-3-
—Así que... ¿Qué haces aquí? —preguntó la anteriormente terrorífica silueta parada detrás de Logan, ahora apodada "Bastardo 2". El imbécil en cuestión (que era un anciano tuerto y barbudo, aunque en relativamente buena forma) no se había despegado de los barrotes de la celda que compartía con mi amigo desde que notó mi presencia. Seguía haciéndome preguntas estúpidas que respondía sin dar demasiada información, sospechaba que estaba a) borracho, b) drogado, c) demente o d) todas las anteriores.
—Lo mismo que tú —respondí, poniendo los ojos en blanco—: Pudrirme.
—Vaya, ¡qué coincidencia! Tenemos tanto en común, ¿por qué no vienes aquí y nos divertimos un rato? —dijo esto último utilizando un tono de voz que me hizo entender que no se refería precisamente a una amistosa charla trivial. Dios, el anciano no perdía el tiempo.
—Oh, ya sabes. Hay barrotes, guardias, sesenta años de diferencia, es complicado —respondí entre dientes. Este cerdo ya me estaba hartando cuando Logan interrumpió nuestro extraño diálogo.
—Eso, y que si lo intentas voy a matarte —agregó a mis anteriores argumentos. Me tensé inmediatamente al percibir el ceño fruncido de Bastardo 2. Se levantó de su posición relajada apoyado en los barrotes y volteó hacia Logan, que lo miraba desafiante desde la esquina más alejada de la celda.
—¿Qué acabas de decir? —le preguntó el viejo, acompañando sus palabras con una risa amarga de suficiencia. Desde donde me encontraba no podía verlos hablar, por lo que presté atención a cada sonido proveniente de donde se desarrollaba su conversación. Oí a Logan aclararse la garganta antes de hablar.
—Me parece que escuchaste bastante bien, ¿a que sí? —antes de que Logan terminara la frase, me di cuenta de que uno de los dos había golpeado al otro. Y que a partir de ese golpe se desencadenó lo que creí que era una pelea. Estuve escuchando más o menos un minuto antes de que uno de los guardias se percatara de lo que ocurría y fuera a detenerlos. O más bien, a detener a Bastardo 2 de desencajarle la mandíbula a Logan.
Claro que no era una pelea, era una paliza.
***
—Eres un idiota —le regañé a mi amigo, intentando sonar enojada aunque en realidad sonreía. Ahora al menos estábamos en la misma celda mientras Bastardo 2 roncaba en la suya a causa del sedante que el guardia le había suministrado para que dejara en paz a Logan.
—Vive con ello —contestó él, encogiéndose de hombros—. Mira el lado bueno, aún conservo la mitad de mi cara.
—Evidentemente no te has visto en un espejo —gruñí, rodando los ojos. En ese momento el silencio invadió la habitación y ambos nos sumimos en nuestros pensamientos. O al menos yo lo hice, no estaba muy segura de lo que pasaba por la mente de mi acompañante.
No sabría decir cuánto tiempo pasamos en esa situación, un hombre nos dejó comida y agua en un momento indeterminado y no nos molestamos en agradecerle, supuse que Logan estaba tan enojado con todo el mundo como yo. Tomé el agua en silencio y dejé el plato con algo parecido al arroz intacto. Los minutos pasaban y a veces Logan hacía un comentario que no me animaba a responder, estaba tan cansada... Y en algún momento, luego de varias horas (según mis cálculos), caí finalmente en los brazos de Morfeo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro