—¿En qué piensas?.—sentí como el peso de Thomas sobre mi,me acomodé como pude y suspiré.—¿Necesitas que te traiga algo?.

—No,Thomas.—acarició mi vientre.—¿Te has parado a pensar en qué haremos cuando nazca?,estamos divididos,ahora que sé que tengo una familia quiero quedarme en Italia.

—¿Querias alejarlo de mi porque decías que mi familia era peligrosa y ahora quieres criar a mi hijo bajo el manto de Al Capone?.—preguntó notablemente molesto,sus ojos azules me observaban con detenimiento,y tras ese azul como el océano podía identificar el fuego del mismísimo infierno,pero lo cierto es que esa mirada ya no despertaba nada de miedo en mi,no puedes seguir controlándome,Thomas Shelby.

—¿Recuerdas que con una llamada os ha salvado la vida?.—se alejó.—Solo digo que ahora somos igual de poderosos,y si tu excusa era que yo estaba sola y corría peligro por ello,ya viste el séquito de guardaespaldas que me ha puesto mi padre,y está casa es una fortaleza.

—¿Y entonces,qué?.—se levantó.—¿Vas a quedarte aquí y vas a enviar al crio de vez en cuando o cómo pretendes hacer las cosas?.

—Quédate,Tommy.—me miró con una ceja alzada.—Me tienes aquí,tienes mi apellido,puedes convertir este país en tu parque de juegos con tan solo pedírmelo.

—¿Tanto poder tienes?.

—Quiero más.—respondí rápidamente,lo vi cruzándose de brazos.—Tienes que comprender que quiero lo mejor para nuestro hijo los Peaky Blinders tienen los días contados si el cerebro se ausenta y yo no tengo pensado regresar pronto,tengo asuntos aquí.

—También los tienes en Birmingham.—rodé los ojos.—¿Quieres que te hable con la puta verdad?.—pegué un brinco algo asustada ya que no me esperaba que me levantase la voz.—Estoy cansado,cada vez que te tengo conmigo me dices que tengo que pasar otra larga temporada sin ti,no quiero hacerlo,Chiara.

—No es mucho lo que pido,solo quiero regresar a nuestra ciudad,que compremos una casa,que el bebé nazca y que podamos criarlo bien.—suspiró.—Siento que tienes unos planes en los que me dejas al margen y no quiero ser exagerado pero me está matando.

Seguía dándome la espalda así que supuse que no quería mostrarme su lado más frágil,en cambio a mi no me importaba,me dolía que pensara así,que se sintiera así,solo,eso no se lo deseo a nadie.

—Thomas.—me miró.—Te quiero.—dije antes de levantarme,caminé hacia él con precaución ya que no sabría cómo respondería.—Dios sabe que lo hago,porque de no ser así me habría marchado hace tiempo.—me miró.—Y en cuanto supe que tu vida corría peligro actué rápido,cuando se trate de protegerte a ti o cualquier Shelby.—acaricié mi vientre.—Mía sentidos estarán allí.

—¿Que intentas decirme con eso?.

—Que si me faltas me muero,Thomas.—sonreí de lado.—Y por lo mismo,mato al responsable.—acaricié su cabello.—Aunque no sea lo primero que veas en las mañanas me tienes justo aquí.—acaricié su pecho.—Y nadie va a poder sacarme de ahí.

—No pienso irme sin ti.

—Entonces quédate.—ladeó la cabeza.—Mi padre tiene una política y es que,para asentarse en el territorio has de tener lazos con él.

—Voy a darle un nieto.

—No es suficiente.—me apoyé en la pared.—Hablo de negocios.

—Tengo algo mejor.—lo miré sin entender.—Voy a pedirle la mano de su hija.

—No voy a casarme contigo por un mero trámite.—negó con su cabeza.

—Te casarás conmigo porque necesito reafirmar ante todos que eres la señora de Thomas Shelby,de forma oficial.—besó mis labios.—Así que mejor dime,¿donde quieres ir en nuestro viaje de bodas?.

—Déjame pensarlo unos días.¿Cuando le dirás a tu familia?.—fruncí el ceño cuando vi el anillo que sacó de su chaqueta.¿Ya tenía pensado pedirme matrimonio?,comenzaba a dudar acerca de continuar con mi plan de venganza,o al menos,en su Thomas debía estar incluido como víctima,después de todo se le da mejor cazar que ser cazado.

Narra Thomas.

Sonreí cuando Chiara se sentó en mi regazo,su padre nos observaba en completo silencio,toda la sala estaba expectante,querían saber lo que ocurría,el motivo por el cual estábamos todos reunidos,saqué la caja con el anillo y me sentí imparable cuando mi suegro tensó la mandíbula.

—Tras haber estado a punto de morir me di cuenta que ya dejamos que pase mucho tiempo para hacerlo,quiero que Chiara lleve mi apellido de forma oficial.—sonreí.—Esto es mera cortesía porque aunque muestre oposición ella acepto y es la única respuesta afirmativa que necesito.

—¿Crees que puedes tomar las decisiones que desees?.—Chiara se levantó,la miré extrañado cuando vi que no caminaba en línea recta.—Llamad a un médico.—dijo su padre.

—No.—dijo ella.—Solo es cansancio.

—¿Entonces?,¿acepta o no?.

—Thomas Shelby,piensa detenidamente las cosas porque al unirte a ella estas metiendo un pie en esta familia y lo que ustedes hacen parecen actos de caridad en comparación a la forma en que operamos aquí,Chiara no creció conmigo y aún así se dedicó a matar a sangre fría sin remordimientos,está en su sangre en cambio tú,mostraste compasión.

—¿No le gusta la compasión?.

—La odio.

—Entonces no siga poniendo problemas.—Arthur comenzó a reír.—Porque paciencia y compasión es de lo que menos tengo y las pierdo cuando se meten en mis asuntos o con mi familia.

—¿Alguien lo está haciendo?.

—No creas que olvidé como le hablaste a Chiara.—humedecí mis labios.—Tic tac,el tiempo pasa y la bomba está más cerca de estallar.—me levanté del sillón.—Solo espero que esté en zona segura cuando explote porque,suegrito,tú forma de operar parecerá una obra de caridad en comparación con lo que haré.—dije usando su propia frase para amenazarlo.—Aún estando en su territorio soy el jodido Thomas Shelby y se bailará al son de mi flauta.

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