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Cap. 6 Interludio: Espera interminable

El tiempo avanzaba lentamente en aquel pequeño y modesto hogar. Lejanos y en desconocimiento de la fiesta celebrada por los nobles a lo lejos, los 2 plebeyos y el ahora-plebeyo se encontraban juntos otra vez, el silencio reinaba y no tenían un tema de conversación, pronto la situación se volvió algo incomoda. ¿Por qué esto? Pues, hace unos momentos habrían conversado con tranquilidad, los sucesos del día, Itsuki mencionando el no haber visto a Ryoga en todo el día y mostrando su preocupación, hasta que, Light mencionó lo sucedido el día anterior, de inmediato los otros dos chicos empezaron a hacer más preguntas y a regañarlo por esperar hasta el día siguiente para contarles. Finalmente Light acabo con la conversación por accidente, de manera algo cortante, aunque no quisiera, de todos modos, era cierto que estaba algo nervioso por lo sucedido, tal vez habría sido el motivo de hablar de modo tan agresivo aunque no fuera su intención.

-... Lo lamento - Rompió el silencio Itsuki, pues comprendía que a su amigo se le daba mal el comunicar sus sentimientos, y también, comprendía que no era una situación de la cual debía de sentirse cómodo al conversar. Sin embargo, antes de poder formar un nuevo hito en esta conversación, fue interrumpido por Subaru: -Lo sentimos, así que, cambiaremos el tema. ¿Por qué no nos cuentas de Ryoga, Itsuki?

-¿Eh? - Casi exclamó en confusión, pese leve, se podía notar algo de indignación en su voz y expresión, ambos amigos suyos lo miraron expectantes, incluso el sosegado Light se decidió por comentar: -Ahora que lo pienso, es cierto que nunca has hablado de ello con nosotros, sabemos que te gusta, pero no sabemos por qué o el cómo es que lo conociste.

-Es... Una larga historia - Dijo prácticamente para sí mismo, con nerviosismo, rascando su nuca, sus mejillas se teñían de carmín mientras recordaba el momento. Era un cliché, hasta el punto que cuando pensaba en ello sonaba algo estúpido. Después de todo, este romance habría iniciado como un pequeño incidente, una disputa y una promesa. Sus ojos vagaban por la habitación evitando hacer contacto visual con cualquiera de los chicos que se encontraban en el lugar con él.

Conoció a Ryoga una tarde, cuando salió de aquella cabaña del bosque de la cual no acostumbraba a alejarse, no era del todo un ermitaño ni nada por el estilo, solo que no tenía muchos motivos para acercarse al pueblo, disfrutaba de apreciar las vistas del bosque, divisar animales o lavarse en las cristalinas aguas del río, que, bueno, realmente no se encontraba muy cercano a la cabaña. Light era siempre quien salía de un lado a otro y en un momento se volvió casi un chico de los recados, solía ser quién iba a comprar y llegaba allí a dejar las provisiones de la semana, pues, de todos modos Itsuki trabajaba para la misma taberna como proveedor al pasar gran parte del tiempo recorriendo el bosque encontrando plantas y setas.

El pueblo se encontraba tranquilo, había escándalos periódicamente, no por nada era la capital, mas, en ese momento pudo caminar con tranquilidad. Si era honesto, le gustaban las cosas lindas, por eso amaba ver las flores y cuidarlas, y que otra cosa podría ser tan adorable a sus ojos que aquel gato negro que se paseaba asustado en la carretera, aterrado ante el movimiento de personas y las caravanas que pasaban llevadas por grandes caballos. Eran de mal augurio y considerados una plaga, no podía solo ignorarlo, sabía que si lo encontraban posiblemente lo ejecutarían públicamente, quemarlo vivo, mientras los crueles pueblerinos se reirian de sus lamentos y gritos, con eso en mente siguió al pequeño gato hasta poder atraparlo, pensaba llevarlo al bosque, tal vez adoptarlo, pero, al levantarse con el gato en brazos, sintió el roce de una fría hoja, un caballero apuntaba su espada directo a su cuello.

-Detente, no alces tu arma a un ciudadano sin motivo, mantener la confianza del pueblo en la realeza es lo más importante - Un hombre lo detuvo, con un tono de voz imponente y pese a hablar cortés por su posición, se apreciaba en cada palabra una fría agresividad. Su actitud y apariencia le parecieron bastante extrañas, sería difícil de describirlo, pero, no parecía del todo una mala persona aún con aquella entonación en sus palabras. La mirada de este volteó hacía él, unos ojos carmesí profundos que parecían contener una pasión aprisionada -Ese gato ha estado molestando a los habitantes del pueblo, si lo entregas podemos resolver esto sin necesidad de violencia.

-Lo lamento, pero me pides lo imposible. No pienso siquiera en la idea de entregar esta inocente criatura a ustedes - Dijo de modo similar, cortés, mas, amenazante y firme. El caballero de ojos rojos solo reacciono cambiando se expresión indiferente a molesta, más que con él, con la situación, pues, implicaba más trabajo, era solo capturar a un gato, después de todo, no quería demorarse más de la cuenta. Sin embargo por el otro lado, el otro caballero, presumiblemente de cargo más bajo, presionó con algo de fuerza la espada contra el cuello de Itsuki. Era una clara advertencia. Aunque, el plebeyo no iba a traicionar su palabra, sujetando con más fuerza al gato, continuó -Si quieren al gato, tendrán que matarme primero, aunque, no creo que eso les ayude con su reputación.

-Ey, no sé quién crees que eres, pero, sigues siendo nada más que un plebeyo, es una orden, entrega al gato - Respondió altivo el caballero, sin embargo, como era de esperar, el plebeyo no cedió, aún con el filo contra su garganta, contestando: - Yo soy Mitsutagawa Itsuki, seré un plebeyo, mas, volveré a repetir, si quieren al gato tendrán que matarme primero.

-... Comprendo, yo soy Jasei Ryoga - Fue lo que dijo el caballero de ojos carmesí en respuesta, su compañero lo miraba con confusión y sorpresa, era de esperar hasta Itsuki estaba confundido ¿por qué se está presentado? Ignorando esto, Ryoga continuó hablando -No tengo interés en asesinar a cualquier ser con quien me encuentro, puedes llevarte al gato. Sin embargo, si me entero de que ha traído problemas a un solo ciudadano, los ejecutare a ambos.

Sus palabras fueron repentinas, no molestaban en lo más mínimo al joven plebeyo, pues implicaba que lo dejaba llevarse al pobre gato, sin embargo, el caballero de rango inferior se encontraba en una mezcla de emociones, su jefe acababa de decirle a un criminal que escapara junto con su creación del diablo, si alguien se enterará sería un problema bastante molesto y fuerte, podrían hasta ejecutarlos. Lamentablemente, sin darle tiempo ni de reclamar, Ryoga lo forzó a enfundar su espada otra vez y continuar el camino como si nada hubiera pasado. Pronto ambos se desaparecieron entre las calles de la capital. Esa fue la primera vez que Itsuki se encontró con él, mas, no la última.

Se empezaron a topar más seguido, no mucho, pero lo suficiente como para empezar a hablar y conocerse. Conversaciones cortas y poco frecuentes, hasta que el caballero empezó a ir a su casa, a supuestamente asegurarse de que el gato no causara problemas. Era divertido, pues claramente amaba mucho a ese gato aunque no quería admitirlo. Allí se daban tiempo de conversaciones más largas, Ryoga le comentó que era hijo del Marqués, así como también habló sobre su gusto por la música. El tiempo avanzó hasta que un día, el caballero tomó en sus brazos al gato y dijo: -Me lo voy a llevar.

-¡¿Huh?! Espera, espera, pese a todo, es mi gato - Se quejó. No esperaba esa situación, no tenía mucho sentido tampoco, era un caballero e hijo del marqués, ¿cómo alguien así podría tener un gato? Y por supuesto que le presentó su pensamiento -¿No te meterías en problemas si tienes un gato? Eres caballero y heredero del marqués. Esta prohibido por la Iglesia.

-Nah, de todos modos no vivo con mis padres y los sirvientes saben guardar secretos, ya lo han hecho muchas veces. Ya prepare un lugar para que se quede - Respondió, de algún modo a Itsuki le pareció adorable, era más que obvio, había estado planeado adoptar al gatito desde hace tiempo, aún cuando actuaba con indiferencia: -Entiendo, el gatito no tiene nombre, ¿piensas ponerle uno?

-Uhh... ¿Noir? ¿Nigrum?... Diaboli... ¿Demonia? Sí, Demonia - Otorgó el nombre al pequeño gatito, pronto miró al plebeyo como en busca de aprobación, aunque al ver su expresión se dispuso a explicarle el motivo del nombre: -La Iglesia dice que los gatos son seres demoníacos y que sirven a las brujas, adoradoras del diablo ¿no? Creo que le queda bien.

-¿No tendrás problemas con la Iglesia entonces? - Preguntó junto a un suspiro, ya que, pese a ser noble y caballero ya era consciente de que Ryoga era más del estilo rebelde y su respuesta no lo sorprendería y así fue: -Nunca me ha importado lo que piense la Iglesia de todos modos.

-¡Oh! Es verdad, tenías un gato - Light interrumpió la narración de su amigo. La verdad es que se acordaba, un día no lo encontró, pensó que estaría afuera de la casa y de algún modo paso así hasta ya había parado de pensar en ello. No se habría dado cuenta de la desaparición de este hasta esos momentos. Itsuki sólo rió ante la reacción de su amigo.

"¿Podrás cuidar de un gato?" "¿Por quién me tomas?" "Sí o no" "Es solo un gato, no puede ser tan difícil, por supuesto que sí" "Entonces, te encargo a Demonia" "... Prometo que lo cuidare" "¿Eh?" "No dije nada".

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