-Hola,John.-dije con una sonrisa,el chico me miró varias veces como si quisiera asegurarse de que estuviera viendo bien,besé su mejilla y me alejé cuando vi a Thomas aparecer en escena,había venido a su barrio para ver cómo seguía la taberna y el resto de la familia Shelby.

-Estás preciosa,coño.-dijo emocionado,no pude evitar reír.-Tengo que resolver un asunto pero te veré más tarde,lo prometo.

Me dejó a solas con su hermano quien apagó su cigarrillo para poder acercarse a mi,sin dejar de mirarme con sus penetrantes ojos azules posó su mano en mi vientre consiguiendo sorprenderme.

-Parece que está sano.-cuando quiso alejarse entrelacé nuestras manos y lo atraje hacia mi.

-¿Todo esto forma parte de tu plan de demostrarme que nadie puede ofrecerme una vida como la que tú me otorgarías?.

-Me ofende que sigas dudándolo.-se sacudió la chaqueta.

-Pero no se trata de eso.-evitó mi mirada.-Ese bebé es lo único que me mueve para intentar convertir todo esto en un negocio legal.-lo tomé del mentón y fruncí el ceño cuando que tenía los ojos llorosos.

-Cielo,¿que ocurre?.-acorté la poca distancia que nos separaba y me atreví a dar el paso de besar sus labios,siguió el beso a los pocos segundos y terminó alejándose cuando los pasos de Arthur sonaban cerca.

-Vamos a matar a Kimber.

-¿No te dio el porcentaje?.

-Se aprovechó de mi desesperacion para intentar tomar algo que me pertenecía.-vi como cargaban armas.

-¡Parad!.-dije llamando su atención.-Nadie va a matar a nadie hoy,tenéis suerte de que alguien con cerebro vino.

-¿De quien es la golfa que trata de darnos órdenes?.

-Dame eso.-miré a Tommy,cogió un pequeno cuchillo de las manos de un hombre que pasaba por ahí y lo lanzó consiguiendo clavárselo al que me interrumpió.

-Es la señora de Thomas Shelby así que lo pensaría antes de decir mas gilipolleces.-dijo sin dejar de mirarme.

-Como iba diciendo,guardad las armas y dejad que vuestro jefe y yo consigamos más de lo que conseguiríamos si matásemos a ese cabrón.

Me subí al vehículo con Tommy y dejé el bolso en la parte de atrás y esperé a que arrancara.

-¿Quieres matarlo con tus propias manos,no es así?.

-Lo es.-sonrió de lado.-Chiara...siento muchísimo lo que te hice,no habrá suficiente oro en el mundo para compensarte.

-Olvida el oro,Thomas,quiero poder,quiero tanto poder que la gente tiemble cuando aparezca en el mismo lugar en el que se encuentran,quiero ser la causante de sus pesadillas y Billy Kimber está el primero en la lista.

-¿Cuál es el plan?.-preguntó apartando la vista de la carretera por un corto lapso de tiempo.

-Entraremos en su puto santuario y lo vamos a remodelar.-ironicé.-Haremos que ese cabrón se acojone.

(...)

-No pueden pasar.-me moví con rapidez y tomé el gorro de Thomas,en un rápido movimiento rajé la cara del hombre de un extremo a otro,lo golpeé dos veces con mi rodilla en las costillas y sonreí al verlo caer.

-Prometo dejarte el siguiente.-dije con una sonrisa.

Avanzamos con cuidado para no llevarnos sorpresas y sonreí cuando vi a un acercándose,un objeto voló hasta su hombro,genial Tommy lleva cuchillos.

Suspiré pesadamente antes de golpear la cara de uno,lo tomé del cuello y estrellé su cabeza contra la pared numerosas veces.

Repetí la accion con los otros dos que llegaron,el ojiazulme miraba con curiosidad pero seguía concentrada en mi tarea de eliminar al mayor número de enemigos posible,arreglé mi ropa antes de irrumpir en el despacho de aquel idiota.

-Buenos días,socio.-dijo Thomas.

-¿La trajiste para que terminara el trabajo?.

-Me dijeron que había un espectáculo magnifico hoy y quise conseguir sitio en primera fila,estoy incluso nervioso.-borró su sonrisa y puso una cara de molestia inconfundible.-Adelante,amore.-dijo en italiano.

Tomé por el cuello a Kimber y lo elevé del suelo,comencé a reírme cuando vi como pataleaba sin parar,hice más fuerte el agarre y lo solté cuando comenzó a tomar un tono morado.

-Idiota.-sacudí mi ropa.-Siéntate.-obedeció.-Me ha dicho Thomas que no les diste su porcentaje y eso me enfadó.

-No disfruté de mi beneficio así que no merecían que yo cumpliera con el trato.-Tommy se levantó bruscamente pero le frené.

-¿Eres consciente de que soy mucho más peligrosa de lo que piensas,verdad?.-relamí mis labios.-Tienes algunos hombres moribundos desde la entrada del edificio hasta la entrada de tu despacho y son numerosas las cosas que he pasado por alto,te burlaste de John y Arthur el mismo día que me tocaste sin mi consentimiento,intentaste usarme como moneda de cambio cuando sabías que no tenías intención de entregar nada a mis chicos,muy mal,Kimber.-suspiré.-¿Qué mano utilizas menos?.-lo pensó demasiado,saqué un arma y disparé su mano derecha.-Probemos otra vez,vas a cederle a los Peaky Blinders un cincuenta por ciento y a mi el otro.

-Me quedaría sin nada.-dijo antes de aullar de dolor a causa de la herida.

-Segundo que una rata como tú Sabra ingeniárselas para volver a su posición económica y social,por lo pronto,el disparo es un regalo porque te necesitamos vivo,pero esto...-miré a Thomas.-El cuchillo.-asintió antes de  entregármelo.

Lo empujé contra la pared,rajé sus pantalones y su ropa interior y corte sin remordimientos sus genitales.

-Las apuestas han cambiado de dueños,por orden de los putos Peaky Blinders.-dije con una amplia sonrisa.-Quizá así se te quiten las ganas de abusar de las jovencitas,ahora debes estar deseando que Tommy te hubiera matado,¿cierto?.Lo siento,pero te quiero vivo para que sientas hasta el último minuto el tormento al que te voy a someter,nadie jode a los míos o al menos no sale impune.-caminé hasta el baño y me lavé las manos.-Quiero que sirva como mensaje,no estamos para perder el tiempo.

Salí del despacho seguida por Thomas y fruncí el ceño cuando se quedó parado junto al automóvil.

-¿Qué?.

-Dijiste que fuiste a la guerra,es mentira,así que dime,¿a qué oscuro arte te dedicabas?.

-Era una mercenaria.-sus ojos se abrieron como platos.-Queréis proteger a alguien que puede sola.-suspiré.-Matar es un arte y yo realizo los mejores lienzos.

Su sonrisa se ensanchó.

-Arranca,necesito una copa.

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