SEVENTEEN.
-¿Te encuentras bien?.-me preguntó Alfie al notarme distraída,me encogí de hombros antes de darle un sorbo al té que me había preparado.-¿ame contaras que ocurrió con Kimber?.
-Fuimos a su despacho y le obligué a renunciar al negocio que construyó estos años a base de sobornos e intimidación.
-¿Entonces entregó una parte a los gitanos y otra a ti?.-asentí lentamente con mi cabeza.-Bien jugado.-comenzó a revisar la mezcla de la ginebra antes de ordenar que la embotellaran.
-Alfie,siento que esto acabe así.-me atreví a decir.-Pero mi relación con Thomas es demasiado complicada de por sí,como para comenzar a involucrar más personas...
-Ese tipo meterá la pata y sabemos perfectamente a dónde irás,disfruta del entretenimiento mientras dure.-sonrió con superioridad antes de marcharse dejándome sola en la bodega.
Cuando llegué a mi casa tras ese amargo encuentro decidí darme un baño,comí lo que la cocinera dejó en la nevera,acaricié mi vientre con delicadeza y me senté en el sillón para pensar en cómo plantaría cara a los Changretta después de tanto tiempo.
Unos toques en mi puerta me hicieron fruncir el ceño,sonreí al ver a Thomas junto a sus hermanos,John estaba demasiado serio y me intrigaba saber por qué.
-¿Ha pasado algo?.-pregunté dejándolos pasar.
-Hemos estado pensando y creemos que debes estar al frente de los Peaky Blinders.-miré a Thomas,su mirada no me transmitió información de ningún tipo.-Ser cerebro y fuerza bruta es demasiado difícil para Tommy.-explicó Arthur.-Todo el mundo está escandalizado con lo que le hiciste a Kimber,quizá sea miedo o respeto pero ven una líder en ti.
-No creo que sea una buena idea,Arthur.-suspiré profundamente antes de dirigirme a la cocina.-¿Queréis tomar algo?.
-Vodka,si tienes.-habló el penúltimo de los hermanos,achiqué los ojos en dirección al chico y le hice una señal para que se acercara.
-Suelta lo que te tiene así de serio.-elevó una ceja.-Estás muy serio y algo ocurre,cuéntamelo.
-Joder..-miró hacia atrás asegurándose de que no le estuvieran observando.-Hay una chica que contrataron para trabajar en la taberna,pero no confío en ella,se ha acercado a Thomas estos últimos meses y ha estado metiendo las narices en asuntos que no la incumben,con el tema de las armas escondidas,sospecho que puede ser una infiltrada.
-Muy bien.-dije gritando.-Alfie ya está embotellando el primer cargamento,socio.-me miró confuso,le señalé el papel en el que debía escribir el nombre.-Nombre y apellidos.-susurré.-Descubriré de quien se trata.
-No venderemos nada hasta que la prueba.-dijo entre risas,comenzó a escribir.-¿Puedo quedarme aquí hoy?.-fruncí el ceño pero accedí.
-No tienes que pedirlo,Johnny Boy.-besó mi frente antes de volver al salón.
-¿Y el vodka?.-preguntó Thomas.
-Niño tonto,lo olvidé en la cocina.-dijo antes de levantarse.
-Las botellas están ahí.-miré al chico algo nerviosa.
-Tommy,deberíamos irnos.-me miró.-Esta noche los Changretta irán al club,es cosa tuya,pero tienes refuerzos,estaremos cerca.-el mayor de los hermanos besó mi cabeza antes de levantarse,la penetrante mirada de Thomas me analizaba en silencio,finalmente se levantó.
-Dejádnos un minuto.-pidió tomando mi mano,me arrastró por la casa hasta dar con una habitación,su cuerpo pareció relajarse al ver el cuarto del bebé,por fin estaba terminado pero no esperaba que alguien lo viera antes que la criatura.-Hicieron un buen trabajo.
-¿Qué querías decirme?.-se giró para mirarme.
-No estoy de acuerdo con lo de los Changretta,pero creo que sí deberías estar al frente de los Blinders,tienes madera para esto y dos me yes siempre piensan mejor que una.-arrugué la nariz y me acerqué a su cuerpo,perfume de mujer.
-Lo pensaré.-respondí sin más.
-Dicen que abandonaste a Alfie.
-No significa nada.-respondí.-No quiero dañar a terceras personas con lo que sea que hay aquí,Thomas Shelby.
-Llámalo por su nombre.-lo alejé de mí.
-¿Quien es Grace,Thomas?.
-La nueva empleada de la taberna.
-Puede que como juguete te sirva pero quiere indagar en tu vida,quiere traicionarte y cuando eso ocurra disfrutaré del espectáculo porque pensar con lo que guardan tus pantalones,no siempre sale bien.
-Los celos pueden ser dañinos.
-John se quedará aquí hoy.-tensó la mandíbula.-Mañana iremos a casa,y eliminaré a esa oportunista del mapa.
-¿Te ha besado?.
-No entiendo qué tiene que ver eso,Alfie y yo..
-¡Thomas!,los chicos están ya en sus puestos,acaben de hablar y vayamos al puto club,tengo ganas de cargarme a alguien.-forcé una sonrisa.
Lo vi marcharse,su hermano entró y me miró con curiosidad.
-¿Te dijo algo sobre ella?.
-Que es una empleada.-sonreí de lado.-Conozco a tu hermano y cuando hay algo nuevo ante sus ojos pierde la cabeza.-mordí mi labio.-John...-sonrió de lado.-¿Podemos?.
-Debemos.-dijo rodeando mi cintura con sus brazos,sentí como me aprisionó en la pared antes de besarme,mi mente y mi cuerpo quieren a John,¿por que el corazón no pone de su parte?,es un chico genial y me atraía.-¿Dónde está la habitación?.
-Al final del pasillo.-susurré despacio.
(...)
Miré al camarero y cogí una copa,me dirigí a mi despacho donde me esperaba Luca y su séquito,cerré la puerta cuando estuve en el interior.
-Esperábamos a otra persona,algo más Shelby.-rodé los ojos.-Te veo bien.
-Después de vuestros golpes...me recuperé y como puedes ver.-señalé el edificio.-Me va bien.
-¿Has vuelto al yugo de esos criminales,cierto?.-sonrió.-He visto como dejaste a Kimber,vinimos a negociar.
Me crucé de brazos y esperé a que comenzase a hablar,me acomodé en el sillón.
-Vendes la ginebra de Alfie,queremos que vendas nuestro whiskey y dejaremos en paz vuestro negocio.
-No,gracias,¿eso era todo?.
-Escúchame..-gritó.
-¡No!.-me levanté bruscamente.
-Desde que mi padre murió un puñado de hombres se ha visto con la capacidad de decirme qué puedo hacer y qué no,con quien relacionarme y con quienes no,dónde vivir,en qué invertir.-suspiré.-Me engañaron,me utilizaron para limpiar sus conciencias y para conseguir sus propios fines y nadie escuchó mi opinión al respecto.-rodó los ojos.-Me han subestimado por demasiado tiempo y no seguirán haciéndolo.
-¿Sacas esa seguridad de él?.-negué con mi cabeza.
-Me golpeasteis hasta dejarme en un hospital,se supone que sois la última familia que me queda,¿todo por qué,por relacionarme con los Peaky Blinders?,deberíais cuidarme,prometerme que todo estará bien,porque desde que papá fue asesinado,solo siento un enorme vacío.
-El padre de tu bebé lo mató.-comentó uno de ellos.
-Y debéis ser idiotas si creéis que no estoy tramando mi venganza personal.
Luca sonrió con orgullo.
-¿Cuando caerán los Shelby?.
-Sean pacientes e invisibles,prepárense para la guerra porque destruiré a todo el que me subestimó.
-¿Qué les dirás?,el resultado de la reunión.
-Que os he cedido un diez por ciento a cambio de protección en la frontera italiana,Thomas necesitará un medio seguro para transportar tabaco y armas.
-Bien.-forcé una sonrisa.-Nos veremos pronto,sobrina.-lo abracé.
-Tú.-señalé a uno de los que le acompañaban.-Dispara aquí.-señalé mi hombro.
Mi tío negó pero insistí hasta que terminó obedeciendo,saqué la cuchilla que guardaba en mi abrigo y rajé su garganta.
-Debe ser creíble.-susurró Luca.-Espero que tus perros lleguen en diez minutos si no,estaréis los dos muertos.-salió sin poder disimular la preocupación.
Pasaron unos minutos hasta que vi a John aparecer,Arthur lo empujó y me cogió en brazos.
-¡Thomas arranca el puto auto!.-la voz desesperada de John fue lo único que escuché antes de perder la consciencia.
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