💥Fragmento N°9🔥
— Necesito sentirte. — Mi boca va soltándose poco a poco, al igual que el ego de Freddie.
Va a la habitación esparciendo la ropa por el suelo según la va apartando de su cuerpo, se sienta en la cama y murmura.
— Yo también necesito sentir tus labios. — Humedece los suyos con la lengua, seduciéndome.
Extiende su dedo hacia mí y hace señas para que vaya junto a él; y eso mismo hago, ir con él. Me quito el pantalón y las bragas torpemente dejándole a Freddie la camiseta y el sujetador.
Mi pulso se acelera descontroladamente cuando se acuesta poniéndome encima de su torso y besuquea mi estómago.
— Te quiero. — Susurra antes de empujar mi cadera sobre su cara y besa mis labios exteriores muy despacio, atrapándolos entre los suyos.
— Te quiero. — Gimo enmarañándole el pelo. — Te quiero muchísimo. — Siento sonreír su boca contra mí.
— Yo también. — Da un pequeño mordisco justo en ese punto y doy un brinco jadeando.
Lame mis labios interiores haciéndome tocar el cielo con su lengua y empiezo a mover mi cadera muy despacio, al son de los sigilosos movimientos de su lengua.
— Freddie, Freddie... — Me siento en su pecho, sus manos buscan mi cintura y acaricia mi cuerpo con mucha delicadeza.
No puedo evitar sentirme culpable, pero lo necesitamos.
Necesitamos esto.
— Bésame. — Dice en un susurro.
Me coloco encima de él, raspo mi mano por su creciente barba y sigue acariciándome mientras mis labios abrazan los suyos con suavidad.
— ¿Me amas? — Pregunta tan inocente y dulcemente.
— Te amo más qué a nada. — Coge mis nalgas posándolas entre su cadera y yo no sé decirle qué no. — ¿Y tú? — Medio sonríe sin decir nada y me besa enroscando sus dedos en mí cabello enmarañado.
— ¡Maria! — Gruñe al juntar mis muslos impidiendo nuestra unión.
Los ojos con los que me mira, la aura tan pesada que tiene me mata por dentro: lo ha invadido la soledad.
— Cariño, necesito ver al Freddie del ochenta y dos. — Froto nuestras narices.
Necesito ver al Freddie más loco para hacer esta locura.
Bufa y coge mi cintura colocándome encima de su rostro de nuevo, besándome, rozando su lengua por mi parte más sensible.
«Déjame terminar lo que he empezado.»
— Cómo quieras mi vida.
Agacho mi cadera contra su sonrisa burlona y muerde mi piel con fuerza, arrastrándola entre sus dientes.
— Más fuerte Freddie. — Le tiro del cabello con fuerza y muerde con más ganas.
Grito juntando mis muslos con su cara entre ellos, sigue mordiéndome con fuerza, lamiéndome, succionando por cada parte de mí y cuando aparta la mano de mí cadera no me hace falta saber dónde la lleva; gotas cálidas empapan mi espalda haciéndome llegar a lo más alto con su boca.
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