¿Qué hay después de la muerte?

Una pregunta filosófica que se hacen las personas, tiene varias respuestas dependiendo  a quien preguntes, para los católicos y cristianos el morir solo es una transición al cielo o al infierno... para mi el infierno seguramente.

Algunos creen en la reencarnación, a mi me gustaría renacer en una mejor persona... o un perrijo de alguna persona rica, si eso estaría muy bien...

Científicamente tu materia solo se transforma, polvo eres y en polvo te convertirás, espero ser al menos un buen abono para la tierra tan podrida en la que vivimos...

Pero yo tengo la respuesta que tanto a buscado la humanidad... y es tan simple, N A D A... no pasa nada tras la muerte.

Dos minutos después de nacer mi corazón se detuvo... un corazón enfermo qué desgraciadamente volvió a latir con ayuda de los médicos... era muy pequeño para recordarlo pero supongo que no pasó nada.

A los diez años me ahogué en una piscina por la imprudencia de mi madre... quince minutos después reviví y no pasó nada, obscuridad y luego vida otra vez.

Puedo decir que morí un poco cuando lo más preciado de mi vida, mi hermanito menor, murió tras una vida no tan larga debido a múltiples complicaciones y enfermedades.

No morí cuando en un incendio mi amigo casi pierde la vida por no poder ayudarlo más rápido...

La verdad es que si morí cuando por dicho incendio se me culpó de su muerte... el día que salí de la prision liberado de dichos cargos pero al costo de la vida de mi mejor amigo fue cuando realmente morí.

No morí físicamente, pero mentalmente si... porque esa muerte la vives y la otra ya no.

Pero aquí estaba yo... seis meses después de salir de Priscion absuelto de un crimen que no cometí pero con la culpa de haberlo hecho... aquí estoy... esperando ser revivido una vez más... una oportunidad qué tal vez no merezco pero que necesito de verdad.

Mi padre adoptivo tenía una idea de cómo hacerme volver a la vida... de la manera más horrible

—¡Trabajo! —repitió mi mejor amigo, diagonal ex novio, diagonal hermanastro —como que trabajo.

Al salir de prision no tenia a donde ir por lo que mi novio me acogió en su casa como un perrito abandonado, legalmente ahora eran mi familia.

—Aja llevan seis meses tirados en ese sofá viendo televisión sin hacer nada —regaño mi nuevo padre— hagan algo de sus vidas carajo.

—Estamos sanando heridas —afirmó  el castaño tocando su pecho herido.

—¿Y tu que herida estás sanando? —cuestione burlón.

—Las heridas... de la vida —se quedó pensando tras un largo silencio.

—Trabajo —repitió Grant su padre— un semana, si no encuentras algo entrarán al trabajo que yo les encontré.

Mi amigo Eliot bufó molesto para tomar su computadora e irse a la habitación azotando la puerta dramáticamente tras de él.

—Hey Beck —me llamó Grant— no es obligatorio para ti que encuentres trabajo, puedes tomarte el tiempo que necesites.

—No, está bien —afirmé— ya me aburrí de estar aquí encerrado, aunque dudo mucho que acepten exconvictos en cualquier lado.

—Eh que se te retiraron los cargos —me repitió— eres completamente inocente.

—Aja y las tres condenas pasadas por robo también desaparecieron—le recordé burlón.

El hombre se quedó pensando por un momento, no era noticia nos soy un pan de Dios... pero tampoco el demonio que la gente creía que era.

Se me había culpado tres veces en mi vida lo que me llevó a pasar unas vacaciones en el reformatorio, la primera fue a los ocho... tenía hambre y aún peor un hermanito hambriento, claro los ricos pueden cometer fraudes fiscales pero si un niño roba una sopa debe ir a prisión, mi segundo crimen fue a los doce por robar un auto, tenía que llevar a mi hermano al hospital y el auto estaba ahí como si nada, aclaró que no lo robe si lo devolví solo que me chocaron y lo entregué en malas condiciones, a todos nos pasa. Mi tercera condena había sido a los diecisiete, cuando asalté una farmacia con el arma de mamá, mi alcolica y drogadicta madre se había tomado la medicina del dolor de mi hermano, y ante mi desesperación por quitarle ese dolor solo terminé haciendo algo estupido.

Aún con eso no lamentaba ninguno de esos crímenes, el único crimen que si lamentaba era el de asesinar a mi madre... uno del que nunca sería culpado.

Grant mi nuevo padre adoptivo era un buen tipo, me había ayudado cuando aún no entraba a la cárcel y se ofreció a darme un nuevo hogar al salir.

—Suerte —me dijo despejándome de mis pensamientos— me voy a la panadería y regreso en una hora asegúrate de que Eli no colapse por favor

—No prometo nada —asenti.

—Los llevaré a cenar en su futuro trabajo para que se preparen —me apuro.

Asentí para entrar a la habitación que compartía con Eli, ahí estaba recostado en la alfombra.

—Este es el fin de Eli el perezoso —se quejó.

Tomé la ropa para aventarsela a la cara.

—Anda vístete que saldremos —insistí— y dado que no quieres ir a la universidad trabajar es lo que sigue.

—Prefiero usar el plan C, ser un mantenido —asintió orgulloso.

—No digas mamadas —bufé— quien querría mantenerte.

Derrotado por la realidad se paró para cambiarse.

Me empecé a vestir recayendo en mis quemadas, tenía que cuidarlas bien por lo que me tardaba mucho en prepararme, en aquel incendio donde mi mejor amigo salió gráveme herido lo que lo llevó a su muerte tiempo más tarde yo me había quemado el 35% de mi cuerpo al intentar salvarlo, lo que involucró parte de mi pecho, espalda, abdomen, algunas partes de mi pierna derecha y mano izquierda.

Quemadas que iban de segundo a tercer grado, mi rutina de cuidado involucraba colocarme una crema hidratante y ropa compresiva ya que la piel podía ser más sensible ahora.

—¿Te duele? —preguntó Eli abrazándome por la espalda para besar mi hombro.

—Algunas partes, otras ya ni las siento —asentí.

El chico me giro hacia él, dándome otro beso en la frente para verme con esos lindos ojos castaños que tenía el cabron, esos que me daban una idea de lo que me quería hacer.

—Recuerda que ahora somos hermanos —señale

—Incesto te parece bien —sonrió burlón.

Negué empujándole la cara para alejarlo de mi.

Al ser adoptado por su padre nuestra relación se había vuelto algo complicada por lo que decidimos dejarla en hermandad, eso no quitaba el hecho de que aún había sentimientos el uno por el otro y uno que otro besó durante este tiempo.

Mientras esperábamos a su padre el castaño se había puesto a buscar empleos.

—Solo acepta el de tu papá —insisti jugando con Kraken, el perro más feo que se puedan imaginar.

—Jamás, me niego a la esclavitud de un restaurante —bufó con molestia

—Anda y que más vas hacer —rete— quemaste la panadería de tu casa, apenas y aprobaste la preparatoria y no sabes ni sumar sin utilizar los dedos —le recordé

—Eso no es verdad —se quejó

—Cuanto es siete por ocho —le pregunté

—Treinta y dos — contestó seguro.

—Ni cerca —bufé

El chico cerró la computadora haciendo drama.

—Se que soy bueno en algo... sólo que aún no lo sé —bufó irritado

—No eres tan malo cocinando, tal vez aprendas algo de trabajar ahí —lo convencí. 

—Tal vez... ¿y tú? —me preguntó— aceptaras el trabajo de papá

Levante los hombros como respuesta, y es que no sabía que más hacer.

Grant llegó como prometió una hora después, en ese lapso en el que estuve en la prision el idiota de Eliot había incendiado su casa que también era la panadería de su padre así que se habían mudado a la casa que había comprado con el dinero del seguro de la muerte de mi madre.

Ahora los tres vivíamos en esta casa y la panadería había re apertura apenas pero claro nos habían vetado de ahí, aún así me alegraba de contribuir un poco.

Durante el camino Grant no dejó de hablar del restaurante al parecer era del esposo de una amiga suya, él había fallecido recientemente así que ahora lo dirigía su hija.

Al llegar me sorprendí al ver que era un restaurante de buena calidad, que digo si era muy lujoso para nosotros.

—Compórtense de acuerdo —pidio nervioso

—Grant —saludó la mujer que ya nos esperaba— que gustó verte —dijo besando su mejilla y abrazándolo

—Muchas gracias por invitarnos Megan —le abrazó de nuevo

—Ya cojanse —dijo Eliot burlon recibiendo el golpe de ambos

—Perdón mi hijo es un idiota —se disculpó Grant— el es Eliot y él es Beck, mis hijos.

Si, eso me gustó pero no sé los iba hacer saber.

—Un gusto, su padre habla mucho de ustedes —nos saludó la mujer

—Nada bueno de seguro —se quejó Eliot cruzándose de brazos

—Habla por ti —sonreí orgulloso

—Entremos antes de que se arrepientan —afirmó Grant

Era un lindo restaurante, miré la carta... mucha comida de buena calidad.

—Chicos les presentó a mi hija —dijo la amiga de Grant orgullosa— Athena Caswell

Gran desilusión fue ver que su hija no era una mujer adulta si no una chica más acercada a nuestra edad, y lo digo así porque no suelo llevarme con las personas de mi edad... bueno con las personas en general.

—Así que ellos son los mejores candidatos que encontraste —se adelantó claramente irritada.

—Si —dijo metiéndole tremendo pellizco a su hija para que se callara— seguro te acuerdas de Eliot ya lo conocías y el es Beck.

—Eliot si, eras un chillon la única vez que nos vimos —señaló con desagrado.

—Porque era un bebé —dejó en claro irritado

Aunque no podía decir que si, a sus dieciocho años Eli aún era un chillon así que perfectamente podría hablar de un Eli de dos años o uno de dieciséis.

—Bueno  porque no les das un recorrido y así se van familiarizando —apoyó su madre.

Ella solo puso los ojos en blancos, era de las que contestaban con sus expresiones... y yo solo veía disgusto

—Venga rapido que tengo trabajo —ordenó

Seguimos a la chica que no decía mucho

—Gracias por permitir que trabajemos —se adelantó Eli.

La chica se frenó de golpe lo que nos hizo chocar el uno contra el otro, mirándonos juiciosa.

—Dejemos las cosas en claro, están aquí por el nepotismo de mi madre porque de haberlos tenido de candidatos ni siquiera los hubiera considerado — gruño— no quiero dos niñitos de papi en mi cocina así que denme una sola razón y con gusto los despediré.

—Pero si tienes como nuestra edad —dijo Eliot lo que pensamos los dos— tu también eres una niñita

—Error tengo veintitrés, así que si soy joven para dirigir este negocio así que si creen que tengo mal carácter ahora sólo esperen a ver cómo trabajo aquí —estableció

—Ya podemos renunciar —susurró Eli preocupado

—Quiero ver cómo acaba esto —dije interesado

Yo solía ser el de mal carácter en las relaciones, pero esta mujer me ganaba.

Nos dio un recorrido por fuera para terminar en la cocina.

—Aquí ocurre la acción, su turno empieza a las tres y acaban a las diez —comunicó cruzada de brazos— ni un minuto tarde o están despedidos

—Espera voy a tener que pasar todas mis tardes aquí —cayó en la cuenta el pendejo junto a mi— mierda.

—Otra cosa más la única que habla con malas palabras aquí soy yo entendido —nos repitió

—Eso está por verse —murmuró.

—Bien lárguense los veo el lunes, o no la verdad es que me da igual —bufó.

Nos quedamos un momento mirando el lugar

—Ahora largo —nos corrio

Regresamos a la mesa donde nos veían los padres con gran expectativa.

—¿Y bien? —preguntó la mujer emocionada

—Vaya si que tiene carácter su hija —se quejó Eli

—Lo siento chicos —se disculpó ella sabiendo de que hablábamos.

La comida llegó tiempo después, una deliciosa pizza de horno que he de decir estaba muy buena, pasamos la noche fingiendo que los mayores no estaban coqueteando, al regresar a casa me puse a jugar en la computadora un rato mientras Kraken dormía a mis pies

—Yo no entraría ahí si fuera tu —advertí a Grant que iba a entrar a la habitación

—¿Por que? —preguntó confundido

—Es sábado por la noche es la hora de masturbacion de Eli —explique. 

—Am no necesitaba saber eso —negó asqueado

—Tu preguntaste —le recordé riendo

Gran se sentó a mi lado.

—¿Y Bien que te pareció el lugar? —dijo el nervioso — se que Athena puede ser un poco... difícil

—Tiene peor carácter que yo y eso es decir mucho —afirme apartando la computadora para verlo— cual es su historia, como conoces a los Caswell

—Bueno iba a la preparatoria con Megan —empezó— de hecho tu padre salió con ella —contó.

—Se debió quedar con ella —bufé— mi padre no era bueno eligiendo parejas

—No, no lo era —bromeó— pero si ellos salieron un tiempo, luego terminaron y Meg salió con Richard el padre de Athena, se embarazó y bueno la tuvieron a ella y un par de años después tuvieron otra hija, más tarde tu padre se junto con tú madre y bueno perdí contacto con ambos solo coincidí con Megan una vez cuando Eliot era pequeño y hace dos años en el velorio de Richard coincidimos otra vez así que hemos estado hablando.

—Así que murió su esposo —murmuró— camino libre para ti pa

—No, no yo estoy algo viejo —sintió

Negué recayendo en que Athen también era huérfana de padre.

—¿Y Athena siempre a sido así o empeoro con la muerte de su padre? —pregunte

—Ah por lo que sé siempre a sido ruda pero se llevaba muy bien con su padre así que perderlo fue muy duro para ella, por lo que entiendo está muy metida en llevar el restaurante de su padre por lo que tiene pocos amigos así que no le caería mal que fueran buenos con ella —me pidió

—Así que por eso tenemos el trabajo —cuestione mirandolo

—Bueno si —dijo avergonzado— ustedes tienen un trabajo y ella amigos, dos pájaros de un tiro.

—Vaya padres tenemos —señale burlón

El negó para revolver mi cabello.

—Habló en serio Beck, tú más que nadie sabes lo que es perder a alguien tan cercano y como eso te cambia, además no es como que ustedes también tengan muchos amigos —señaló— les hará bien ampliar su círculo de amistades

—Estoy bien con la cantidad de amigos que tengo —asentí— pero puedo intentarlo por ti

—Gracias mi niño —dijo revolviendo mi cabello
— iré a hablar con Eli espero sea tan razonable como tú

Mi risa lo dijo todo, me quedé acariciando a Kraken por un momento

—En la que nos metimos —le dije al perro

Hoy había sentido algo, no sabía cuál era el sentimiento en cuestión... pero sentir algo después de meses de no hacerlo... era un buen inicio.

Volvimos de los muertos y que mejor día que el día de muertos para hacerlo ✨

Beck está de vuelto 💕 nos vemos la siguiente semana ✌🏻