Capítulo 1
-Marinette-
Eran como las once de la noche, veía la televisión con papá y mi mamá atendía la panadería.
-Mi pequeña florecita.- canturreó papá mientras me abrazaba del costado.
-Dime papá.- dije dándole una sonrisa.
-¿Tenías algún deber de la escuela que hacer?.- me preguntó con tono firme pero amigable, como siempre.
Pensé un momento sobre las clases del día de hoy, no recordada nada respecto de alguna tarea, así que supuse que no nos habían enviado.
-No que yo recuerde.- le respondí apoyando mi cabeza sobre su brazo.
En eso, la programación fue interrumpida por las noticias. Un akuma estaba destrozando la Torre Eiffel, la presentadora llamaba a Ladybug y Chatnoir de urgencia.
-¡Papá! ahora que lo recuerdo si tenía deberes, iré a hacerlos ahora.- dije con nerviosismo.
Papá estaba tan metido en las noticias que ni me escuchó.
Subí a mi habitación y busqué a Tikki.
-Marinette.- dijo mi pequeña kwami con preocupación.
-¡Tikki hay un akuma, debemos ir ya!.- exclamé y ella me miró triste.
-Marinette, este akuma es diferente... siento que es mas poderoso que los anteriores, tiene más oscuridad en su interior.
-Más poderoso o no, debemos detenerlo.- dije dándole más confianza a la pequeña mariquita.
-¡Tienes razón!.- gritó con su voz aguda.
-¡Vamos! Chat ya debe estar en camino.
-Ya sabes que decir.- se puso al frente mío.
-¡Tikki motas!.- exclamé y mi kwami fue absorbida a mis aretes.
Subí al balcón para impulsarme con mi yoyo hacia donde estaba el akuma. A los pocos minutos llegué al escenario de batalla.
Todo estaba destruido, había gente herida y mucho polvo por los edificios caídos.
-Oh no.- digo buscando al akuma.
Tikki tenía razón, este akuma no es como los otros.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi yoyo, era Chat.
-Chat ¿Dónde estás?.- pregunté con preocupación.
-My lady, estoy ayudando a los heridos, no se donde está el akuma. ¿Dónde estás tú?.- se veía cansado y con polvo en su cabello.
-Estoy cerca de la Torre.
-Voy para allá.- dijo serio.
-Bien, nos vemos aquí.- le respondí para después colgar la llamada.
Chat nunca estaba así de serio, esto es malo, esto es muy malo.
Ayudé algunas personas a salir de los escombros derrumbados y a los pocos minutos llegó Chatnoir.
-My lady.- dijo aterrizando a mi costado poniendo una mano en mi hombro.
-Chat, esto esta mal.- lo miré con la preocupación brotando por mis poros.
-Ladybug... El alcalde.- susurró y bajó el rostro apretando sus labios y puños.
¡¿Acaso dijo el alcalde?! Esto no puede ser... Lo primero que se me vino a la mente fue a Chloe devastada, a pesar de no llevarnos bien, se que es una buena persona en su interior y ahora debe estar muy mal.
-Chat debemos encontrar ese akuma y devolver todo a la normalidad.- levanté su rostro para que me mirara a los ojos.
-Tienes razón, debemos arreglar todo esto.
-Mi kwami me dijo que este akuma era distinto, más poderoso y más oscuro que los anteriores... No la tendremos fácil.- dije apretando mis puños con enojo.
Hawk moth ya me tenía en el límite, ¿Cómo es posible que sea tan perverso? ¡¿Cómo puede hacer tanto daño a gente inocente?!.
-El mío dijo lo mismo.
Un estruendo interrumpió nuestra pequeña charla y nos pusimos en posición de ataque.
-¡Vamos Chat! ¡Eso fue en el parque!.- exclamé lanzando mi yoyo y dirigiéndome al lugar.
Chatnoir me siguió extendiendo su bastón.
Llegamos al lugar y el akuma era enorme, tenía un traje completamente negro con detalles azul oscuro en los bordes, era un hombre pero sin rostro.
Al aterrizar en el suelo el akuma se volteo en nuestra dirección soltando una potente carcajada, no se de donde ya que no tenía boca... Me producía un escalofrío en toda la espina, era aterrador.
-Creo que a alguien le cambiaron la cara y se les olvidó devolverla.- dijo Chatnoir haciendo sus típicos chistes.
Rodé los ojos por su comentario y le lancé mi yoyo golpeando así su cabeza.
-No es momento para chistes.- refunfuñé mientras él se sobaba la cabeza.
-Lo siento my lady.- se disculpó haciendo un puchero.
Por estar distraídos, el akuma quien no nos había mencionado su nombre y tampoco nada sobre querer nuestros miraculous extendió sus brazos y de ellos salió una onda expansiva que nos hizo saltar lejos.
Lancé mi yoyo y se aferró a un poste, luego sujete a Chat de su cola para evitar que chocara con el edificio a nuestras espaldas.
-¡Tenemos que encontrar donde esta el akuma!.- grité y él asintió.
Chat corrió hacia el villano golpeándolo con su bastón en la quijada, el akuma ni se inmutó por su golpe, el felino retrocedió al notar que haría su golpe nuevamente.
-¡Ladybug corre!.- gritó el Chat yendo a mi dirección con rapidez.
Salté a uno de los árboles y lancé nuevamente el yoyo para enrollar al akuma con este e inmovilizarlo. Todo fue en vano ya que él era muy fuerte y destruyó la cuerda de mi arma.
-¡No! ¡Esto no es posible! Mi arma es indestructible.- exclamé tomando el objeto en mis manos para analizarlo bien.
No me di cuenta cuando el akuma se acercó a mi para dar un puñetazo.
-¡Ladybug!.- exclamó mi compañero empujandome y recibiendo el golpe en mi lugar.
-¡Chat!.- Grité y fui a socorrerlo.
Chat se estrelló contra el muro de un edificio y luego contra el pavimento, intentó levantarse pero no pudo.
Me acerqué a él para ver si estaba bien.
-Chat... .- susurré buscando respuesta, pero él no contestó.
Lo miré más detalladamente y pequeños hilos de sangre bajaron por su frente ¡estaba herido!.
No quise mover a mi compañero por si estaba herido de gravedad, me levanté y observe al akuma muy relajado.
¿Qué podría hacer? ¡El hilo de mi yoyo esta roto!.
-Marinette une las dos partes y se arreglaran.- oí a Tikki en mi mente.
Hice lo que me dijo y el arma desprendió una luz, reparandola al instante. Voltee a ver a Chat otra vez y seguía en la misma posición, apreté mis puños y corrí hacia el villano con enojo.
Sentía tristeza, enojo y preocupación por mi compañero de batallas, siempre estaba salvandome y por un descuido mío estaba herido nuevamente.
-¡Esto lo pagarás caro!.- grité arrojando mi arma al individuo y golpeando su rostro con esta.
No se movió ni un milímetro y comenzó a caminar lentamente hacia mi, me estremecí al notar como se marcaba una sonrisa en su blanco rostro.
El akuma soltó otra carcajada y puso sus puños en el piso haciendo temblar todo el lugar, caí de espaldas y rodé al casi ser aplastada por un árbol.
-Este akuma lo único que quiere es destruir todo.- dije para mi misma.- debo encontrar donde se oculta.
Lancé el yoyo hacia el cielo para invocar el amuleto encantado, grande fue mi sorpresa al recibir un frasco de jabón líquido.
-¿Qué demonios haré con esto?.
Miré por todos lados buscando donde utilizar el objeto y se marcó el piso donde estaba el akuma, pero, ¿por qué?.
No me fijé que el sujeto se había ido. Lo busque con la miraba y lo divisé flotando hacia la Torre
Eiffel. Miré a Chat hacia atrás y luego lancé el yoyo para ir tras el akuma.
-¿Dónde te metiste?.
Su fuerte carcajada me hizo saltar del susto, ya me estaba cansando este sujeto. Me di vuelta en posición de ataque, pero este no me hizo nada, solo se quedó quieto en su lugar como si me observara o esperara algo.
Pude notar que traía un prendedor en su cuello con forma de mariposa, no puede ser Hawk moth... ¿Por qué saldría ahora?, mis sospechas fueron acertadas cuando vi la aureola morada con forma de mariposa aparecer en lo que sería su cara, definitivamente era un akuma de eso no hay duda.
El sujeto movió su rostro de un lado a otro hasta que se quedó quieto, imagino que mirándome.
Tomé el jabón líquido en mis manos y busque nuevamente donde usarlo. El piso volvió a marcarse.
Saqué toda mi fuerza y me balanceé hacia el akuma golpeado su pecho con mis dos pies haciéndolo caer de espaldas, su abrigo se abrió mostrando un arcenal de diferentes cuchillas perfectamente puestas en su lugar, lo miré perpleja esperando que me devolviera el ataque, pero nunca llegó.
-¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué estás haciendo esto?.- pregunté desesperada ante su silencio.
Se levantó lentamente y puso sus puños hacia delante, sabía lo que haría así que me alejé hacia atrás.
-¡Dame todo lo que tienes!.- grité.
Él volvió a reír soltando su poder, el cual nunca llegó a mi. Lo único que mi vista divisó fue a Chat golpeándose contra el suelo.
-¡No!.
El volvió a reír y mi furia incrementó totalmente. Me lancé contra él y luego me puse a sus espaldas vertiendo el contenido del jabón en el suelo, volví a ponerme de frente y lo empuje haciéndolo resbalar con el líquido, arranqué el prendedor de su cuello, donde creía estaba el akuma, lo rompí y la oscura mariposa salió de ahí.
-¡Es hora de terminar con la maldad!.- exclamé atrapando el insecto con mi yoyo y purificandolo.
Volví mi vista el sujeto akumatizado y estaba inconsciente en el piso, era un hombre grande y musculoso, con varios tatuajes en su cuerpo.
Corrí a ver a mi compañero mal herido ayudándolo a ponerse de pie.
-Chat... .- susurré afirmandolo con mis brazos.
-No es por nada my lady... pero p-podrías revertir estas heridas ¿p-por favor?.- preguntó con dificultad pero con su sonrisa característica.
-Claro gatito.- respondí sonriendole y dejando que se apoyara en la pared.- ¡Miraculous Ladybug!.- exclamé dejando a la vista muchas mariquitas reparando todos los daños e incluso a mi compañero.
-¿Te dije hoy lo bella que estas bugaboo?.- preguntó mi compañero ya curado de sus heridas acercándose a mi rostro.
Rodé los ojos y puse un dedo en sus labios, ese si era mi Chatnoir, pensé riéndome internamente.
-¡No vuelvas a ponerte en una situación así!.- dije molesta.
-¿Así como?.- preguntó perplejo.
-¡Interponiendote con los ataques! Chat,, ¡estabas herido!.
-Mi deber es protegerte my Lady.- dijo en tono coqueto moviendo sus cejas de arriba-abajo.
-Tu deber es ser mi compañero y salvar París.- dije molesta.
No me gustaba que se pusiera en peligro y mucho menos por mi.
-Y por ser tu compañero es mi deber cuidarte.- frunció el ceño y se cruzó de brazos.
Suspiré, tenia razón... somos compañeros es lo que hacemos el uno del otro, protegernos.
-Lo siento.- musité y el se sorprendió.
Chat sonrió y extendió su puño frente a mi expectante, lo choqué con él.
-¡Lo hici...
No alcanzó a decir nuestra frase cuando se desequilibró y lo sostuve en mis brazos cayendo de rodillas al piso.
-¡¿Chat?!.- exclamé y toqué su espalda sintiendo tres protuberancias en esta.
-L-ladybug... .- dijo casi inaudible.
Vi por encima de su hombro, eran cuchillas. Busque en todas direcciones al sujeto que antes había sido akumatizado y ya no estaba.
-¡Chat! ¡Hey mírame! ¡Chat!.- exclamaba mientras tomaba el rostro de mi compañero entre mis manos.
¡Esto no puede estar pasando!.
-Hey Chatnoir... gatito... .- llamaba suplicando que me respondiera y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.
-M-my lady... n-no llores... .- me respondió alzando la vista hacia mis ojos.
-Necesito llevarte a un hospital... .- intenté cargarlo pero se quejó por el dolor y sangre comenzó a salir de su boca.
-N-no podré... r-resistir por mucho mas tiempo... .- dijo con la voz quebrada.
-¡No! ¡Chat! ¡No digas eso!.- grité sacando mechones de su cabello.- ¡eres fuerte! ¡no puedes hacer esto por favor!.
Su respiración comenzó a agitarse y cada vez se veía más pálido.
-Escúchame, estoy aquí contigo por favor, no me hagas esto.
Me habían dicho que mis ojos eran azules como el mismo cielo, ahora puedo cambiar eso por el mar, lagrimas corrían por mis mejillas y momentos con mi compañero de batallas aparecian en mi mente.
-L-lo s-siento...
-¡¿Por qué te disculpas?!.
-P-por bromear en l-las batallas... Y ha-hacerte enojar.- tosió con dificultad.
-¡Te perdonaré solo si te quedas conmigo!.- apreté su mano con fuerza y el sonrió tomando una de mis mejillas.
-T-te a-amo my lady... y l-lamento confesartelo asi...
-Chat... .- acuné su rostro en mis manos y besé su frente.
-E-estaré... con mamá... .- susurró mirando el cielo y luego mis ojos.
-¡No! ¡Basta! ¡El amuleto!.
-Mari... El amuleto n-no funcionará, no hay daños de akumas por reparar.- Dijo Tikki destrozando lo poco que quedaba de mi.
-¡No!... eres mi compañero, no puedes hacerme esto, te necesito conmigo... Por favor Chat.
Lágrimas salieron de sus felinos ojos verdes y me sonrió con ternura.
-No me equivoqué... estas muy linda hoy... Plagg, asegúrate de cuidarla.- dijo y no entendí a que se refería.-N-no quiero morir... .-su mirada reflejó miedo absoluto que jamás había visto en él.
-Chat... oye... ¡Chatnoir! ¡CHAT! ¡RESPONDE!... ¡NO!... .- el dolor se apoderó de mi, mi pecho dolía y lágrimas salían de mis ojos sin piedad alguna.
Agité a mi compañero buscando respuesta alguna pero solo veía su rostro pálido y con una sonrisa que se desvanecía lentamente junto con su agarre de mi mano.
El silencio inundó el lugar, ya no lo sentía respirar, lo abracé con fuerza no quería dejarlo ir, ¡no podía dejarlo!.
Un beep sonó y un brillo verde me cegó.
Abrí los ojos y fue como mil puñaladas en mi pecho.
-A-adrien... no, no, no, ¡Adrien! ¡CHAT!...
Mis pendientes sonaron y me destransformé.
-Mari... .- dijo Tikki pero yo solo me aferraba al cuerpo de mi compañero.
Una pequeña criatura negra se acercó tocando la mejilla de Adrien.
-¿A-adrien?.- preguntó con dificultad mientras tocaba con sus patitas las mejillas del chico.
Ya no sabía que hacer, no quería soltarlo, ¡esto debe ser una pesadilla!.
-A-adrien... vamos, despierta... Tu lady esta aquí mostrandote quien es, vamos a casa... .- decía el pequeño gato negro con las orejas bajas.
-Plagg... .- susurró Tikki poniendo una de sus manitas en el gatito negro.
-¡Adrien!.- volvió a decir el kwami con más desesperación.- ¡despierta!... ¡vamos a casa y dame queso!.- su aguda voz comenzó a quebrarse cada vez más.
Mi vista estaba puesta en el rostro angelical de mi compañero, imágenes de nosotros venían a mi mente, imágenes de Adrien en clases, imágenes de Chat salvandome muchas veces.
-Chat despierta... ¡despierta ahora!... Por favor... quiero oír tus chistes malos, quiero que me digas my lady... Por favor quiero ver tu sonrisa y oír tus coqueteos... No podría vivir sin escucharte. Me pediste perdón por tus chistes, ¡amo tus chistes! Chat... t-te amo... No me dejes.
Tomé su camisa blanca en mis puños y me acerqué rozando su nariz con la mía añorando sentir su respiración chocar conmigo.
Comenzó a llover, la sangre se mezclaba con el agua en el piso de la Torre, estábamos empapados.
-Adrien... Así nos hicimos amigos ¿no?... con la lluvia, te exijo que te pares y me des un paraguas... ¡¿oíste?!.
-Marinette... .- susurró Tikki quien abrazaba al kwami negro, la ignoré.
-Él, tiene que despertar.- le sonreí.- él va a despertar, somos compañeros... él debe protegerme y yo a él.
-Mari...
-¿Verdad? .- pregunté mirando al rubio.- lo harás, necesito ver tus ojos todos los días... oírte reír con las tonterías de Nino y sonrojarme cuando me hablas, necesito hacer planes con Alya para poder confesarme.- sonreí.- ¡ya despierta! ¡no estoy bromeando!.
-Mari... él no lo hará.
Esas palabras me aterrizaron en la realidad, la fría lluvia caía por mi cuerpo, y mi ropa estaba cubierta de sangre...
-No, no, no ,no ¡NO! .- el dolor era indescriptible.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro