꧁Recuerden comentar y votar, ya que eso me motiva mucho, me gusta mucho leer sus comentarios y lo que
opinan de la historia, eso me ayuda mucho.꧂

— ¡Loak no!— gritó Tsireya.

Loak dio otro puñetazo con su mano derecha y un tercero con su mano izquierda enviado a Ao'noung al suelo.

— Es un puñetazo imbécil, no vuelvas a tocar a mi hermana— advirtió Loak a Ao'noung, poniendo sus puños en guardia.

Roxto, Ao'noung y sus amigos se pusieron a la defensiva soltando gruñidos por lo bajo antes de defender a mi mellizo y pelear contra el hermano de Neteyam.

— ¡Basta!— gritan Kiri y Tsirereya, sin embargo sabía que con palabras no dejarían de pelearse entre ellos.

Me acercó intentando detenerlos, Neteyam hizo exactamente lo mismo que yo, con la intención de separarlos. Aunque no se resistió a dar un par de golpes a Roxto y a los demás.

Y al ver cómo peleaban entre ellos no dude en entrar a la pelea, salí a detener a mi mellizo, pero una parte de mi también quería defender a los chicos Sully de Ao'noung.

— ¡Mi cola, suéltala!— gritaba Loak tratando de zafar su cola del agarre que ejercía mi mellizo en ella.

— ¡Ao'noung basta!— grité mientras con fuerza intentó quitar la mano de mi mellizo de la cola del chico Sully.

Pero Ao'noung no entendía palabras, lo jalé de ambas muñecas, con tanta fuerza que liberé la cola de Loak de las manos de Ao'noung, sin evitar dejarle un par de rasguños en esta.

— No te metas hermanita— advirtió Ao'noung ronco del enojo intentando suavizar su voz conmigo.

Sin hacer caso a su advertencia, le di un golpe en el pecho con mis manos creando distancia entre él y Loak, Neteyam estaba en la arena, golpeando  a puño limpio a Roxto y a otros dos chicos.

— ¿Te cansaste hermanito?— Roxto tomó por el costado a Neteyam, dándole golpes en el costillar.

Me acercó a Roxto tomando su brazo con la suficiente fuerza como para hacerlo soltar a Neteyam, haciendo que el chico en el camino soltase quejidos de dolor, di un último golpe en su estómago enviándolo a la arena.

Volteaba la cabeza para saber cómo se encontraba Neteyam, pero ni siquiera pude saberlo porque recibí un golpe en mi pómulo.

— Ikemy lo siento— trato de disculparse uno de los amigos de Ao'noung cuyo nombre no recuerdo.

Gruñó en respuesta, lista para devolverle el golpe, pero Menari llegó primero dándole un puñetazo en el pómulo derecho, contrario a donde yo tenía el golpe, dando un golpe a una de sus piernas que lo hizo perder el equilibrio; tirándolo a la arena.

— Duele mucho— acercó su mano a mí pómulo herido, con sumo cuidado colocó las yemas de sus dedos en la zona afectada.

Suelto un siseo del dolor al sentir su tacto en mi pómulo adolorido, de inmediato Menari dejó de tocar la zona, sin antes dar una caricia en mi mejilla. Sonrió preocupado antes de romper el contacto entre ambos.

— Ikemy— fue lo único que dijo Neteyam después de ver la zona donde había recibido el golpe.

— Estaré bien— respondí dándole una sonrisa para intentar tranquilizarlo.

Menari y Neteyam se miraron de una forma que no pude interpretar antes de asentir mirándome.

— Ayúdenme  a separarlos— exclamó pasando rápidamente la mirada entre los demás chicos que no tenían intenciones de parar.

Suspiramos, y en eso vimos a Loak siendo arrastrado de su cola por Ao'noung y un chico más , mientras Loak repartía golpes a otro chico, que no lo soltaba.

Neteyam vio a Roxto con intenciones de acercarse a Loak, y se alejó de nosotros, yendo hacia él.

Menari corrió a ayudar a Loak a zafarse del agarre del chico.

— ¡Mi oreja tiene mi oreja!— gritaba el chico pues Loak hacía presión en la oreja del pobre.

Mientras Menari liberaba a Loak, fui a donde Ao'noung y el otro chico, aún jalaban la cola del chico Sully.

— Ya suéltenlo— con mis manos doy un golpe al estómago de mi mellizo.

Ao'noung se sorprendió por mi golpe y perdió el equilibrio, trastabillando y provocando que el otro chico trastabillara también.

— Te dije que..

— No te metieras— interrumpo barriéndolo con las piernas, haciéndolo caer al suelo.

— ¡Ao'noung basta!—grito al ver que mi mellizo intentó levantarse de nuevo— ni lo pienses— de un ágil movimiento logré inmovilizar a mi mellizo.

— ¡Tsireya ve por Padre!— grito a mi hermana, volteó a verla, pude notar su expresión de sorpresa— ¡hazlo!

— ¡Kiri busca a tu padre!— ordenó a la chica Sully quien solo corrió.

— Ikemy— Ao'noung soltaba quejidos debido a  la fuerza que hacía para mantenerlo quieto.

— ¿Estas cómodo?— cuestionó sarcásticamente mirando a mi mellizo.

— Te odio— fue lo único que respondió.

— Yo también.

Menari y Neteyam separaron a Loak de los demás, Roxto después de tantos golpes comenzó a ayudar a separar al resto. Después de un rato mi mellizo dejo de forcejear conmigo dándose por vencido.

Disminuyó la presión que hacía sobre Ao'noung, me miró asintiendo con la cabeza, dándome a entender que ya no haría nada más. Entrecierro los ojos, desconfiando de él.

— Venga hermanita, ya está— Ao'noung dio una mirada dándome a entender que ya no haría nada más.

— Bien— acepto soltándolo, Ao'noung suspiro y con la guardia baja aproveché para darle un golpe en el estómago, con la suficiente fuerza como para sacarle el aire de los pulmones— eso fue por comenzar la pelea— dijo mientras veía a Ao'noung quejándose del dolor por el golpe.

Lo deje en la arena, doy unos pasos acercándome a Neteyam, cuando dos voces me detuvieron.

— Pero qué demonios esta pasando aquí— Jake Sully exclamó con voz molesta viendo a sus hijos, tanto Neteyam como Loak agacharon las orejas.

Junto a Jake Sully estaba Padre, viéndonos a Ao'noung, Menari, a mi, de forma seria, pocas veces he visto esa expresión en el rostro de Padre y a pesar de los años que pasen siempre tiene su mirada la misma reacción en mi, escalofríos seguidos de un gran temor.

— Ikemy, Ao'noung— pronunció Padre pasando su mirada de mí a mi mellizo— qué significa esto— su voz era tan seria como su expresión y notaba como trataba de no mostrar su enojo.

— Padre yo— se interpuso Tsireya.

— Silencio— pronunció hacia mi hermana.

Tsireya se arrodilló, poniendo una rodilla en la arena, acatando la orden, dándome una mirada triste, pidiéndome perdón por no poder defenderme.

— Es mi culpa— pronunció Loak acercándose a Tonowari, pero fue detenido por su padre.

— Basta— pronuncia el Omaticaya dándole una mirada de advertencia.

— Yo empecé esto— defendió Neteyam viendo a Tonowari arrepentido— lo lamento— pronunció lo último viéndome a mí, antes de mirar a Tonowari.

La forma de verme de Neteyam me hizo saber que él estaba dispuesto a echarse la culpa de cosas que él no había hecho con tal de que ni yo ni sus hermanos fueses castigados, y eso sólo hizo que mi corazón latiera muy fuerte.

— No— pronunció decidida mirando a Padre a los ojos— yo no pude detener la pelea, cúlpame a mi Padre— me arrodillé como hizo Tsireya.

— Suficiente— Jake Sully alzó la voz— vayan con su madre— ordeno mirando a los chicos Sully.

Neteyam y Loak acataron su orden y con la mirada hacia el suelo y las orejas gachas caminaron en silencio en dirección a la aldea.

— Me encargaré— dijo mirando a Tonowari, antes de seguir a sus hijos, dejándonos a mis hermanos, y a los demás en presencia de Padre.

— Cómo se les ocurre— pronunció furioso— los chicos Sully son parte del Clan, no pueden tratarlos así— pasó su mirada en todo y cada uno de nosotros— estoy decepcionado de ustedes— dijo con dureza— ahora vayan— Padre hizo un ademán con su mano dándole a entender que nos fuéramos a casa.

Con la mirada al suelo y las orejas agachadas Roxto, Menari, mi mellizo yo y el resto asentimos antes de avanzar rumbo a la aldea.

— Ikemy— al oír la voz seria de Padre llamándome detuve mi caminar y con pasos temerosos me acercó a Padre.

Ayúdame Gran Madre.

— ¿Si?— preguntó mirando la arena del suelo.

— Ikemy, eres la mayor de tus hermanos, debiste haber detenido esa pelea— la voz de padre era más que enojada— no participar en ella— suspiro pesadamente antes de continuar— estoy muy decepcionado de ti hija mía— finalizó negando con la cabeza.

— Padre— alzó la mirada— realmente intente detenerlos— mi voz se oía temerosa— además.

— ¡Silencio!— alzó la voz Padre.

Guardo silencio a la vez que bajaba la mirada y me arrodilló colocando una rodilla en la arena.

— No— pronunció desafiante aún arrodillada alcé la mirada— Ao'noung empezó la pelea— mi voz era segura y ligeramente desafiante.

— Ikemy— pronunció Padre en advertencia.

— Pregúntale a Tsireya o a Menari— fue todo lo que dije antes de fulminar con la mirada a Padre, levantarme y caminar rumbo a la aldea.

Aún podía oír los gritos de Padre llamándome, pero era algo que no me importaba ahora, el hecho de que Padre no me escuchará fue algo que me hizo sentir mal, siempre dando lo mejor de mi, intentando ser el ejemplo, pero más que nada me lastimo el hecho de que desconfiara de mi, yo que siempre soy honesta, sincera.

Alce la vista, mirando qué estaba en el muelle, suspiro antes de acercarme a la orilla. Montar en Caraxes un rato tal vez me ayude a despejar mi mente.

Comencé a hacer una serie de ruidos llamando a mi Skimwing, a los minutos salió Caraxes del agua, mostrándome sus dientes y gruñendo desafiante como siempre.

— Uy que rudo— comentó burlona dándole palmadas en la frente, los gruñidos de Caraxes cambiaron a unos felices de recibir mimos, me vinculo con él, y de un salto subo a su lomo— vayamos a dar un paseo— Caraxes en respuesta desplegó sus alas naranjas con tonos azules.

Caraxes a través del vínculo pudo darse cuenta que estaba muy sumida en mis pensamientos por lo que se sumergió empapándome y luego volvió a salir a la superficie, desplegando sus alas otra vez.

— ¡Oye!— exclamó en reproche al animal por haberme mojado, Caraxes hizo un ruido que podría definir como una risa, al menos me hizo pensar en otra cosa— gracias— sonrió— pero no lo hagas de nuevo— Caraxes ante mis palabras se volvió a sumergir, saliendo a la superficie a los segundos— estás loco— solté una risa aireada.

Nos alejamos de la aldea, no demasiado y llegamos a una caleta pequeña, la vista desde aquí es hermosa, podia verse la aldea desde aquí a una distancia no muy lejana.

— Espera aquí— separó mi vínculo del Skimwing y baje con cuidado en la orilla de la caleta, Caraxes gruñó por lo bajo antes de sumergirse, ese cascarrabias.

Vi una gran roca cubierta con un musgo en tonos morados y azules tornasolados, decido acercarme a ellos para verlos mejor, al tocarlos pude oler un aroma exquisito proveniente del musgo, tomó un poco y lo puse en una cortada que me había hecho en la pelea, la herida cerró en segundos.

— Es un milagro Gran Madre— exclamó sorprendida al ver como mi piel estaba totalmente nueva y sin señales de daño alguno.

— ¿Ikemy?— la voz de Neteyam me hizo darme la vuelta para verlo de frente.

— ¿Qué haces aquí?— decimos al mismo tiempo.

Sonreí y con la mirada le di a entender a Neteyam que continuará con lo que iba a decir.

— Hmm estoy explorando— dijo con nerviosismo— me recuerda mucho a mi hogar— pasó la mirada por el lugar.

Debía echar mucho de menos su hogar, el bosque, las montañas, toda su vida la había vivido ahí.

— ¿Cómo es?— preguntó curiosa— el bosque— aclaró.

Neteyam sonrió nostálgico y suspiro.

— Es hermoso, magnífico y todo ahí está lleno de vitalidad— mientras describía su hogar sus ojos brillaron entusiasmado por recordar el bosque en donde solía vivir.

— Me encantaría visitar tu hogar— sonrió— ¿y cómo es volar en un ikran?— pregunté; desde que llegaron montando esas criaturas aladas tuve curiosidad en ellas.

— Es liberador— sonrió orgulloso, llamó a su ikran por medio de sonidos así como lo hacemos con los ilu o los Skimwing, un ikran llego a los segundos, en tonos menta y negro.

— No la mires a los ojos— exclamó el chico, mientras bajaba la mirada, él se acercó a su ikran y le dio caricias.

— Vuela conmigo Ikemy— pronunció de forma suave— alzó la vista encontrándome con la mirada de Neteyam en mí— por favor— pidió.

Ladeé la cabeza tomándome mi tiempo para pensarlo, por supuesto que quiero volar con él, pero no podía dejarme ver cómo si estuviese desesperada, por eso tomé la decisión de hacerlo esperar.

— Ikemy— Neteyam extendió su mano hacia a mi.

Y aún mirándole a los ojos tomé su mano, Neteyam sonrió, feliz de mi decisión y con cuidado me ayudo a montar a su ikran, luego subió él con mucha agilidad. Quedando yo detrás de él y Neteyam al frente.

La distancia entre nosotros era poca, por lo que podía sentir su cuerpo contra el mío, y a pesar de eso Neteyam hacía su mayor esfuerzo para no tocarme.

— Sujétate bien— exclamó el chico volteando sobre su hombro para verme.

Hago caso, colocando mis manos a los lados de la silla del ikran de Neteyam. Asentí dándole a entender que ya estaba lista sin embargo Neteyam negó.

— No— exclamó— con sus manos tomó las mias con cuidado quitándolas de la montura de su ikran— te caerás si las pones ahí— puso sus manos sobre su torso— sujétate de mi— dijo aquello con una sonrisa.

Retiró sus manos de las mías para poder tomar las riendas de su ikran, por medio de su vínculo, Neteyam le hizo saber a la criatura que desplegará sus alas y emprendió el vuelo.

Me sujete más fuerte a Neteyam, no por miedo sino por la fuerza que hizo el ikran al impulsarse una vez que abandonó el suelo.

— Hermoso— fue todo lo que pude decir al ver la hermosa vista que ofrecía el ver desde las alturas.

Fue ahí cuando me di cuenta de qué mis hermanos, mi familia y el clan pertenecemos al océano, pero el hogar de Neteyam y su familia siempre será el aire y el bosque.

Mientras nosotros los Metkayina gozamos de la paz que nos ofrece el océano los Omaticaya poseen una libertad que solo puede ofrecer el cielo.

— Si que lo es— Neteyam volvió la mirada hacia mi, viéndome por centésima vez, y en su mirada, me perdí, porque su mirada me transmitía una libertad que jamás había sentido, libertad de ser quien soy realmente.

— Deberíamos volver— apartó mi mirada de la suya, viendo al cielo— comienza a anochecer, se preguntarán dónde estamos— tras decir esas palabras oí al chico Sully suspirar.

— Volvamos— ordenó a su ikran quien hizo caso a las palabras de Neteyam, y voló de regreso a la aldea.

A través del vínculo con Caraxes le hice saber a mi Skimwing que volviera a casa.

Y mientras volamos de regreso solo pensaba en una cosa, volar en un ikran, en mi propio ikran.

— Gracias por volar conmigo— agradezco a Neteyam una vez su ikran aterriza en la arena de la playa.

— Me alegra que te haya gustado— sonríe el chico para bajarse de la criatura— te ayudo— llego a mi lado ayudándome a bajar de su ikran.

— Neteyam— llamó al chico, Neteyam le daba de caricias a su ikran.

— Hmm— respondió volviendo su mirada a mi.

— ¿Cuándo?— preguntó mirando de reojo a su ikran.

Neteyam sonrió ante mi pregunta.

— Cuando estes lista— dijo antes de darle una palmada en en costado a su ikran y después de eso la criatura desplegó sus alas para volar.

— ¡Hermana!— gritó Tsireya corriendo hacia nosotros— aquí estaban— me abrazó con fuerza.

— ¿A dónde más iríamos?— preguntó confundida por sus palabras.

— Creí que estarían con Loak— respondió Tsireya preocupada.

— No, no estábamos con él— respondí sin entender porque lo decía.

— ¿Dónde esta?— pregunta preocupado Neteyam acercándose a Tsireya.

— No lo sé Ao'noung dijo que..— y solo esas palabras fueron suficientes para Neteyam y para mi, ya que ambos caminamos llenos de preocupación por el paradero de Loak.

En el muelle estaba una gran mayoría de los miembros de la aldea, todos buscando a Loak, entre las personas pude reconocer a Tonowari, Ronal y a ambos padre de Loak, ambos preocupados.

— Padre, Madre— exclamó llamando la atención de ambos líderes del clan, ambos no dudaron en abrazarme, Tonowari me dio una mirada que pude interpretar como un "lo lamento" mientras que la mirada de Ronal era más seria.

— Voy matarlo— digo apenas vi a mi mellizo— ¿qué hiciste Ao'noung?— exclamó tratando de contener el enojo de mi voz.

Mi mellizo no hizo más que dedicarme una mirada culpable, arrepentida mientras bajaba su mirada y sus orejas, mostrándome su lado más frágil. Ese lado que muy pocas veces podía dejar ver.

Alguien entendió  la referencia en este capítulo de la primera película.