Su traje negro se veía reflejado en el espejo, las ojeras y su rostro lastimado. La noche paso lento dejando un pesar que no podía apartar.

El sábado a las 10 de la mañana Jung JungTak había fallecido, Woon, SangJi y Jungkook desde el pasillo recibieron la noticia de que su hermano,amigo y padre no había resistido.

Ese día siendo domingo, él se preparaba para asistir al funeral de su hermano.

Salió de casa, camino hasta donde se llevarían a cabo rezos mientras se perdía en sus pensamientos.

"Perdón... perdóname por no contestar, por no querer escucharte y por no aceptar tus disculpas... JungTak no me dejes, es lo único que te pido, hermanito..."

Aún surgían las lágrimas, con su mano las retiró como si aquello fuera un delito.

Al llegar al lugar, Woon estaba en la entrada, vestía de negro al igual que él,su cabello suelto se encontraba un tanto desordenado y sus ojos tan hinchados como los suyos. A su lado está SangJi el pequeño seguía llorando agarrado de la pierna de Woon, parecía su único lugar seguro.

Jungkook se acercó hasta estar frente a ellos, SangJi alzo la mirada,sus ojos brillaban pues en Jungkook veía a su padre, aún que era clara la diferencia, se sentía cálido cada que sus ojos se conectaban con los suyos.

Dejo de abrazar la pierna de Woon para aferrarse a Jungkook, este al tenerlo pegado a él,se inclinó un poco para tomarlo en brazos, entendía que él niño sentía o lo veía como su padre y en estos días de duelo no le negaría sentir o ver una ilusión errónea, todo ese tema era demasiado para un niño de solo cinco años.

—Hola.

—Hola, pasa por favor.

Al entrar había bastante gente ocupando ese pequeño espacio, la foto de su hermano estaba dentro de un cuarto rodeado de flores, dejo a su sobrino en el piso pidiendo le que le dejara despedirse de su hermano solo por un momento.

Se arrodilló, se inclinó poniendo sus manos en el piso para después recargar su cabeza, en su mente le pedía seguir su camino, no habría rencor ni malos deseos, solo un recuerdo hermoso de los hermanos Jung. Más el peso de ese día fue tanto que así con la cabeza pegada a sus manos las lágrimas y un enorme nudo aparecieron, quien lo viera desde afuera podía ver el movimiento de su cuerpo ante el lamento que soltaba.

SangJi se acercó, se arrodilló frente a él y lo abrazo,dejando su diminuta cabeza encima de la suya. Eso solo ocasionó que se le volviera imposible controlarse, lloraba con fuerza mientras rogaba por qué volviera, le pedía a gritos que regresará que sería un buen hermano y lo ayudaría como antes, más solo recibió un silencio sepulcral.

—JungKook.

Woon llegó corriendo cuando una conocida se acercó a ella para informarle sobre la situación que se vivía adentro.

—JungKook por favor tranquilízate... SangJi ve con mi abuela cariño.

—No... él me necesita.

—Por favor SangJi.

El niño se levantó después de dejar un beso en su nuca, Woon se acercó a él lo hizo enderezar se para después abrazarlo, él la apreso entre sus brazos con fuerza, temeroso como un niño asustadizo, en ese momento entendía las palabras de JungTak.

Jungkook solo era un niño con una máscara de chico rudo pero en realidad era tan frágil que con un simple roce podría romperse.