13
No pasó ni dos minutos cuando ella se abalanzó a su cuerpo después de romper su pasamontañas de la boca, lo besaba como si el tiempo no tuviera final.
-No, no quites.
-¿Porque?
-Solo no lo hagas.
Sin más por decir él camino hasta dejar su cuerpo en una mesa, solo quedaban ellos en ese lugar, un par de luces se encontraban encendidas pero no alcanzaban a alumbrar sus cuerpo completos.
Jungkook se adentro con su mano a su intimidad, tocó por encima dando solo un débil roce sintiendo como ella se humedecia con el paso de los minutos.
Paso su mano por su cuello dejandola en la parte trasera mientras la otra hizo a un lado sus bragas y empezó a masturbarla sintiendo de vez en cuando espasmos leves.
Acercó su cuerpo sacando su mano para deslizarla hasta su glúteo, palmeo un par de veces antes de acercarla por completo a su bulto, lo restregó imitando estocadas aún con su pantalón puesto.
Las manos de Bonnie con rapidez se adentraron a su pantalón y boxer, tomaron su longitud y empezó a masturbar lo acercando su miembro a su entrada y así poder sentirlo aún que sea un poco.
Sus gemidos se combinaron creando una melodía. El la mente de Woon ya no quedaba esa imagen del tierno JungTak, ahora podía ver a Jungkook él chico que peleaba ilegalmente, él hermano de quién alguna vez estuvo enamorada y ahora él chico que la hacía pedir más.
-Oh~ -escucho su voz regresando en sí.
Su rostro inclinado hacia atrás, el sudor que recorría su cuerpo, lo brillo que estaba el mismo, sus labios entre abiertos y rojizos, bajo su mirada viendo como su mano lo tenía de esa forma, se acercó más a él colocando su miembro en su entrada y lo incito a moverse.
Un suspiro salió de los labios de ambos, Woon tomo su rostro entre sus mano uniendo sus frentes antes de besarlo, ya no era rudo ni necesitado, era lento, tranquilo como si al fin pudiera abrirse a la oportunidad de vivir.
Jungkook la embestía sin prisa también disfrutando de ese momento, pero en su mente aquella chica que lo besa de esa forma tierna no era más que Woon, se sentía mal por la mujer que ahora le entregaba su cuerpo así pues no tendría que llegar nada a su mente y menos pensar en otra mientras la toca y la besa de esa forma.
Los dos tenían pensamientos diferentes pero les hizo entender muchas cosas. Solo era cuestión de tiempo para que todo se normalizara o al menos entre ellos pudieran encontrar paz.
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