－¿Entonces te exiliaron, Subaru? － Preguntó con sorpresa un chico de apariencia androgina, por su ropa cualquiera podría saber que era un campesino, un plebeyo. En sus manos se encontraba una tetera algo descuidada en la que acaba de preparar lo que pudo con sus propios recursos a aquel quien se encontraba de visita. Un chico que decía ser un príncipe, bueno, era fácil de confirmar puesto que llevaba ropa más cara de la que siquiera sería capaz de imaginar.

－Sí... Mi hermano era un genio y yo el hijo mediocre y pues, no tuvieron ningún reparo en sacarme de la historia de la familia － Rió como si lo que acababa de decir fuera lo más cómico existente, el joven plebeyo sólo lo miró con un poco de lastima, se habrían conocido hace poco, no más de una hora, mas se sentían como amigos eternos de toda la vida.

－... － Dudó en que debía hacer en respuesta, no sabía si tendría que consolarlo o si esto lo molestaría y mientras vagaba en sus pensamientos, su mirada se dirigió hasta las manos del ex-principe permitiendole observar el anillo de oro que, pese a no llevarlo puesto, lo sujetaba con cariño.

－¿Te da curiosidad? － Preguntó Subaru al darse cuenta de la mirada del chico.

－Un poco － Admitió, aunque con algo de vergüenza.

El anteriormente príncipe admiro su anillo con ternura y nostalgia antes de volver su mirada al plebeyo con el objetivo de relatar aquella historia pasada, un día lejano, cual recordaba con añoranza. Fue el día en que conoció aquella adorable muchacha con la cual se comprometió.

En el bello campo de flores cual distinguía con encanto el jardín del palacio, un joven príncipe contemplaba la joven princesa que con delicadeza hacia coronas de flores junto a su doncella. Hacía poco tiempo atrás, habría llegado al lugar buscando a la misma muchacha a quien observaba, después de todo, estaba allí para pedirle compromiso aunque fuera por orden de su familia, al inicio estaba molesto con la decisión tomada, puesto que ni siquiera se dignaron a preguntarle, sin embargo ahora habría quedado maravillado con la belleza y ternura que desprendía la chica, al igual que la calidez que irradiaba.

La mirada de la princesa repentinamente se dirigió hacía su ubicación, con una suave sonrisa lo invitó a unirse a ellas. Aquella tarde terminó siendo el sujeto de pruebas de la chica quien se encargó de probar cada una de las coronas en el joven. Tal vez no habría sido visto como algo muy masculino, pero disfruto como nunca jugando con flores junto a su futura prometida.

El compromiso no fue nada incómodo ni mucho menos molesto, no había nada que lo molestara en la idea de casarse con aquella amable y tierna mujer.

－Se ve que la querías mucho... － Susurró con tristeza mientras lo miraba.

－No te preocupes, Itsuki － Volvió a aquel tono de voz divertido y bromista, aunque doliera con fuerza en su corazón, no tenía sentido ya el aferrarse a un sentimiento que ahora jamás sería cumplido.

La habitación se quedó en silencio, cual hubiera perdurado de no ser por la interrupción repentina de un buen amigo del plebeyo, quien entró en la casa sin ningún escrúpulo, sin siquiera tocar la puerta, casi como si fuera su propia casa.

－Light... ¿Qué sucede? － Preguntó, llegando a preocuparse un poco, después de todo, era raro ver a su amigo a aquellas horas, considerando que trabajaba hasta tarde.

－Llegó un noble a la taberna y se terminó peleando con Shinobu, al final los caballeros en patrulla los detuvieron y el local se cerró por hoy － Contó resumidamente los sucesos, de manera algo indiferente, aunque luego cambió su expresión para agregar － Parecían muy molestos.

－¿Caballeros en patrulla? － Preguntó Subaru.

－Es la capital después de todo, además estamos en guerra, tienen el deber de encontrar y sancionar a los espías － Aclaró Itsuki, pero parecía más preocupado por lo dicho por su otro amigo －¿Qué sucedió antes de que iniciará la pelea?

－Luego de que el noble terminara su comida empezó a criticar el servicio diciendo que era muy pobre para ser una taberna supuestamente "decente", Miki se levantó de su asiento y le dijo que estaba arruinado su ambiente y por lo tanto también su comida, sin embargo, parecían conocerse de algo, mas, lo desconozco, pero mencionó mucho el tema de su familia y sus relaciones.

－Bueno, Shinobu también es parte de la nobleza aunque sea hija de un barón, debe conocer a otro nobles y sus dramas － Respondió con tranquilidad el plebeyo －... Oh, por cierto, él es Subaru.

－... Eh, solo por si acaso, pero, ¿los caballeros llegan hasta aquí? － Interrumpió el ex-príncipe antes de que el chico pudiera dar un presentación a su persona. Se veía algo nervioso y era entendible, puesto que a pesar de estar exiliado, no quitaba el hecho de que pidieran considerarlo un espía.

－No lo hacen, este lugar no se encuentra del todo en la capital, es solo una ubicación del bosque, aunque, me gustaría que pasarán de vez en cuando － Le contestó Itsuki, aunque de inmediato se corrigió －N- no es para causarte problemas ni nada, es solo que si fuera así, podría ver más seguido a Ryoga.

Al ver la confusión de Subaru, Light se dispuso a explicarle la situación: －Ryoga es el hijo del marqués, y también un caballero, no conozco los detalles, pero parece que es también el enamorado de nuestro amigo. Últimamente incluso gasta para poder ir a ver las óperas y los cantos napolitanos e incluso a escuchar tocar a la orquesta.

－Es que a él le gustan － Se explicó un poco nervioso, después de todo quería saber más de su amado y si algún día volvían a tener la oportunidad de charlar, pudieran hacerlo sobre el gusto del hijo del marqués, tal vez así la conversación podría durar un poco más －Además que a mí también me terminó gustando.

－Mmm... Y tú, ¿Light? ¿Tienes a alguien? － Habló ahora Subaru con curiosidad.

－No estoy seguro. Aunque, hay un chico de buen parecer que últimamente pasa por la taberna － Respondió, aunque la verdad, no consideraba que una atracción por el físico o el rasgo de una persona se pueda considerar "tener a alguien", pues no lo conocía.

－... ¿Soy el único heterosexual aquí?

－Eso parece － Rió Itsuki divertido － Aunque coincidimos en un amor que parece poco probable en cumplirse.

Al escuchar a ambos, habría empezado una pregunta en la mente del chico quien trabajaba en una taberna. Nunca antes se había enamorado, así que ¿qué es exactamente el enamorarse? Y ¿por qué nunca se ha sentido así? En su pensamiento volvió el chico de la taberna, sus manos y rostro bien cuidados, tal vez era un noble al igual que Miki, pero siempre vestía de manera especial, pues ciertamente era la ropa que usaría un plebeyo, tal vez más bien era un hijo de alguna familia de un estatus más alto que el suyo, y por lo tanto no se le daba tanto trabajo.

El lugar volvería a abrir mañana, tal vez, a diferencia de los otros dos, podría acercarse un poco más a su "amado". Decidido, mañana iría a conocer al misterioso chico y hablaría con él, al menos podrían ser amigos.

La charla entre los 3 continuó, pero al caer el sol, Light volvió a casa y aprovecho de ordenar sus pensamientos y pensar en que decir y hacer mañana, puesto que le costaba mucho expresar sus emociones.