuchando toda la conversación en silencio. Ese contacto le sirvió a TaeMin para aspirar una gran bocanada de aire y tranquilizarse un poco.
—¿Otros sujetos vinieron y violaron a MinHo también?— BaekHo asintió y entonces TaeMin sintió cómo varias lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, de forma inevitable. Con razón MinHo jamás quiso hablarle sobre ese tema por más que le insistió, era demasiado doloroso y humillante al mismo tiempo.
—Eso fue la gota que derramó el vaso.— sentenció BaekHo sin dejar de mirar la gran capital. TaeMin veía el rostro inexpresivo de ese hombre a través de su reflejo en el inmenso ventanal.—En ese momento algo dentro de MinHo se rompió y supo que lo único que quería era ver arder en llamas a todos esos hijos de puta que le habían violado y golpeado sin piedad.
—¿Él los mató a todos? ¿los quemó?— preguntó TaeMin en un hilo de voz apenas audible.
—A pesar de ser sólo un mocoso de seis años, había visto muchas películas de acción y terror para su corta edad, pues realmente le encantaban. Así que sabía varias cosas que otros niños no sabrían, por lo cual antes de irse a la casa de sus tíos fue inteligente y se robó una caja de fósforos del drugstore en el que trabajaba, por si las cosas se salían de control. MinHo sabía perfectamente que en la casa de sus tíos habían varias garrafas de gasolina para la vieja furgoneta que tenían, mi hijo estaba muy al tanto de lo que pasa si arrojas un fósforo encendido encima de la gasolina. Aún así, déjame decirte que MinHo jamás pensó en llegar a tal extremo, él no hubiese hecho lo que hizo por más atrocidades que le hayan hecho sus tíos.— BaekHo hizo una pequeña pausa y YooNa aprovechó para ofrecerle más agua fresca, la cual aceptó.—Lo que realmente hizo que perdiera la cordura, fue oír la conversación que su tía y su padrastro sostuvieron por teléfono... en ella ambos se burlaron abiertamente de su situación y fue entonces cuando MinHo supo que, efectivamente, tanto su padrastro como su hermanastro sabían las violaciones que él estaba sufriendo dentro de esa casa y las apoyaban. En ese instante una voz dentro de mi hijo le dijo "mátalos a todos y huye"
—Dios mío... es increíble cómo esos desgraciados corrompieron a un niño inocente que no merecía nada de lo que le pasó.— susurró TaeMin entre lágrimas mientras se abrazaba a sí mismo, pues estaba temblando como una hoja en otoño a punto de caer de un árbol por la acción del viento.
—Y sin saberlo, despertaron a la bestia que estaba dormida en él.— dijo Karin, cuya expresión era totalmente inexpresiva, algo inusual en la siempre carismática azabache.
—La personalidad sádica y calculadora de MinHo ya se hizo notar desde que él era un niño.— habló finalmente YooNa mientras le servía agua fresca a TaeMin, quien la tomó gustoso pues su garganta estaba seca.—Un niño promedio de seis años, por más que viviera una situación límite como la que vivió MinHo, por más que pisotearan su dignidad al máximo... probablemente lloraría pidiendo que se detengan, se quedaría acurrucado en un rincón desolado o gritaría por ayuda. Pero él no hizo nada de eso, simplemente hizo a un lado su humanidad y decidió que los mataría a todos, juró que ninguno se salvaría de la rabia que sentía.
—Un homicidio grupal no es una solución que un niño normal tomaría...— susurró TaeMin y BaekHo asintió.
—Nunca dije que mi hijo fuese un chico normal.— empezó a decir mientras se daba la vuelta y miraba fijamente a los ojos del pelirrojo.—Él heredó mi orgullo, la astucia de su tía y me temo que también un poco de la locura de su madre biológica. Es una combinación realmente peligrosa.
—Demasiado peligrosa. Pero ese es mi MinHo, supongo que si fuese un tipo corriente no estaría tan colado por él como lo estoy.— el canoso hombre le sonrió de forma sincera, acentuando así las arrugas alrededor de sus negros ojos y luego continuó.
—MinHo sabía que aunque los encerrara a todos en una habitación y la prendiera fuego, ellos podrían romper la ventana, tirarse por ella y salvarse. Pero para su fortuna, una de las habitaciones del piso de arriba no tenía ninguna ventana, era el lugar perfecto y encima uno de los amigos que sus tíos trajeron a la casa, llevó bastante alcohol para estar más deshinibidos mientras abusaban de él.— BaekHo carraspeó y volvió a sentarse en su elegante butaca, justo enfrente de TaeMin.—Haciendo su preciado orgullo completamente a un lado, MinHo actuó de forma provocativa para así guiar a esos malditos pederastas hacia la habitación en la que los mataría. Y ellos lo siguieron como vacas directo al matadero, en esa habitación MinHo soportó por última vez los abusos y luego de varias horas de sexo, todos esos bastardos quedaron profundamente dormidos gracias a la inmensa cantidad de alcohol que habían bebido.
—Joder, no puedo ni imaginar el miedo y la adrenalina que MinHo habrá experimentado en esos momentos.— agregó el pelirrojo y Karin no pudo evitar hablar.
—Te aseguro que lo que menos sentía MinHo era miedo, Tae. En esos instantes lo único que él deseaba era verlos a todos quemándose entre las llamas por las atrocidades que le hicieron.
—Es extraño... generalmente no puedo ni quiero justificar ningún homicidio. Pero en estos momentos estoy ansioso por saber cómo los mató a todos, ellos definitivamente se lo merecían.— espetó TaeMin con un genuino odio a flor de piel y Karin no pudo evitar sonreír complacida, le agradaba la idea de que el pelirrojo entendiera mejor a su hermano.
—Bueno, continuaré.— avisó BaekHo mientras se acomodaba mejor sobre su cómodo asiento.—Luego de que MinHo se aseguró de que todos estuvieran bien dormidos, salió de esa habitación en silencio y se vistió tratando de no jadear de dolor, pues su cuerpo le dolía demasiado debido al continuo abuso.— TaeMin se mordió su lastimado labio inferior al oír eso último, se le partía el alma de sólo imaginar a un MinHo pequeño lleno de hematomas y adolorido por las continuas violaciones.—Luego de vestirse, se dirigió directamente a donde sabía que se encontraban las garrafas de gasolina, le robó dinero a sus tíos porque lo necesitaría para transportarse en tren a Seúl, agarró la llave de la habitación donde esos desgraciados estaban dormidos, cogió una de las garrafas y luego simplemente subió las escaleras en silencio. Los demás es historia... vertió la garrafa entera de gasolina por toda la habitación en silencio, prendió un fósforo y antes de tirarlo, despertó a los pederastas con un grito agudo sólo para poder ver sus semblantes asustados. Según las palabras del propio MinHo, ver sus rostros desfigurados a causa del más genuino miedo de los humanos: el de morir, fue la sensación más gratificante de toda su jodida existencia.
—Joder... ¿entonces él simplemente echó un fósforo, los encerró y se puso a caminar como si nada?— preguntó TaeMin tratando de imaginar esa tétrica escena. Él podía imaginar al MinHo actual haciendo eso y más pero no a un niño de seis años realizando tremenda atrocidad. A veces, muy a su pesar, pensaba que ese azabache realmente había nacido para matar.
—Exactamente, eso fue lo que hizo. Y sonrió complacido mientras se iba de aquella casa, escuchando los gritos de dolor de todos esos pederastas que habían abusado de él, quemándose entre las brasas del fuego ardiente.— le respondió con una sonrisa torcida BaekHo, a leguas se notaba lo orgulloso que él estaba por el actuar despiadado de su hijo. TaeMin carraspeó nervioso antes de hablar.
—Luego de eso... ¿regresó a Daejeon para matar a su padrastro y a su hermanastro?— preguntó en un hilo de voz apenas audible. El canoso hombre enseguida negó con la cabeza.
—No, MinHo no era estúpido y sabía que no tendría ninguna oportunidad de matarlos pues aún era muy pequeño. Y tanto su padrastro como su hermanastro eran más fuertes que él.— empezó diciendo mientras miraba la hora en su elegante reloj dorado de muñeca.—Así que decidió que lo mejor por el momento era alejarse de Daejeon y criarse solo. Pero jamás olvidó que algún día les cobraría todo lo que le hicieron.
—Entonces... ¿fue desde ese momento que decidió vivir en un orfanato?
—Exactamente. La policía recogió los cuerpos calcinados de sus tíos y los de sus amigos y fue entonces cuando se pusieron a investigar sobre sus vidas.
—¿Descubrieron que eran pederastas?
—Sí, pues ya tenían antecedentes de abuso infantil. Así que la policía simplemente cerró el caso rápidamente, pues dedujeron que seguramente se trataba de un ajuste de cuentas, quizás de algún padre o madre cuyo hijo había sido abusado por alguno de esos sujetos. Además, a nadie le importa si un pederasta muere... es más, hasta da alegría saber que ya no están en este mundo y que por ende, no pueden seguir causando más daño a otros niños inocentes.
—Pero... ¿el padrastro no le dijo nada a la policía sobre MinHo?— BaekHo ladeó su cabeza.
—Sí y no, es decir... supuso que MinHo había sido quien los mató pero jamás dijo nada porque no le convenía que la policía se enterara que había dejado a su "hijastro" bajo el cuidado de un grupo de pederastas con antecedentes. Así que simplemente les dijo a los policías dijo que MinHo había desaparecido misteriosamente cuando iba de camino a la escuela.
—¿La policía comenzó una búsqueda?
—Sí, aunque en realidad no hicieron mucho. Porque el padrastro de MinHo no puso un solo peso por la búsqueda del niño, ni siquiera le importaba.
—Era de esperarse, viniendo de un hombre tan desalmado como él...
—Aún así, la foto de la cara de MinHo estaba pegada por muchas de las calles principales de Corea y también salió en la televisión. Por eso él sabía que no le convenía ir a algún orfanato en esos momentos, pues podrían darse cuenta y devolverlo a casa con su padrastro. Así que sobrevivió en la calle unos cuantos meses, encapuchado y tapando siempre su rostro.
—¿Cómo sobrevivió? Era sólo un niño.
—No robó, aún no estaba lo suficientemente corrompido como para hacerlo. Más bien sobrevivió a base de limosnas que gente consideraba le daba y de lo que encontraba comestible en la basura, usó los baños públicos para hacer sus necesidades y también durmió en las bancas de los parques. Oh si.... y todo ese tiempo se mantuvo solo, pues cada vez que algún vagabundo o persona bondadosa se le acercaba para tratar de ayudarlo, él huía por temor a que le volvieran a hacer lo mismo que sus tíos le hicieron.
—Bebé...— susurró TaeMin sin poder contener nuevamente sus lágrimas. Él haría lo que sea por poder retroceder el tiempo y cobijar entre sus brazos a ese pequeño MinHo asustado, necesitado de cariño.
—Aún así, él jamás se rindió porque sabía que algún día su vida cambiaría. Nació pobre y odiado por su propia familia pero no moriría así. Podría ser que muriera odiado por muchos... pero él se había jurado a sí mismo que moriría siendo asquerosamente rico.— TaeMin no pudo evitar sonreír, eso definitivamente es algo que diría su querido MinHo.
—Y sí que lo cumplió, actualmente es asquerosamente rico y odiado por varios.—"aunque amado por mi"
—Por supuesto, mi hijo es un hombre de palabra.— asintió BaekHo antes de continuar.—Luego de unos cuantos meses, cuando MinHo ya había cumplido sus siete años, sacaron de las calles las fotos de él. Ya todos se habían olvidado del caso y de su rostro, como es habitual en ese tipo de desapariciones. Fue entonces cuando MinHo finalmente decidió que ya era hora de abandonar las calles y fue al primer orfanato con el que se encontró.— el canoso hombre hizo una pausa para mirar directamente a los ojos cafés de TaeMin—Me olvidé de contarte que durante sus días de calle, se había encontrado con un vagabundo muerto por una sobredosis en un solitario callejón, así que no pudo evitar acercarse para quitarle lo que sea de valor que tuviera encima y entre las sucias ropas de aquel hombre encontró una afilada navaja que sería la que lo acompañaría por mucho tiempo.
—¿La llevó consigo incluso dentro del orfanato?— preguntó un asombrado TaeMin y jadeó horrorizado cuando el hombre asintió.
—La escondió entre sus viejas ropas y nadie se dio cuenta jamás.
—Dios mío... un MinHo pequeño y trastornado armado con una navaja, qué peligro.— BaekHo se carcajeó, a él extrañamente le parecía divertido.
—Cuando le preguntaron cómo se llamaba para anotarlo en los registros, fue lo suficientemente inteligente como para cambiar su apellido. El de su padrastro era "Kwon" y él se lo cambió por "Kim" MinHo.
—Para ser tan pequeño, ya era muy inteligente y astuto.
—Sobretodo astuto, chico. Eso lo heredó de su tía, definitivamente.— agregó con una cálida sonrisa adornando su rostro algo arrugado, se notaba que aquel hombre en serio amó y probablemente sigue amando a esa mujer.—El caso es que desde los siete años hasta cumplir los nueve, MinHo se la pasó de orfanato en orfanato. En total, fue expulsado de cinco orfanatos antes de caer en el que finalmente conocería a JongHyun.
—¿Por qué lo echaron de tantos orfanatos?
—¿Tú por qué crees?
—¿Mal comportamiento...?— BaekHo no pudo evitar reírse debido a la ingenuidad del pelirrojo.
—Mal Comportamiento es quedarse corto respecto a MinHo... él golpeó y amenazó a punta de navaja a cualquier chico que le cayera mal. Aunque era inteligente y escondía bien su arma cada vez que iban a revisar su habitación.
—Dios santo, él ya era todo un delincuente a tan corta edad.— espetó TaeMin con el ceño fruncido. BaekHo se encogió de hombros pero asintió.
—Los encargados de esos orfanatos no sólo tuvieron que lidiar con la incapacidad que sufría MinHo a la hora de controlar su propia ira sino también... con su incipiente homosexualidad.— el pelirrojo no pudo evitar tragar grueso y sonrojarse, notablemente nervioso.
—¿Será que a MinHo le empezaron a gustar los hombros debido al trauma que le dejó las violaciones de esos pederastas?— TaeMin no pudo evitar preguntar eso y esta vez fue YooNa la que le respondió.
—A regañadientes, MinHo asistió a terapia luego de que se mudara con el señor BaekHo. Y según su psicóloga, puede que en cierta forma el abuso que sufrió en su niñez haya influido en algo su elección sexual pero... también cree que es la esencia de MinHo, él trató varias veces de acostarse con mujeres pero simplemente jamás fueron lo suyo.— el pelirrojo no pudo evitar suspirar aliviado al oír eso. Le sonrió de forma amable a la mujer por resolver su duda.
—Muchas gracias, señorita.
—Por favor simplemente llámame YooNa, pequeño.— le devolvió la sonrisa aquella rubia y el pelirrojo asintió.
—En conclusión, mi hijo no solamente se peleaba con los demás chicos de todos esos orfanatos sino que también lo encontraron besándose y haciendo cosas pervertidas con varios de ellos. Por eso lo pasaban de orfanato en orfanato, hasta que al final decidieron que lo mejor era amenazar para ver si así cambiaba un poco su actitud de rebelde.
—¿Amenazar con qué?— preguntó TaeMin con el ceño fruncido.
—Le dijeron que si no se comportaba bien y lo echaban una vez más del orfanato al que sería enviado... lo iban a mandar directamente al reformatorio más estricto que tiene Seúl.— le reveló BaekHo y TaeMin no pudo evitar tragar grueso. Imaginó varias posibles respuestas a esa amenaza por parte de un pequeño MinHo y ninguna era amable.
—¿Y él decidió ceder?— entonces el menor escuchó la carcajada de Karin detrás suyo.
—Le escupió en la cara al tipo que trató de amenazar y le dijo que se metiera su amenaza por el culo.— TaeMin no pudo evitar reír. Eso definitivamente suena a algo que haría y diría su azabache.—Lo abofetearon por hacer eso pero le valió madre.
—Típico de MinHo...
—Es terco como mula, definitivamente sacó eso de mi.— agregó el canoso hombre con una sonrisa en el rostro, orgulloso.—Bueno el caso es que luego de amenazarlo, lo mandaron a ese orfanato y fue allí donde conoció a JongHyun.
—Eso ya lo sabía... pues cuando fue mi cumpleaños, Key me dijo cómo se conocieron con él. Él me contó que JongHyun y MinHo iba al mismo orfanato, se vieron varias veces pero jamás entablaron una conversación pues ambos eran igual de solitarios.— BaekHo asintió sonriendo.
—Me alegra que él te lo haya contado, eso nos ahorra bastante tiempo. Entonces supongo que también sabes cómo fue su primer gran encuentro bajo aquel árbol en la escuela.— tanto el padre del azabache como TaeMin y las otras dos mujeres empezaron a carcajearse divertidos. Un pequeño MinHo tratando de ligar con Key y JongHyun interponiéndose (tan celoso y sobreprotector como siempre) es una escena digna de presenciar y/o de contar.
—Sí, Key me contó que ambos se agarraron a los golpes en el patio de su escuela y no pararon hasta que vinieron los profesores a separarlos. En la enfermería, MinHo le dijo a JongHyun que era fuerte y que nunca le había hablado en el orfanato porque pensaba que era un debilucho y él odiaba a la gente débil. Pero durante esa pelea le había demostrado lo contrario, así que se había ganado su respeto. Se disculpó con él y le juró no volver a intentar ligar con Key nunca más.— BaekHo asintió y en breve continuó con su monólogo.
—Luego de aquel incidente, MinHo y JongHyun comenzaron a hablarse cada vez más durante las horas que pasaban encerrados en el orfanato. Al cabo de pocos meses, ambos terminaron convirtiéndose en buenos amigos y como Key era tan cercano a JongHyun, no le quedó de otra más que aceptar a MinHo y los dos pusieron de su parte para poder llevarse bien, a pesar de sus diferencias. Esos tres locos se volvieron inseparables y realmente sembraban terror en los estudiantes de la escuela a la que asistían. Eran llamados "El trío Kim" ya que los tres compartían el mismo apellido.— TaeMin no pudo evitar sonreír enternecido, imaginando a esos tres siendo unos pequeños críos rebeldes.
—Y así el tiempo pasó y forjaron la amistad más fuerte.— agregó Karin, captando la atención del pelirrojo.—Tanto JongHyun como MinHo siempre han padecido de una incapacidad alarmante a la hora de controlar su propia ira y por su parte Key... bueno él...
—Key es perfecto.— lo defendió TaeMin con su pecho inflado y el ceño fruncido.—Siempre me ha demostrado lo paciente y amable que es. Él es quien siempre hace entrar en razón a esos dos salvajes.— la azabache no hizo más sino morder su propio labio inferior. Ella en verdad no quería romper la imagen idílica que TaeMin tenía de la diva. YooNa fue quien carraspeó y empezó a hablar.
—Eso es porque Key se ha encargado de que tú nunca veas su otra cara.— TaeMin frunció aún mas su ceño, notablemente incómodo y a la defensiva.—Todos tenemos defectos, pequeño.
—El único defecto de Key es su narcisismo. Pero sacando eso, no le encuentro ningún otro más.— espetó el pelirrojo. YooNa negó lentamente con su cabeza y TaeMin apretó sus puños.
—Los tres tienen problemas aquí, pequeño.— empezó a decir la rubia mientras apuntaba con su dedo índice directamente a la cabeza.—Como bien dijo Karin, MinHo y JongHyun tenían serios problemas a la hora de controlar su ira, su agresividad. Y en cuanto a Key... pues él siente regocijo cuando ve el dolor ajeno, ya sabes: le gusta torturar a las personas que él siente le han faltado el respeto o provocado de algún modo.— YooNa suspiró cuando vio que TaeMin empezó a negar repetidas veces con la cabeza.
—Key no... él jamás. Tú mientes.— BaekHo bufó de forma ruidosa.
—Chico, si Key fuera un santo no estaría metido dentro de este mundillo de mierda en el que MinHo y yo trabajamos.— el canoso hombre estaba empezando a hablarle sin tacto. Pero es que tenían poco tiempo antes de que su hijo cruzara esa puerta e interrumpiera la conversación.
—¡Eso lo sé! Pero me niego a aceptar que están enfermeros de la cabeza y mucho menos Key.— espetó el pelirrojo cruzándose de brazos. Karin rodó los ojos y, mirando el reloj, empezó a hablar.
—JongHyun y MinHo comenzaron a pelearse con varios niños que vivían en aquel orfanato. Varios llegaban a ellos para retarlos y salían gravemente heridos, porque los dos desde siempre han sido muy agresivos y fuertes.— empezó a contarle Karin y TaeMin guardó silencio, escuchándola.—Cuando Key se enteró de lo que esos dos hacían en el orfanato, le picó la curiosidad y un día se infiltró a ese lugar.
—¿Entró al orfanato? Pero según tengo entendido, Key no es huérfano.— dijo el pelirrojo extrañado y la azabache se encogió de hombros.
—Por eso te dije claramente que se infiltró ¿cómo lo hizo? pues bien, trepó una gran verja cubierta de plantas enredaderas que tenía el patio de atrás de aquel orfanato.— el pelirrojo asintió asombrado, no le gustaba por dónde iba todo esto pero no le quedaba de otra más que callarse y escuchar.—A partir de ese momento, Key se unió a los otros dos para darles palizas a los niños que venían buscando problemas con ellos. MinHo me dijo una vez que la risa de Key cuando tortura a alguien es realmente escalofriante.— la piel de TaeMin se estremeció al oír eso último. No podía ni quería imaginar a la diva así. BaekHo comenzó a hablar nuevamente y TaeMin no
—La situación llegó a tal punto, que todos los niños del orfanato y de la escuela primaria a la que ellos tres asistían le tenían miedo.— entonces el pelirrojo no pudo evitar hacer la siguiente pregunta.
—Pero ¿nadie se animaba a decir nada?
—No, todos los niños se callaban justamente por el terror que JongHyun, Key y sobre todo MinHo se encagaron de infundir en ellos. Además, sabían que mi hijo tenía una navaja afilada y eso les causaba aún más miedo.— TaeMin tragó grueso. Joder, esos tres desde su época de larvas ya eran unos criminales en potencia.
—El primer asesinato que cometieron los tres juntos, de hecho, fue en ese orfanato.— la que habló fue Karin y entonces el pelirrojo dejó de respirar en ese preciso instante. Sólo esperaba haber oído mal.
—¿Q-qué?— tartamudeó mientras giraba su cabeza hacia atrás para mirar a la azabache.
—No te hagas, lo oíste la primera vez que lo dije.— le respondió Karin antes de continuar.—Fue accidental, Key le estaba dando una paliza a un niño que se metió con él; ellos hacían ese tipo de cosas en un baño abandonado que tenía ese orfanato, para que no los molestara. El caso es que cuando lo dejaron ir, el chico enojado les gritó que iría directamente a decirle a las autoridades de ese lugar lo que ellos hacían y entonces MinHo, quien tenía la navaja en ese momento lo mató de forma rápida porque no les convenía que hablara.
—Por dios... ¿cuántos años tenían cuando cometieron ese asesinato?
—Los tres tenían trece años cuando eso pasó.— TaeMin no puedo evitar estremecerse nuevamente y es que carajo, él a esa edad se la pasaba jugando videojuegos e iba a pescar todos los domingos con su padre.
—¿Qué hicieron con el cuerpo del niño?— preguntó con la voz un poco entrecortada.
—Escondieron el cadáver en el viejo mueble que había debajo de los lavados de aquel baño.— empezó a hablar Karin nuevamente.—Pero sabían que tarde o temprano lo hallarían y ellos serían los primeros sospechosos.
—Entonces ellos... ¿escaparon?— la azabache asintió en silencio con la cabeza y fue BaekHo quien siguió hablando.
—Aunque fuera sospechoso del asesinato de ese niño la verdad es que a Key no le harían nada, pues él ni siquiera vivía en ese orfanato y, a pesar de que varias veces se había escabullido allí, pocos niños lo habían visto. Sin mencionar que era hijo de una de las familias más ricas e influyentes de Seúl.— YooNa le ofreció un poco de agua fresca a TaeMin, quien se encontraba notablemente estresado por recibir tanta información de repente y él aceptó.—Los que estaban en problemas eran MinHo y JongHyun. Así que Key robó bastante dinero del despacho de su padre para dárselo a ellos dos. El plan era que ambos se ocultaran un tiempo fuera de la ciudad hasta que las cosas se calmaran.
—¿Entonces se separaron?— preguntó TaeMin y el canoso hombre asintió.
—Sí, le dijeron a Key que se irían a Daejeon a esconderse un tiempo hasta que todo se calmara y le juraron que no causarían problemas.
—Conociendo a MinHo y JongHyun... no me creo eso de que puedan estar tranquilos sin causar problemas.— agregó TaeMin y BaekHo le sonrió ladino.
—Los conoces bien, chico.
—Demasiado, de hecho.— bufó rodando los ojos.—Entonces le mintieron a Key ¿verdad?
—Sí, la verdad es que MinHo planeó quedarse en su casa de la infancia mientras esperaban a que todo se calmara en Seúl.— el pelirrojo no pudo evitar fruncir el ceño.
—Pero espere... ahí vivían su padrastro y hermanastro.
—Exacto.— empezó a hablar Karin.—Ya era hora de cobrarles todo lo que le hicieron ¿verdad? Ya tenía 13 y la fuerza suficiente como para hacer lo que llevaba años deseando hacer.— el pelirrojo no pudo evitar tragar grueso.
—¿JongHyun estuvo de acuerdo?— preguntó el menor y Karin se encogió de hombros.
—Para ese entonces, esos dos ya se querían como hermanos y ambos sabían todo acerca del pasado del otro. JongHyun le prometió que algún día le ayudaría a deshacerse de esos que le hicieron tanto daño y MinHo también le prometió que le ayudaría a deshacerse de su padre después de eso.
—¡Espera! ¿Jonghyun tiene un padre? ¿no que era huérfano?— Karin se rascó la nuca. Entonces BaekHo intervino enseguida.
—Hablando de más como siempre, Karin.— le riño y la azabache mordió su lengua.
—Lo siento, padre.
—¿Padre?— preguntó TaeMin aún más confundido.
—Cállate y escucha, que no tenemos tiempo niño.— espetó enseguida el hombre.—Te estoy hablando sobre el pasado de MinHo, si quieres saber sobre el pasado de Key y de JongHyun, tendrás que preguntarles a ellos ¿ok?
—Ok, entiendo señor.
—Muy bien, el caso es que Key en verdad deseaba acompañarlos a Daejeon pero no podía, porque tenía que quedarse en casa a cuidar de su hermano menor que tanto lo necesitaba, Taki.— TaeMin recordaba ese nombre y sabía que había muerto. Hablar de ese tema le hacía muy mal a la diva.—Así que los despidió en la estación de tren, les dio más dinero y fue justo en ese momento cuando Key decidió darles a ambos esas pulseras de plata que siempre has de ver en las muñecas de los tres. Eso representa la promesa de volver a encontrarse sin importar qué.— TaeMin no pudo evitar sonreír enternecido, así era el Key que él conocía, tan considerado y detallista con la gente que le importaba.
—Cuando llegaron a Daejeon ¿fueron directamente a matar al padrastro y al hermanastro?— preguntó TaeMin y BaekHo asintió lentamente, el menor no pudo evitar estremecerse.
—A pesar de no haber regresado jamás a esa casa, MinHo conservó la llave que tenía de la misma y él sabía que el holgazán de su padrastro seguramente nunca la habría cambiado, ni siquiera por seguridad.
—¿Entonces ellos ni siquiera tuvieron que forzar la cerradura para entrar?
—No, MinHo y JongHyun simplemente entraron sin hacer ruido con la llave y además irrumpieron en la casa de madrugada. Esperaron afuera de la misma hasta estar seguros de que esos dos estuvieran bien dormidos.
—Para tener sólo 13 años... pensaron muy bien en todo.— susurró TaeMin tragando saliva de forma audible.
—Supongo que ambos nacieron para hacer eso.— agregó BaekHo y el pelirrojo frunció el ceño molesto.
—No diga eso, por favor.— el mayor se encogió de hombros.
—De acuerdo, continuemos.— aspiró una gran bocanada de aire antes de seguir.—A eso de las 3 am, ambos chicos ingresaron a la casa sin hacer ruido y se dirigieron directamente a la habitación del hermanastro. Decidieron que lo mejor era deshacerse de él primero antes de ir a por el padre, MinHo sólo llevaba encima una navaja bien afilada y un gas pimienta que le robó a una de las monjas del viejo orfanato en el cual vivió anteriormente.
—Dios, ¿tenían sólo esas dos cosas encima? es una locura... si alguno de ellos se despertaba ambos estaban perdidos.
—El que no arriesga, no gana.
—Esa es una frase motivacional pero no cuando se está cometiendo un crimen.— le reprochó cruzándose de brazos y BaekHo rodó los ojos.
—Eres muy estructurado, niño. Qué aburrido.— TaeMin no pudo evitar hacer un puchero como única respuesta.—En fin, el caso es que la técnica que usaron para matarlo fue muy sencilla: JongHyun colocó una almohada encima de la cabeza del chico para despertarlo, callar sus gritos y de paso hacer que se concentre en tratar de quitarse la almohada de encima por temor a ser asfixiado. Y mientras él lo asfixiaba con la almohada, MinHo rápidamente enterró su navaja en el centro de esa almohada una y otra y otra vez. Aunque los gritos cesaron, él continuó hasta que la tela de la misma se desgarró y la plumas manchadas de rojo salieron hacia afue...
—¡Basta! No sea tan explícito, por favor. Es suficiente.— le pidió TaeMin mientras tapaba sus oídos con la palma de sus manos y cerraba fuertemente sus párpados. No soportaba oír eso, independientemente de que ese chico mereciera o no la muerte, no cambiaba el hecho de que cuando murió era apenas un adolescente.
—Señor BaekHo, el joven TaeMin le pidió desde un principio que no sea tan explícito en su relato.— le regañó YooNa muy sutilmente y el canoso hombre se rascó la nuca. Asintió en silencio para luego carraspear.
—Lo siento, supongo que me emocioné un poco.
—¿Quién rayos se emociona relatando un asesinato? Joder.— se quejó TaeMin y el mayor se sorprendió por la familiaridad con la que le hablaba, BaekHo estaba acostumbrado a que todos miraran al suelo cada vez que se comunicaban con él.
—Yo, por ejemplo.— agregó Karin, con una sonrisa torcida adornando su andrógino rostro. TaeMin la calló con la mirada.
—Bueno, bueno. No discutan y sigamos que hay poco tiempo.— espetó mientras veía su carísimo reloj de mano.—Luego de matar al hermanastro, JongHyun se aseguró de que el padrastro siguiera dormido. Y para fortuna de ambos, el desgraciado tenía el sueño pesado.
—¿No escuchó nada? ¿ en serio?
—La idea de colocarle una almohada encima del rostro al chico definitivamente fue una gran idea.— le contestó BaekHo con una sonrisa torcida tan parecida a la de MinHo antes de continuar.—Luego de asegurarse de eso, JongHyun se dirigió a la cocina y cogió un recipiente algo grande de vidrio. Mientras tanto, MinHo buscó lo que sobró de la soga que su madre años atrás había comprado para suicidarse en el patio. Usaría esa misma soga para atarlo a su padrastro pues él no pretendía matar a ese infeliz así como así, sino que lo iba a torturar hasta que deseara estar muerto. Después de todo, fue gracias a él que MinHo sufrió de aquella violación cuando era apenas un crío.— TaeMin apretó fuertemente sus pequeños puños. No podía estar más de acuerdo con el actuar de MinHo, si él hubiera estado allí... lo ayudaría a torturar a ese tipo. Ese bastardo sí que se merecía todo lo que le pasó. BaekHo pidió un vaso con agua helada a YooNa y entonces Karin empezó a hablar.
—¿Puedo hablar yo, papá?— preguntó y el hombre asintió. Había hablado bastante y ya se le estaba secando la boca.—Bueno, básicamente lo que hizo MinHo fue despertar a su padrastro. Cuando el sujeto abrió los ojos y lo vio, según el propio MinHo palideció por completo; fue como si estuviera viendo un fantasma. No obstante cuando hizo el amago de levantarse, MinHo rápidamente roció gas pimienta sobre sus ojos. El tipo obviamente empezó a gritar debido al ardor y fue entonces que JongHyun aprovechó la oportunidad para partirle contra la cabeza aquel recipiente de vidrio que sacó de la cocina. Por suerte para ellos y para desgracia del tipo, no murió y sólo quedó inconsciente.
—Mierda, ellos en serio sabían lo que hacían y jamás dudaron. Yo no me imagino haciendo algo así, por más rabia que sienta por alguien... probablemente dudaría y ese sería mi fin. Creo en momentos así, un segundo de vacilación puede poner todo en tu contra.
—Por eso te dije que ellos nacieron para eso, chico. No cualquiera tiene las agallas y la suficiente sangre fría como para matar a alguien.— agregó BaekHo mientras le daba pequeños sorbos a su vaso con agua. Karin asintió antes de continuar hablando.
—Mientras estuvo inconsciente, lo desnudaron y lo pusieron bocabajo sobre su cama. JongHyun aprovechó el internet de la casa para buscar en la red cómo hacer buenos nudos difíciles de desatar por más fuerza que hagas. Ya que pretendían atarlo a la cama y torturarlo antes de darle el golpe final.
—¿Ellos lo...? Ya sabes.— TaeMin no se animaba a decirlo pero Karin lo entendió perfectamente.
—No lo violaron ellos mismos pero sí usaron el palo de una escoba y otras cosas de la casa para hacerle sentir lo mismo que MinHo sintió cuando era pequeño y fue violado por esos pederastas.— TaeMin tragó grueso e inconscientemente contrajo el esfínter de su parte trasera.—No creo que quieras que te cuente cómo lo torturaron ¿verdad?
—... ¿La verdad? No. Pero me alegra que ese infeliz malparido haya sufrido, porque realmente se lo merecía.— Karin asintió, respetando su decisión.
—Luego de pasar dos días torturándolo sin darle descanso. Finalmente decidieron matarlo asfixiándolo. Y por cierto, luego de eso JongHyun comprendió que realmente amaba torturar a la gente y deseó poder algún día dedicarse a eso.— TaeMin se estremeció de pies a cabeza. Sabía que esa era la especialidad del castaño.—Esperaron hasta la madrugada para agarrar un par de palas que su padrastro tenía y cavaron unas tumbas improvisadas para ambos en el patio. Porque sabían que si no los enterraban empezarían a soltar ese típico olor de un cadáver en descomposición y los vecinos iban a sospechar.
—¿Permanecieron en esa casa mucho tiempo?
—Más o menos. Se habrán quedado un mes aproximadamente allí. Estaban esperando que las cosas se calmaran para poder regresar a Seúl y se comunicaban todos los días con Key a través de un celular que él mismo le regaló a JongHyun.
—Y es ahí cuando aparezco yo.— comenzó a decir BaekHo de repente y TaeMin le prestó atención.—Para que entiendas lo que sucedió, primero te tengo que explicar bien mi propio contexto.
—De acuerdo, lo escucho.
—Pues bien, para comenzar... en ese momento de mi vida mis allegados comenzaron a decirme que ya era hora de buscar un sucesor. Ya sabes, dediqué prácticamente toda mi vida a crear un imperio pero yo ya estaba cerca de los cincuenta y no tenía decidido quién me iba a reemplazar si algo llegaba a pasarme. Por mucho tiempo pensé en conseguir una esposa que supiera y entendiera el tipo de vida que yo llevaba y lo aceptara. Así podría engendrar un hijo con ella y él sería mi sucesor. Pero...— los negros ojos de BaekHo se apagaron. TaeMin conocía esa mirada, era la típica mirada triste que te deja un desamor.
—Pero usted jamás dejó de amar a esa mujer. A la tía de MinHo ¿verdad?
—Exactamente. No podía ni puedo deshacerme de su recuerdo. Sentía y sigo sintiendo que si me caso con otra mujer, le estaría siendo infiel. Aunque ella ya no esté en este plano terrenal... se llevó mi corazón cuando partió de este mundo. Hace casi 30 años de eso.— TaeMin no pudo evitar estremecerse y sonrió enternecido, eso sí era amor ¿MinHo sentía lo mismo por él.. o acaso seguirá amando más al recuerdo de DaeHyun?—Entonces decidí que lo mejor sería adoptar. Quizás criar a niños llenaría un poco el vacío que yo sentía en mi interior pero decidí no casarme ni tener descendencia. Realmente creía y sigo creyendo que mi sangre no debe mezclarse con ninguna otra sangre que no sea la de ella. Lastimosamente no pude tener hijos con ella pues la vida se la llevó en un abrir y cerrar de ojos... pero MinHo sí tiene su sangre y eso realmente me reconfortar el alma.
—Paek fue adoptado primero.— empezó a hablar Karin y TaeMin le prestó atención. Se supone que era la primera vez que oía ese nombre pero pudo haber jurado que lo escuchó en alguna otra parte.—Dos años después, fui adoptada yo y ambos nos criamos juntos por tres años, hasta que llegó MinHo.
—¿MinHo? Pero ¿cómo llegó a usted?— preguntó un desconcertado TaeMin. BaekHo sonrió con nostalgia mientras veía las luces de la gran ciudad.
—Mientras veía a Karin y a Paek crecer, me pregunté cómo hubiese sido si yo y mi amada hubiéramos tenido el tiempo suficiente como para tener un hijo propio. Luego de recordarla a ella, recordé a su hermana también... a esa pobre chica mentalmente inestable de la cual me aproveché en mi despecho y la cual huyó cuando yo viajé a Tailandia hace 14 años.
—¿Se sintió culpable de lo que le hizo a la madre de MinHo?
—Por supuesto que sí y me reproché mil veces pues yo sabía cuánto quería mi amada a su hermana menor. Y aún así abusé de ella.— BaekHo suspiró profundamente.—No pude evitar preguntarme qué había sido de ella y si acaso seguía viva, si se había casado o si tenia hijos. Fue entonces que contraté a un excelente detective para investigara dónde se encontraba. Él se tardó varios meses pero lo consiguió, me informó que se casó con un pobre diablo que ya tenía un hijo propio con un antiguo matrimonio fallido y que ella tenía un hijo propio también, que aparentemente no era de ese sujeto con el cual se casó. Ese hecho realmente llamó mi atención, que el hijo de ella no fuera de ese sujeto. El detective también me informó que ella se suicidó hace varios años en el patio de su casa y que su hijo misteriosamente había desaparecido. Me reveló que el nombre de ese niño era "MinHo" y fue entonces que quise que siguiera investigando.
—¿Por qué? ¿acaso su nombre tenía algo de especial?
—Sí, verás... Yo muchas veces hablé con mi amada de los nombres que les pondríamos a nuestros futuros hijos. Y ella siempre decía que si fuera niña, se llamaría MinA. Y si fuera un niño, se llamaría MinHo. También se lo repitió muchas veces a su hermana menor.
—Ya veo, entonces usted... ¿sospechó que quizás la madre de MinHo cuando huyó de su casa tenía a su hijo en el vientre?— BaekHo se encogió de hombres.
—Quizás, era una posibilidad después de todo. Simplemente quería asegurarme, deseaba que encontraran a ese niño y que me dijeran si era o no mi hijo.— TaeMin asintió lentamente con la cabeza.—Luego de otros tantos meses de investigación sin éxito alguno, me harté de tanta inutilidad y mandé a mis hombres directamente a esa casa para que interrogaran a base de tortura si era necesario al padrastro y al hermanastro de MinHo. Quería que le sacaran información, deseaba saber dónde se encontraba ese niño actualmente.— el pelirrojo abrió sus ojos de forma desmesurada. Atando cabos de inmediato.
—Fue justo... cuando JongHyun y MinHo estaban usurpando la casa ¿verdad?— BaekHo asintió.
—Mis hombres entraron de madrugada a la casa y tanto MinHo como JongHyun despertaron a tiempo como para abrir la ventana para intentar escapar. Estaban en el piso de arriba así que si saltaban probablemente se iban a lastimar un poco pero podrían sobrevivir al impacto y correr.
—¿Lograron saltar a tiempo?
—No, justo cuando JongHyun tenía una pierna afuera y otra adentro, uno de mis hombres entró a la habitación y los vio. Fue entonces cuando MinHo le gritó que saltara y que al menos él se salvara, entonces JongHyun hizo el amago de entrar la pierna que tenía afuera de nuevo a la habitación pero MinHo fue más rápido y lo tiró por la ventana, para que mis hombres no lo agarraron.
—MinHo es tan leal... cuando se trata de Key y JongHyun, claro.— dijo TaeMin con una sonrisa.
—También es leal a ti, Tae.— agregó Karin y el pelirrojo se sonrojó.
—El hombre que los encontró, disparó a MinHo en el hombro para que no se tirara de la ventana y escapara como lo hizo JongHyun, quien por cierto se pudo parar luego de caer de ese primer piso y entre lágrimas huyó mientras escuchaba aquel disparo con impotencia. Aunque bueno, la historia de JongHyun y Key es otro tema, eso lo sabrá después.— TaeMin asintió, dándose cuenta de que tampoco sabía nada de esos dos y entonces Karin continuó relatando lo que ocurrió.
—Luego de recibir aquel disparo, MinHo se desmayó debido a la pérdida de sangre y de verse rodeado de un montón de hombres armados que no tenían pinta de ser policía sino matones. Por suerte para él, la bala entró y salió sin tocar ningún punto vital. Los hombres de papá se encargaron de taponar rápidamente la herida para que no muriera desangrado. Algunos trataron de alcanzar a JongHyun pero él era muy rápido a pesar de estar herido por la caída y, colándose entre los jardines de otras casas, logró huir.— Karin entrecerró los ojos, haciendo memoria para lograr recordar bien todo lo que MinHo hace tantos años le había contado a ella.—También se dieron cuenta de que habían unas tumbas improvisadas en el jardín de la casa y al desenterrar los cadáveres en proceso de descomposición, se dieron cuenta de que efectivamente eran los sujetos que ellos vinieron a interrogar por órdenes de papá.
—Llevaron a MinHo hasta usted ¿verdad?— preguntó TaeMin a BaekHo y él asintió.
—Sí, mis propios hombres se dieron cuenta del inmenso parecido físico que había entre MinHo y yo. Así que ellos mismos asumieron que podría ser el niño que yo tanto estaba buscando.— el canoso hombre sonrió nostálgico, recordando el momento exacto en el cual sus ojos vieron por primera vez al azabache.—La primera vez que lo vi, MinHo era un chiquillo de 13 años que parecía de 15 por lo alto y fornido que era para su edad. Tenía la piel pálida, el cabello lacio y azabache, unas terribles ojeras debajo de sus ojos cerrados y estaba vendado debido al disparo que recibió en el hombro. A pesar de estar en ese estado tan deplorable, al verlo supe automáticamente que ese chico era mi hijo. Era la combinación perfecta entre mi amada y yo. Era perfecto.— TaeMin podía ver el amor en los ojos de aquel hombre cada vez que hablaba de MinHo.—Aún así mandé a hacer un examen de ADN por si las dudas y efectivamente salió que era hijo mío.
—¿Qué pasó cuando MinHo despertó?— tanto Karin como BaekHo se rieron.
—En ese momento ya yo estaba presente.— empezó a decir Karin.—Estaba atendiendo al desgraciado cuando despertó y quiso golpearme al estar desorientado y no saber dónde carajo estaba. Incluso me trató de vato afeminado, el muy imbécil. Fue nuestra primera gran pelea, la primera de muchas otras obviamente.— TaeMin no pudo evitar soltar una carcajada.
—Luego de discutir como los críos que eran y hacer que casi se le volviera a abrir la herida a MinHo, Karin me llamó y hablé con mi hijo durante varias horas. Él estaba a defensiva y no me creyó nada hasta que le mostré las pruebas de ADN.
—¿Él le contó toda su historia en esa ocasión?
—No toda, me contó una que otra cosa y me exigió que investigara si JongHyun seguía con vida luego de haberlo arrojado por aquella ventana para salvarlo. Pudimos ver a JongHyun un poco lastimado y llorando en las cámaras de la estación, tomó el tren para irse directamente a Seúl. MinHo asumió que se fue con Key y sólo entonces se tranquilizó.
—A pesar de que al principio no me cayó bien MinHo, poco a poco fuimos acercándonos hasta tal punto de tratarnos como hermanos.— le reveló Karin y TaeMin sonrió, con razón MinHo hablaba maravillas de esa mujer. Se notaba que eran muy cercanos y el pelirrojo sabía que ella era una gran persona, aunque estuviera metida en ese mundo.
—El que no estuvo feliz por la llegada de MinHo fue Paek.— TaeMin notó la mueca de desagrado en el semblante de Karin.
—Paek odia a MinHo y viceversa. Así que Tae, nunca te acerques a él.— esa advertencia le recordó cuando Key, JongHyun y MinHo le advirtieron en la cárcel que no se acercara a Sung. Definitivamente esta vez haría caso.
—Hija, por favor basta.— pidió aquel hombre mirando seriamente a la azabache y ella asintió, aunque a regañadientes.—Paek fue mi primer hijo y aunque adoptado, le quiero tanto como uno propio. Él siempre demostró ser muy leal a mi, hábil con las armas, un excelente estratega y eficiente en lo que sea que yo le encomendara.
—Pero MinHo rápidamente le superó en todo. Y eso le enfermó.— agregó Karin y BaekHo la volvió a callar con su negra mirada.
—Es la última, una mas y vete de aquí, Karin. Hablo en serio.
—De acuerdo, de acuerdo.
—Es cierto, mi hijo tiene más habilidades y más inteligencia que Paek, así que lo superó. Y además, por mucho que yo ame a Paek y a Karin, desde que vi a MinHo... desde que supe que tenía mi misma sangre no pude evitar declarar que él sería mi sucesor. Y fue entonces cuando la relación ya tensa de Paek y MinHo se deterioró aún más.
—Entonces...— BaekHo miró feo a Karin.—No diré nada malo del imbécil de Paek, lo juro.
—Está bien hija, prosigue.— se lo permitió rodando los ojos mientras bebía agua.
—Entonces, en un intento desesperado de papá por salvar la relación de sus dos hijos, decidió darle el control de Devril a Paek y el control de Paradise a MinHo. Les hizo también firmar un acuerdo en el que se especificaba que ninguno de los dos podía tratar de matar al otro, pues de hacerlo automáticamente será expulsado de este imperio que papá creó. Aún así, nuestro padre ya dijo desde entonces que, cuando él muera o decida retirarse porque sienta que ya no puede con tamaña responsabilidad sobre sus viejos hombros...
—No te pases, Karin. No estoy tan viejo.— la azabache contuvo una carcajada.
—Entonces, cuando papá se "jubile" o muera el control de todo este imperio, de Devril y de Paradise... será de MinHo. O de Paek, en el caso de que el cabezota de mi hermano rompa el acuerdo.
—Eso lo saben ambos y por eso, por mucho que se odien, no pueden matarse.— terminó la idea YooNa, con una resplandeciente sonrisa. A TaeMin esa lucha por el poder le parecía absurda.
—Yo obviamente, como estoy de parte de mi hermano MinHo... decidí irme a su bando y soy la segunda al mando de Paradise y la hija favorita del viejo.— le dijo Karin con una sonrisa ladina adornando su rostro.
—La más prepotente y habladora, también.— agregó BaekHo.—No hay mucho que contar durante esos años que pasaron. MinHo decidió aceptar ese destino y se cegó al ver todas las riquezas que yo poseía, soñando con ser el dueño legítimo de todo mi imperio algún día. No le importaba si tenía que arriesgar su propia vida para lograrlo.
—¿Nunca más se volvió a ver con JongHyun y Key?
—No... él sabía el tipo de vida que le esperaba a mi lado si deseaba hacerse con el poder de Paradise y Devril algún día. Le expliqué perfectamente que estaba metido en el submundo, en la mafia. Y él no quería meter a JongHyun y a Key en todo eso, deseaba proteger a sus amigos y la manera de hacerlo, era mantenerlos alejados de él.
—Qué paradójico...— no pudo evitar decir TaeMin y BaekHo asintió con una sonrisa.
—No volvieron a verse sino hasta cuando se reencontraron en la Underground Prison.— le reveló antes de continuar.—Mantuve a MinHo ocupado durante muchos años,hice que lo instruyan tanto que en conocimientos como en pelea y estrategia. Hice que aprendiera a hablar perfectamente en otros idiomas por si tenía que salir del país por temas de negocios, le enseñé a no tener piedad a la hora de torturar a alguien para sacarle información y él absorbió todo eso como si hubiera nacido para hacerlo. Es inteligencia, astuto, despiadado, elegante y asesina con gracia. Aprendió todo muy rápido y superó velozmente a quienes le enseñaron todo lo que sabe. Me hizo sentir realmente orgulloso y lo sigue haciendo.— BaekHo aspiró una gran bocanada de aire antes de continuar. Quedaba poco tiempo antes de que MinHo cruzara por esa puerta.—Un día, fue a la casa de los padres de Key sólo para darse cuenta de que él no se encontraba allí. Y no sólo él sino también su hermano menor y JongHyun habían huido. Nadie sabía dónde estaban, eso lo preocupó mucho y mandó a sus propios hombres a investigar pero jamás hallaron rastro alguno de ellos. Aún así, MinHo conservó aquella pulsera de plata en su muñeca, sabiendo de algún modo que sus amigos seguían con vida y que algún día volverían a verse.
—Ya veo...— TaeMin también estaba pendiente de la hora, así que adelantó las cosas.—¿Cuándo aparece mi primo en todo esto?
—Pues bien... MinHo conoció a DaeHyun cuando tenía 21 años y tu primo 15.
—Pensé que era cuando DaeHyun tenía 18...
—A esa edad empezaron a vivir juntos.— le corrigió y entonces Karin empezó a hablar.
—Verás, para que lo entiendas mejor... DaeHyun vivía aquí en Seúl junto con sus padres ¿verdad?
—Sí, yo siempre iba a jugar con él al parque. A pesar de ser mayor, DaeHyun era amable conmigo y me cuidaba mucho.
—Pues bien, fue en esa época en la que ambos se conocieron.
—Lo sé, una vez vi a MinHo en el parque, cuando estaba con DaeHyun...
—Ajá... pues verás, la madre de DaeHyun empezó a meterse en cosas que debía. Ya sabes, en el entorno que yo y MinHo nos movemos.
—¿Mi tía? Pero ella era una gran mujer.— la defendió TaeMin.
—Sí pero ella se metió con uno de los hombres que trabajaban para MinHo. Ni siquiera era un hombre que trabajaba para él, más bien era un peón que vendía drogas y le daba parte del dinero a Paradise.
—Ya... veo.... ¿DaeHyun sabía?
—No, no lo sabía. Pero su padre sí empezó a sospechar y cuando se enteró que su esposa le estaba siendo infiel con un peón de una organización mafiosa. Se divorció de ella y para no meterse en líos, se fue a vivir a Japón, donde terminó casándose con una japonesa.
—Ya veo... entonces así fueron las cosas. Lo que me dijeron mis padres a mi, fue que mi tío le fue infiel a mi tía con una japonesa, ella lo echó de la casa y él se mudó a Japón junto con su amante.
—Por supuesto que te dijeron esa versión. Después de todo, tu tía era la hermana de tu padre y ella jamás le diría la verdad, no le convenía.— le reveló Karin encogiéndose de hombros.—Incluso DaeHyun también creyó eso, todo el tiempo. MinHo no quiso decirle la verdad para no perjudicar el recuerdo de su madre.
—Sigo sin entender, ¿por qué MinHo conoció a DaeHyun?
—Porque un día, aquel peón le pidió a tu tía que guarde dinero en su casa. Dinero que había conseguido de vender droga, dinero que le pertenecía a Paradise. Lo hizo para alegar que le habían robado y al revisar su departamento alquilado obviamente no se encontró el dinero. Pero MinHo, tan inteligente como siempre, supuso que lo había escondido en la casa de la mujer casada que tenía como amante. Así que fue allí y ni siquiera necesitó sacar un arma, con cruzar dos palabras con ella fue suficiente para que le diera el dinero. Tu tía podía haber sido muy zorra pero era inteligente y sabía que no debía negarle nada a MinHo, porque él se las sabía todas.— TaeMin inconscientemente quiso decirle a Karin que no llamara zorra a su tía pero no dijo nada.
—Fue en esa ocasión... que MinHo conoció a mi primo por primera vez ¿verdad?
—Sí y según me dijo MinHo fue algo así como esa mamada que llaman "amor a primera vista". Desde que posó sus ojos en él, se juró que algún día ese chico sería suyo.— TaeMin sintió cómo su pecho se oprimía pero trató de soportado. La primera vez que ellos se encontraron en la prisión... ¿MinHo habrá sentido también amor a primera vista? ¿O simplemente pensó "Oh, es igual a DaeHyun, podría ser un gran reemplazo"? Joder... qué masoquista era.
—Por eso iba a verlo a aquel parque aquí en Seúl... ¿verdad?
—Sí, cada dos días MinHo se hacía un tiempo en su apretada agenda para ir a sentarse a alguna banca de aquel parque, sólo para observar.
"Solamente para observar a mi primo. No a mi. Yo era sólo el mocoso al que su adorado DaeHyun cuidaba, nada más." una lágrima rodó por su mejilla y Karin se alarmó.
—¡¿Estas bien, Tae?!— el pelirrojo se la limpio rápidamente.
—Sí, continúa.
—Pero...
—Entonces ¿mi tía se casó con ese peón de Paradise?— TaeMin no tenía tiempo que perder, deseaba saber qué pasó realmente. Karin asintió.
—Aquel peón operaba en Busan y sólo estaba de cruce en Seúl por unos meses. Tu tía se encaprichó tanto con él, que decidió arrastrar a DaeHyun a Busan junto con ella, solamente para poder estar con ese sujeto.— TaeMin reprimió un sollozo. Ahora sabía porqué de un día para otro no volvió a ver nunca más a su querido primo.—Tu tía no volvió a comunicarse con tu familia por órdenes de ese peón, pues según él estarían mejor si se aislaban por el tipo de vida que él llevaba.—Karin hizo memoria, tratando de que nada se le escapara.—Oh si, el peón tenía un hijo de su anterior matrimonio fallido. Un tal Sung, quien rápidamente logró encariñarse de DaeHyun y viceversa.— TaeMin se estremeció al oír el nombre de ese hijo de puta que arruinó su vida.—Una vez que tu tía y ese peón se casaron legalmente en Busan, DaeHyun y Sung se convirtieron en hermanastros.
—Ahora todo tiene sentido... y todo cuadra perfectamente.— susurró TaeMin, atando cabos y dándose cuenta de cómo el destino los unió lentamente. Quizás era su destino conocer a MinHo después de todo.
—El caso es que la obsesión por tu primo llegó a tal punto, que MinHo decidió mudarse a Busan solamente para poder verlo cuando quiera. Iba a visitarlo varias veces a esa casa en la cual vivían DaeHyun, Sung, tu tía y ese peón, con la excusa del trabajo pero la verdad es que sólo iba para poder verlo y hablar cuando se la presentaba la oportunidad.
—¿Ellos se enamoraron de esa forma?— preguntó TaeMin y Karin ladeó su cabeza. El que siguió hablando fue BaekHo.
—Más o menos. MinHo sí se enamoró pero no sabría si decirte que DaeHyun también lo hizo. Lo cierto es que le cogió cierto cariño a mi hijo.— el canoso hombre aspiró una gran bocanada de aire antes de continuar.—Cuando DaeHyun cumplió los 18 años, su padrastro es decir el peón que trabajaba bajo las órdenes de MinHo... robó muchísimo dinero y huyó del país. Abandonando a su familia por completo. A pesar de que se lo buscó, nunca se lo encontró.
—¿Y qué hicieron entonces?
—La mafia no es una organización caritativa. Si se roba plata, se paga.
—Pero no encontraron al tipo que la robó...
—No pero dejó a su familia.— TaeMin se estremeció y apretó sus puños.
—¡¿Le hicieron pagar a ellos en lugar de a él?!
—Cálmate, niño.
—¡No me calmo nada! Eso es muy injusto.
—Pero así es la mafia, TaeMin.— empezó a decir Karin, colocando una mano encima del hombro del chico.—Alguien tenía que reponer lo que ese peón se robó.
—Tu tía lo sabía, así que desesperada por poder salvarse a sí misma, les dijo a sus hijos que se fueran a sus habitaciones y habló en privado con MinHo.
—¿Trató de llegar a un acuerdo para protegerlos?— preguntó TaeMin esperanzado y BaekHo negó.
—Esto es algo que ni siquiera DaeHyun supo nunca.
—¿Qué cosa?
—Ella lo vendió, a DaeHyun.
—Mentira...
—Te juro por el recuerdo de mi amada que es cierto.— sentenció BaekHo y TaeMin dejó de respirar. Aquella mujer tan amorosa y que parecía tan buena... Dios...
—¿Lo vendió a MinHo?
—Ella estaba al tanto de cómo MinHo miraba a su hijo cada vez que venía a su casa. Así que aprovechó esa oportunidad para salir bien parada e incluso ofreció a Sung de ser necesario.
—Qué... qué...
—Qué perra maldita, lo sé.— dijo Karin. TaeMin asintió.
—MinHo sintió asco por lo mala madre que ella era. Pero aún así no desaprovechó esa oportunidad para poder pasar más tiempo con DaeHyun. Aunque jamás le dijo que su madre lo había vendido.
—¡Maldito MinHo! ¡Es un gilipollas! ¡Él no es mejor que mi tía por haberlo aceptado!
—¡Cálmate! No es como piensas.— le paró enseguida BaekHo.—Escucha, MinHo les hizo salir a ambos de sus habitaciones y les habló con la verdad a los tres. Les dijo quién era él, a qué se dedicaba y también les reveló que ese tipo que se había escapado de la casa con todo ese dinero era un peón de su organización. Por lo que sé, Sung sí estaba al tanto de la vida turbia que llevaba su padre pero DaeHyun no sabía absolutamente nada de eso. Así que fue el más sorprendido de todos.
—Y luego MinHo le informó a DaeHyun que debería pagar con su cuerpo la traición de su padrastro ¿no?— dijo TaeMin con veneno en la lengua.
—No.— sentenció Karin y TaeMin frunció el ceño, desconcertado.
—MinHo les dijo que tendrían que trabajar para él los tres hasta que pagaran la deuda que había dejado ese hombre y que cuando hayan devolvido cada centavo, los dejaría en paz para siempre.
—¿Trabajar para él?
—Nada turbio. Simplemente ir a su oficina todos los días y limpiarla, cocinar, curar las heridas que sus hombres se puedan hacer durante el trabajo. Cosas como esas, nada peligroso.— TaeMin parpadeó repetidas veces, sonrojándose como idiota por haber pensado lo peor.
—¿Ves? Te queríamos poner a prueba y sí, efectivamente crees que MinHo es la peor escoria del mundo. Y puede serlo pero... hasta él tiene misericordia a veces.— le riñó Karin y TaeMin quedó cabizbajo.
—Lo lamento...
—No te preocupes Tae, está bien.— "Después de todo, MinHo sí ha hecho mucho daño... pero es mejor que eso no lo sepas"—Como dice el dicho, una de cal y otra de arena.
—¿Cómo dices, Karin?
—Nada, nada. Viejo, sigue con la historia.
—El caso es que Sung en ese momento estaba estudiando y no podía faltar a la clases. Por otra parte, su madre trabajaba en una tienda de cosméticos y no podía faltar o la iban a despedir. DaeHyun acababa de terminar la preparatoria y podía tomarse un año o más para pagarle la deuda a MinHo. Así que le pidió que por favor sólo lo tomara a él para realizar todas las tareas que sean necesarias. Al principio MinHo vaciló un poco para al final, accedió.
—¿Y fue durante ese tiempo que se enamoraron mutuamente?— preguntó TaeMin y BaekHo asintió.
—El amor de ellos al principio era estable e intenso. Jamás vi a MinHo tan feliz y dichoso como en esos momentos.
—Cada vez que veía al señorito DaeHyun... era como si estuviese viendo lo más valioso que tenía en el mundo. Era mágico.— agregó YooNa con una sonrisa nostálgica. y TaeMin asintió, reprimiendo sus lágrimas.
¿Es que acaso nadie se daba cuenta que lo estaban lastimando? ¿Acaso nadie veía lo insignificante que se sentía cada vez que se comparaba con su primo? ¿Nadie?
—Su relación duró bastante tiempo, a decir verdad.— empezó a hablar nuevamente Karin.—DaeHyun era querido por muchos en Paradise y envidiado por muchos otros. Pero la verdad es que todo se mantuvo estable hasta que un día trataron de asesinarlo y por supuesto sólo lo hirieron levemente. Pero eso sirvió para poner paranoico a MinHo.
—¿Por eso tú me has entrenado, Karin?— preguntó el pelirrojo y la azabache asintió.
—No queremos que la historia de DaeHyun se repita contigo. Uno de los principales errores de MinHo fue haberlo metido en todo esto sin que el chiquillo siquiera supiera defenderse a sí mismo. Por eso te he entrenado y lo seguiré haciendo si tú me lo permitas, para que, en el caso de que ninguno de los hombres de MinHo estemos para cuidarte... tú sepas a hacerlo solo.— TaeMin asintió levemente, aunque aún estaba muy desconcertado por tanta información. BaekHo fue quien siguió hablando.
—Después de ese atentado contra la vida de DaeHyun, MinHo creyó que lo mejor sería encerrarlo en un lujoso penthouse para así mantenerlo seguro.
—Es ahí donde inició toda su locura y obsesión malsana ¿cierto?— preguntó TaeMin y todo asintieron.
—Por eso te dije que quizás MinHo sí heredó algo de la locura de su madre.— agregó BaekHo antes de continuar.—Al principio lo dejaba salir diariamente, a su universidad, a tomar un poco de aire fresco y a visitar a su madre. Aunque siempre vigilado por su hombres, nunca solo.
—JiMin y JungKook eran los niñeros de DaeHyun en aquel entonces.— le reveló YooNa. TaeMin tuvo que hacer memoria para recordar dónde había oído aquellos nombres. Y enseguida los recordó, eran los tipos que lo trataron de secuestrar en aquel club nocturno.—Seguramente también se convertirán en tus niñeros, TaeMin.— al pelirrojo no le dio ni puta gracia saber eso.
—El caso es que las cosas se complicaron cuando su madre falleció debido... al cáncer.— le reveló Karin cabizbaja y TaeMin asintió.
—Lo sé, MinHo me lo contó cuando estábamos en prisión. Que mi tía había fallecido por una enfermedad.
—Y además, una vez fue a buscar personalmente a DaeHyun a su universidad y lo vio con otro muchacho que aparentemente le estaba coqueteando. Eso sirvió para que la ira en MinHo colapsara. Para colmo, ese chico era un amigo de DaeHyun.
—¿Fue a partir de ese punto que empeoraron las cosas?
—Sí, MinHo se convenció a sí mismo que lo mejor para DaeHyun era apartarlo de todo y de todos. De cualquier forma, él no necesitaba un título universitario porque lo tenía a él y a todo su dinero. Tampoco necesitaba de amigos que quisieran coquetear con él y ya había perdido a su madre, así que sólo le quedaba Sung a quien sí le permitía irlo a visitar de vez en cuando al penthouse en el cual DaeHyun vivía encerrado y vigilado.
—En aquel entonces JiMin y JungKook eran los que lo mantenían resguardado y a salvo en ese penthouse pero... ambos se encariñaron mucho con DaeHyun y como les daba pena verlo siempre encerrado, cada vez que MinHo se iba a otra ciudad por temas de negocios, ellos le permitían salir aunque claro que lo acompañaban a todos lados.
—¿MinHo lo descubrió?— al ver a BaekHo asentir, no pudo evitar estremecerse y sentir pena por esos dos.
—Les dio una paliza pero por suerte no llegó a extremos ni les dejó lesiones permanentes.— le relató Karin, quien era cercana a esos dos.—Incluso les dio la oportunidad de defenderse pero no pudieron hacer mucho contra la fuerza potenciada por la furia de MinHo. Sus puños son poderosos.
—Lo sé...— susurró TaeMin, recordando todas la vidas que se cobró los puños de MinHo en la prisión.
—¿Alguna vez MinHo te golpeó?— preguntó YooNa asustada.
—Sólo un par de veces cuando estuvimos en prisión y le falté el respeto o bien le dije sus cuantas verdades a la cara. Pero no fue nada grave y siempre se contuvo. Más bien sé que tiene mucha fuerza en las manos y en las piernas porque le he visto matar enfrente de mi.
—Ese bruto... yo jamás mataría enfrente de mi conejita.— susurró Karin sonriendo al imaginar a su linda Cheonsa.
—¿Tu qué?— preguntó TaeMin.
—¡Nada, nada! Sigamos, que ya está viniendo MinHo.— decía mientras veía su celular, JiMin le había mandado un mensaje avisándole eso. BaekHo siguió el relato.
—Luego de darle una paliza a JiMin y a JungKook, MinHo decidió que confiaría en uno de los hombres más fríos y eficientes que tenía bajo su mando. Ambos eran muy parecidos en forma de ser y pensar, se podría decir que era amigos.
—¿Colocó a uno de sus hombres como nuevo carcelero para mi primo?
—La palabra carcelero suena dura... pero es lo que era, la verdad.— sentenció BaekHo.—Por más o menos un año, MinHo tenía que atender negocios importantes en China. Así que decidió mudarse allí por ese lapso de tiempo junto con DaeHyun y su carcelero. Compró una casa allí y la equipó con la más alta seguridad posible, para evitar que DaeHyun pudiera escapar de allí, aparte de tener a su hombre de confianza para cuidarlo.
—Te hago la historia corta: DaeHyun se terminó enamorando de su carcelero y odiando a MinHo por tenerlo encerrado como un ave. Por más que su jaula fuera de oro y diamantes, seguía siendo una jaula.
—Me parece normal que eso pasara... yo también lo terminaría odiando si me mantiene encerrado como un animal.— espetó TaeMin.
—Su carcelero también se enamoró de DaeHyun y de hecho, estaban planeando cómo y cuándo escapar de allí.
—¿Lo lograron?
—No... le avisaron a MinHo lo que estaba pasando entre DaeHyun y su amigo, quien se supone debía cuidarlo y no enamorarse de él.— le relató Karin. El pelirrojo se estremeció y sintió pena por ese pobre diablo.
—¿Qué hizo MinHo?
—¿Tú qué crees que hizo?— le respondió BaekHo con otra pregunta. TaeMin tragó grueso.
—¿Los asesinó?
—A DaeHyun no. Pero como castigo por haberlo traicionado, degolló a su amante justo enfrente de sus ojos.— el pelirrojo no pudo evitar abrazarse a sí mismo y empezó a temblar. Karin colocó una mano en su espalda, para tranquilizarlo.
—¿P-por qué lo mató si era su amigo?— preguntó TaeMin cuya boca estaba seca, tenía un nudo en la garganta que no sabía cómo eliminar.
—Porque él lo traicionó. Merecía morir. Se supone que debía ser un carcelero, no el amante de DaeHyun.— justificó BaekHo el actuar de su hijo. TaeMin enseguida negó.
—Es verdad que lo traicionó pero al menos hubiera... no sé, le podría haber dado una paliza, expulsarlo de Paradise y dejarlo ir. Por la amistad que tuvieron ¿era tan difícil hacer eso? ¿en serio era necesario matarlo?
—Cuando MinHo se enteró de la traición y fue a la casa los encontró teniendo sexo, en su propia cama.— le dijo Karin y TaeMin aún así siguió negando, con lágrimas en los ojos.
—¡Sigue sin ser una justificación!— exclamó y esta vez fue BaekHo quien le respondió.
—Niño, las cosas acá no funcionan como allá afuera. La traición es sinónimo de muerte aquí. Meterte con la pareja de tu jefe, siendo amigos más encima, es imperdonable.
—¡¿Y acaso lo que MinHo le hizo a DaeHyun es perdonable?!— exclamó TaeMin estrellando sus puños contra el escritorio elegante de BaekHo.
—No, por supuesto que no.— empezó a decir mientras se aclaraba la garganta. YooNa le trajo un vaso de agua para que lo bebiera y el señor así lo hizo.—Pero tampoco estuvo bien que él le fuera infiel a MinHo. DaeHyun traicionó a MinHo y eso no tiene justificación tampoco.— entonces TaeMin se carcajeó como si fuera un demente. Karin estaba sudando pero permanecía en silencio, esta conversación no estaba yendo por buen camino y MinHo seguramente ya estaba subiendo el ascensor. Si TaeMin se enojaba o sufría una crisis y MinHo llegaba viéndolo así, definitivamente desatará su furia sobre ellos. En primer lugar, MinHo jamás les dio permiso para que le contaran todo esto a TaeMin.
—¡Por favor! Lo encerró contra su propia voluntad, alejó a sus seres amigos de él, le prohibió ir a la universidad por celos injustificados.— empezó a enumerar TaeMin y BaekHo tragó grueso, arrepintiéndose de haberle contado eso al pelirrojo.—Hasta ahí ya es bastante pero... matar a la persona que seguramente sacó a DaeHyun de su depresión que le provocó ese injusto encierro ¿sólo por celos?
—¡Los encontró follando en su propia cama! ¡¿cómo hubieras reaccionado tú?!— exclamó BaekHo enfadado.
—¡¿Pero quién falló primero?!— le gritó en un tono de voz más agudo, levantándose de la silla la cual se cayó al piso.—Si MinHo me hiciera todo lo que le hizo a mi primo, yo también hubiera dejado de amarlo y me enamoraría de mi carcelero si él fuera tan bueno conmigo como seguramente lo fue con DaeHyun. No culpo a DaeHyun, yo hubiera hecho lo mismo de estar en su lugar. — BaekHo abrió sus ojos sorprendido y realmente deseó que MinHo jamás hubiera conocido a ese pelirrojo que al parecer, era igual que su primo.—Y MinHo sí tenía opciones. Al verlos follar, en lugar de enojarse y matar al amante de mi primo, se hubiera hecho la siguiente pregunta a sí mismo: "¿qué hice mal para que DaeHyun haya llegado al extremo de acostarse con otro hombre para sentirse querido?" Pero no, eligió matar a ese hombre y hacer sufrir, una vez más a DaeHyun.— TaeMin no pudo evitar tambalearse y se hubiera caído al piso de no ser por Karin, quien lo sujetó con fuerza.
—Por favor papá, paremos aquí.— pidió Karin, hablando por fin.—Esto no está ayudando... TaeMin no está entendiendo más a MinHo, lo está empezando a odiar.
—¿Odiar?— preguntó TaeMin en un susurro.—Jamás podría odiarlo... pero me estoy dando cuenta de enfermo que está y lo mucho que me costará curarlo.— el pelirrojo suspiró agotado mientras una solitaria lágrimas recorría su mejilla.—¿Eso fue la gota que derramó el vaso? ¿DaeHyun decidió suicidarse luego de que MinHo asesinara a su amante frente a sus ojos?
—Sí...
—Por favor, dígame cómo se suicidó mi primo. MinHo jamás me lo dijo.
—Lo lamento... pero eso es algo que no te diré. Eso es algo que le corresponde decirte al mismo MinHo.— TaeMin arrugó su frente, disgustado con esa respuesta.
—Al menos... ¿puede decirme dónde lo enterraron? Quisiera por lo menos poder orar sobre su tumba.— cuando el menor vio al canoso hombre negar, tuvo ganas de golpearlo. ¿Incluso eso le negaría?
—No puedo decirte eso, lo lamento.
—¡¿Por qué no?! Sólo quiero orar por él, ¿qué tiene de malo?
—No puedo porque nunca hallamos el cuerpo de tu primo, niño.— al oír eso TaeMin abrió sus ojos sorprendido y volvió a tambalearse pero Karin lo contuvo entre sus brazos.
Entonces la puerta del despacho se abrió. Y todos dirigieron sus miradas hacia ella, menos TaeMin quien seguía en shock por toda la información que su cerebro había recibido en tan poco tiempo. Cuando finalmente giró su rostro, pudo ver tres cabelleras. Una castaña, otra rosa y una plateada.
¿Rosa? ¿Plateada?
—¿MinHo...?
—TaeMin...
Y entonces todo se oscureció para el pelirrojo. Sólo vio a un MinHo asustado y con el cabello plateado correr hacia él para cogerlo en brazos.
...
...Continuará...
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