Capítulo 5
Mi cara me quema al recordar su cercanía en el jardín. Estoy siendo demasiado soñador, y un completo idiota. No debería sentir esto, no debería.
Atem me odiaría si le contará que soy un chico.
Me encuentro en la casa de Mirai, durmiendo sobre dos sofás de dos plazas, que serían mi cama. No tengo nada de que quejarme, porque la casa de Mirai es pequeña y porque me ha hecho un enorme favor. Un día se lo regresaré.
No puedo dormir, estoy muy extasiado y hasta emocionado cada vez que pienso en Atem, es involuntario. Unos involuntarios sueños prohibidos.
*+*+*+*
Empecé a maquillarme, tenía que aprender si voy a seguir haciendo esto, y así hacer que Mirai y yo ahorremos tiempo y no tengamos que levantarnos tan temprano para que yo este preparado.
Desayuné ligero junto con ella y nos dirigimos nuevamente a la mansión de Atem.
Como llegamos bastante temprano al igual que las otras maid y mayordomos todo estaba algo oscuro dentro de la casa, a pesar de ser las siete de la mañana.
Atem se levantará dentro de una hora, y yo como su maid personal, debo empezar a prepararle su desayuno y organizar su ropa para su día de trabajo, y eso fue lo primero que hice.
Todos estaban en lo suyo, y yo subí al segundo piso hasta el cuarto de Atem. Entre con cuidado y abrí una de las cortinas de su habitación en una zona donde a Atem no le llegaba la luz, para que siguiera durmiendo hasta el último minuto.
Su cama era grande, podían caber tres personas ahí perfectamente.
"Que envidia, ya quisiera dormir en una cama así en lugar de un sofá", pensé con diversión.
Busqué en su armario y saque su camisa y medias blancas; su saco, zapatos y pantalones negros y su corbata roja. Lo deje todo listo en unos ganchos de ropa colgados en la puerta de su gran armario color negro de madera color negro.
Lo siguiente que hice fue buscar el cesto de la ropa sucia y al ir a buscar, al lado de un escritorio con una laptop cerrada me percaté de un pequeño marco de fotografía, donde estaba su madre, su madre y él de niño en un jardín diferente al de la mansión. Entonces Atem no vivió en este lugar toda su vida, y ahora que lo pienso, jamás he visto a sus padres más que en esa noche de gala que era para celebrar su compromiso con la señorita Tea Gardner.
Él vive solo...
Sus rasgos se veía más adorables e infantiles, que inconscientemente me hizo sonreír. Al menos él tuvo una mejor infancia, pero por lo que me dijo la otra noche al ir creciendo todo eso fue cambiando, así que podría decir que su felicidad no duró mucho.
Teniendo en cuenta su apariencia física, diría que es muy joven, casi de mi edad supongo pero, entonces..., ¿Desde que edad está trabajando?, es decir, yo tengo diecisiete, y él se ve de mi edad.
Suspiré y estaba por tomar la cesta y al retroceder un poco con cuidado sentí mi espalda chocar contra algo, seguido de unas palabras cerca de mi coronilla.
- Esa foto me la tomaron hace mucho en la casa de mis padres. - Volteé y me sorprendí al ver a Atem, casi perdiendo el equilibrio por mi falta de experiencia con estos zapatos, que casi ni tenía tacón, solo tenía el talón un poco alzado.
- Oh, joven Halackty, no quise despertarlo, en estos momentos me retiró y tendrá su desayuno listo.
- Gracias Yasmín, pero no te preocupes, toma tu tiempo, hoy entraré un poco más tarde.
- Entiendo. - Volví a ver la foto. - ¿Qué me decía sobre la foto?
- Bueno, la foto me la tomaron hace mucho tiempo en la casa de mis padres, unos años me mude, la casa podría decirse que se ve prácticamente nueva como el primer día gracias a todos los que trabajan aquí.
- ¿Y desde cuándo vive aquí?
- Bueno... - dijo deteniéndose a pensar. - Desde que cumplí quince, a mitad de año.
Mi mandíbula literalmente cayo, ¿Desde los quince?
- ¿E-en serio? -Pregunté sorprendido. - ¿Cómo?
- No te voy mentir y te admito que decidí emprender en el negocio de mi padre desde esa edad. Como ya te comenté quería hacerlo sentir orgulloso y me adentré en su mundo y con las ganancias que empecé a tener al trabajar mi padre compró este lugar para así poder seguir con el negocio de la familia y también poder seguir estudiando en casa, y podía ir a visitarlos cuando quería.
- Increíble... -dije sorprendido.
- Puede parecerlo, pero la verdad no lo es, yo no quería alejarme de mi familia, pero mi padre me dijo que tenía que aprender como era la vida realmente. Solo trabajar duro y seguir subsistiendo gracias al dinero. Algo que la verdad con el tiempo empecé a considerar abrumador y superficial. Lo tenía todo, pero estaba solo en está casa, es por eso que el dinero no me importa en lo absoluto, solo estoy trabajando duró actualmente para mi jubilación, porque ya me decidí.
- ¿Decidir? -Pregunté con curiosidad.
- Sí, cancelé la boda, no me voy a casar con Tea.
Me sorprendí.
- ¿Y su padre... lo sabe?
- Sí, sí lo sabe. -Dijo tranquilamente.
- Y..., ¿Qué le dijo?
Se río un poco.
- Se molesto obviamente, pero ya no me importa la verdad. Después de todo, dentro de poco cumpliré dieciocho, ya no me puede ordenar.
Sonreí por él.
- Que bueno, pero, ¿Cómo así lo decidió?
- Me puse a pensar mucho lo que me dijiste y de inmediatamente llamé a mi papá para avisarle, y como siempre, mi madre es la única que me apoyó.
Sonreí más.
- De verdad te agradezco eso. No he podido hablar con libertad de este tema con alguien nunca, ni mi madre, debido a que mi padre no me dejo verla desde que me negué a casarme con Tea.
- No es problema joven. Lo importante es su felicidad, después de todo.
Él me sonrió y yo no evité sonrojarme apartando un poco la mirada.
- Yasmín, quisiera agradecerte de una manera.
- ¿Qué?, n-no, no es necesario, de verdad.
- No es ningún problema para mí. Mira, mañana descanso, y quisiera invitarte a almorzar, ¿Te gustaría?
- Este... - Me puse nervioso.
- Por favor, acepta. - Pidió con una sonrisa.
- Es que... no sé, mañana tengo que trabajar.
- Solo por está vez, es una salida amistosa, te lo prometo. Puede durar el tiempo que tu quieras.
Me lo pensé un poco, nervioso y inseguro, no sabía si sería buena idea, pero tampoco sería bueno rechazarlo y quitarle los ánimos que le he dado. Así que... solo es un almuerzo, ¿no?
- E-está bien. - Dije inseguro.
Él sonrió y juré que vi sus ojos iluminarse.
- Muy bien, mañana en la tarde, en tu hora de almuerzo, ¿Te parece?
- Eh claro, traeré ropa aparte para cambiarme entonces.
- De acuerdo.
Me sonrojé por su sonrisa y me tensé al sentir que me abrazó apegándome contra su pecho.
- Gracias. - Agradeció y yo por no ser descortés le correspondí, porque me encontraba muy apenado.
- De nada.
Mis mejillas me arden.
- Bueno, iré a darme una ducha, no tardaré para desayunar, ¿de acuerdo?
- Eh s-sí.
Él me regalo una última sonrisa y se fue a su ducha personal de su habitación, y como la puerta estaba entreabierta por un lado pude ver como dejaba su camiseta negra de pijama apoyado en una tabla de madera fina color blanco clavada en la pared, para después hacer lo mismo con sus pantalones grises holgados de dormir.
Por instinto me fui sintiendo mis mejillas completamente rojas.
Traté de calmarme y controlar los tonos rojos de mi cara y decidí irme a la cocina a preparar el desayuno de Atem para distraerme.
CONTINUARÁ.
¡SÍ!, he vuelto, después de mucho tiempo, espero les haya gustado el capítulo, y espero que la espera haya valido, por el tiempo que me demoré en seguir escribiendo.
No planeaba abandonar está historia si es lo que pensaban, porque está historia es muy especial para mí, de verdad, y este es uno de mis ships favoritos.
Los quiero mucho y hasta la próxima, bye bye. :3
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