2 - Durante el día
Notas del cap:
Es, en este momento, en que caigo en cuenta que esto no va a ser un único oneshot ni un twoshot... así que, resignada (XD) y con muchas ganas de lemon... hago oficialmente esto que debía de ser un oneshot, un fanfic corto con lemon y poquita trama, ho si XD hahahahaha
¡A leer!
2 - Durante el día
-Buenos días hermano- saluda una monja con amabilidad; Vaticano corresponde con la misma amabilidad, siguiendo su camino. Debido a que su maestro había sido llamado por el director de la abadía, su clase se había pospuesto y ahora, los alumnos se dirigían hacia su siguiente clase. Sin embargo, él se había desviado para dirigirse a los baños y mojar un poco su rostro
Todo le parecía una mera alucinación de su mente... comenzando con ese extraño demonio de la lujuria que se dijo a si mismo como Uncubos... jamás en su vida había escuchado de ellos, no solo eso, ¿Cuál era su nombre? Juraría que se lo dijo pero no puede recordarlo... y no es realmente como que quiera recordarlo. Siente sus mejillas calientes y una sensación de desasosiego
Jamás, en sus 17 años. Jamás había tenido un trato con algún demonio en sus sueños, jamás soñó las cosas húmedas que un adolescente de su edad debería de soñar... solo, su mente estaba dedicada al señor, a su dios... no había cabida en su vida para los placeres banales y mucho menos que menos para los pecados carnales, a el jamás le pareció atractivo; es decir, puede que haya visto atractivos y guapos a varios de sus compañeros y compañeras a lo largo de su vida, pero jamás se imaginó haciendo un acto carnal con ninguno, jamás, nunca...
Y apenas el primer día de haber llegado, tiene un extraño sueño con un demonio de la lujuria... Vaticano tiene que volver a mojar su rostro con agua para aguantar la vergüenza que lo embriaga... ¿Acaso esto era una prueba de su dios? Se preguntó un instante mientras observaba las gotas de agua cayendo de su piel
-¿Y tú en serio le creerías a alguien que te pone una prueba como esta?- Vaticano pego un brinco asustado; girando la mirada hacia atrás, descubriendo con horror al miso country de sus sueños, aun con esas alas de demonio y esa cola, apenas usando un short de cuero negro brillante como única prenda para cubrir su desnudez pero denotando su figura sensual y atractiva; aunque, el demonio se encontraba mirando hacia el techo con los brazos cruzados
-Digo, yo habría caído a la primera pfff (como todos los que cayeron antes que tu) y me habría ido al otro bando... créeme, no vale la pena alguien así- menciona el country viendo por fin a Vaticano quien se muestra pálido, asombrado de que está viendo al demonio justo frente suyo. Su mirada gira cada tanto al espejo detrás suyo (frente al lavamanos) y descubre que efectivamente no hay nada en la zona donde se supone se encuentra el demonio pero, cuando gira de nuevo la mirada, el demonio sigue exactamente en el lugar donde estaba
Alterna varias veces la mirada del espejo al demonio y de nuevo al espejo, pero siempre el resultado es el mismo. El demonio no está en el espejo, pero si ante su mirada. Vaticano gira, tomando con pavor su crucifijo y viendo al demonio, lo más pegado puede al lavamanos
-A-Aléjate monstruo- apenas chillo en lo que debía de ser un intento de grito y una orden a la criatura que ha dejado de hablar para sí mismo y lo mira divertido, dejado sus brazos a sus lados, comienza a caminar en dirección del country dorado que sigue viéndolo con pavor
-¿O qué? ¿Me lanzaras agua bendita? ¿Rezaras a tu dios todos los rezos que te sepas para ahuyentarme?- se acercó por fin a su lado, acorralándolo contra el lavamanos, Vaticano tiembla asustado, México solo sonríe divertido dando una sugerente lamida a los labios del menor
-Siento decirlo cariño, pero ya lo hicieron otros y mírame, sigo aquí... ahogándolos en un placer tan delirante que han terminado sometidos a mi voluntad~- ronroneo divertido, pasando una mano por la espalda del country dorado hasta llegar a su trasero
-Y por cierto, te lo dije, soy un Uncubos, un demonio de la lujuria... no un "monstruo"- susurra divertido, tomando una mano de Vaticano, la jala hasta colocarla en la entrepierna del mexicano para que pueda tocar el bulto en el diminuto short del demonio
-"Este" si es un monstruo~ ¿Qué dices? ¿Quieres probarlo de nuevo?- pregunta divertido, notando el horror en la mirada del country además de ese sonrojo en sus mejillas que no desaparece
-¡No quiero! ¡Aléjate!- grita con miedo, empujando con todas sus fuerzas a México, apenas logrando crear distancia. Corre hacia la puerta de los baños, pero la puerta no abre; antes de poder golpear la madera y pedir por ayuda, una mano se posa sobre su boca, otra en su entrepierna comenzando a acariciar la zona y algo duro comienza a restregarse contra su trasero haciéndolo pegar un brinco aterrado; al tratar de girar la mirada descubre al mexicano, sonriendo divertido con la lengua de fuera, relamiendo sus labios
-Me encanta, cuando luchan~- gime en deseo el mexicano, acercándose al oído del country y lamiendo la zona con lujuria, besando antes de susurrar con libido
-Me hacen desear... volverlos pequeños y dulces sumisos que solo saben suplicar por mas placer~- ronroneo antes de bajar entre lamidas por el cuello hasta dar una fuerte mordida en el hombro de Vaticano haciéndolo soltar un quejido más fuerte de placer y miedo
-No... no... mmggg!!- entre negatorias, lucha por alejarse de México, siendo atrapado por la puerta y el cuerpo ajeno; Vaticano continúa luchando, siente como aquella mano que acaricia su entrepierna ha abierto el pantalón dejando que caiga fácilmente por entre sus piernas atorándose en sus rodillas y, pronto, le sigue la ropa interior
-¡¡Haaa!!- grita con miedo y sorpresa. México, que continuaba restregando su entrepierna al trasero de Vaticano, de pronto, ya había perdido la sensación de ropa y se ha convertido en algo cálido y húmedo que se hace paso entre sus nalgas asustándolo de paso
Intenta pegar su cuerpo a las maderas, pero ni así se libera del demonio que, divertido, busca cubrir mejor la boca de Vaticano y por fin, empujar la punta de su miembro contra la entrada del country dorado que, con sus ojos abiertos en horror, siente como lentamente se empuja abriéndose paso en su interior de un modo doloroso pero que se vuelve placentero al mismo tiempo
-Lo se cariño, he hecho esto por mucho tiempo... sé cómo invadir estos lugares tan estrechos haciendo a mis presas delirar en placer~- susurra divertido, dando otra mordida en su hombro mientras la mano que había liberado las ropas de Vaticano se dirige al miembro semi dormido del country para comenzar a estimularlo a un compás tranquilo para crearle más placer que el dolor que va sintiendo por la intromisión
Mas sin embargo, Vaticano apenas cree poder comprender sus palabras ¿Lo había estado haciendo durante mucho tiempo? Claro, era un demonio de la lujuria pero... sus palabras, no solo lo asustaban... ahí estaba de nuevo ese horrible cosquilleo que se originaba en su vientre y se expandía por todo su cuerpo debilitándolo. Un nuevo grito de placer y sorpresa aparece cuando, en una embestida más fuerte, a punto de salir de su interior, México se empuja entrando de golpe, golpeando un punto dentro suyo que lo ha hecho perder por un segundo su vista en una bruma blanca placentera
-Encontré algo interesante he?- Vaticano apenas pudo ser consciente de la voz de México antes de sentir una nueva estocada, golpeando aquel punto que hizo a su vista una bruma blanca y su cuerpo entero debilitarse, siendo obligado a ser cargado por México quien, divertido, libera por fin el agarre de la boca de Vaticano para tomar desde las caderas al country, cargando levemente con su cuerpo, comienza a dar fuertes embestidas
-Por favor... no lo hagas- suplica con lágrimas en sus ojos, aun cuando, a cada embestida lenta pero poderosa de México, su voz acababa en un gemido ahogado que prontamente se vuelven más consecutivos cuando el demonio aumenta la velocidad; algo cálido se cuela por debajo de su camisa subiendo y acariciando su piel, Vaticano no sabe que es, pero las caricias son adictivas, su voz se rompe, los gemidos salen temblorosos, el calor lo está asfixiando de nuevo y el solo puede aferrarse a la puerta en busca de estabilidad
-¿Listo? Ya voy a comenzar~- escucha la advertencia divertida cercas de su oído. Vaticano niega, siente que se va a romper por la mitad, pero su cuerpo es cargado, gira en su lugar; ahora es su espalda la que se recarga en la puerta, sus piernas se abren para México quien carga con su cuerpo y, en esa nueva posición, Vaticano puede observar como el demonio, con una sonrisa de medio lado, relame sus labios
-Se un buen chico y dame todos tus lindos gemidos cariño~- ronronea antes de comenzar a mover sus caderas con fuerza. El chapoteo se hace fuerte, el golpetear de ambas carnes se ve aderezado por los gemidos desesperados de Vaticano quien cierra los ojos; cubre su boca con una mano, las lágrimas comienzan a imposibilitarle el ver algo, el placer es demasiado para su cuerpo y opta por morder su mano para callarse aunque fuera un poco. México lo observa, sonriendo de medio lado, acercándose al cuerpo ajeno
Vaticano descubre que lo que estaba tocando su pecho es la cola del demonio que ha subido la tela dejándolo al descubierto; ahora, México se inclina, lame, chupa y mordisquea de nuevo aquella piel, creando placer aún más desesperante en Vaticano que, cerrando sus ojos para no ver, solo alcanza a percibir un suave aroma atrayente de parte del demonio... los gemidos aumentan, Vaticano ya no puede callarse y, entre el movimiento de caderas, Vaticano termina corriéndose con fuerza entre ambos cuerpos manchando ambos y sintiendo una fuerte mordida de parte del demonio que por fin, ha dejado una marcha en una de sus clavículas
-¡Ba-Basta!- chilla al llegar al orgasmo, corriéndose con violencia, disfrutando de ser llenado su interior por ese líquido cálido y espeso hasta que no puede más... sus ojos se cierran un instante... al menos el demonio no se ha movido más, pero percibe como ahora, algo caliente pasea por su cuello subiendo a su oído
-México... recuerda el nombre del demonio al que le perteneces, pequeño cordero de dios~- escucho antes de que su mente cayera en un limbo de oscuridad; en cuanto cae en cuenta de esto, abre sus ojos contra su voluntad, sorprendido de aun tener el rostro empapado y de aun estar de pie frente al lavamanos
Gira asustado su mirada hacia atrás, pero no hay nadie; al mirar al espejo, tampoco hay nada; repite este acto varias veces hasta que comprende que lo que sea que haya pasado, ha sido solo mente suya; tiembla con miedo y, secando su rostro, sale casi corriendo del baño
Justo cuando llega a la intersección donde debe girar para ir a su salón, su avanzar apresurado se frena con miedo cuando, a lo lejos, ve caminar al mismo demonio tricolor que le sonríe y le guiñe el ojo con picardía... Vaticano tiembla aterrado, pero no se mueve, aun cuando al parpadear por el miedo, el demonio, ha desaparecido
Notas finales:
Bueno, ¿Qué les digo? ¿Qué les explico? No creo necesarios los datos extras para esta historia ya que de a poco se va explicando... y en todo caso no es gran ciencia, solo es Vaticano siendo acosado y ukeado por un México demonio de la lujuria XD
Ahora, con respecto a mi inactividad... sorry, entre en un estado depresivo de Hiatus y aun no me salgo. Ni siquiera me he querido acercar a la pc o a un lápiz para dibujar... trate los primeros días pero no me ha funcionado, como sea... ando "a medias" por aquí... y, no pienso abandonar el sextember ¬¬ aunque ya haya acabado la temporada, pienso seguir y acabarlo así me tarde tres años o más ¬¬
Como sea, ya saben, si tienen dudas, ustedes pregunten que yo respondo con mucho gusto, hasta entonces
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
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