Prólogo
Apenas en aquel lugar tan conocido de Japón llamado Domino se pueden distinguir hasta kilómetros aquellos gritos, pero más que gritos eran regaños.
Regaños de aquel sujeto que le daba a su único hijo. Roxana, la hermana mayor de aquel tricolor no hacía nada para evitar que dejen de pegarle a su hermano menor, solo concentrada en su celular, y Alice, la madre de aquel chico tampoco hace nada, solo se puede tapar la cara para no ver como su esposo de nombre Jeff le daba golpe trás golpe a su hijo.
- ¡ESO TE GANAS POR NO TRAER EL DINERO QUE TE PEDÌ! - Grito Jeff.
- E-eso es todo lo que pude conseguir. - Decía débil el tricolor al intentar levantarse.
- De seguro no te prostituiste asquerosa.
- ¡Jeff, tu hijo es un chico no una chica!
- ¡TU CALLATE MUJER!
Alice solo le hizo caso.
- Voy a salir otra vez, y si no vuelves con dinero juro que te mato Yami, ¡TE MATO! - Grito, y se fue estrellando la puerta con fuerza.
-Jadeo el ojì-amatista. - Y tu como siempre, ahì parada sin hacer nada. - Le reclamo adolorido a su madre mientras se levantaba con dolor en el cuerpo.
- Perdóname hijo.
- Nada de perdóname hijo, a mi me pegan y tu te quedas parada sin hacer nada. - Reclamó.
- ¿Y por qué lo haría?, ella sabe perfectamente que si se mete le pegarán a ella también.
- Roxana mejor no hables por favor. - Pidió Alice.
- Ash, que aburrida. - Con ello se fue a su cuarto.
- Hijo... mira ya no puedo mas con esto, por eso tienes que irte.
- ¿Qué?, ¿Por qué?
- Porque si te quedas tu padre te matará.
- ¿Y qué pasará contigo?
- Yo voy a estar bien, pero por favor vete rápido, estuve esperando este momento para decirte que te vallas con Mirai, ella me dijo que te ayudaría. Por eso vete.
- Tsk, solo dime, "Yami no te quiero, nunca debiste haber existido, por eso lárgate" - Decía con sarcasmo.
- Hijo eso no...
- Mama... - Iba a hablar, pero preferí callar e irme a empacar mis cosas para irme con Mirai.
Yami se dirigió a su cuarto, y se encontró con su hermana, y por la posición en la que estaba, se notaba que estaba escuchando lo que le había dicho Alice a Yami.
- Valla, así que por fin te vas. Hare una fiesta, ¡¡¡Wuuu!!!
- Ya cállate Roxana.
- Ayy que amargado hermanito, aunque bueno, ya no voy a tener que soportar más tu cara golpeada.
- Mejor cállate Rexona. - Así le habla Mirai a Roxana, aunque me da risa su apodo, jajaja.
- Mejor me voy, tengo mejores cosas que hacer. - Apenas se fue recibí una llamada a mi celular, y al contestar era Mirai.
- Hola Yami, ya me dijeron, te espero en el parque de siempre amigo.
- Ok Mirai, y, gracias por recibirme.
- De nada amigo, nos vemos.
- Nos vemos. - Colgué la llamada y escapé de ese horrible lugar ya con mis cosas, y esperé a que Mirai llegará.
. . .
- ¡Que no papà, no me pienso casar! - Reclamo un moreno.
Gritos y más gritos, pero esta vez con otro asunto.
Bueno era otro pleito entre padre e hijo, a diferencia que esto no era a golpes, y sobre todo la mamá Isis de aquel chico tricolor de tez morena no se encontraba presente en esos momentos. Ahora solo se encontraba discutiendo con su padre Aknankanon.
- ¡¡YA DEJATE DE TONTERÌAS ATEM, TE DIJE QUE TE VAS A CASAR Y PUNTO!! - Regañó.
- No papá, no me voy a casar con mi ex-novia.
- Nadie te esta preguntando, te casarás con Tea Gardner. ¡Y FIN DE LA DISCUSIÒN!
- No papá, no me pienso casar con ella. - Hablo el moreno para comenzar a retirarse.
- ¡Atem, ¿Me estas retando?!
- ¡Si, si te estoy retando! - Hablo y salío del despacho de su padre justo para irse a su casa.
. . .
- Ash, ¿Dónde estarás Mirai? - Hablo Yami algo impaciente esperando a su amiga.
- ¡¡YAMIIII!! - Llamo Mirai a su amigo, este se percato de su llamada y se volteo a ver a su amiga de infancia quién se tiro a abrazarlo y este correspondió. - Hola hermano de otra madre, jajaja, tiempo no te veo.
- Jajaja, lo mismo digo Mirai, ¿Por qué tardaste tanto? - Pregunto Yami.
- Oh perdona amigo, es que tuve que hacer unas cosas en el trabajo. Es que mi jefe esta buscando a una nueva sirvienta.
- Ah, ya veo.
Mirai miró bien a Yami y se sorprendió.
- Tu padre es una bestia, ¿Te duele mucho? -Preguntó preocupada y yo negué.
- No, la costumbre.
- Bueno que esperamos, vamos a mi casa a dejar tus cosas.
- Claro va-... - Se callo solo, pues escucho unos ruidos de risas, las cuales se les hacían muy familiar al tricolor amatista. - ¿Eh?, ¿Escuchas eso?
Mirai también tomo atención un poco al ambiente y si, si llego a escuchar las leves risas y uno que otro ruido irreconocible.
- Si, si lo escucho, viene detrás de esos arbustos.
Yami por curiosidad se acerco a esos arbustos junto con Mirai y los removió, donde aquel joven tricolor solo pudo mostrar sus ojos más abiertos que nunca, y en su interior retumbaba la ruptura de su corazón volviéndose cenizas al ver a Bakura besándose con su hermana.
- ¡¡BAKURA!! - Grito Yami molesto... y decepcionado ..., ¿Cómo es posible que su propio novio lo haya traicionado... con su hermana?
- Yami, amor, pu-puedo explicarlo.
- ¡Cállate!, no me digas así, ¿Cómo es posible que te encuentre besuqueándote con mi hermana?
- Cielo, calmado, hablemos, te juro que es un mal entendido.
- ¡No, no lo es! - Grito Yami aguantándose las ganas de llorar.
- ¡Por eso te digo Rexona, Roxana!
- ¿Qué?, ¿Y por qué?
- ¡PORQUE TODOS TE USAN HASTA DESGASTARTE PINSHE DESODORANTE! - Las palabras de Mirai molestar a Roxana, pero esta mantuvo la compostura de querer responderle.
- Vámonos Mirai, no tenemos nada que hacer aquí.
- Si, vámonos.
Con ello Mirai y Yami se fueron a la casa de la pelì-celeste y ahí Yami estaba deprimido sentado en el sofá.
- Ay ya amigo ya no estés así, ya encontrarás a otro hombre que te ame.
- No lo sé, Mirai.
- Oye, tú eres un chico fuerte, podrás superar esto, ahora solo hay que seguir adelante.
- Ja, esta bien, mañana buscaré trabajo, no me quedaré de vago en tu casa.
- Si ahm, hablando de eso, estuve pensándolo y..., te quería hacer una pregunta.
- ¿Eh?, ¿Cuál?
- ¿Cuántas ganas tienes de trabajar?
- Muchas.
- ¿Enserio?
- Si.
- ¿Enserio, enserio tienes muchas ganas de trabajar?
- ¿A qué punto quieres llegar?
- Pues..., esta bien te lo diré.
- ¿Qué cosa?
- Tú vendrás a trabajar conmigo a la casa del joven Halakty.
- ¿Enserio? - Dice emocionado.
- Claro.
- Ay que bueno, ¿Y de qué trabajaré?
- Ahm... jajaja ese es el detalle más importante que quisiera que me respondieras.
- ¿Ah?, ¿De qué me hablas?
- Tú vas a ser maid.
- ¡¡¿QUÈ?!!
CONTINUARÀ.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro