Celos
...
-¿Reo n° 4765, Lee Taemin?-Preguntó de mala gana un guardia parado frente a la celda que compartían el pelirrojo y el castaño.
-Sí, soy yo.-Respondió apático.
-Ve a recepción, allí te entregarán una carta que te ha enviado tu familia.-Los ojos cafés del chico se abrieron sorprendidos, sintió su corazón acelerarse, ojalá que sea una buena noticia, fue el pensamiento fugaz que pasó por la mente del chico en esos momentos.
-De acuerdo, iré enseguida.-Le dijo y el policía dio media vuelta largándose de allí.
-¿Te acompaño, Taeminnie?-Le cuestionó su amigo, sin embargo el otro negó con la cabeza levemente.
-No Bae, quiero ir solo, vendré enseguida de igual forma, no te preocupes.-El castaño frunció el ceño disgustado, no le agradaba nada la idea de que Taemin caminara solo por los pasillos de la Underground Prison, era muy peligroso, pero el menor era terco como mula.
-Pero Taeminnie...-Quiso oponerse pero el pelirrojo dio unos cuantos pasos hacia la salida de la celda.
-Ya te dije que no te preocuparas tanto, ve con Chin y diviértete un poco, sé que hace rato no lo hacen y se nota que estás con ganas, lo digo porque no me dejaste dormir en toda la noche ya que te la pasaste gimiendo mientras tenías un sueño húmedo con él.- Soltó divertido viendo el cómico puchero que adornaba el rostro de su amigo, eso más el ténue rubor en sus mejillas lo hacía lucir simplemente adorable; no se lo decía a diario, pero en verdad apreciaba la sincera preocupación que el mayor le demostraba día a día, enserio que se lo agradecía muchísimo.
-Pero si te pasa algo... yo nunca me lo perdonaría, por eso quiero acompañarte.-Le repitió una vez más y el pelirrojo rodó sus ojos, exasperado.
-No me harán nada Bae, recuerda que llevo casi dos semanas revolcándome con el mandamás de aquí.-Le recalcó mordiéndose el labio inferior y apretando fuertemente con una de sus manos un barrote que tenía enfrente, no iba a negar que las sesiones de sexo con Minho se habían vuelto placenteras y que el dolor inicial había desaparecido por completo, más sin embargo se sentía un puto juguete sexual, nada más que eso, no obstante tampoco podía quejarse, él mismo había aceptado ese trato para poder salvar a su madre. Suspiró profundamente y se esforzó en sonreírle al castaño.-Además he estado muy unido últimamente a Key y tú sabes que él es muy temido por los reos debido a que es un miembro de la banda de Minho, ten en cuenta que Umma me ha convertido en su "protegido", por lo tanto no me harán nada, tú tranquilo.-Le calmó guiñándole un ojo, Bae suspiró sonoramente pero al final asintió con su cabeza.
-De acuerdo, pero cuídate y vuelve pronto ¿ok?-Taemin se carcajeó debido a que el mayor realmente actuaba como su niñera, no obstnte asintió y se despidió del castaño con la mano, saliendo de su celda y encaminándose hacia la recepción.
Mientras caminaba por los grises pasillos de la prisión se encontró con Jung, quien al verlo se sorprendió y trató de acercarse pero el pelirrojo enfiló su mirada, fulminándolo con la misma, no obstante el más alto se arriesgó y cogió el valor suficiente para agarrarlo del brazo, en verdad quería solucionar las cosas con Taemin.
-Súeltame ahora mismo o no respondo.-Soltó fríamente el más bajo, el otro negó con su cabeza levemente y le miró sinceramente arrepentido a los ojos.
-Taemin, por favor escúchame, sé que he sido un imbécil, traté de abusar de ti a causa de un desliz y encima después te insulté sin saber los verdaderos motivos por los cuales aceptaste el trato de Minho.-Habló tan rápido que necesitó parar y aspirar una gran bocanada el aire para poder seguir con su monólogo.-Juro solemnemente jamás volver a tocarte un solo cabello ni insultarte, nunca jamás Lee Taemin.-Le prometió mirándolo con intensidad, el menor pudo distinguir sinceridad en su tono de voz y también en sus ojos. Le estaba diciendo la verdad.
Luego de pasar unos cuantos segundos en completo silencio, Taemin suspiró resignado, asintiendo lentamente con su cabeza, ésta acción provocó que una sonrisa de oreja a oreja adornara el rostro del reo más alto.
-¡¿Eso quiere decir que me perdonas?!-Preguntó casi saltando de la alegría, el pelirrojo frunció el ceño molesto y entonces Jung tragó grueso, lo siguiente que sintió fue un fuerte tirón de oreja.
-¡Nunca dije que te perdoné, tonto!-Le gritó tironeándole varias veces de su oreja izquierda, el otro se quejaba pero a la vez estaba muy contento, se notaba que el menor sí le había perdonado aunque se negara a admitirlo.
-¡Ya, para, me dejarás sin oreja Taemin!-Soltó Jung divertido y el otro no pudo evitar sonreír, al final lo soltó y siguió su camino, el más alto trató de seguirlo pero el pelirrojo negó levemente con su cabeza.
-No, debo ir a recepción a buscar una carta que me llegó y quiero ir solo.-Le recalcó y el otro no tuvo de otra más que aceptar y no tentar a su suerte, aun que en el fondo se moría por acompañar al menor.
-Está bien, ve con cuidado y nos vemos después.-Le despidió sonriente y el menor simplemente asintió despidiéndose de Jung con un gesto de mano.
Taemin continuó caminando hasta llegar a su destino, allí retiró nervioso la carta que su familia le había enviado, no se animaba a leerla aún, pretendía hacerlo cuando estuviera en su celda, por que se encaminó hacia la misma, sin embargo en el trayecto vio a unos tres reos al final de un pasillo que lucían sospechosos, el pelirrojo enseguida se dio cuenta de que las intenciones de esos hombres no eran nada buenas, por lo tanto se irguió, levantó el mentón y no demostró miedo aparente.
Por otra parte, Seung, Jin y Yeong estaban entre nerviosos y aniosos a la vez.
-Oigan, la verdad no estoy tan seguro de esto, por más que el pendejo no sea la pareja de Minho el chico sigue siendo el protegido de Key, si él se entera...-Jin era el que más miedoso de los tres, se sentía muy inseguro en cuanto a lo que planeaban hacer, él también quería follarse al pelirrojo, pero no quería afrontar las consecuencias que provocarían sus acciones.
-¡Al diablo con Key! Y no seas un cobarde, imbécil.-Le susurró Seung, fulminándolo con la mirada. El otro simplemente suspiró y se encogió de hombros.
-Además, el nuevito no le dirá nada a Key.-Agregó Yeong muy seguro de sus palabras, mientras que Seung se acercaba a Taemin y le sonreía de forma pervertida, el menor les miró con ira a los tres presos.
-Apártense de mi camino.-Soltó en un siseo de voz y uno de ellos se carcajeó de forma cínica.
-Hablas de forma muy altanera...-Comenzó diciendo Seung, mientras se acercaba al más bajo y lo tomaba bruscamente del mentón.-...Para ser un enclenque escuálido.-Finalizó tratando de besarlo a la fuerza, el pelirrojo le escupió en la cara y luego le mordió fuertmenete la mejilla al más grande, haciéndolo gritar del dolor que sintió, los otros dos se acercaron a Taemin y lo sujetaron entre ambos, Seung completamente encolerizado abofeteó fuertemente al de ojos cafés, quien jadeó del dolor sonoramente.
-Te vamos a enseñar tu lugar, zorra asquerosa.-Le susurró con líbido al oído Yeong, para posteriormente pasar su lengua sobre el lóbulo del chico, quien se estremeció del asco.
-¡Suéltenme, malditos hijos de puta!-Les gritó y lo único que recibió como respuesta fue un brutal rodillazo en su estómago por parte de Seung, el delicado Taemin jamás había sentido un dolor físico tan fuerte en todo su vida, no pudo evitar toser y dejar escapar unas cuantas lagrimillas. Yeong aprovechó ese momento para quitarle la carta al menor.
-Sí le dices algo a Key, romperé ésta preciada carta en miles de pedacitos.-Taemin levantó su mirada y le gruñó al reo que le había robado su carta, maldita sea, ¿Por qué todos querían follárselo? ¿No lo podían dejar en paz? Ya le bastaba y le sobraba con Minho como para encima estar lidiando con ésos imbéciles.
-Devuélvemela.-Fue lo único que pudo decir en un hilo de voz, le dolía muchísimo la boca del estómago y su mejilla. Vio sonreír a los tres reos y sintió cómo uno de ellos le alzaba su camiseta, rozando su piel, tuvo ganas de vomitar en esos momentos.
-Tranquila zorrita, te gustará.-Le dijo el más alto agarrándolo fuertemente de sus cabellos rojos y besándolo a la fuerza, Taemin trató de morderlo, pero sólo recibió otra bofetada. Se alarmó cuando uno de ellos quiso bajarle los pantalones.
-Espera, llevémoslo mejor a mi celda, allí nadie nos interrumpirá.-Agregó Jin y los otros dos asintieron con la cabeza, agarraron fuertemente a Taemin y éste nuevamente comenzó a resistirse, tenía ganas de llorar, de hecho lo estaba haciendo, también gritaba, pero nadie lo escuchaba, cuando sentía que toda su esperanza había desaparecido, por fin llegó su "salvación".
...
-¿Qué diablos están haciendo?-Se escuchó un fría voz al final del pasillo, los vellos de las nucas de los tres reos se erizaron enseguida al reconocer al portador de aquella voz, por su parte Taemin suspiró aliviado, lentamente los tipos giraron sus rostros para encontrarse con su peor pesadilla: Minho, Key y Jonghyun.
-M-Minho.-Soltó Seung soltando lentamente al pelirrojo, quien cayó de rodillas al piso, golpeado y con la ropa desacomodada. Éste detalle no pasó de ser percibido por el mandamás, quien afiló aún más su negra mirada, haciendo temblar del pánico a los tres hombres.
-¡Taemin!-Gritó Key corriendo hacia su bebé, casi se muere al verlo con las dos mejillas moradas y tapándose el estómago con una mueca de dolor puro en el rostro.
-U-Umma.-Susurró el pelirrojo abrazando débilmenete al rubio, quien correspondió de inmediatio al abrazo, Taemin miró de soslayo a Minho y éste también lo miró intensamente, luego de aquel intercambio de miradas el menor se desmayó en los brazos de la Diva, quien al ver a su bebé así de demacrado comenzó a temblar de la rabia y dejó a un lado al menor para pararse, acercarse rápidamente a los tres reos y darle un fuerte puñetazo a Seung, una brutal patada a Jin y un letal rodillazo en la entrepierna a Yeong. Dejándolos completamente adoloridos.
-¡Hijos de perra! ¡Van a arrepentirse de lo que le hicieron a Taemin!-Les gritó levantando su puño para seguir golpeándolos, sin embargo el azabache se adelantó y agarró el brazo de su amigo, éste frunció el ceño confundido.-¿Por qué me detienes, Minho?-Le preguntó y el otro no le respondió nada, simplemente hizo uso de su descomunal fuerza para obligar a la Diva a bajar su puño.
-Esto no es asunto tuyo Key, así que no te metas.-Le dijo fríamente el azabache tan inexpresivo como siempre.-Lee Taemin es MI juguete y cualquiera que ose tocar aquello que me pertenece lo pagará muy caro.-Comenzó diciendo mientras hacía a un lado al rubio oxigenado y se acercaba a los otros tres reos que retrocedían asustados del mandamás.
-P-por favor M-Minho... nosotros no... lo senti...-Sin embargo Seung no pudo terminar la frase porque el azabache le partió la cara, literalmente, de un solo puñetazo, rompiéndole la boca y el tabique nasal por la mitad , lanzándolo lejos y haciendo que se estampara contra la pared, debido al dolor el tipo casi perdió la conciencia. Los otros dos miraron a su compañero horrorizados, sin embargo el de ojos negros no les dio mucho tiempo para reaccionar, puesto que agarró a Jin de un brazo y haciendo uso de su poderosa fuerza, estiró ferozmente del mismo hasta romperle el ligamento, haciendo que el reo aulle del dolor y se retuerza en el suelo, por último a Yeong lo tomó fuertemente del cabello y estrelló su rostro unas treinta veces con fuerza contra la pared del pasillo, desfigurándolo en el acto.
Cuando lo tres tipos ya estaban medio inconscientes, Minho tomó la carta que pertenecía a Taemin y miró de reojo a sus amigos.
-Jonghyun, Key.-Les llamó y los nombrados le miraron fijamente.
-¿Sí?-Preguntaron ambos acercándose al azabache.
-Lleven a esos tres al sótano.-Les ordenó mientras sacaba del bolsillo de su pantalón negro una navaja y se la entregaba a Jonghyun.
-¿Quieres que los mate?-Le preguntó como si nada, el mandamás negó con la cabeza tan frío como siempre.
-No, pero has que deseen estar muertos y en cuanto a la navaja... quiero que les escribas en sus espaldas bien grande "No debo tocar lo que no me pertenece" con ella.-Una cínica sonrisa surcó el rostro del castaño, quien asintió con la cabeza acatando la orden dada por su mejor amigo.
-De acuerdo.-Dijo guardando la navaja dentro del bolsillo de su pantalón, caminó hacia los tres tipos malheridos y sujetó a dos de ellos, arrastrándolos hacia el sótano, el cual por cierto quedaba muy cerca de donde estaban, ya que justamente antes de encontrarse con Taemin, los tres reos más temidos de la prisión se encaminaban hacia el sótano, lugar el cual se sabe de antemano que Minho almacena la droga que distribuye en la cárcel, donde mata y además planea sus acciones ilegales. Sin embargo ningún policía se mete en el sótano, ya que la propia Underground Prison se abastece de la gran cantidad de dinero que maneja en mandamás de la misma.
-¿Llevarás a Taemin a la enfermería, verdad?-Le cuestionó la Diva a su amigo, viendo cómo éste cargaba en brazos a un lastimado pelirrojo, Minho no le respondió, sólo movió la cabeza de forma afirmativa.
-De acuerdo, nos veremos luego entonces.-Le dijo el rubio viendo cómo el azabache comenzaba a caminar por los grises pasillos con su bebé en brazos, la Diva suspiró y luego agarró fuertemente de los cabellos al que quedaba de los tres reos que trataron de abusar del menor, comenzó a arrastrar al mismo hacia el sótano.-¡Múevete imbécil! Ya verás lo que te esperará con Jonghyun, eso les quitará a los tres las ganas de volver a abusar de Taemin.-Le advirtió con cinismo, estaba tan enojado por cómo habían dejado a su pequeño pelirrojo. Nunca se los perdonaría. Jamás.
...
-¿Taemin? ¡Taeminnie por favor despierta!-El pelirrojo escuchaba a lo lejos la voz de su compañero de celda, lentamente fue despertándose hasta abrir por completo sus orbes cafés, distinguiendo a Bae, Chin y Jung alado suyo, éstos al verlo abrir sus orbes suspiraron aliviados.
-¡Qué bueno que despertaste Taemin!-Chilló con entusiasmo Jung.
-Sí, pensábamos que nunca más despertarías.-Agregó Chin.
-¡¿Vez por qué te digo que nunca debes andar solo por los pasillos?! ¡Pero tú jamás me haces caso!-Le gritó casi llorando Bae, el pelirrojo le acarició la cabeza a su amigo, tenía toda la razón, por andar haciéndose el valiente le pasaban todas esas cosas.
-¿Q-qué ocurrió?-Les cuestionó sentándose en la cama, percatándose de que se hayaba en la enfermería, tocó sus mejillas y sintió unas gruesas gasas cubriéndolas, también le dolía bastante el estómago, de la nada recordó todo lo que había pasado, esos tres presos malditos que habían tratado de abusar de él y... la aparición de Minho, Key y Jonghyun justo a tiempo para salvarlo. Eso era lo último que recordaba.
-Pues la verdad nadie lo sabe con exactitud, sólo sabemos que Minho te trajo hasta la enfermería, estabas golpeado... ¿Él te pegó, Taeminnie?-Le preguntó Bae acariciándole dulcemente la cabeza. El pelirrojo negó frenéticamente con la cabeza.
-¡No! Al contrario, él me salvó, otros reos me golpearon y trataron de violarme, pero Minho apareció y me salvó.-Les reveló y los tres jóvenes no podían creer lo que el menor les relataba, ellos pusieron sus manos al fuego a que, efectivamente, el mandamás había agredido al chico, pero tal parece que fue todo lo contrario.
En medio del incómodo silencio se escuchó un gruñido proveniente del estómago de Taemin, éste se sonrojó de forma adorable, se moría de hambre, Chin, Jung y Bae se carcajeron sonoramente, minutos después sonó la campana que indicaba la hora del almuerzo.
-Bueno, se nota que mueres de hambre, ¿Verdad, Taeminnie? Mejor vayamos a almorzar juntos y luego hablaremos de ésto ¿Vale?-Le dijo el castaño y el pelirrojo asintió levemente, luego Bae recordó algo importante.
-¡Oh cierto! Minho al traerte aquí también dejó ésta carta sobre tu regazo.-Dijo entregándole la misma al menor, ésta la recordó de inmediato y lo tomó entre sus manos, abriéndola de forma nerviosa comenzó a leerla y una sonrisa surcó su bello rostro. Todos los allí presentes se alegraron, tal parece que había recibido buenas noticias.
-¿Todo bien?-Preguntó Bae al percatarse de que el otro había terminado de leer la carta, el menor le miró y le sonrió.
-Sí, tal parece que mi madre ha comprado la bomba de insulina que necesitaba y ahora está mejorando notablemente, mi mejor amigo está enojado porque no quise aceptar su ayuda otra vez, pero dice que todos están mejor ahora y que dentro de poco vendrán a visitarme, ni bien a mamá le den el alta en el hospital.-Les relató con una sonrisa de oreja a oreja levantándose de la cama y aguantando el dolor que sentía en la boca de su estómago a causa del golpe que había recibido horas antes.
-¡Qué bueno Taeminnie!-Chilló emocionado Bae abrazándolo.
-Me alegro por ti.-Comentó Chin sonriente.
-¡Es excelente Taemin!-Gritó eufórico Jung, el pelirrojo les sonrió a los tres y asintió.
-Muchas gracias por su apoyo chicos, ahora sí vayamos a comer que muero de hambre.-Comentó divertido mientras los cuatro se encaminaron hacia el comedor.
Al llegar se sentaron como siempre en una de las tantas mesas y comieron el típico almuerzo de casi todo los días, el cual por supuesto no era tan agradable pero bueno... al fin y al cabo era comestible y ya se habían acostumbrado con el tiempo.
Sin embargo ese mediodía sería diferente, en medio del almuerzo los cuatro reos notan cómo todos los allí presentes guardan silencio, al alzar la vista Taemin se sorprende al ver al mandamás parándose arriba de su mesa, llamando la atención de toda la multitud, incluso de los guardias.
-Escúchenme bien todos, porque no pienso repetirlo dos veces, de ahora en adelante Lee Taemin me pertenece y por lo tanto nadie aparte de mí puede tocarlo ¿Ha quedado claro? El que se atreva a hacerlo... se las verá directamente conmigo.-Al terminar de decir aquello se bajó de la mesa e importándole una mierda los gritos y las amenazas de los guardias, se largó de allí dejando que se creara un gran bullicio en aquel comedor ese mediodía.
...
...Continuará...
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