—Entonces...

—Pasare una semana junto a él, después de eso las autoridades decidirán si soy apto para cuidarlo.

—¿Y que tiene que ver esa chica?

—Ella me vigilará. Se hará cargo cuando yo esté "trabajando" y si hay algo que no le guste podría ser causante de que pierda la custodia.

—JungKook me alegro mucho que lo intentes pero si no te crees capaz de hacerlo es mejor que lo digas ahora, ese niño acaba de perder a su padre y si tú también te vas por culpa de la irresponsabilidad o incluso por ser boxeador, perderá todo.

—Lo he estado pensando bien...no quería saber nada de él,ni estar involucrado en su vida pero...es  lo único que me queda, SangJi es alguien por quien podría luchar incluso dando mi vida.

—No se que fue lo que le pasó al Jungkook de hace días pero me alegro que cambiarás de opinión.

—Si, debo irme, ellos me esperan.

—Claro ve, no te olvides que este viernes tienes combate, arregla todo para antes de ese día.

—Lo haré, adiós Hoseok.

Si talvez fue un cambio drástico pero estaba dispuesto a intentarlo, él también cometió errores y era momento de corregirlo e incluso devolver una cierta parte del cariño que alguna vez se le ofreció.

Regreso a su casa siendo esa la última vez que pisaria ese piso, ese día tenía que empacar todo lo necesario para ir a la casa que su hermano dejo, la cual por ahora pertenecía a él a menos de que la custodia potestad no se le sea otorgada.

Con sus maletas ya en mano se despidió de su pequeño hogar, era solo una habitación y una diminuta cocina, talvez no sea lo ideal pero era lo único que podría decirse suyo.

El viaje a la casa de su hermano tomo una hora, la puerta alta, dos plantas con un hermoso patio, en definitiva nada de lo que él podía gozar.

Tocó el timbre y espero, la puerta se abrió esperando ver a Woon pero una mujer mayor apareció.

—Debes ser Jungkook...eres igual a tu hermano, lamento mucho por lo que tuviste que pasar.

Recibió sus palabras sin saber que responder.

—Soy JaeMin la abuela de la pequeña Gyu.

—Es un gusto conocerla—mas a su mente no llego ningún rostro relacionado con ese nombre, pero pensó que tal vez se trataría de Woon.

—Pasa por favor.

Al entrar, todo se veía igual o más impresionante que la simple fachada, la vida de ambos hermanos era diferente en todos los sentidos.

—¡Tío!

SangJi corrió hasta él para recibirlo con un gran abrazo en las piernas, Jungkook lo miro, su rostro a pesar de estar pálido parecía feliz de verlo, su cuerpo ya estaba cubierto de su pijama, la hora de dormir había llegado.