Observé a John,me hizo una señal para que entráramos a la taberna,la chica rubia estaba sentada en una de las mesas junto a Thomas,sus manos estaban entrelazadas,sentí la mirada del chico sobre mi.

-Estoy bien,John.-dije antes de tomar aire.-No tardaré,te veo luego para ir al local.

Caminé con tranquilidad y me senté en la silla libre que había en medio de ambos,miré a Thomas con seriedad y sin necesidad de decir nada,se alejó.

-¿Te conozco?.

-Bueno,querida,estás a punto de hacerlo.-sonreí ampliamente.-Dime,Grace,¿por qué te han visto frecuentando la iglesia?,es increíble lo que un hombre que se considera fiel a Dios es capaz de soltar absolutamente todo,visitas periódicas con un señor que se parece bastante al nuevo personaje que está al cargo de los polizontes.

-No sé de lo que me hablas.-hizo el ademán de levantarse.

-Puedo rajarte la yugular en cuestión de segundos,no te dará tiempo a levantarte.-sonreí de lado.-Siéntate.

-Ve al grano.

-Thomas es un hombre atractivo,¿verdad?.-sonreí.-Misterioso,posiblemente es lo que te atrajo,y esos hipnotizantes ojos azules,la guinda del pastel.

-En fin,entre eso y el miedo que genera imagino que tiene abiertas las piernas de cualquier chica que se le antoje,en cambio tú...huelo el interés y la traición a kilómetros.-Por favor,cielo,lávate o disimúlalo,en fin,solo quiero saber,¿cuantos escondites habéis destapado creyendo que ahí se esconden las armas que se supone que tiene Thomas?.

Sus ojos se abrieron.

-Mientras estamos charlando tengo un par de amigos trabajando en ello,y a mi,no podrás seducirme.

-Puede que me equivoque y realmente lo ames pero en ese caso tampoco saldrá bien,el cuento de la chica especial a la cual quiere darle una vida que ningún otro hombre podría..me lo contó a mi también,supongo que somos unas ilusas.

-¿Eres la chica a la que dispararon ayer?.

-Si.

-Quedé en verme con él ayer y no llegó,imagino que lo mantuviste ocupado en el hospital.-puso mala cara.-Me juró que no seguíais en contacto.

-Sois tal para cual,unos completos mentirosos.-me levanté y me acerqué a su oído.-Ah, si se te ocurre joder con Arthur o John,o cualquier Peaky Blinder,te haré rogar que acabe con tu vida.

Tragó duro.

-Justo aquí.-toqué su frente.-Aquí irá la bala que te mandará al infierno si jodes con los Peaky Blinders.

-¡Michael!.-un chico de mi edad se metió en el local y fue llamado por Thomas a la zona del reservado.

-Tengo que irme pero recuerda nuestra conversación.

Me metí en el reservado y sentí la mirada del tal Michael sobre mí,inconscientemente mordí mi labio.

-¿Quien es esta preciosidad?.

-Chiara,encantada.-respondí con una sonrisa.

-Pol nos matará si se entera de que te dejamos meterte aquí,es donde ocurre lo malo.-quise mirar a Arthur pero la intensa mirada de Thomas me lo impedía.

-Tiene que hacerse a la idea.

-Es tu primera noche aquí y ya quieres ser un criminal.-dijo John entre risas.

-¿Pol es tu madre?.-asintió con su cabeza.-Debes ser ese Michael.

-El mismo.-se deshizo de su chaqueta,sentí los estruendos en el interior del local y salí seguida por ellos.

-Thomas Shelby.-el hombre gritaba como loco,me acerqué con cuidado.-He dicho Thomas,no he pedido los servicios de una prostituta.

-Cuidado.-bramó John.

-¿Qué quieres?.-hizo el amago de avanzar pero no pensaba permitírselo.

Lo tomé del cuello y lo elevé un poco del suelo,me empujó desorientandome y cuando quise darme cuenta ya me tenía sujeta por el cuello,sentí el arma colocándose en mi cabeza.

-Te juro que acabaré con su vida si no resuelves esto.-el chico frunció el ceño.-Nos estás quitando el monopolio en el contrabando de tabaco,destruye tus barcas o ella lo pagará.

-Dispara.-dijo con tranquilidad,alcé la ceja.-Hazlo.

Y entonces lo entendí,elevé mi cabeza y tiré de la cadena para sacar la cuchilla,aproveché que aún se recuperaba del golpe que le di al elevar la cabeza y le rajé la cara de un extremo a otro,le quité el arma y me alejé,John me revisó y me obligó a irme pero no quería hacerlo.

Varios dispares seguidos resonaron en el local,miré sorprendida el cuerpo ensangrentado de Thomas,me había sorprendido su rabia contra aquel hombre,tras la charla con Grace creí que realmente no era importante en su vida pero esa rabia...

Su pecho subía y bajaba con agresividad,en cuanto consiguió algo de calma sus ojos buscaron los míos y sentí como se relajó por completo,al ver la sangre sentí unas ganas terribles de vomitar,acudí al baño y solté todo,enjuagué mi boca.

-Por eso ella será la cabeza de los Blinders ahora,destreza,decisión y unos cojones más grandes que los de cualquiera de nosotros.-sonreí ante las palabras de Arthur.-Ahora limpien esto.-Thomas te espera en el reservado.

-Gracias.-susurré antes de acudir al punto de encuentro.-¿Te encuentras bien?.

-Si.

-Vale.

-¿Por qué tuviste que entrometerte?.

-Porque venía con intención de matarte.

-Ni siquiera mis hermanos se metieron,saben que suelo tener la situación controlada.

-¿Ah si?.Juraria que tenías miedo porque no estaba controlado,él no debía venir,yo no debía tener un arma apuntándome y definitivamente tú no debías acabar lleno de sangre.

-Iba a mataros.

-Por eso le disparaste.

-¿Fue por eso?.

-Nunca vuelvas a ofrecer tu vida como moneda de cambio,no por una que no vale una mierda como la mía,si te pasara algo no podría perdonármelo.

-Lo mismo digo.

Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que decidí hablar.

-Michael me parece atractivo.-me miró con seriedad.

-¿La pasaste bien con John y ahora quieres sustituirlo por Gray?.

-No dije nada de sustituir,definitivamente puedo divertirme con ambos.-me tomó del cuello sin hacerme daño.

-Deja de buscar,ningún hijo de puta tiene tanto que ofrecerte como yo.-besó mis labios con brusquedad.

La puerta sonó y decidí alejarme,era Alfie.

-Tenemos un problema.-fruncí el ceño.-Alguien quemó tu casa,la ama de llaves me acaba de avisar.

-¿Tenemos un nombre?.-pregunté.

-No.

-Joder,tengo que irme.-le dije a Thomas.

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